Raid Baobab 4×4

Este aventura empezó en nuestra ciudad, Barcelona donde cogimos el ferry que nos llevó, con nuestro 4×4, al continente africano. Aunque intentamos no ir organizados, aceptamos, en esta ocasión juntarnos con otros compañeros con vehículos 4×4 para atravesar una parte del norte de África. La corrupción, sobre todo al cruzar las fronteras, y la cierta incertidumbre que genera el continente Africano, hizo que aceptásemos ir acompañados a este viaje.

Fue, sin dudas, un acierto, a pesar de los graves problemas que tuvimos. Encontramos a compañeros y compañeras, geniales, con mucha experiencia, cosa que nosotros no teníamos. Surcar por las dunas del desierto es algo que conviene aprender y, para eso, necesitas ir con expertos conductores. Desde aquí darles las gracias a todos y todas.

El dírham​ o dírhem​ marroquí es la moneda oficial del Reino de Marruecos. 

Monedas: 1, 5, 10 y 20 céntimos; ½, 1, 2, 5 y 10 dírhams

Billetes: 20, 50, 100 y 200 dírhams

El cambio en la fecha de viaje era de 1€=10,92 Dirhams

No son países muy problemáticos a nivel de seguridad, al ser países religiosos con mayoría islámica, pero se ha de tener en cuenta que, sobre todo, Senegal y Mauritania, son países muy deprimidos económicamente. El ir con vehículos de alta gama, formando una caravana, llama la atención y es recomendable no dejarlos solos por mucho tiempo.

Si tuvimos pequeños incidentes de corrupción policial, es recomendable llevar fotocopia del pasaporte, duplicado del carnet de conducir internacional (si se tiene de otros años sirve igual) y papeles del coche (fotocopia en color). En el momento que llegas al Sáhara, hay muchos controles policiales, tanto en Marruecos como en Mauritania. En todos te piden que les hagas algún regalo

A los viajeros menos habituados a viajar de forma no organizada, les intentaron engañar, pero por cantidades que no te quitan el sueño.

Hoy comienza nuestra ruta africana, nos han convocado a las 6 de la mañana en el puerto de Barcelona. Es una burrada porque el barco sale a las 10  de la mañana, pero allí que nos vamos y del grupo somos los penúltimos…

Esperamos hasta las 9 de la mañana, pasando frío, conociendo a los compañeros de viaje. De aquí salimos 6 coches y luego nos juntaremos con otros 5 coches que salen de Algeciras.

Somos 3 parejas y 3 chicos que van solos. A las 10 salimos puntuales, el buque se llama Excellence y creemos que viene de Italia, porque vemos en la bodega coches y auto caravanas que no estaban en Barcelona.

El camarote no está mal, además es exterior y es más agradable porque ves el exterior, aunque hay poco que ver. Hay tiendas, restaurante, cafetería, zona para mascotas, sala cerrada para que los niños jueguen y no molesten a los demás etc.

Los trámites fronterizos se hacen en el barco, lo cual hace que luego en teoría vaya todo más fluido al llegar a Tánger Med.

Momento del encuentro en el Puerto de Barcelona

Para  comer nos hemos traído de casa una ensalada y nos la comemos en el camarote. Luego una siesta hasta que nos despiertan con un simulacro de emergencia. Van avisando media hora antes, un cuarto de hora antes, cinco minutos antes. Es un coñazo. Cuando salimos, vemos que somos los únicos del grupo que hemos acudido, hay poquísima gente.

El simulacro es enseñar como te tienes que poner el chaleco salvavidas, te lo tienes que atar, poner una luz y tiene un silbato.

Nos volvemos a descansar y a leer un rato hasta las 7 de la tarde, que hemos quedado todo el grupo para hablar del siguiente día.

Teníamos cosas para cenar pero nos animamos a ir al restaurante. Nos pedimos una pizza para compartir y una cerveza para compartir porque es de las grandes. Nos cuesta 21,5 €. No está mal, la pizza está rica y la cerveza  italiana fresquita.

Algunos del grupo se quedan a conversar pero nosotros nos vamos a dormir a nuestro camarote.

Hemos hecho 6 km

La navegación ha sido muy plácida, no se movía nada el barco y con la calefacción se ha dormido muy bien. No madrugamos y cuando nos levantamos, Antonio va a buscar unos cafés por 2,2 € cada uno.

Salimos a ver a los compañeros y al mirar con el GPS vemos que ya estamos cerca de Tánger, con lo que no llegaremos a las 4 de la tarde  como pensábamos. Salimos del barco antes de la una del mediodía, ahora a pasar aduana.

Tardamos hora y media en pasarla porque tenemos que atravesar por un escáner. Cada vez pasan 3 coches y eso hace que se ralentice todo mucho. Al comentarlo con los compañeros dicen que hemos tenido suerte, que ellos han pringado muchas veces 6 horas.

Justo al salir de la frontera hay de todo lo que necesitamos, cajeros, cambio de dinero, tarjetas SIM, cafetería  y lavabos. Nosotros compramos una SIM que nos cuesta 100 Dírhams, dura 1 mes, 10 gigas, 2000 SMS y 1,5 horas de llamadas internacionales.

Comemos un poco mientras nos reagrupamos todos y al poco ya seguimos ruta hasta Kenitra. Vamos por la autopista y nos cuesta 87 Dírhams hasta Kenitra.

 Tenemos el hotel Relax Kenitra reservado para todo el grupo. Está incluido en lo que hemos pagado a la agencia Routes 4 World, pero hemos mirado en Booking,  hoy cuesta 73 € desayuno incluido.

La habitación está muy limpia, se nota que hace poco que lo han inaugurado, parece que es una cadena de hoteles. Se parece salvando las distancias a un IBIS, quizás un poco más grande la habitación, pues tiene un sofá y un escritorio con calentador de agua, cafés y tes, pero nos lo recuerda.

Pensábamos ir al centro de Kenitra a cenar pero como el grupo de Algeciras acaba de llegar, se decide que nos quedamos en el mismo hotel a cenar. De primeros hay 3 platos, gambas al ajillo, ensalada Cesar y ensalada del Chef, de segundos entrecote o salmón y de postre macedonia o pastel de queso. Todos los platos están muy buenos y la presentación es  de restaurante estrellas Michelin, pero el precio es caro por el país que estamos, salimos a 36 € por persona.

Tenemos al lado un Decatlón, un Waikiki, un gran supermercado y un pizza Hut.

Hemos hecho 230 km

Hemos quedado con el grupo a las 7:30 salida, ya que tenemos muchos km por delante. El desayuno es buffet libre pero si quieres te hacen los huevos al gusto al momento. Aparte hay ensalada, tomate, salchichas, yogures, pastas varias, pasteles y una máquina de café con muchas variantes para que tu escojas lo que quieras.

Hemos descubierto que el bereber tiene un alfabeto diferente al nuestro y en muchos carteles lo ponen en árabe y bereber, otros carteles en árabe y en francés, con lo cual estoy empezando a distinguir las letras que son muy curiosas. No teníamos ni idea….

Salimos puntuales y vamos hacia la autopista que tenemos unos 600 km que son buenos. Pagamos en los peajes, 13, 12, 23, 10 y 164. En total 222 dírhams.

Cuando se acaba la autopista vamos por carreteras nacionales donde no se puede correr mucho ya que pasamos continuamente por pueblos, no muy bonitos la verdad.

Hay muchos controles de policía y radares continuamente. Por ahora no han cogido  a ninguno del grupo. Respetamos bastante los límites de velocidad. En los puebluchos que pasamos tienen todos placas solares, cualquier establo tiene sus placas para consumo propio.

Buscamos un sitio para comer, pero nos cuesta, al final entramos en medio del campo y hacemos un picnic muy agradable.

Me mandan un mensaje los de la compañía telefónica marroquí que me he quedado sin datos, que recargue… nos han timado, otra vez no lo compraremos en frontera.

Al haber bajado ya más de 2000 km desde Barcelona, se hace de noche más de las 7 de la noche, lo cual es fantástico para estas tiradas tan largas.

La autopista se acaba y los últimos km son por una carretera estrecha y con muchos camiones para adelantar. Subimos un puerto de montaña que sube hasta 1315 m que luego hay que bajar porque Tan-Tan está a nivel del mar.

Seguimos camino y llegamos de noche a un hotel que se llama Ksar Tafnidilt. Lo regentan una pareja de  chicas francesas que nos ofrecen aparcar y dormir en nuestras tiendas de techo por 50 dírhams con acceso a baños y duchas o una habitación por 41€. Vemos las habitaciones y están genial.  Las noticias es que eran  un poco cutres, pero están fantásticamente bien. A nosotros nos toca una habitación grande, con una sala de estar enorme, un baño con bañera etc.

Todo está decorado con muchos artículos de la zona, con mucho gusto. Muchas alfombras, tapices, pero lo que no tiene es luz toda la noche. A las 10 de la noche se apagan y en la habitación hay una luz recargable y unas velas. La habitación doble con baño son 41 €.

Preguntamos y nos dicen que no nos pueden dar nada para cenar, porque es tarde y porque somos muchos. No pasa nada, todos somos autosuficientes y llevamos comida de sobra todos. Hay unas pérgolas donde nos podemos quedar e incluso cocinar, unos compañeros se hacen unos chuletones espectaculares. El ambiente después de cenar es increíble, nos echamos unas risas y cae una botella de Cardhu.

Nosotros nos retiramos a una hora prudencial ya que mañana toca madrugar otra vez ya que tendremos una tirada importante si todo va bien.

Hemos hecho 844 km

Hemos dormido muy bien en esta habitación, un silencio sepulcral. Cuando nos levantamos todavía no hay luz eléctrica, pero con las linternas nos apañamos.

Hemos reservado el desayuno, nos cuesta 4 € por persona. Nos han preparado zumo de naranja, pasteles, mermelada casera, miel y café o té a la menta, buenísimo.

Salimos a las 7:30 pasadas, todavía es de noche, pero al cabo de una hora ya es de día. Pasamos dos controles de policía que no nos paran, pero al tercero ya si. A Raúl que es el guía del grupo, le piden el pasaporte y le hacen una foto a la entrada en Marruecos. Los demás pasamos sin problemas.

Paramos a comer algo en el Gouffre d’Akhfeneir, es un acantilado con un hueco que cuando hay marea alta entran las olas  y es espectacular.

El primer tramo es carretera antigua, pero al momento ya cogemos una de dos carriles por sentido que durante 150 km nos va llevando hacia el sur. A partir de ahora se reduce a un carril por sentido, pero muy bien asfaltada. Están asfaltando con lo que en poco tiempo habrá más km hacia el sur.

Pasamos por unas salinas bastante grandes y al momento ya nos encontramos con un mar de dunas precioso. Para las personas que les guste el windsurf esta costa es ideal para ellos, ya que tiene unas olas importantes. Por el camino vemos rebaños de camellos, lo cual nos alegra la vista.

Pasamos por un parque eólico enorme con muchas torres de alta tensión recién instaladas. Durante km y km no hay ningún pueblo, solo dunas o desierto pedregoso.

Paramos en Cabo Bojador para llenar los depósitos de gasoil y para comer algo ya que todavía queda mucho para llegar.

Hemos tenido dos incidencias en los coches del grupo, uno no le entra la marcha atrás y otro en un momento dado no se le pone en marcha y tienen que comprar dos baterías. Curiosamente son el guía y el mecánico del viaje. No obstante, como son personas con muchos contactos, unas cuantas llamadas más tarde ya tienen opciones. Ellos se quedan en Al Aaiún, una población donde se pueden encontrar bastantes cosas, cuando solucionen cosas ya nos alcanzarán o nos veremos en destino.

Nos encontramos más parques eólicos, aunque algunos no están en funcionamiento. El trayecto es monótono y llegamos ya noche cerrada, aunque a las 8 todavía hay luz, como se notan los 3000 km que estamos más al sur.

El Hotel Barbas está en el pueblo de Barbas, es muy grande, es conveniente ya que está a 85 km de la frontera. La habitación doble cuesta 300 dírhams y la sencilla 200 dírhams. Tienen baño dentro, lo cual es cómodo. Las habitaciones son básicas pero están limpias y la cama es cómoda.

