Castillas

VIAJE VERANO 2020 Castillas y Galicia

Introducción

El año 2020 para los viajeros ha sido, o fue, muy extraño. La pandemia del COVID-19 hizo que nos tuviésemos que replantear todos nuestros planes. Pero no pasa nada, nos adaptamos y aprovechamos para visitar una parte de nuestro país que lo estábamos dejando para más adelante. Y como ya sabiamos, las tierras de las dos Castillas y, un poquito de Galicia, nos ha entusiasmado. Sólo decidimos volver antes a casa a descansar, pero luego volvimos a visitar las Tierras de Burgos, por la ola de calor.

Guías

Diario de viaje

Día 1: BARCELONA – SANTA MARÍA DE HUERTA – ATIENZA –  RUTA DEL ROMÁNICO RURAL: CONDEMIOS – ALBENDIEGO – GALVE DE SORBE – CAMPISÁBALOS – SOMOLINOS – AFLORAMIENTOS VOLCÁNICOS – ATIENZA
Día 2: ATIENZA – GALVE DE SORBE – RUTA DE LA ARQUITECTURA NEGRA: CANTALOJAS – PARQUE NATURAL DEL HAYEDO DE TEJERA NEGRA – UMBRALEJO – VALVERDE DE LOS ARROYOS – PALANCARES – ALMIRUETE – TAMAJÓN – MURIEL – ARBANCÓN – COGOLLUDO – JADRAQUE- BRIHUEGA – GUADALAJARA
Día 3: GUADALAJARA – ALCALÁ DE HENARES
Día 4: ALCALÁ DE HENARES – GUADALAJARA – MONASTERIO DE SAN BARTOLOME – PASTRANA – CUENCA
Día 5: CUENCA
Día 6: CUENCA – VENTANO DEL DIABLO – CIUDAD ENCANTADA – TRAGACETE – NACIMIENTO DEL RIO CUERVO – PRIEGO – CUENCA
Dia 7: CUENCA – LAS TORCAS DE LOS PALANCARES – CASTILLO DE GARCIMUÑOZ – CASTILLO DE HARO – BELMONTE – MOTA DEL CUERVO – CAMPO DE CRIPTANA – ALCAZAR DE SAN JUAN – ORGAZ – TOLEDO
Día 8: TOLEDO
Día 9: TOLEDO : SINAGOGA DEL TRANSITO, MUSEO DEL GRECO – GUADAMUR – SAN MARTIN DE MONTALBAN – CASTILLO DE MONTALBAN – SANTA MARÍA DE MELQUE – LA PUEBLA DE MONTALBAN – TORRIJOS – MAQUEDA – ESCALONA – BACIENCE – TOLEDO
Día 10: TOLEDO: CASCO HISTÓRICO  – TORRIJOS – SAN MARTIN DE VALDEIGLESIAS – SAN LORENZO DEL ESCORIAL
Día 11: SAN LORENZO DEL ESCORIAL – MANZANARES EL REAL – NAVACERRADA – SEGOVIA
Día 12: SEGOVIA – PALACIO DE LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO – SEGOVIA
Día 13: SEGOVIA – SOTOSALBOS – PEDRAZA – CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL AGUILA IMPERIAL – CASTILLO  DE CASTILNOVO – SEPÚLVEDA – HOCES DEL RIO DURATÓN – ERMITA DE FRUTOS – SEPÚLVEDA – TUREGANO – SEGOVIA
Día 14: SEGOVIA – SANTA MARÍA LA REAL DE NIEVA – CASTILLO DE COCA – SAMBOAL – CUELLAR – PEÑAFIEL – VALLADOLID – TORDESILLAS
Día 15: TORDESILLAS – VALLADOLID – TORDESILLAS
Día 16: TORDESILLAS – MOTA DEL MARQUES – TIEDRA – VILLAVELLID – VILLARDEFRADES – URUEÑA – ERMITA DE LA ANUNCIADA – VILLAGARCIA DE CAMPOS – TORDEHUMOS – VILLABRÁGIMA – MEDINA DE RIOSECO – MONTEALEGRE – VILLALBA DE LOS ALCORES – MUCIENTES –  FUENSALDAÑA – VALLADOLID – TORDESILLAS
Día 17: TORDESILLAS – MEDINA DEL CAMPO: CASTILLO DE LA MOTA – ALAEJOS – CASTRONUÑO –  TORO – ZAMORA
Día 18: ZAMORA
Dia 19: ZAMORA – MIRANDA DE DOURO – FARIZA – FERMOSELLE – PERERUELA – ZAMORA
Día 20: ZAMORA – EL CAMPILLO: IGLESIA SAN PEDRO DE LA NAVE – ALCAÑICES – RABANALES – SAN VITERO – FLECHAS – VILLARDECIERVOS – PLAYA DE VILLARDECIERVOS – SAGALLOS – SANTA CRUZ DE LOS CUERRAGOS  – ROBLEDO – PUEBLA DE SANABRIA
Día 21: PUEBLA DE SANABRIA – CASA DEL PARQUE  DEL LAGO DE SANABRIA –  MONASTERIO DE SAN MARTIN DE CASTAÑEDA – LAGUNA DE LOS PECES – PUEBLA DE SANABRIA – RIHONOR DE CASTILLA  – PUEBLA DE SANABRIA
Día 22: PUEBLA DE SANABRIA – VERIN – MONTERREI – ALLARIZ – OURENSE – ALLARIZ
Día 23: ALLARIZ – MOSTEIRO DE SAN PEDRO DE ROCAS – MOSTEIRO DE SANTO ESTEVO – PARADA DE SIL – MOSTEIRO DE SANTA CRISTINA – MIRADOR OS BALCONS DE MADRID – PASARELA DO RIO MAO – CASTRO CALDELAS – MONFORTE DE LEMOS
Día 24: MONFORTE DE LEMOS – LAS MEDULAS – PONFERRADA
Día 25: PONFERRADA – MOLLERUSSA