Tiene restaurante y nos ofrecen pizzas de 3 tipos: de atún, de verduras y de queso, además de tajine de pollo que tiene muy buena pinta. Nosotros nos pedimos dos pizzas de atún, cada una cuesta 60 dírhams y está muy buena, con mucho atún y queso. Las botellas de 1,5 l de agua cuestan 10 dírhams y la coca cola de medio litro 10 dírhams también.

Hemos hecho 1030 km.

Hoy no madrugamos tanto, ya que la frontera abre a las 7 de la mañana. Salimos a las 7:45 del hotel. El restaurante está cerrado con lo que nos hacemos un café con nuestra cocina y con unas pastas ya estamos listos para la marcha.

La frontera está a 85 km por una buena carretera. Tenemos que hacer los trámites de salida, pero se está encargando Raúl. A pesar de que no salía en el GPS hay dos gasolineras en ambos sentidos de la carretera. También hay tiendas, cafeterías y cambio de moneda.

Empezamos a ver a hombres mauritanos con sus vestimentas típicas de color azul, tan vistosas.

Tardamos 3,5 horas en los trámites, el último trámite es pasar por una ventanilla para que nos sellen el pasaporte. Hay un escáner pero no pasamos todos, solo dos coches pasan. A nosotros nos viene un policía con un perro pastor belga malinois, le abre el maletero, la puerta trasera y se sube a la ventanilla para que lo salude.

Pasamos 5 km de tierra de nadie y llegamos a la frontera mauritana. Allí nos espera Arturo, un facilitador que por 80 € nos hace fácil la entrada en este país. Además nos tramita el seguro que hay que contratar para entrar al país. Nos ha traído cambio de 350 € y una tarjeta SIM que nos cuesta 10 €, pero solo es 1 Giga.

Primero vamos a una oficina que hay a la derecha donde nos toman las huellas dactilares y nos hacen una foto, el señor de al lado nos hace el papelito del visado que incluye la foto que nos acaban de hacer y lo pega en el pasaporte.

A mano izquierda vamos a hacer la importación del coche, un trámite rápido. El señor que nos atiende les va diciendo a todos los hombres que se casen con una segunda mujer y las mujeres les decimos que de eso nada.

No hemos traído casi nada de alcohol porque está prohibidísimo en Mauritania, no en vano el país se llama República Islámica de Mauritania. Hay compañeros que se han traído 20 botellas de vino, más de 100 cervezas, whisky, ginebra etc…

En media hora listos, una maravilla. Paramos a comer delante del mar, rodeados de dunas a unos 15 km del hotel de Nouadhibou.

Cuando acabamos ya vamos al hotel Tasiast. Es un hotel recién abierto, chulísimo, todo nuevo da gusto. La habitación es un miniapartamento, tiene salón con televisión, cama enorme de más de 2 m con otra enorme televisión, baño enorme y habitación de invitados. Está incluido en lo que hemos pagado del viaje, pero comprobamos el precio y cuesta 135 € la noche  con desayuno.

Tenemos buen wifi, descansamos algo, pero tenemos información de que hay una  colonia de foca monje en el Cabo Blanche, a unos 20 km. Sabemos que hay unos 300 ejemplares, quedaban muy pocas, pero se han protegido y se están recuperando.

Vamos tirando hacia el sur, pero hay una petroquímica que no deja pasar a los que no pertenecen a la empresa. Volvemos a buscar otro camino pero es muy arenoso y a 4 km nos damos por vencidos. Si hubiese algún compañero seguiríamos hasta el destino, pero desistimos, otra vez será.

Volvemos al hotel donde algunos compañeros cambian el gas del aire acondicionado porque aquí venden uno que está descatalogado en España, además de que está prohibido. Parece que va mucho mejor del que se pone en España.

A las 8 hemos quedado para ir a cenar a un restaurante que hay al lado del hotel de una española de Galicia. Se llama Restaurante Galloufa y nos prepara un pulpo a la gallega espectacular y unas gambas al ajillo que nos hacen saltar las lagrimas. Nos comenta la dueña que ella cada noche hace una paella y  nos la recomienda. Es una señora paella con gambas, percebes, almejas, pulpo, langosta y todo lo demás.

Está todo espectacular, riquísimo, pero es muy pesado para la noche, aún así nos lo acabamos. Nos ofrece cervezas, pero a 15 € cada una. Son de contrabando y se las venden los chinos. No nos apetece pagar tanto y nos permite traer nuestra bebida. Antes de la cena nos hemos tomado unos gin tonics que nos han sentado muy bien.

Nos vamos a disfrutar de nuestra habitación y a ver una serie.

Hemos hecho 173 km

Mauritania es un país muy grande, 1.036.000 km cuadrados, pero es un país reciente, nació el 28-11-1958. Los territorios de la actual Mauritania se conocieron en Europa gracias a la existencia de las caravanas del oro, primero las de Awdaghost y el Imperio de Ghana, y las de Walata y el Imperio de Mali después.

En el s XV, los portugueses se interesaron por el oro que pasaba por Wadan, y establecieron avanzadas en Arguín, en la isla de Tidra y en lo que llamaron Río de Oro.

Por su parte, españoles, ingleses, holandeses y franceses establecieron también avanzadillas  en esta tierra. Al interés por el comercio del oro, le siguió el de la goma arábiga.

El nombre de Mauritania, de origen fenicio, correspondía antes de la creación del  nuevo estado a una zona costera del Mediterráneo marroquí y argelino. La actual Mauritania mora y el Sahara Occidental se han conocido como Trab el Bidán o tierra de los blancos, y también como el país de Chinguet.

Tradicionalmente, el espacio que ocupa el Estado actual era un  territorio compartido por los bereberes, predominantes en el norte, centro y oeste, y negros africanos en el resto.

Actualmente gran parte del país se considera moro (arabo bereber), son el 66%. En el sur, en el bajo Senegal, domina la etnia wolof, 7%; los halpular, el 8% (conocidos como tuculer, los sedentarios, y peul, los antiguos pastores, ambos pular hablantes), en el resto del río, en Guidimaka y el sur de Asaba y en los Hodhs. En esta parte central-sur se concentra la etnia soninké, el 2%; el suroeste está habitado por algunos bambara.

Tradicionalmente, casi toda la población de Mauritania era nómada. En la franja sur, los peul nomadeaban de este a oeste con rebaños de vacas y cabras; en el resto del país lo hacían los bereberes. Lo describía un viajero llamado Valentim Fernandes: “de Arguín a Wadán hay 200 leguas a través de un desierto de arena. Los alarves lo recorren con sus camellos y tiendas hechas de pelo de camello, cabra o asno, porque la oveja de este país no tiene lana y es más salvaje que las cabras entre nosotros. Van así a través del desierto agrupados en tribus que cuentan con 300 o 500 hombres, y conducidos por un jefe, que es el de mayor edad entre todos. En su marcha observan incesantemente el cielo, acechando la llegada de la lluvia, y en la dirección donde ésta parece caer envían dos hombres con un camello, de los cuales, uno toma la posesión del paraje donde ha llovido y el otro tórnase sobre sus pasos para dirigir enseguida a la gente de su tribu tras la hierba que allí brota”.

Hoy saldremos a las 9 de la  mañana, con lo que no tenemos que madrugar. Bajamos a desayunar a las 8 de la mañana. Nos dan un croissant, pan, quesito, mermelada, mantequilla, zumo de naranja natural, dátiles y café. La pobre chica no da al abasto ella sola haciendo todo.

Tenemos 40 km de asfalto y luego ya es pista donde en algunos tramos hay que tener cuidado para no quedarte enganchado en la arena. Vamos bastante bien hasta que llegamos a una zona donde la arena está muy suelta y nos quedamos enganchados junto con el guía de la expedición. Nos tienen que enganchar una eslinga para sacarnos, en un momento ya estamos fuera.

Seguimos disfrutando del desierto, que en algunos tramos es espectacular. De vez en cuando vemos unos camellos que al pasar nosotros se asustan y se van corriendo. Los pocos árboles que hay son acacias tumbadas por el viento, que se parecen a los árboles bandera que ya vimos en Argentina.

A Raúl, el guía, se le revienta una rueda y la tiene que cambiar, menos mal que llevamos a un mecánico que en un momento, como tiene todas las herramientas del mundo, la cambia. Seguimos sin novedad y paramos a comer algo, que ya es muy tarde.

Sobre las 6 ya acampamos delante del mar y cuando ya tenemos las tiendas fuera, vienen los guardas del parque y nos dicen que no nos podemos quedar aquí. Después de un tira y afloja y mucho suplicar nos dicen que nos podemos quedar. Menos mal, porque ahora es un palo tener que guardar todo y además ya es de noche, con el peligro que tiene conducir de noche.

La tasa por dos días del parque nacional son 400 ugillas por persona. Nos juntamos un rato todos y luego nos preparamos algo para cenar, pero  como hemos comido tarde no hay mucha hambre.

Hemos hecho 242 km, 200 por pistas.

Hoy nos levantamos delante del mar con unas cuantas bandadas de flamencos en el horizonte. La distancia entre Nuadibú y Nouakchott es de 525 km. El parque de Arguín es uno de los mejores bancos pesqueros del mundo y una zona de gran interés, declarada parque natural en 1976, y Patrimonio de la Unesco en 1989, entre otras razones por su riqueza y diversidad ornitológica, además de constituir un medio vivo primordial para el desarrollo del ecosistema mundial. Transcurre a lo largo de 160 km de costa y entre su área terrestre y la marina ocupa unos 12.000 km cuadrados.

Los vientos del desierto depositaron tal  cantidad de arena en la costa que llenaron el mar de tal forma que hoy se puede andar, sin que el agua nos cubra, más de un km; los cinco m de profundidad se alcanzan a unos cincuenta km mar adentro.

Aunque  se considera que el banco de Arguín transcurre de Nuadibú a Nuamghar, la zona estricta comprende desde el cabo Timiris al cabo de Santa Ana.

La flora y la fauna del parque son especiales, adaptadas a la temperatura reinante; aquí anidan y se alimentan multitud de aves migratorias e innumerables acuáticas propias de la zona. Las deyecciones aún aumentan y las algas y los flamencos rosa son manada. En invierno, época de reproducción, en el parque están presentes las colonias de pájaros acuáticos más grandes del África Occidental, entre ellas, algunas especies en vías de extinción.

Este litoral bañado por las aguas frías del océano, está en gran parte constituido por bajíos tapizados de hierbas, verdaderas praderas submarinas donde los peces, crustáceos y cefalópodos encuentran los mejores condiciones para reproducirse.

Entre la tierra y el agua se desarrollan algunos manglares. También son de destacar las tortugas, herbívoros que aprovechan la abundancia de hierbas marinas. Hay delfines, orcas, marsopas, cachalotes y otras especies marinas. La isla de Arguín fue descrita ya en 1443 por los portugueses , quienes construyeron en ella un fuerte, medio fortaleza, medio factoría.

Posteriormente pasó a manos de holandeses, ingleses, prusianos y franceses. Estos últimos destruyeron el castillo en 1728 y se abandonó para favorecer otros centros de comercio, localizados más al sur donde llegaban goma arábiga, oro, esclavos, pieles de antílopes o plumas de avestruz, compitiendo con las caravanas del Mediterráneo.

La parte terrestre del parque corresponde al Sahara marítimo y se confunde con el mar que alimenta formando un sinnúmero de islotes arenosos, entre los que destacan la isla mayor Tidra, frente a Iwik, donde se supone que se estableció el ribat origen de los almorávides, y la de Arguín, en el norte. El territorio interior está habitado por moros que nomadean con sus ganados, mientras que en el litoral los imraguen, población casi idéntica a la descrita por los portugueses en el s XV, viven del mar. Los imraguen practican la pesca con redes, con las que entran a pie en el mar; es original la captura de la lisa, que en ocasiones se realiza con la ayuda de los delfines. Cuando se utilizan barcos, son de vela latina, introducidos por los pescadores de las Islas Canarias.

Vamos por pistas de arena y en una de las dunas nos quedamos atrapados, nos saca otro compañero y al comprobar la presión de las ruedas vamos a 1,8 que es demasiado para este terreno. Todos para evitar problemas bajamos a 1,3, así vamos mejor.

Después de bastantes km ya salimos a una carretera medio asfaltada pero que tiene muchos baches y hay que tener cuidado. Al salir a la nacional que lleva a Nouackchott ponemos gasolina, ya que nos queda poca y así ya llegamos hasta la frontera. Ponemos 3000 uguillas, va a 50 uguillas por litro.

Esta carretera es estrecha, pero en bastante buen  estado y no hay apenas tráfico. De vez en cuando vemos unos cuantos camellos muy guapos.

Llegamos a la capital, el tráfico es muy caótico, menos mal que han hecho una carretera que evita ir por medio de Nouackchott. La carretera está en muy buen estado y a pesar de los continuos controles de la policía, vamos a buen ritmo al destino de esta noche. En alguno de los controles se quedan un papel, donde están todos los coches con sus matrículas y los nombres de los conductores.

Paramos en una zona donde estamos alejados de la carretera, pero con sitio para todos los coches y para tener intimidad. Preparamos algo de cena, pero hay poca tertulia ya que hay unos cuantos con molestias estomacales.

Hemos hecho 440 km

Salimos a las 9 de la mañana y hoy tenemos que pasar fronteras, ya veremos que tal va. Llegamos a las 11 a la frontera y tardamos 1,5 horas en pasarla. Es la frontera de Diama y en teoría es mejor que la de Rosso.  

El guía tiene que pagar 50 €  para que nos dejen pasar sin revisar ni putear demasiado. Nos cobran 100 uguijas por “aparcar”, incluso nos dan un papelito de justificante.

Hay una presa que separa los dos países, es una obra que se hizo para evitar que en época seca entrara el agua del mar en el rio Senegal. Hay una garita de peaje, pero nosotros no pagamos nada.

Los trámites en la frontera de Senegal son más rápidos, nos toman las huellas dactilares, pero el aparato no funciona muy bien y al final a los últimos no nos hacen tantas cosas.

La espera es entretenida porque nos ofrecen un montón de cosas para comprar, pulseras, pegatinas para el coche, artesanía en madera etc. Lo que compramos casi todos es una tarjeta SIM por 5 €, son 3 Gigas y dura un mes. También el contacto que tiene la agencia, ha traído CFA para los integrantes del grupo. Nosotros no le cambiamos €, porque se queda una comisión del 5% y nosotros preferimos sacar con tarjeta y guardar los € como reserva por si lo necesitamos para algo.

Paramos en una sombra para comer, pero es complicado ya que no hay muchas, además estamos a 37 grados!!!!! Unos cuantos queremos ir a un parque nacional que es la mayor concentración de aves de toda África Occidental. Está al norte y las pistas están regular, tirando a muy malas.

Llegamos al parque nos empiezan a marear con el precio de la entrada, nos piden 50 €, nos parece caro, pero al final se regatea y pagamos 45 €. Esto incluye la entrada por persona y el coche. Son 15 + 15 + 15. En total 30.000 CFA, menos mal que nos quedaron del viaje de Togo.

Tendría que venir un guía con nosotros, pero como nos ha mareado tanto, además de que se hace el remolón, Raúl le dice que no venga, si viene lo tira por la borda!!!!

El embarcadero está a  7 km de la entrada del parque y vamos a toda velocidad ya que está cerca la puesta del sol. Al principio vamos por una zona donde vemos algún pelicano, garcillas bueyeras, garzas reales, Herón etc. 

Seguimos en la barca, muy relajado, con una brisa muy agradable después del calor que hemos pasado cuando de repente vemos bandadas de cientos de pelícanos que nos sobrevuelan, es una pasada, nunca habíamos visto tantos juntos, pero lo mejor está por llegar. Nos dicen que han estado en Mauritania comiendo y que vienen a dormir a este parque.

Llegamos a una isla donde hay miles de pelícanos, de tres colores, los grises que nos dicen que son juveniles, los blancos son los adultos y los amarillos los ancianos. No paran de llegar bandadas, casi  ni cogen. Es una experiencia maravillosa, menos mal que lo hemos hecho.

El problema viene ahora, 70 km de pistas con agujeros de medio metro y en total obscuridad. Llegamos al hotel Cape Saint Louis, es sencillo, son cabañitas individuales con su baño y aire acondicionado que se agradece porque hace calor. Tiene una piscina que es apetecible y una playa bastante chula, para los estándares senegaleses.

La mayoría del grupo cena en el restaurante del hotel, pero nosotros lo único que nos apetece es una cerveza fresca.

Hemos hecho 182 km

El desayuno del hotel no está mal, casi todo dulce, pero también hay huevos duros, jamón y queso. Hoy descansamos de coche, lo vamos a dedicar a visitar Saint Louis. Nosotros estuvimos ya hace tiempo, pero está mejorando poco a poco.

Nos ofrecen ir en calesa de caballos para hacer la visita. En principio no íbamos a hacerlo pero es muy buena idea. Cuesta 5000 CFA por persona. Vamos  6 personas por  calesa y el conductor va explicando cosas, puedes ir haciendo fotos o videos y no es tan agresivo  como cuando vas andando.

Paramos en el puerto de pescadores, donde las barcas traen el pescado y las mujeres se llevan capazos en la cabeza con algunos kilos para su venta.

Pasamos por el centro de la ciudad, la casa del gobernador, la plaza de la independencia y una grúa enorme que hay expuesta al lado del rio. Pesa 20 toneladas y funcionaba a vapor.

Para comer vamos a un restaurante llamado Taf Taf, enfrente del Auchan. Tenemos que esperar bastante y en general a la gente no le ha gustado, pero personalmente hemos comido bien. Pagamos 18.000 por los dos. Después toca compras a tope por las tiendas de alrededor. Para volver al hotel vamos en una furgoneta todos juntos.

 Cenamos algo de fruta, porque apetito no tenemos.

Desayunamos en el hotel y antes de salir de Saint Louis llenamos depósitos de gasolina y vamos a comprar provisiones al Auchan. Es un supermercado como cualquier centro comercial que te podrías encontrar en España, la única diferencia es que venden cestitas preciosas a muy buen precio y no me puedo resistir.

Hacemos unos 175 km hasta que paramos a comer algo y al volver a la ruta nuestro coche hace un ruido muy feo, con lo cual paramos y todo el grupo vuelve a ver que nos pasa.

Buscando el origen del problema

El mecánico del grupo, José Luis, mira unas cuantas cosas pero no encuentra lo que le pasa. Tenemos un problemón en medio del desierto!!!!! Como somos previsores, tenemos un seguro de asistencia con el RACE y antes de salir fuimos a la sucursal en Barcelona que tenemos cerca de casa y nos dijeron que no nos preocupáramos que en TODO EL MUNDO te asistían.

El motor de nuestro querido Toyota desmontado

Llamamos con la APP de socorro y nos dicen que ellos no se hacen cargo de nada porque vamos con un grupo de expedición.

Después de mucho discutir le decimos que nos eche un cable y que nos envíe una grúa que ya la pagamos nosotros, y tiene la desfachatez de decirnos que en Senegal no tiene nada. Ya  nos habían avisado otros viajeros de que cuando tienes un problema de verdad te dejan en la estacada.

Llevamos varias horas todo el grupo y algunos han confraternizado con las personas que viven en unas chozas cercanas. Raúl, el jefe del grupo, llama a su contacto y después de bastantes horas llega Mousa en un taxi y nos dice que la grúa no puede entrar en este camino y que hay que llevar el coche a la carretera nacional. José Luis se encarga de llevarlo durante unos cuantos km y cuando llegamos  nos dice que la grúa está a 70 km!!!!!!. Nos propone que dejemos  el coche en la gasolinera que hay con las llaves y cuando llegue la grúa ya la cargarán y llevarán a Dakar.

Esto será muy normal aquí,  pero nosotros no nos fiamos y preferimos ir con el taxi y la grúa a Dakar.  Como ya es muy tarde vamos por la carretera al encuentro  de la grúa. Cerca de las 10 de la noche el coche está en la grúa y nos dicen que irá directamente a la Toyota de Dakar y mañana, ya iremos nosotros a la Toyota.

La grúa no cuesta la friolera de 350. 000 CFA y el taxi 75.000. Llegamos a Dakar y el taxista nos lleva a un hotel que nos cuesta 100 €, pero no nos convence.  Nosotros tenemos uno que nos gusta pero el taxista llama a Mousa y no dice que la zona no es segura y nos lleva a otro de una amiga suya.  La habitación es horrible,  el baño también,  pero son casi las 3 de la madrugada y estamos muy cansados.  Nos cuesta 25. 000 CFA y a Mousa le hemos dado 20. 000 CFA para que vuelva a Saint Louis.

Uno de los peores días viajeros de nuestra vida… .

A las 8 ya cogemos un taxi que nos lleve a la Toyota CFAO. Nos cuesta 3000 CFA. La grúa está en la puerta como nos dijeron. Lo descargan y lo meten dentro del taller. Al cabo de 2 horas nos dicen que el motor está roto, que lo tienen que traer de Francia y que puede tardar 1, 2 o 3 meses el arreglo. Nos deja hechos polvo, lo comentamos con el grupo y ninguno entiende que tengan que cambiar todo el  motor.

Nos vamos a comer a una academia de estudios de administración, una tortilla y medio pollo con dos refrescos por 5500 CFA. La ventaja es que tenemos wifi ya que en el hotel no tiene parece que por una avería.

Mandamos mensajes a los amigos y todo el mundo empieza a buscar soluciones. Nos reconforta ver como se preocupan y todos nos mandan ideas y opciones. A todo esto no sabemos el coste de la reparación, nos dicen después de más de 7 horas que les demos un correo electrónico y que nos mandarán el presupuesto.

Nos vamos al hotel Boutique Illiyin, tiene pocas habitaciones y está decorado con mucho gusto. Nos cuesta 34.000 CFA con desayuno incluido.

A la noche nos llega el mail y casi nos da un infarto ya que nos piden 30.000.000 CFA casi 46.000 €!!!! Nos quieren estafar, no lo entendemos en una casa oficial Toyota que nos quieran timar de esa manera.

Rápidamente los amigos que tienen amigos senegaleses se ponen a buscar otro mecánico, motores etc. De la organización del  viaje también se ponen en contacto con Mousa, que vendrá mañana a ayudarnos en todo lo necesario.

La noche la pasamos bastante mal, pero estamos esperanzados de que habrá otra solución.

El desayuno es muy completo, nos dan yogurt, zumo, fruta natural, pan, quesito, mantequilla, croissant y tortilla. Por lo menos no nos hemos equivocado con el hotel elegido, ya que nos esperan días en esta “bonita” ciudad.

A las 10 llega Mousa y cogemos un taxi que nos lleva a la Toyota, pero antes pasamos por un taller que conoce el jefe de Mousa. El taxi nos cobra 5000 CFA. Nos manda una grúa que nos cobra 75.000 CFA por llevar nuestro coche a este taller que se llama Excellence Auto. Hace un año que lo han inaugurado y se ve muy moderno. Le explicamos que vamos con un grupo y a ver si lo puede arreglar pronto para que podamos juntarnos con el grupo.

Mousa nos dice que cuando tenga el presupuesto nos lo mandará, que nos vayamos al hotel a descansar. Le damos 40.000 CFA para las dos primeras noches de hotel a Mousa.  También le pagamos 35.000 CFA por el transporte de Saint Louis a Dakar.

Por la tarde nos vamos a un AUCHAN que hay cerca a poner una tarjeta SIM en el teléfono de Antonio ya que la tarjeta que compré en la frontera que en teoría tenía 3 Gigas, no he gastado ni 2 y ya no funciona.

Seguimos sin saber nada de a cuanto ascenderá la reparación.

Vamos a primera hora con un taxi que nos cobra 2000 CFA al taller. Vemos el coche totalmente desmontado y nos explica lo que se ha roto, pero a nosotros nos suena a chino, con perdón.

No sabe todavía cuanto costará, Mousa dice que volverá por la tarde y nos la enviará por WhatsApp. Estamos nerviosos y decidimos ir andando hacia el centro de la ciudad. Pasamos por una gran mezquita que han inaugurado hace 3 años. Una señora empieza a gritarme  que no puedo entrar tal como voy vestida, con lo que un señor muy amable me trae una chilaba para que pueda entrar. A estas horas no hay nadie, pero la mezquita es soberbia, preciosa con unas lámparas de cristalitos enormes, espectaculares.