DÍA 1 7-7-2020 MARTES

BARCELONA – SANTA MARÍA DE HUERTA – ATIENZA –  RUTA DEL ROMÁNICO RURAL: CONDEMIOS – ALBENDIEGO – GALVE DE SORBE – CAMPISÁBALOS – SOMOLINOS – AFLORAMIENTOS VOLCÁNICOS – ATIENZA

Salimos pronto de Barcelona, sobre las 8:30 y al ser Julio hay muy poco tráfico. La primera parada es Santa María de Huerta, ya que está muy cerca de la carretera por la que vamos.

Santa María de la Huerta

Al llegar nos encontramos que está cerrado, ya que al mediodía cierran a las 13:30 y vuelven a abrir a las 16:00. Cuesta 3 euros y se puede visionar un video de 20 minutos. Hay 3 a la mañana y dos por la tarde. El de la tarde el primero es a las 16:30. La vemos por el exterior y nos asombra la magnitud de la construcción.

Al ser la hora de comer, vamos al Restaurante El Abuelo, en el mismo pueblo, que tiene un menú de 11 euros muy correcto. Es una manera de descansar del sol abrasador que hace ahora.

Llegamos a Atienza y tomamos posesión de la habitación en la Fonda El Molinero. Nos cuesta 45 € con desayuno incluido. La está gestionando un catalán de Banyoles, Esteve, que nos cuenta el daño que ha hecho el coronavirus a su negocio. La habitación es correcta y está todo muy limpio. Descansamos un poco, a ver si baja un poco el sol ya que no apetece pasear con tanta calor.

Casa del Cordón en Atienza

Fue la zona de Atienza importante lugar de asentamientos humanos, que se remontan a la prehistoria. Su nombre proviene de Thytia, o tierra de los titios, celtiberos aliados de arévacos y lusones frente a la dominación romana.