La nueva gran Mezquita de Dakar

Seguimos paseando por varios mercados enormes, pero no tengo el cuerpo para comprar nada. Una de las sugerencias de una amiga era que fuésemos al Instituto Francés que tenía un jardín muy agradable. Comemos unas hamburguesas con patatas y ensalada y dos cervezas grandes por 14.000 CFA. Entran dos turistas blancos que por el aspecto tienen pinta de españoles. Cuando terminan de comer nos acercamos a saludarlos. Resulta que trabajan aquí, son guardias civiles que vienen temporadas de 4 a 6 meses cada año, para desmantelar mafias y que no salgan en cayucos los jóvenes que quieren llegar a Europa.

Nos cuentan que de todos los que salen, solo llegan a tierras europeas el 5%, el resto muere en la travesía. Les cobran un dineral y ponen 20 bidones en teoría llenos de gasolina, pero solo 2 llevan gasolina, el resto es agua.

Hay en Marruecos, Mauritania, Senegal, Gambia y Guinea Bissau. Les contamos nuestro problema y nos dicen que no nos preocupemos, que si el mecánico que nos está mirando el coche no lo arregla, nos darán el contacto del mecánico que les arregla los coches a ellos. Dicen que tiene contactos en todo Senegal y es muy bueno y económico.

El Instituto Francés es un remanso de paz, con  jardines, pajaritos y muy seguro. Tiene cine y actividades culturales casi cada día.

Vamos andando a la costa donde tenemos el hotel del grupo cuando vengan a Dakar. Es una zona muy chula, llena de hoteles lujosos y mucho turista extranjero. Estamos cansados y cogemos un taxi que nos lleva al hotel por 4000 CFA.

Nos llega una foto del presupuesto del arreglo del coche que asciende a 2800 €. Empezamos a sacar dinero con todas las tarjetas que tenemos para poder pagar la reparación.

Vamos al concesionario a primera hora  con un taxi que nos cobra 2000 CFA. Le podemos pagar un poco más de la mitad. En principio nos dice que si no alcanzamos a sacar todo lo que necesitamos que no nos preocupemos que ya lo saldaremos el martes, luego a la hora de la verdad, o pagamos o pagamos.

Cogemos un taxi que nos lleva a la Embajada Española por 3000 CFA. Nos atiende un policía nacional muy amable al cual explicamos el problema y nos dice que ellos por teléfono no pueden decir ningún taller mecánico, pero en persona siempre nos hubiesen dado una solución. También hemos ido, porque dos días atrás perdí el monedero con todas las tarjetas, DNI, carnet de conducir, carnet de profesor etc. Nos dice que si fuera el pasaporte si que sería un problema, pero el DNI si me quiero ahorrar las tasas, tengo que ir a una comisaria de Senegal y hacer una denuncia. Con el problemón que tenemos con el coche, las tasas son el  menor de nuestros problemas.

Nos vamos a visitar el Museo de las Civilizaciones Negras. La entrada son 3000 CFA. Es un museo nuevo, muy bien puesto, con mucha información, pero la mayoría solo en francés. Tiene dos plantas y hay muestras de escultura africana de muchos países del oeste africano. También hay arte moderno, los orígenes de la civilización, personajes celebres de raza negra etc.

Cuando lo vemos todo bien, vamos a buscar un sitio para comer y encontramos un chiringuito libanes donde comemos una torta rellena de pollo bastante buena, con una Coca-Cola pagamos 1750 CFA. Cogemos un taxi que nos lleva al hotel por 4000 CFA.

Vamos a sacar dinero para ir juntando  el total a pagar, cuando nos llega un mensaje de una persona que no  conocemos que dice que tiene mi monedero con todo su contenido. Es un milagro, nos dice que vayamos a Gran Dakar al lado de la policía, que todo los taxistas conocen el sitio. No estamos muy convencidos, pero efectivamente llegamos y allí está un señor que me lleva a su choza donde vive con su mujer y sus hijos pequeños, es una habitación 2 x 2 m, donde solo cabe una cama y una televisión. Son pobres de solemnidad, pero tan honrados!!!!!. Es un descanso ya que así me evito renovar toda la documentación y alguna tarjeta.

Una de cal y otra de arena, nos deja un  buen sabor de boca, a pesar de todo. Tenía 10 euros que ni me acordaba y me cuesta que me los acepte. El mismo taxi que nos ha traído nos devuelve al hotel, nos cuesta 4000 CFA.

Mousa nos manda un mensaje que ha tenido que alquilar un coche para ir a buscar fuera de Dakar unas piezas que necesitaba el coche y nos cuesta 30.000 CFA.

En principio había posibilidades de tener el coche hoy, pero al final falla algo eléctrico y no nos lo darán. Tenemos que hacer algo con lo que nos vamos a la isla de Ngore. Está al norte, cerca del antiguo aeropuerto, el taxi nos cuesta 3500 CFA.

Hay barcas privadas que cuestan 5000 CFA ida y vuelta y la pública que cuesta 1000 CFA cada uno. Como no tenemos prisa nos vamos con la pública. Para entrar en la barca nos mojamos un montón y no es fácil. La isla está a 1 km, tardamos muy poco en llegar.

Hay restaurantes, tiendas de souvenirs, de masajes. Si no te sales del centro está limpio, pero si bordeas un poco la isla ves un montón de basura.

Un francés vino hace unos años y creó una casa para ayudar a los jóvenes de la isla. Se llama La Maison de Bonheur y se hizo con sus fondos personales y de sus amigos. Creó un taller de pintura en el centro de cultura para dar felicidad a los niños.

La Maison de Bonheur basa su autonomía financiera en el voluntariado, la generosidad de los visitantes donantes y en una futura asociación con escuelas y empresas que deseen beneficiarse de esta estructura de acogida.

Con este espíritu, Almanda, la estilista de Amandfashion, celebre por el clip “Ma Cha cha cha”, se ha comprometido a crear talleres de estilismo, estética y gastronomía con un componente comercial que permita generar ingresos.

Explican que si los precios te parecen elevados, piensa que es para el bienestar de los niños, ya que para ellos la comida, dormitorio, cursos de formación etc son gratuitos.

Paseamos un rato, pero al cabo de un rato ya nos cansamos y vamos a coger otra vez la barca que nos llevará a Dakar. Vamos andando un rato porque buscamos un zapatero remendón que me cosa las sandalias que se han despegado y por 500 CFA hace un trabajo artesano de categoría, le damos 1000 CFA, y agradecidos.

Ya con el objetivo conseguido cogemos un taxi que nos lleva al hotel. Como mi tarjeta se ha agotado vamos al Auchan a cargarme la mía. Pago 2000 CFA y son 2,5 Gigas que dura 1 mes.

Vamos al taller mecánico, pero no está listo como ya nos habían avanzado. Nos dicen que mañana sin falta la tendrán sobre las 11 de la mañana, ojalá!!!!!

Sobre las 10 de la mañana vamos al taller y todo funciona a priori. Pagamos todo lo que falta,  nos dan la factura y nos dirigimos al hotel para recoger nuestro equipaje. La salida de Dakar es caótica, muy lenta, pero durante unos km de autopista adelantamos bastante hasta que se acaba y volvemos a pasar pueblos y pueblos. Hoy, en algunos pueblos  hay mercado, y son enormes, venden de todo, pero circular en medio de estas aglomeraciones es muy estresante.

En teoría nuestro grupo tenía que pasar noche en Foundiougne, pero llevan un día de retraso por culpa de los trámites fronterizos. Como queremos ver el Delta del Saloum, bajamos y ya veremos donde nos encontramos.

El toyota ya funciona y somos algo más felices

Cuando llegamos al Delta ya vamos viendo bastantes pájaros muy bonitos. En el camino, ya cerca de destino, nos para un soldado que nos pide los papeles del coche y el permiso para tener los vidrios tintados de los asientos traseros. Le enseñamos cualquier papel y nos dice que muy bien, pero no nos devuelve los importantes que es la ficha técnica del coche y el seguro de Senegal. Mira en el asiento trasero y se saca de la manga una ley que dice que en los asientos traseros no puede haber equipaje!!!!

En estas para a un overlander austriaco, le pide los papeles y yo miro y veo que evidentemente también lleva equipaje en los asientos de atrás, pero a el le deja ir sin problemas. No me he dado cuenta, pero Antonio ha preparado 4000 CFA para dárselas disimuladamente. El corrupto éste, se guarda los billetes pero no nos devuelve los papeles, nos dice que luego nos los devolverá. Hartos de la situación, Antonio se los arranca de las manos y nos vamos pitando.

Otro problema que nos angustia más, es que se han encendido unos chivatos del coche de que algo no va bien, preguntamos a los que saben y nos dicen que cuando se hace una reparación de este calibre, algunas cosas se van ajustando poco a poco. El mecánico del grupo también nos tranquiliza y dice que no nos preocupemos.

Antes para llegar  a destino se tenía que coger un ferry, pero hace poco tiempo han hecho un pedazo puente, llamado Nelson Mandela. Es de peaje y los 4 x 4 pagamos 1500 CFA.

Llegamos a Foundiougne y vamos al hotel Le Horizon Blue, está regentado por una pareja mixta de francesa y senegalés. Son cabañitas individuales con una cama grande con mosquitera  y un lavabo muy apañado. Todo está hecho con mucho gusto. Nos cuesta 25.000 CFA con desayuno.

Descansamos un rato y a la noche hacemos un plato de pasta aunque el hotel tiene restaurante y podríamos ir a cenar allí.

La mosquitera es muy necesaria, ya que hay bastantes mosquitos.

Nos lo tomamos con calma ya que esperamos instrucciones del grupo. El desayuno es café, mermelada, mantequilla, pan y una especie de brioche muy bueno. . Sobre las 10 de la mañana, nos dicen que han cambiado el hotel donde nos alojaremos. La organización ha hecho un upgrade por las penurias que han pasado por Guinea Conakry y los hoteles tan cutres donde han estado.

El grupo se ha separado en dos, los que harán el camino por pistas y los que en cuanto puedan cogerán asfaltado, para llegar antes al hotel. Como son más de 500 km lo que tienen que hacer, nos lo tomamos con calma para llegar. Como en Dakar conocimos a una pareja de Guardias Civiles que están trabajando en el delta, en el pueblo de Ndangane, nos vamos a saludarlos. Nos comentan que a las 14 horas empiezan el turno, con lo que llegamos muy justos.  No eran muchos km, pero hasta que no hemos dejado la nacional no hemos podido avanzar mucho. Cuando llegamos al embarcadero nos enseñan las dos lanchas que tienen, pero a pesar de que van con el uniforme de guardia civil tienen que ir siempre con un policía senegalés, porque aquí están asesorando, no son la autoridad.

Es una pena que tengan que entrar a trabajar, porque habría sido muy interesante poder seguir hablando con ellos.

Desde aquí hay carretera asfaltada hasta el hotel, pero antes vamos a Joal Fadiouh. No visitamos el pueblo porque creemos que mañana el grupo irá y así vamos todos juntos.

Nos vamos al hotel de 5 estrellas de esta noche. Se llama Hotel Riu Baobab. Es de la familia mallorquina Riu y tienen hoteles por muchos países del mundo. Este, la ventaja que tiene, es que no tiene ni un año de antigüedad.

No estamos acostumbrados a este nivel de hotel

Somos los primeros en llegar, cosa que ya teníamos claro pues voy preguntando a una chica del grupo por donde van y cuando nosotros ya estamos aposentados en el hotel, nos dicen que están a 180 km!!!!! En otros países  no sería tanto, pero aquí son 4 o más horas.

Como todavía tardarán, vamos a ver este macro hotel. Luego nos enteraremos de que tiene 500 habitaciones y están en expansión pues se han comprado otro terreno al lado para hacer otro hotel.

Tiene dos piscinas para adultos, una de niños, spa, gimnasio, tres restaurantes, uno japonés, otro italiano y otro mezclado que hay un poco de todo. Hay actividades de gim guiadas y también actividades para niños.