Los musulmanes hicieron de ella un enclave fortificado, que resistió mucho tiempo la presión de los reyes cristianos. Conquistada inicialmente por Alfonso VI y recuperada por los árabes, fue definitivamente conquistada por Alfonso I, el Batallador, Rey de Aragón en el año 1102.

Cabeza de un extenso territorio, Atienza fue Común de Villa y Tierra, privilegio que incrementó su población y facilitó el crecimiento económico, convirtiéndola en una de las poblaciones más florecientes de la zona. Este fuero liberal permitía a la villa ofrecer tierras libres a nuevos pobladores, así como elegir a los miembros del concejo.

Plaza Mayor de Atienza

El cerro está coronado por un castillo-fortaleza, de origen celtíbero que ha sido escenario de acontecimientos bélicos hasta épocas bien recientes.

Se habla de este castillo en el Cantar del Mío Cid, pero es a partir del s XV cuando se inicia la decadencia.

Durante los siglos XII y XIII llegó a contar con quince iglesias que recibían sus influjos artísticos de las provincias de Soria y Segovia.

Balcón esquinero en Atienza

En la actualidad se conservan cinco templos románicos. En la Iglesia de la Trinidad y de San Gil se pueden visitar sus valiosos ábsides. En San Bartolomé, su acogedora galería porticada y las magnificas esculturas góticas. En Santa María del Rey, al pie del Castillo, la gran variedad de tallas de la portada.

El arco de Arrebatacapas, está situado a la Iglesia de San Juan y forma parte de la muralla más antigua. Su pintoresco nombre se debe al hecho anecdótico de que el viento arrebata las capas de los cofrades de la hermandad cuando lo atraviesan el día de la Caballada.

Calles empedradas en Atienza

Llegamos a la Plaza del Trigo, de estructura medieval, es una de las más bellas plazas de Castilla-La Mancha. Aparece enmarcada por la fachada de la Iglesia de San Juan y varias casas con soportales adintelados, en su mayoría del s XVI.

Vamos a hacer una parte del Románico Rural, siendo la primera parada Albendiego. Es un pueblo en el que predomina el color rojizo de las casas, situado en la falda de la sierra del Alto Rey. Posee el más bello templo románico rural, la Ermita de Santa Coloma, que perteneció a un antiguo monasterio de monjes agustinianos. Su interior es impresionante por la belleza de sus elementos arquitectónicos y ornamentales. Así los ventanales del ábside están considerados como máximo exponente de la decoración románica de la provincia. En sus cercanías Condemios de Arriba y de abajo, también muestran ejemplos de la arquitectura popular de la Sierra de Ayllón.

Galve de Sorbe es una población bañada por el rio Sorbe, que enlaza las rutas turísticas  del Románico rural y Arquitectura Negra. Se encuentra rodeada de extensos pinares y hayedos. En ellos se puede cazar el jabalí y el corzo, así como pescar truchas en el río Sorbe. Hay un castillo en ruinas que se divisa desde cualquier punto.

Castillo de Galve de Sorbe

Campisabalos, fue tierra habitada por los árabes hasta el periodo de la Reconquista. Sus huellas aparecen en la magnífica iglesia parroquial románica del s XII, cuyo estado es bastante similar al de la construcción primitiva. El templo consta de una sola nave que finaliza el ábside cubierto por una cúpula de cuarto de esfera. La puerta de acceso está formada por arquivoltas y capiteles con decoraciones varias.

La capilla del caballero San Galindo, también del s XII, adosada a la nave única, posee su propia puerta de entrada y un muro que muestra en relieve las tareas agrícolas y ganaderas desarrolladas durante los doce meses del año.

Vinieron expertos de la OMS y constataron que el aire de este pueblo era de los más limpios del mundo, juntamente con uno de Canadá y otro de Finlandia, con lo que respiramos hondo para llenarnos los pulmones de este aire tan límpido.

Pasamos por Somolinos, donde hay bellas muestras de construcción rural y tiene una laguna de origen glaciar.

Antes de llegar a Atienza pasamos por unos afloramientos volcánicos donde hay un geranio endémico de esta zona y se ha creado una reserva natural para protegerlos.