Es el típico hotel de pulserita todo incluido. El personal es muy atento y muchos hablan español o lo chapurrean. El subdirector viene a hablar con nosotros, se presenta, es un chico de 32 años y es subdirector del hotel. Nos comenta que antes trabajó para otra empresa en Cabo Verde, en Cuba, pero que en ésta se siente mejor, ya que es como si trabajase en España.

Mojitos para aliviar la tensión pasada….

La playa no está mal, con sus sombrillas y sus tumbonas. Con la llave de la habitación te dan una tarjeta para las toallas de playa. Como es barra libre,  nos vamos a tomar algo hasta que llegue el grupo.

La habitación es espectacular, grande, limpia, con una terraza con vistas al mar, lavabo increíble, todas las comodidades que puedas querer. Hemos mirado  el precio y no nos parece caro pues cuesta unos 100 €, todo incluido.

Cuando llegan parte del grupo nos sentimos muy aliviados, porque las penas en compañía son menos penas. Es muy emocionante encontrarnos, los hemos echado mucho de menos.

Llegan casi las 8 de la noche cansadísimos del tute que han tenido. Nos preparan una mesa para 10 personas, y nos ponemos un poco al tanto de sus aventuras que han sido muchas.

El otro grupo más aventurero, que ha ido todo el camino por pistas, llega casi a las 11 de la noche. Les han dejado en un comedor algo de cena fría.

Hay actuación en un escenario y nos tomamos algo, hasta que  agotados de tantas emociones nos vamos a dormir.

Hoy nos aprovechamos del magnífico hotel y nos lo tomamos con calma. El check out es a las 12, y hasta esa hora ocupamos las habitaciones. El desayuno es espectacular, hay de todo, no sabes que escoger. Algunos del grupo van a la playa, pero hay muchos plásticos y al final optan por irse a la magnífica piscina, que tiene tumbonas en su interior para que te tumbes con tu bebida y lo disfrutes.

Al ser ya casi la una cuando estamos listos, después de las visitas a la tienda del hotel que tiene cosas preciosas, un poco  caras, pero que gusto no tener que regatear, que esté todo tan bien puesto, las chicas tan simpáticas…

Algunos del grupo dicen que nos tendríamos que quedar a comer. Raúl va a preguntar y le dicen que sin problema, con lo que aprovechamos y salimos ya comidos del hotel.

Vamos a Joal-Fadiouth un pueblo de pescadores, famoso porque tiene una isla artificial de caracolas que lleva a un cementerio mixto, de musulmanes y cristianos. La entrada son 1250 CFA cada uno y un guía viene contigo y te explica cosas. Nosotros no tenemos suerte con el nuestro, habla algo de español, pero habla muy lento y no dice nada interesante.

El pueblo tiene muchas tiendas, pero poco interés. Nos dice que cada año traen las familias más conchas, ya que se necesita más terreno. Tienen un cubierto que es la casa de la palabra, donde se discuten los asuntos importantes del pueblo, se parece salvando las distancias con las que vimos en el País Dogón en Mali.

En un 95% la población es cristiana, es el único sitio donde se da esta proporción, habitualmente es lo contrario. Nos dice que viven en armonía y que hay matrimonios mixtos.

El cementerio tiene la zona cristiana con tumbas y cruces y la parte musulmana donde los entierran directamente en el suelo, con una tela de algodón de 7 m.

No es nuestro vehículo, aunque se parece, no solo nosotros nos quedamos enganchados

Esta visita es prescindible desde nuestro punto de vista. Hasta el  campamento, la carretera está a tope de gente, además pasamos por medio de un mercado, que tardamos una eternidad en atravesarlo los 11 coches.

Vamos a un campamento que se llama  La Ferme de Saly, ya que por esta zona no se puede hacer acampada libre. Está lleno de mierda, el lavabo es una cabaña indescriptible, que no se ha limpiado en siglos, arañas por todos lados, da mucho asco. El dueño se viene a presentar, se llama Robinson y está tan guarro como el baño. Nos enseña los animales que tiene varios monos enjaulados, un cocodrilo en un foso que tiene el agua encharcada y pestilente, unos pavos que por lo menos, éstos si están bien cuidados y comen.

Nos vamos a ver el mar, pero playa no tiene. Robinson tiene unos bungalows de dos habitaciones y baño por 30 €, pero el grupo ya que tiene montadas las tiendas de techo no se anima. El restaurante está frente el  mar y reservamos para ir a cenar una parte del grupo.

Cuando vamos pedimos pizza, pero no tienen para todos, con lo que otros pedimos pescado. Las raciones de pescado muy generosas y las pizzas muy rellenas de pescado o queso. Pagamos 15.000 CFA por pareja.

La noche es horrible, gracias a los mosquitos que nos machacan toda la noche. Teníamos que haber rociado la tienda con permetrina y echar insecticida, pero no lo hemos hecho.

Desayunamos y tras visita al asqueroso baño que no han limpiado en años por la cantidad de arañas que hay, salimos dirección Dakar. Tras unos km de  carretera nacional con sus correspondientes atascos y badenes, llegamos a la autopista que hoy está bastante despejada, al contrario del sábado cuando fuimos hacia el sur.

Pagamos 3500 CFA en 4 peajes diferentes desde Mbour. La entrada a Dakar es tan caótica como era de esperar, de 3 carriles se convierte en 5 o 6!!!!! Hay vendedores que te ofrecen desde mandos universales, embudos para el aceite, cuadros de Alá, espejos, toda una variedad de artículos…

Después de 1,5 horas llegamos al hotel Lagoon 2 , a pesar de que la entrada es a partir de las 2 de la tarde nos dan las habitaciones a todos.

De 12 a 14:30 no hay ferry, a las 12 sería muy pelado con lo que iremos al de las 14:30. Nosotros vamos a sacar dinero del cajero ya que casi no nos queda. Nos encontramos en el ferry con el resto del grupo. Cuesta 5200 CFA por persona y una tasa  del puerto de 500 CFA.

Tardamos casi media hora en llegar y menos mal que hace sol, pues el viento es fresquito. Como no hemos comido, nos quedamos en un chiringuito de la playa y tiene un menú de 8.500 CFA, primero, segundo y postre. Al final con las bebidas, cafés y alguno que pide a la carta, salimos a 13.000 por persona con propina. Las vendedoras vienen al restaurante y venden bastante a nuestro grupo.

Son las 5:30 y la Maison de los esclavos cierra a las 6 de la tarde. Nosotros ya lo visitamos la vez anterior y nos vamos a pasear por la isla que tiene muchas más tiendas y han arreglado algunas casas como la Embajada de EEUU que la han dejado muy bonita.

A las 7 de la tarde cogemos el ferry y volvemos andando al hotel. Esta noche tocaba ir a restaurante de pescado y marisco, pero nosotros junto con otra pareja no vamos ya que no tenemos apetito y nos da pereza ir al restaurante que está a 16 km del hotel.

Al día siguiente nos contarán que los taxistas no sabían llegar, que  no querían que los guiaran, en fin que tardaron un montón en llegar. Menos mal que la comida, nos comentan que era buena.

Hemos hecho 92 km.

El desayuno del hotel es muy completo, bajo petición te hacen huevos al gusto, pero hay tabla de quesos, pastas de muchas clases, croissants, cafés de todo tipo, zumos etc.

Salimos hacia el norte por la Corniche, mucho más fluido que la carretera que va por el centro de la ciudad. Paramos en un Auchan a comprar provisiones. Nosotros compramos un anti mosquitos pues hace dos días en Saly nos amargaron la noche, además de cervecitas que siempre van bien y en Mauritania son artículo de super lujo y no siempre se encuentran ya que el alcohol está prohibido.

Tardamos un rato, ya que somos muchos a comprar. Salimos de la ciudad y tenemos que deshinchar ruedas porque vamos a hacer un trozo de arena.

Acoso cada vez que nos paramos

Llegamos al Lago Rosso después de quedarnos enganchados por culpa de nuestro deshinchador, que no da los valores correctos. Teníamos que ir a 1,6 y vamos casi a 3!!!! El lago es una desilusión, ni siquiera es rosa hoy, pero hace 7 años si que lo era.

Seguimos por la carretera dirección norte para llegar al desierto de Lompoul. El camino se hace pesado pues vamos pasando por pueblos llenos de carros de caballos, vendedores, taxistas, buses, perros, cabras, en fin desesperante. Para hacer unos cuantos km tardamos una eternidad.

Paramos a comer en medio de un campo con arboles que nos dan sombra, pero todavía quedan 80 km de tortura, hasta donde acamparemos.

Las carreteritas son de aupa, muchos baches en la carretera y de  cuanto en cuanto, pueblos con su mercado correspondiente. A 45 km de donde se prevé acampar, llegamos a la playa. Tenemos que hacer 30 km de playa, está en marea baja, pero en 45 minutos más o menos vuelve a subir. Tenemos que ir rápido porque si no, no podremos hacerlo.

Los que entienden dicen que la pista por la playa está ideal. Es divertido, nunca lo habíamos hecho, es nuestro bautismo. Ya después de esto, nos quedan unos 7 km hasta donde acamparemos.

Pasamos noche en un mar de dunas, celebrando el cumpleaños de Francesc y con un fuego que nos calienta pues la noche es fresquita.

Hemos hecho 170 km.

Salimos a las 8, hora prevista, y al salir de las dunas paramos a hinchar las ruedas ya que vamos a hacer muchos km por carretera. Paramos en el Auchan a comprar provisiones ya que vamos a estar 5 días más de acampada. No puedo resistirme a comprar unas cestas típicas ya que no hay que regatear, el precio es el que es, si te gusta  bien y si no, pues no compras.

Llegamos a la frontera  de Senegal y allí está Mousa que nos hace los trámites de salida. Es bastante rápido. Para entrar en Mauritania tenemos que volver a pagar visado, 55 € por persona y 40 € no sabemos para qué, le llaman el pasaban.

Tardamos un rato ya que somos 20 personas y 11 coches, nos tienen que tomar las huellas dactilares, hacer la foto, introducir en el ordenador nuestros datos etc.

Recargamos la tarjeta SIM con 250 ulligas y nos dan 2,5 Gigas. Paramos a comer un poco más adelante en una sombra. Cuando acabamos salimos a que nosotros no vamos tan rápido y además pasamos por el parque nacional de Diawlin, lleno de todo tipo de pájaros, muchas garzas, pelícanos e incluso hay cocodrilos!!!!

A la salida hay que pagar la tasa que son 200 ulligas por persona. El policía nos pide algo para sus niños y le damos unos bolis y unas libretas.

Cuando llegamos a la carretera asfaltada hay cada pocos km controles de policía, pero el primero que va, le entrega un listado con los datos de nuestros coches y de nuestros números de pasaportes. Así es mucho más rápido y no nos tenemos que parar.

Nouakchok es una ciudad sin ley, hay mucho tráfico, pero es que la gente va loca. Te adelantan por la derecha, por la izquierda, se pasan los semáforos en rojo y es muy estresante.

Una pareja del grupo se pasa un semáforo en rojo y le para la policía. Se hacen los tontos, dicen que no hablan francés y al final se cansa y los dejan pasar. Cuando conseguimos salir de la capital, la cosa mejora ya que nadie circula a estas horas, solo algún camión o alguna furgoneta. 

La carretera es buena y apenas hay tráfico, lo cual hace que vayamos a buen ritmo. Menos mal, porque hoy hay previsto una ruta de 547 km. Llegamos a las 21:30 para acampar, pero hoy la velada es corta, pues hace mucho viento. Cenamos rápidamente y nos vamos a dormir.

Hemos hecho 547 km

La noche ha sido ruidosa, vientos intensos y lluvia, menos mal que las tiendas aguantan y sin problemas. Desayunamos y empieza a llover mucho. Íbamos a salir más tarde pero adelantamos la salida, porque no se puede estar fuera.

Hoy el track dice que iremos a Atar y Chinguetti, pero al preguntar nos dicen que Atar no. Hay previstos 300 km, 150 km por asfalto y 150 por pistas y arena.

Paramos en Akjoujt a echar gasoil, ya que hay pocas gasolineras y vale la pena ir con depósitos llenos, ya que por la arena se gasta mucho. El precio es más caro que en Senegal, ya que allí al cambio era 1,15€ y aquí es 1,31€ el litro de gasoil.

Entramos en una zona de desierto llena de camellos, cientos de camellos que nos encontramos en las pistas por donde avanzamos a buena velocidad.

Un integrante del grupo tiene problemas con el coche de amortiguadores, menos mal que José Luis está aquí y en un ratito lo arregla. El resto, ya que no podemos hacer nada, aprovechamos para comer.

En la zona de dunas que nos encontramos seguidamente, hay unos cuantos que deciden subir por dunas bastante altas y otros más prudentes, vamos por dunas pero de poca altura. Íbamos muy bien y pensábamos que no nos quedaríamos enganchados pero en una duna, nos quedamos empanzados y nos tienen que rescatar, aunque es rápido, ya que todos están muy avezados y dos minutos después ya podemos seguir ruta.

Seguimos pasando dunas y disfrutando del paisaje de la hamada, dunas, camellos y de vez en cuando alguna aldea que no entendemos de que deben vivir. Vemos alguna cabra, algún burro, alguna palmera pero es una zona muy inhóspita.

Cuando se va haciendo de noche, buscamos un sitio para dormir y hacer la tertulia nocturna.

Desayunamos y vamos por una pista muy bonita hasta un paso entre montañas, que baja bastante, el sitio es maravilloso y paramos para hacer fotografías.

Llegamos a Atar, ciudad activa donde se conservan algunas muestras de la época colonial y, aunque pequeña, ofrece aquellos servicios que pueden necesitar el turismo charter y trekking.

El asentamiento fue fundado por la tribu smacid, que huyó de Chinguetti a causa de los conflictos  con los idawali y los laglal. Atar se convirtió en un nuevo próspero centro de comercio de la sal del norte y del mijo del sur. A principips del s XX pasó a ser la capital del Adrar y en 1958, cuando se celebró el primer referéndum en el recién inaugurado país, se barajó la posibilidad de nombrar la ciudad como capital de Mauritania.

Atar está separada del oasis por un dique que se construyó a raíz de una inundación. Ironías de la vida, sufrir una inundación donde la pluviometría ronda los 40 l/año. La ciudad se construyó alrededor de la mezquita, de 1674. El casco antiguo recuerda la forma de vida en una ciudad donde el medio de transporte era el camello. En los alrededores se encuentran los estromatolitos, formaciones concéntricas calcáreas de algas fosilizadas.

Es día de mercado y está muy animado. Aprovechamos para echar gasolina a tope, ya que hay muy pocas gasolineras en este país. A pesar de que no salía en el GPS hay un cajero donde sacamos dinero ya que no teníamos nada.

Vamos a comprar pan y nos cobran una barbaridad por cada barra. Dicen que si 15, 30, 50, 5 o 10 ugillas. Una chica me dice que son 10 ugillas. Le devuelvo la barra al que me ha cobrado 30 y el me devuelve el dinero. Como yo estoy cansada de esta historia, al final es Antonio el que compra la barra de pan. Algunos integrantes del grupo se enteran de que el precio no es 50, cosa lógica, ya que al cambio es 1,25€.

Van a protestar y los vendedores se hacen los suecos, hay un mauritano que intercede pero ni por esas. Al final dicen de llamar a la policía y eso les hace reaccionar y devolver el dinero que habían cobrado incorrectamente.

Seguimos camino hacia Chinguetti por una pista muy mala de bastantes km, por el camino vemos un motorista francés que viaja solo, que valiente!!!!

A unos 100 km de Atar se encuentra Chinguetti, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El origen de la ciudad está ligado a un núcleo creado algo más al noreste en el s VIII, denominado Abweir, del que quedan algunos vestigios. Por  conflictos entre la población, algunas personas se desplazaron para crear el actual asentamiento, que floreció a partir del s XIII y alcanzó su apogeo en el s XVIII.

Es una ciudad doble, separada en dos partes por la bathá. Es famosa la mezquita de Chinguetti, símbolo preferido de Mauritania y de la ciudad que dio nombre al territorio.

La belleza de Chinguetti reside en su paisaje entre dunas, en el barrio nuevo destaca lo que fue el fuerte francés. En el barrio antiguo alrededor de la mezquita, se pueden ver las fachadas antiguas e incluso las ruinas nos permiten ver la construcción tradicional y la vida de las familias.

Hay bastantes casas con bibliotecas de manuscritos como la Habott, otra financiada por la Fundación Al Ahmed Mahmoud etc. La entrada a la biblioteca son 100 ugillas y se ven unos manuscritos de más de 1000 años de antigüedad.

Seguimos camino por unas pistas de arena preciosas, pasando por aldeas, con casas hechas de piedra y techos de paja, muy rudimentarias. En algunas, tienen placas solares para tener electricidad y para sacar el agua del pozo tienen pequeños generadores.

Este trozo de pista que hacemos antes de acampar es precioso, lo disfrutamos mucho. Hay dunas, zonas con acacias, algunos tramos hay que tener cuidado con las piedras, ya que vamos con las ruedas muy deshinchadas para circular mejor.

Encontramos un espacio adecuado para plantar acampada y como cada noche hacemos una mesa grande, todos aportamos algo para picar y se hacen gin tonics para acabar bien el día. El tema es que como picamos chorizo, queso, fuet, frutos secos, patatas etc, luego ya no quedan ganas de cenar.

Vemos una serie y a dormir.

La noche ha sido tranquila, desayunamos y a las 9 salimos por una ruta de dunas muy bonita, no nos quedamos atrapados, parece que le estamos cogiendo el truco a conducir por arena y dunas.

Llegamos a Ouadane, que en otros sitios le llaman Wadan, está a 120 km al noreste de Chinguetti y a 200 km de Atar. Conocida como la “montaña de los Bafur” y fundada en 1141 sobre las ruinas de cuatro ciudades más antiguas. La primera visión de la ciudad al llegar es una cascada de edificios en ruinas que desde lo alto de la colina desciende sobre el verde del oasis.

Wadan era punto estratégico en la ruta de las caravanas, especialmente entre los siglos XV y XVIII. Los portugueses se interesaron por dominar este enclave e interceptar el oro en la orilla norte del duro desierto, incluso establecieron una factoría comercial.

Wadan tiene símbolos como la calle de los 40 sabios, la mezquita nueva, la mezquita antigua, la biblioteca, las murallas, la casa de las Armas, las tres casas de los fundadores de la ciudad, el pozo y las dos torres que controlaban el acceso al pozo.

Nosotros no vemos gran cosa en la ciudad, aunque está el símbolo de la cooperación española y algo se está restaurando. Tiene una gasolinera muy rústica, tienda de comestibles, albergue vasco, tienda de artesanía etc. A las afueras hay un hotel bastante moderno y tiene buena pinta.

Ahora cogemos la pista hacia Atar, no está mal, se cruzan unos camellos bebes con sus mamás, monísimos. Más adelante se estropea y es un suplicio la pista tan parcheada. Francesc destroza una rueda y paramos a cambiarla, con tanto experto se cambia en un santiamén.

Seguimos pero paramos al momento ya que Albert ha roto una correa del alternador, menos mal que José Luís está preparado para todo. Aprovechamos el grupo para comer y así adelantamos.

Como tenemos que comprar pan y echar gasoil, 4 coches vamos adelantados. Cuando nos juntamos todos en Atar, vamos 90 km hacia el norte hasta Choum. Aquí para el tren del hierro, viene de Zarate y llega a Nouadhibou. Mide más de 2,5 km y tiene un vagón de pasajeros al final.  En Choum vamos dirección oeste paralelos a la línea férrea.

La pista no es mala del todo, se puede ir a 60/70 km/hora. Llegamos al fin de la etapa, las gigantescas rocas de Ben Amira, donde acampamos. Al poco rato se pone a llover y menos mal que tenemos el toldo y nos podemos refugiar.

Hoy salimos un poco antes, ya que la etapa son 700 km y tenemos que salir de Mauritania y entrar en Marruecos. Vamos por pistas de arena, alguna duna y pistas duras. Nos hemos pasado toda la noche con lluvia y al levantarnos sigue la lluvia molestando, con lo que tenemos que desayunar dentro del coche.

Al cabo de dos horas coincidimos con el tren del hiero, el maquinista afloja velocidad para que nos podamos hacer fotos a placer por este mítico tren y el también nos filma a nosotros.

Un compañero se entretiene en contar los vagones, son 147, a 100 toneladas cada uno, una pasada. Contiene 34 m cúbicos de material. Yo (Trini) no lo he escuchado, pero otros del grupo dicen que han pasado 4 más!!!!!. Es el 25% del PIB de Mauritania, con lo que se entiende que haya tanto material de hierro, para tantos trenes.

Son un montón de km por pistas horribles y además lloviendo con lo cual en algunos tramos patina el coche.

Llegamos a asfalto, hinchamos ruedas y la gasolinera que en teoría había, no existe. A 35 km, parece que en la frontera hay otra, pero la han desmantelado. Al preguntar nos dicen que tenemos que ir a Naibodu. 

Los trámites de Mauritania son bastante rápidos, ya que nos espera Arturo, el facilitador. Cambiamos las ugillas que nos quedan, ya que no hemos podido echar gasolina, por moneda marroquí, perdemos algo, pero así no nos quedamos moneda mauritana, ya que no sabemos si volveremos.

En Marruecos, van bastante rápidos los trámites, pero todos los coches pasan por el escáner.

Paramos en Barbas mientras llega el resto del grupo y se plantea la posibilidad de quedarnos a dormir en el mismo hotel que cuando bajamos, pero como la siguiente etapa es muy larga se decide continuar hasta Dakla

Cuatro de los vehículos de la caravana deciden ir al hotel Oasis 212, cuesta 200 € la cabaña con cena y desayuno. El resto nos vamos unos km al norte a acampar al lado de la playa. Llegamos a las 11:30 de la noche!!!!!. Preparamos algo de  cena y nos vamos a dormir que estamos agotados. Otro integrante del grupo, está junto al mecánico hasta la 1:30 de la madrugada arreglando una pequeña avería que tiene el coche.

Hemos hecho 693 km.

Salimos a las 8:15 para buscar a los compañeros que han dormido cómodamente en el hotel. Hoy tenemos un día duro ya que tenemos que hacer unos 1200 km de nada.

Dakhla o Villa Cisneros está a 540 km al sur de El Aaiún. Se eleva en la punta de una bonita península. La bahía es uno de los lugares más bellos del país y es bueno para la práctica del kitesurf. Es la última ciudad antes de Mauritania que está a 350 km.

Los primeros km son buenos ya que la carretera es buena y no hay tráfico. Paramos a sacar dinero ya que no tenemos apenas y las gasolineras aunque muchas ponen que aceptan VISA y MASTERCARD, a la hora de pagar dicen que solo cash.

Solo paramos para echar gasolina, recargar la tarjeta SIM que compramos al entrar a Marruecos por Tánger y para comprar un poco de pan.

En Al Aaiún, ciudad que España devolvió a Marruecos en 1975, hay mucho comercio y el gobierno marroquí ha invertido mucho dinero para que la gente quiera vivir aquí, en medio del desierto y lejos de todo.

Fuera de la ciudad, hacia el norte, el gran lago estacional Dait Um Saad sirve de hábitat a muchas aves migratorias grandes como los flamencos y las cigüeñas, un medio que de otro modo sería inhóspito. 

En una gasolinera comemos algo y seguimos camino. La carretera empeora mucho, hay tráfico y controles de la policía cada pocos km. Es una matada, la organización del viaje tendría que hacer etapas menos duras, ya que los conductores acaban muy cansados y la mayoría ya tiene una edad. Es muy peligroso conducir por estas carreteras, con tantos socavones y  muy estrechas, que cuando pasa un camión de los grandes casi no pasamos los dos.

Han pasado varios grupos de 4 x 4, franceses, portugueses, españoles, alemanes, etc, en total habrán sido más de 50 coches, algunos con tiendas de techo como nosotros y muchos franceses con células Azalai.

Paramos en Guelmin, la puerta del desierto, fue una importante parada en la ruta de las caravanas desde el s XI hasta el XIX. Hoy se la conoce por su zoco de camellos. Echamos gasolina, donde no podemos pagar con tarjeta para variar.

Es una ciudad muy animada, con mucha gente por las calles. Desde aquí si fuésemos hacia la costa llegaríamos a Sidi Ifni. Está a 56 km de aquí.