Para cenar vamos al único bar que hay abierto, en la Plaza de España, pedimos unas cervezas y unas croquetas caseras y nos cuesta 15 euros.

Hemos hecho 613 km

DÍA 2 8-7-2020 Miércoles

ATIENZA – GALVE DE SORBE – RUTA DE LA ARQUITECTURA NEGRA: CANTALOJAS – PARQUE NATURAL DEL HAYEDO DE TEJERA NEGRA – UMBRALEJO – VALVERDE DE LOS ARROYOS – PALANCARES – ALMIRUETE – TAMAJÓN – MURIEL – ARBANCÓN – COGOLLUDO – JADRAQUE- BRIHUEGA – GUADALAJARA

El desayuno no está mal, pero es todo muy dulce, eso sí, con zumo de naranja natural que se agradece. Hoy el día está un poco nublado, lo cual se agradece ya que hace una temperatura muy agradable.

Subimos al castillo de Atienza desde donde hay una buena visión del pueblo y de la Iglesia de Santa María del Rey, la más antigua de Atienza, cuya puerta principal exhibe más de un centenar de figuras esculpidas en las arquivoltas.

Ábside de una Iglesia en Atienza

Vamos a Cantalojas, pueblo ya de la Ruta de la Arquitectura Negra. Esta ruta discurre por las tierras altas del noroeste de Guadalajara y permite admirar las singulares edificaciones de unos pueblos que conservan su primitiva arquitectura. Se trata de una veintena de pequeños municipios conocidos como Pueblos Negros debido a que fueron construidos casi exclusivamente con lajas de pizarra. Así, muros, cubiertas, pavimentos y cercas conforman a menudo conjuntos de gran uniformidad cromática y de una estética difícil de encontrar en otros lugares. El recorrido transcurre por las laderas del omnipresente Pico Ocejón, que con sus 2048 m domina toda la comarca. A cada recodo del camino, amplias y bellísimas panorámicas sorprenden y se disfruta mucho la naturaleza.

Muy cerca de Cantalojas está el Hayedo de Tejera Negra. Se extiende dominando un par de valles paralelos que descienden del Glaciar de la Buitrera. Es más propio de otras geográficas más septentrionales  y testimonio de unas situaciones climáticas desaparecidas después del cuaternario. El centro de información solo abre el fin de semana. Hay unos carteles que informan de que desde 2017, pertenece junto a las montañas de los Cárpatos a la lista de Patrimonios de la Humanidad de la Unesco. Es el mayor hayedo del Sistema Central con sus 1641 Ha. Existen dos sendas balizadas, la de las Carretas de 3 horas de duración (señales blancas) y la del Valle del río Zarzas de 5 horas con señales rojas. Hay 8 km hasta el parking de una buena carretera pero estrecha.

Aparte de nosotros, solo vemos otros dos coches por esta zona, además de los que están cortando la yerba de la entrada.

Volvemos hacia Galve de Sorbe y cogemos la carretera hasta Umbralejo que son 14 km de una buena carretera. Esta aldea del alto Sorbe, que fue abandonada por sus últimos moradores en 1971, ha sido completamente restaurada, gracias a un programa de recuperación de pueblos abandonados, destinándose en la actualidad  a campamento de estudiantes, con talleres de apicultura, barro, carpintería, etc.

Antiguamente en verano, venían de toda la Unión Europea a pasar 3 semanas y hacían limpieza, recuperación y construcción de casas por la mañana y por la tarde hacían talleres de apicultura, forja, carpintería, perfumería etc. Este verano no hay nadie, solo los monitores que deben vivir todo el año. En otoño vienen de toda España a hacer una semana de campamento, pero tal como nos dice un señor, es muy justo en una semana hacer tantas cosas.