Llegamos a Agadir, una ciudad muy moderna que sufrió un terremoto el siglo pasado y se destruyó el 80% de la ciudad, con lo que es todo nuevo. Tiene grandes avenidas y tiendas de todas las cadenas internacionales. El hotel lo  tenemos en Tamraght, unos 20 km al norte de Agadir. Se llama Surfone Hotel, está en la misma carretera y un vigilante por la noche que vigila los coches. El precio son 45 € con desayuno. Las habitaciones están muy bien, nuevas, bien decoradas, todo impoluto con una buena tele y una terraza con mesa y sillas.

Han sido 15 horas de conducción, por carreteras algunas buenas, pero la mayoría malas y especialmente las últimas horas, de noche, por un puerto de montaña con la carretera muy estrecha y muy peligrosa. Hemos hecho 1200 km!!!!!.

El desayuno tiene un horario de 8 a 11 de la mañana, pero una parte del grupo quiere salir a las 6 de la mañana y les hacen el favor de ponerles el desayuno a las 5:30 de la mañana. Son muy atentos en este hotel. El desayuno consiste en una tortilla, una crepe, croissant, mermelada, miel, mantequilla, zumo de naranja natural y café o té.

El check out es a las 12 de la  mañana y casi lo aprovechamos hasta el final, estamos muy cansados.

Salimos dirección norte por la costa, sin plan fijo, sobre la marcha. El día empieza con lluvia fuerte, pero al cabo de 3 horas para y es mucho mejor.

Pasamos por Tiaghazoute, un pueblo pesquero lleno de surfistas y hippies. El siguiente pueblo es Tamri. Se halla junto al estuario de un río que en los meses de invierno se alimenta en parte de las aguas de la cascada de Imouzzer de Ida Outanane. Al lado hay una gran plantación de plátanos.

Tamanar, tiene una única calle principal y es la capital de la industria de los productos derivados del argán. La producción de aceite tuvo su origen aquí, y la Unesco ha declarado esta región Reserva de la Biosfera gracias a la abundancia de bosques de este árbol. El argán, un nudoso árbol que tiene muchos usos. Su madera es dura e ideal para hacer carbón, a los camellos y a las cabras les encantan sus hojas y frutos; y el aceite que se extrae de sus semillas rico en vitaminas, puede utilizarse en la fabricación de cosméticos gracias a sus propiedades antiedad. En medicina se usa contra la arterioesclerosis, la varicela y el reumatismo.

La localidad está emplazada en el corazón del territorio haha, hogar de una población bereber sedentaria que se autogobernaba ya en el s XV.

Sidi Kaouki es una aldea marítima con una playa excelente. Hay una tumba de un morabito o santón, que parece salir del mar. Según la leyenda, este hombre santo curaba a las mujeres infértiles. A mediados de agosto se celebra una peregrinación en su honor. La aldea se ha especializado en un centro de surf. Hay bastantes  franceses con furgonetas y tablas de surf, se pueden alquilar equipos como trajes de neopreno, tablas y dan clases de surf. Nosotros buscamos un chiringuito para comer, nos pedimos un tajine de pollo al limón y una ensalada con zumo de limón. Nos cuesta 85 dirhams.

Essaouira, un pueblo muy turístico que ya conocemos, pero que nos encanta. Reservamos un hotel dentro de la medina. Aparcamos en la entrada, 40 dirhams las 24 horas.

Essaouira, quizás la ciudad más fotogénica de Marruecos

Se llama Hotel Sidi Magdoul y nos cuesta con desayuno 300 dirhams. La habitación está bien, pero no está climatizada ni tiene televisión. El dueño no es marroquí, se nota que está muy limpio y decorado con muchos artículos del país.

Salimos a pasear por la ciudad que nos encanta. Está llena de gatos de todos los colores y tamaños. Se  notan bien cuidados y relajados, eso significa que los tratan bien.

En el s VII a.C. los fenicios se instalaron en este emplazamiento. Los romanos la convirtieron en un importante centro de producción de tinte púrpura que se sacaba de un molusco. En el s XV, los portugueses  erigieron aquí un enclave comercial y militar que llamaron Mogador.

La ciudad, el puerto y las fortificaciones se diseñaron y construyeron siguiendo el patrón de las fortalezas construidas en Europa por Theodore Cornut que trabajó con Luis XV.

La  monumental Porte de la Marine da acceso al puerto mediante un arco coronado por un frontón triangular clásico. A partir del s XVIII, el 40% del tráfico marítimo del Atlántico pasaba por Essaouira. Su puerto empezó a ser conocido como el puerto de Tombuctú, pues se convirtió en el destino de las caravanas procedentes del África Subsahariana que traían mercancías para  exportar a Europa.

Fue uno de los puertos sardineros más importantes del país, hoy solo da trabajo a 500 familias.

Cenamos en Chez Omar una fritura de pescado y un tajine de cordero con Coca-Cola por 105 dirhams. La fritura es muy abundante, pero el tajine tiene muy poca carne.

El desayuno está incluido, empieza a las 8:30 hasta las 10:30. Consiste en pan, mermelada, quesito, mantequilla, zumo de naranja natural, café y yogurt. También nos ponen una especie de injera que no nos comemos.

Salimos dirección norte con pena, ya que nos dejamos muchos gatos en esta encantadora ciudad.

Cogemos la carretera de la costa, estrecha, pero muy panorámica. Pasamos por Khemis Oled Elhaj, donde hay una concentración enorme de carros de caballos. No sabemos porque hay tantos, pero al ver unos camiones enormes con paja, suponemos que vienen a comprar paja para sus animales.

En la guía sale que se visite la Casba Hamidouch, que está a 29 km de Safí. Nos fiamos, pero el dato no está bien, ya que en Mapsme no está y cuando lo miramos en Google Maps si que está, pero a 40 km y ya nos la hemos pasado. Llegamos a otra que tiene un fuerte con dos torres, pero está cerrada.<

Safí ya era un puerto importante en el s XVI, ahora también lo es pues tiene un  centro industrial con una térmica y un puerto de procesado de sardinas. Procesan fosfatos y los exportan, pero es mundialmente conocida por su cerámica, vendida en todo el mundo.

Aparcamos al lado de la medina, tiene una muralla bastante grande, prevalece la huella de su pasado portugués. El área que cubre la medina tiene forma de triangulo cuyo lado más ancho mira al mar. La Rue du Souk, llena de tiendas y talleres, conduce a la Bab Chaaba o puerta del valle. Al  sur de la medina, cerca de la Gran Mezquita, se encuentra la capilla Portuguesa que originalmente fue el coro de la catedral de Safí. Se edificó en el s XVI y fue la primera en África  de tipo gótico fuera de Portugal.

La fortaleza llamada también Castillo del Mar, fue residencia de los sultanes sadíes en los s XVII y XVIII, antes de que los franceses controlaran la región.

En la colina, detrás de la medina, se encuentra la ciudadela de Kechla, en la que hay una mezquita y un jardín de los s XVIII y XIX. Albergaba el Museo Nacional de la Cerámica, pero lo han trasladado a 350 m. expone piezas de cerámica tradicional y moderna entre ellas cerámica blanca y azul de Safí, alfarería de Fez y Meknés, y obras de Bohjmaa Lamali, que vivió y trabajó en Safí durante casi 50 años e introdujo técnicas revolucionarias en la alfarería marroquí. En la colina de los alfareros se pueden encontrar artesanos elaborando vasijas tradicionales de cerámica.

Vamos por la carretera nacional que va bordeando la costa hasta Oualidia, pasamos por pueblitos con un montón de burritos que se utilizan para todo, transporte de personas y mercancías. Nos encantan, son muy peluditos y gorditos.

Oualidia, pueblo famoso por sus ostras y el marisco. Su nombre viene del sultán El-Ualid, que construyó aquí una casba impresionante en 1634. El centro de la ciudad da paso a una playa, pero hoy el mar está muy agitado con olas muy altas.

Vamos a comer al Restaurante Salida, justo al lado de un parking enorme con muchas autocaravanas. Nos pedimos dos pizzas de atún, porque las que queríamos de 4 quesos y vegetariana no las tienen. Nos cuesta 116 dirhams con una Coca Cola.

En la playa hay muchos chiringuitos que venden centollos, ostras, almejas etc. Las ostras las trajeron en 1952 de Francia y las pusieron en la laguna de la carretera de Al-Jadida. Actualmente es el criadero de ostras más moderno del país.

Marruecos es un país fantástico para los amantes de los gatos

Llegamos a El-Jadida, la publicidad ofrece una mezcla de medina amurallada, buenas playas y una abundancia de pescados y mariscos excelentes.

Hemos escogido el Hotel La Place, muy céntrico, nos cuesta con desayuno 402 dirhams. La habitación es muy amplia, con nevera, tele y baño, muy limpio todo.

El coche lo guardamos en un parking justo enfrente del hotel que cuesta 20 dirhams las 24 horas. No creemos que sea necesario, pero por ese dinero no arriesgamos.

Los portugueses se establecieron aquí en 1502 y construyeron una fortaleza a la que llamaron Mazagan. En su puerto anclaban naves procedentes de Europa y Oriente para aprovisionarse.

Se accede al  núcleo histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, a través de una puerta que lleva a la plaza Mohamed ben-Abdallah. Las murallas están fortificadas con cuatro bastiones, reconstruidos después de que los portugueses destruyeran la ciudad en 1769. Un paseo por las murallas brinda unas panorámicas espléndidas.

En el centro está la Cisterna Portuguesa de estilo gótico manuelino. Al recibir constantemente aportaciones de agua, la cisterna garantizaba la provisión de la ciudad en caso de sufrir un sitio prolongado. Se descubrió por casualidad, en 1916, cuando el dueño  de un negocio empezó a tirar un tabique para ampliar el local. Pone que está cerrado por peligro de derrumbe.     

Orson Welles filmó la película Otelo en su interior y otras escenas se filmaron en Essaouira.  Paseamos sin rumbo por la Medina, muy deteriorada por cierto, donde como siempre hay muchos gatos rollizos y simpáticos.

En los alrededores de las murallas hay un mercado enorme muy animado por las tardes. Nos apetece una cerveza, no creemos que encontremos, pero sorpresa!!!! Justo al lado del hotel hay una tienda que vende todo tipo de alcohol, cerveza nacional como Casablanca que nos encanta, cervezas extranjeras, vino, ron, pastis etc. Los tercios cuestan 20 dirhams, que son las que compramos.

Desayunamos en el hotel, hay aceitunas, tomates, pepinos, huevos duros, quesitos y muchas pastas de todos tipos, el zumo de naranja natural, un lujo que aquí es habitual y café.

Nos vamos a visitar las murallas ya que ayer estaban cerradas las puertas de entrada. En cada esquina hay un bastión. La cisterna portuguesa sigue cerrada, cosa previsible ya que los carteles ponían que por culpa de las lluvias torrenciales se habían cerrado para seguridad de los visitantes. Es agradable pasear por la Medina, muy tranquila sin turistas y con las tiendas cerradas.

Compramos cerámica de Safí, ya que ayer que estuvimos allí, no compramos nada para regalar. Nos sale un poco más cara, pero no mucho.

Salimos hacia Azemmour, 18 km al norte de El-Jadida. A esta vieja ciudad almohade de la orilla izquierda del Uadi Oum er-Ribia, también se le conoce por el nombre de Moulay Bouchaib el santo patrón de la ciudad, que en el s XI también fue patrón del comercio que por entonces floreció entre Azemmour y Málaga, en España.

En 1513, los portugueses tomaron la ciudad. El fuerte que construyeron se convirtió más tarde en la casba que puede verse en la actualidad. Los invasores abandonaron la ciudad en 1541, tras la caída de Agadir.

En las estrechas calles encaladas de la medina se descubren elementos que recuerdan el paso de los portugueses, sobre todo en el estilo de las puertas. La ciudad conserva la tradición de fabricar bordados de estilo portugués, que aquí son dragones y leones, representados cara a cara.

El mellah (judería), antaño dentro de las murallas, está en ruinas. La sinagoga conserva un notable frontón con una inscripción en hebreo.