El siguiente pueblo es Valverde de los Arroyos, el pueblo con más encanto de la sierra, balconadas de madera pletóricas de flores, tejados de gruesas lajas de pizarra, una iglesia en la que lucen menudos mampuestos y rotundos lares negros esquineros, y, delante del templo, la bolera y la fuente. En la esquina del campo de futbol, aparece señalizada la senda que conduce, tras un paseo de 30 minutos, a las chorreras de Despeñalagua, unas soberbias cascadas que suman en tres brincos sucesivos más de 50 m de altura. Tiene la consideración de ser de los pueblos más bonitos de España.

Otra cosa que se puede hacer es subir al Pico Ocejón o por el valle de Sonsaz llegar a Cantalojas. Las hortensias viven estupendamente en este pueblo, es como la mala hierba. Vemos unos gatitos muy guapos y su dueño nos los ofrece!!!

Llegamos a Palancares, aldea situada en la falda del Ocejón y atravesada por el rio Seco. Paisaje de bosques con encinas y álamos negros, así como matas de madroño, tomillo y jara.

El siguiente pueblo es Almiruete, atravesado por un ramal del rio Sorbe. En sus alrededores existen un gran número de gargantas, entre las que destaca la de Almodóvar.

Llegamos a Tamajón con sus construcciones realizadas en piedra caliza, con cubiertas de teja sobre trabazón de pino y roble que vuelan en pequeños aleros sobre los balcones del segundo piso. En el interior del pueblo, en la calle de Enmedio,  está el Palacio de los Mendoza. Es un bello ejemplo de arquitectura palaciega, que fue mandado construir por Don Diego de Mendoza en el s XVI, a base de la piedra que había en la zona. Se trata de un palacio plateresco y es el principal vestigio del esplendor que tuvo Tamajón en otros tiempos. Actualmente es el ayuntamiento del municipio.

A la salida de Tamajón se pasa por una zona llena de formaciones pétreas muy similares a las de la Ciudad Encantada de Cuenca.

Arbancon es un pequeño pueblo con una bella iglesia parroquial, la de San Benito Abad, que se encuentra en buen estado y tiene un capitel de la típica pizarra de la zona. En el interior hay  varias calles con soportales de madera apoyados en viejas vigas.

Cogolludo debe su nombre a la forma apiñada o de cogollo de sus casas más antiguas. En lo más alto del pueblo, documentado desde 1102, se halla el castillo, del que partían las murallas que rodeaban completamente la villa. Perteneció a la Orden de Calatrava pasando finalmente a la casa de Medinaceli. En la Guerra de la Independencia fue invadido por las tropas napoleónicas y fue residencia de “El Empecinado”. En el núcleo urbano, la Plaza Mayor, del s XV, restaurada, es una de las más interesantes de la provincia.

Junto al Ayuntamiento hay varias casonas dieciochescas y dos largas hileras de soportales. Presidiendo la plaza, se encuentra el Palacio de los Duques de Medinaceli que construido hacia el año 1500 es uno de los más ricos edificios del primer renacimiento español, con clara influencia gótica. Tiene una fachada de sillares almohadillados en la que, tanto las ventanas ajimezadas, como la Crestería, tienen una clara influencia gótica.

La Iglesia parroquial de Santa María, gótica del s XVI, conserva un lienzo de José Ribera. En sus plazas y calles podemos encontrar casas blasonadas  y numerosas ejemplos de arquitectura popular como galerías y balcones con vigas de madera.

Comemos en un restaurante de Cogolludo un menú de 10 euros que nos ponemos las botas, todo riquísimo.

Jadraque tiene en la Plaza Mayor el Ayuntamiento y la Casa de la Inquisición del s XVII. En la calle Mayor está el Palacio de los Verdugos, donde residió Jovellanos y Goya. Dominando la villa se alza el castillo llamado “del Cid”, construido en 1489 por el cardenal Pedro González de Mendoza.

Antes de llegar a Guadalajara donde tenemos el alojamiento en el Hotel España, pasamos por Brihuega.

Es una importante villa alcarreña, su privilegiada situación en la vega del Tajuña favoreció el asentamiento primero de los celtiberos y de los romanos después. El nombre parece que viene de Briga, que podría traducirse como lugar fuerte o amurallado.

En la alta Edad Media aparece con el nombre de Brioca y, según las crónicas históricas, en tiempos de la dominación árabe fue villa muy poblada. El rey de Castilla inició la conquista de Toledo y Guadalajara por el año 1085.

Brihuega jugó también un papel decisivo durante la guerra de Sucesión, que enfrentó a las casas de Austria y de Borbón y supuso para toda la provincia un cúmulo de calamidades, originadas por el vandalismo de las tropas del archiduque, que saquearon e incendiaron numerosas poblaciones, entre ellas la propia capital.  El descalabro producido por esta guerra, con la hambruna y el despoblamiento consiguientes, sumió a esta población en una profunda crisis económica, de la que tardaría mucho tiempo en salir. Sería necesario esperar al reinado de Carlos III, quien mandó construir la Real Fábrica de Paños, una iniciativa que hizo posible el resurgimiento demográfico y económico de la villa.

Actualmente el municipio de Brihuega que incluye otras trece villas y aldeas, destaca por la industria textil y la construcción.

Entramos por la puerta de la Cadena, resto de la muralla que rodeaba la villa medieval. El itinerario baja por la homónima calle a la Fuente de los Doce Caños, en la plaza de Herradores, sigue por la calle de Armas mostrando la renacentista casa de los Gómez, y por los soportales de la calle Mayor, donde se encuentran el Ayuntamiento, la antigua cárcel, y las enigmáticas cuevas de árabes utilizadas como vía de escape y almacén de víveres.

En el castillo de Peña Bermeja destacan los fuertes muros y la gran capilla de estilo gótico cisterciense, decorada con elementos mudéjares. La iglesia de Santa María de la Peña, templo mayor de la villa, fue construido en las postrimerías del románico (S XIII), y posee una portada de doble arco y atrio porticado.

En Villaviciosa de Tajuña, a unos 5 km al norte de Brihuega están los campos de lavanda. En este mes están preciosos, el olor es espectacular, penetrante y los colores son maravillosos. Hay mucha gente que se ha animado a verlos, ya que es un disfrute, los olores, colores, la simetría de los campos.

En Guadalajara tenemos reservado el hotel España y está a pocos metros del Palacio del Infantado. No tiene parking, pero al lado hay zona azul que a la hora que llegamos no se paga.

La habitación es pequeña y el baño mucho más, pero compensa la ubicación, además en recepción son muy amables. Nos cuesta 34 euros sin desayuno.

Como hemos comido bastante tarde y muy bien, nos tomamos unas cervezas con su tapita y ya nos volvemos al hotel a descansar.

Hemos hecho 254 km

DÍA 3 9-7-2020  Jueves

GUADALAJARA – ALCALÁ DE HENARES

Vamos a desayunar a la plaza del Jardincillo, donde hay una chocolatería y no nos podemos resistir a tomar un chocolate con churros!!!!!. No es muy sano, pero un día es un día. Nos cuesta los dos 5 euros. Visitamos el Palacio de Dávalos, el Ayuntamiento, la Iglesia de San Nicolás, Puerta de Bejanque, la Concatedral de Santa María, el Convento de San José, el Convento de la Piedad y por último al Palacio del Infantado.

En la Plaza Mayor se alza el Ayuntamiento de fachada ecléctica y campanario de hierro forjado. La casa Palacio de Dávalos, con fachada renacentista, gran patio central de dos alturas y estancias con artesonados de inspiración mudéjar. Acoge a la biblioteca pública.

La Concatedral de Santa María se remonta a una mezquita del s XIII, de la que conserva dos puertas de ladrillo con arcos de herradura apuntados y el minarete transformado en torre.

Una cosa que tiene Guadalajara son muchas iglesias, si te gusta el tema, vas a disfrutar muchísimo.