Para ir a la necrópolis de Chellah cogemos la autopista para evitar pasar por Casablanca, que implica una hora más de viaje y no nos apetece pasar por esa gran ciudad. El primer peaje son 20 Dirhams, el segundo 10 dirhams, el tercero 23 dirhams.

Llegamos a la necrópolis y está cerrada desde el Covid y ahora están haciendo obras!!!!. Damos la vuelta a la muralla y nos sorprende la cantidad de aves blancas que están empollando a sus polluelos. También hay muchas cigüeñas que tienen unos nidos espectacularmente grandes, los han hecho en unos arboles que tienen como distintos pisos.

La portada es espectacular abierta en arco apuntado, está flanqueada por dos torres almenadas; en su interior se hallan las antiguas garitas y los restos de una hospedería.

Alberga ruinas romanas, un imponente alminar rematado con nidos de cigüeñas  y en 2012 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las excavaciones arqueológicas revelaron los restos de una próspera ciudad romana llamada Sala Colonia. En las ruinas se distingue la calle principal.

Nos acercamos al cementerio musulmán de Salé y al  cementerio de los marineros que están separados por la muralla. Salé fue fundada en el s XI, fue fortificada y embellecida por los benimerines con una madraza, una mezquita y un magnífico acueducto. Durante la Edad Media, su puerto tuvo mucho tráfico y compartía el lucrativo negocio corsario con su vecina y rival Rabat. Empezó su decadencia cuando se puso fin a la piratería en el s XVIII, pero ha recuperado prosperidad por su pujante artesanía.

Al igual que Rabat, Salé acogió en 1609 a los  moriscos españoles, quienes con sus riquezas, financiaron las incursiones piratas.

Cuenta con una medina bien definida, totalmente rodeada de murallas fortificadas, bien conservadas para su antigüedad. Nueve puertas atraviesan los muros, la mayor de las cuales es Bab Bou Haja (puerta del Mar). Este impresionante puerta se compone de un arco de herradura flanqueado por dos torres de planta cuadrada.

Al lado del cementerio de los marineros está la zaouia de Sidi Abdallah ben Hassoun, santo patrón de Salé y centro de un festival anual celebrado con una procesión con velas por toda la ciudad. Los cirios multicolores que se sacan en procesión cada año tienen diminutos motivos esculpidos y coloreados en la cera, se clavan  en la punta de unos palos.

Hay otro santuario de Sidi ben Achir, a quien en el s XVI se le atribuyó el poder de calmar las aguas para permitir que las naves llegaran seguras al puerto y otros dicen que curaba a los enfermos mentales.

A 200 m se encuentra la Gran Mezquita, de comienzos del s XI y es una de las más antiguas de Marruecos, y también la más grande. Los no musulmanes no podemos entrar, miramos por la ventana, es muy bonita y hay un santón enterrado dentro muy reverenciado por los fieles.

La madraza fue fundada en 1341, los marroquíes los viernes no pagan, pero los extranjeros tenemos que pagar 60 dirhams!!!!! Nos parece que es un abuso y no entramos. Hemos visto fotos y tiene buena pinta pero estamos cansados.

Según la guía se pasa por una puerta abierta en arco de herradura con tejadillo de madera labrada se entra en el pequeño patio central, cuya galería con columnas revestidas de azulejos de vivos colores está decorada en su parte superior con escayolas claras que contrastan con el coronamiento oscuro en madera de cedro tallada.

Vamos a Mehdya, situado en el estuario de Uadi Sebou, fue un puerto comercial cartaginés en el s V a.C. y que luego albergó  la base naval almohade. La casba conserva aún las murallas originales y los bastiones con foso. La puerta monumental, construida por Mulay Ismail, conduce al palacio del gobernador. Está en obras con unos andamios, que afean la foto.

El lago Sidi Bourhaba, al lado de Mehdya, es una gran reserva de aves, en la que descansan cientos de especies en su migración entre Europa y el África subsahariana.

El hotel de Kenitra es el Relax Hotel, repetimos al que fuimos a la bajada. En muchas ciudades hay muy pocos hoteles, son apartamentos la mayoría. Nos cuesta 65 € con desayuno incluido.

Kenitra es una ciudad moderna, se fundó en 1913 en los albores del Protectorado francés, tiene una mezquita muy bonita que se parece a la Alhambra de Granada, pero poco más. Tiene tiendas de grandes multinacionales como Adidas, Waikiki etc.

Es una zona comercial que no tiene restaurantes con lo que nos vamos a un supermercado a comprar algo para cenar y al hotel.

El desayuno está muy bien, son muy amables todos los empleados del hotel. Hay uno de ellos que nos comenta que su madre está en la recogida de la fresa en Almería y que hace mucho tiempo que no la ve. Esperemos que a ella no la exploten como a muchas compatriotas.

A 20 km al norte está el yacimiento de Thamusida. El lugar estuvo habitado por los romanos del s II a.C. hasta el II d.C. según la guía se pueden ver parte de las murallas de la ciudad antigua, la planta reticular del campamento del ejercito romano y el praetorium (cuartel), con columnas y pilastras. Nosotros vemos unas cuantas piedras, pero nada interesante, no vale la pena venir expresamente.

Cogemos la autopista y pagamos 28 dirhams hasta Moulay Bouselham. Aquí se encuentra la Laguna Azul en el Parque Nacional Merja Zerga, un gran humedal que atrae a observadores de aves de todo el mundo. Llegamos al lugar donde se cogen las barcas pero la marea está muy baja y no nos motiva nada. Tampoco vemos muchos pájaros, ya que la gran acumulación se ve en diciembre y enero. En ese momento se ven muchos tipos de gaviota, charranes, búhos moros, garzas, flamencos, alcatraces, aguiluchos laguneros y halcones peregrinos.

Ahora vamos a Larache a 44 km al norte. El peaje son 11 dirhams. Hay muchos controles de policía y radares, están con buenas motos y buenos todo terrenos.

Larache es una ciudad andaluza y árabe a la vez. La zona moderna de la ciudad conserva evidentes señales del Protectorado español (1911-1956), un tiempo en el que Larache fue administrado por España.

En el s XVI sirvió de base a los corsarios argelinos y turcos  y sufrió las represalias del ejército portugués acuartelado en Asilah. La ciudad pasó a manos españolas en 1610, y luego fue tomada por Mulay Ismail a finales del s XVII.

A la medina se accede desde la Place de la Liberation, muy española, y a través de la Bab el-Khemis, una puerta de ladrillo con cubierta de tejas vidriadas. Las estrechas calles con casas decoradas con flores descienden al puerto. Pasamos por el Castillo de la Cigüeña, una fortaleza erigida en 1578 por los gobernantes sadíes. En el cementerio católico reposan los restos de Jean Genet, célebre escritor francés.

El peaje hasta Asilah son 14 dirhams. Asilah fue fundada por los fenicios  y fue una ciudad importante en las épocas prerromana y romana. En 1471, los portugueses tomaron la ciudad y la convirtieron en un importante centro comercial. Las estrechas callejuelas están flanqueadas por casas con balcón enjalbegadas.

Assilah es un bello pueblo de la Costa marroquí

La medina de Asilah es pequeña, bonita y muy tranquila. Está circundada por muros construidos por los portugueses en el s XV, y cuenta con dos puertas principales, Bab el-Kasaba y la torre fortificada de Bab el-Homar (puerta de Tierra), decorada con el escudo portugués. Las calles son estrechas y sinuosas, con casas blancas con acentos decorativos en azul.

En el extremo sur de las murallas está el koubba o santuario de Sidi Mamsour, no apto para los no musulmanes.

La Iglesia de San Bartolomé tiene doble campanario de estilo hispano-morisco, que se encuentra en activo y está atendida por monjas.

Aquí también se encuentra el Palais de Raissouli, que fue el último pirata de Barbería. Hizo carrera secuestrando a funcionarios prominentes, por cuya liberación exigía vastas sumas de dinero. Uno de sus cautivos más conocidos fue un reportero del London Times a quién mantuvo preso tres semanas.

Vamos a comer al restaurante Dar Al Maghrebia unos tajines, patatas fritas con Coca-Cola y zumo de naranja por 155 dirhams. Muy recomendable, el chico habla español, muy atento y la comida exquisita.

Llegamos al Hotel Ramada Encore Tánger, tiene parking que es lo que nos decide a reservarlo. Con desayuno nos cuesta 58€. La habitación no está mal, pero el colchón es muy blando.

Tanger es una ciudad cuya historia está unida a su emplazamiento estratégico en el estrecho de Gibraltar. En el 711 los ejércitos árabes y bereberes se agruparon para proceder a la conquista de la Península Ibérica.

En el s XIX, Marruecos se convirtió en objeto de disputa de varios países europeos. Francia y Gran Bretaña firmaron la Entente Cordiale, un tratado que convirtió la ciudad en internacional.

La administración política, financiera y fiscal de Marruecos recayó en las delegaciones diplomáticas destinadas en Tánger. Estuvo hasta 1956 así, cuando fue devuelta a Marruecos.

Vamos paseando al lado del mar, hay una corniche muy agradable, nos llama la atención que hay caballos que se alquilan para dar un paseo por la playa. Llegamos a las murallas, en el lado de la plaza que da al mar, frente a la Bab el-Assa, se eleva la Bab el-Bahr o puerta del Mar, erigida en el interior de las murallas en 1920. El paseo de ronda recorre el exterior de las murallas y llega hasta el fuerte de Borj en Naam que ahora alberga un museo de las fortificaciones de Tánger.

Pasamos por el Petit Socco, que fue en el pasado donde se hacían los negocios, en sus cafés, hoteles, casinos y cabarés se podían ver a diplomáticos, empresarios y banqueros.

Cerca se encuentra la Tumba de Ibn Batuta, nacido en 1304 en la ciudad. Siendo adulto este musulmán bereber emprendió una peregrinación a La Meca y se dedicó toda su vida a explorar el mundo. Durante 30 años, viajó por el norte y oeste de África, el centro y el sureste de Asia y llegó hasta China. Al final de su vida escribió un libro llamado Los viajes.

Está muy animado, con mucho ambiente, vamos volviendo al hotel andando y paramos a comprar unas cervezas, cosa complicada en este país, por 40 dirhams.

El desayuno es completo, revoltillo de huevos, quesitos, ensalada, pastas dulces, zumo de naranja natural y café o te. El café es malísimo, hay máquina pero no funciona.

Estamos a 64 km de Ceuta, pero pasamos por un puerto de montaña con una niebla que no se ve nada. Pagamos un peaje de 14 dirhams. Esta aduana es muy poco frecuentada, por lo menos hoy. Es muy rápida y fácil de pasar.

Entramos en Ceuta, miran un poco el interior del coche pero sin problemas. Llegamos al puerto de  Ceuta y por unos minutos no podemos coger el de las 11:30, pero si que podemos coger el de las 12:30  de la compañía FRS, el barco Levante Jet.   Nos cuesta 94 € los dos y el coche. Nos hacen descuento por ser mayores de 60 años. La gasolina está 20 céntimos de euro más cara que en Marruecos, pero 30 céntimos más barata que en la península.

Hay muchos barcos, casi cada hora hay uno, con lo que no consideramos necesario comprar con antelación, a menos de que sea en época de vacaciones de verano. El trayecto en barco dura solo 1 hora, se hace muy corto.         

Vamos subiendo hacia casa, pero no llegaremos hoy, pararemos antes,  no sabemos todavía donde.

Paramos en Jumilla para cenar, pero no encontramos ningún restaurante abierto. Al final lo único que encontramos es un kebab, donde nos pedimos una pizza familiar vegetariana por 10 euros. No tienen  cerveza pero no les importa que vayamos a comprar fuera, que es lo que hacemos.

El hotel lo tenemos 11 km al norte en Puente del Rio, se llama Hostal Puente del Río, nos cuesta 40 € la doble con baño. Está bastante bien, limpio y la cama es cómoda.

Salimos pronto ya que ayer nos fuimos a dormir pronto. Paramos a desayunar en un bar de carretera y seguimos camino hasta Ametlla de Mar, donde vive la familia y hoy es el cumpleaños de Manel, casualidad.

Comemos allí, pero luego ya seguimos directamente a casa, necesitamos descansar de este viaje tan intenso y cansado a nivel físico y mental.

Hemos hecho 9100 km en total en este viaje.