El Palacio del Infantado, se construyó a finales del s XV, cuando el gótico se hace flamígero y parece que no hay dudas de que fuera su arquitecto Juan Guas. Fue don Iñigo López de Mendoza, segundo duque del Infantado, quien mandó hacer la obra. A simple vista el elemento más llamativo es su fachada delantera de piedra tallada en punta de diamante, coronada por la galería de dobles y etéreas ventanas geminadas, que ofrecen un contrapunto sin igual a la solidez del muro. Efecto al que también contribuye la portada gótica, rematada por el escudo de los Mendoza sostenido por dos gigantes barbudos. En el interior se distribuyen las estancias alrededor del Patio de los Leones, de doble galería gótica con estéticos arcos rebajados de tres centros. El piso superior con retorcidas columnas helicoidales y relieves de mitológicos grifos, y el inferior con sencillas columnas dóricas y relieves de leones enfrentados que dan nombre al patio. El Museo de Guadalajara fue instalado en la planta baja del Infantado, acogiendo exposiciones temporales junto a tres secciones permanentes. La entrada es gratuita, es pequeño, pero el patio de los Leones es espectacular.

En el costado derecho del Infantado una doble galería realza un amplio jardín, elevado cual balcón sobre el pentagonal Torreón de Alvar Fáñez del s XIV, solitario resto de la muralla que defendiera la villa medieval.

Hay varias cosas que nos han recomendado, pero solo abren los viernes, sábado y domingo, con lo que mañana volveremos a visitarlo. Las visitas guiadas, a las cuales nos hemos aficionado, nada más las hacen los sábados y domingos, es una pena.

En 30 minutos llegamos a Alcalá de Henares, en el alojamiento nos dijeron donde se aparcaba, ya que en las cercanías del alojamiento todo es peatonal. Es un parking enorme, gratuito, al lado del Palacio Arzobispal. Su exterior muestra la riqueza y el poder de los arzobispos de Toledo en la ciudad. Fachada renacentista de Covarrubias. Actual sede del Obispado de Alcalá de Henares. Fue escenario de la primera entrevista entre Cristóbal Colón e Isabel la Católica.

Como es pronto, dejamos todo en el coche y nos vamos a descubrir esta bonita ciudad universitaria. En la misma calle donde se entra al parking está el Centro de Alcalá medieval, donde una chica muy amable, nos explica lo que hay que visitar en esta población. Para evitar contagios todo el mundo va con mascarilla. Se lo toman mucho más en serio que en otros sitios que hemos estado. Hay un bidi, va muy bien, pues lo tienes todo en el móvil, aunque a nosotros nos gustan los mapas en papel.

Muy cerca está la oficina de turismo, donde nos dan el mapa y nos informan de las visitas que se pueden hacer, las gratuitas y las que no.

Reservamos una visita guiada a la población que sale de la Plaza de Cervantes desde la Oficina de turismo, que es gratuita.

A las 13:00 hay una visita guiada a la Universidad, cuesta 6 euros por persona y te explican la portada, visitas la capilla y el salón donde los reyes entregan el premio Cervantes cada año.

También se le llama Colegio Mayor de San Ildefonso, es el mejor conjunto universitario del Renacimiento en Europa. La fundación de la Universidad por el Cardenal Cisneros en 1499 significó el inicio de una nueva etapa cultural y social en España. Su famosa fachada, construida por Rodrigo Gil de Hontañón entre los años 1537 y 1553, es un autentico derroche de arte y belleza. En el interior, los patios universitarios, el de Santo Tomás de Villanueva, el de Continuos, el de Filósofos y el del Colegio Trilingüe. Formando parte del conjunto, la grandiosidad de la Capilla Universitaria de San Ildefonso, que conserva el sepulcro de mármol de Carrara de Cisneros. Todos los estudiantes en esta universidad pueden casarse en esta capilla.

El cardenal dejó escrito que quería una tumba sencilla, justo lo contrario de lo que le hicieron, un principesco sepulcro, pero que no contiene sus restos.

El Paraninfo, con sus yeserías y su artesonada mudéjar, escenario de la entrega de todos los años del Premio Cervantes de Literatura. Nos comenta la guía que el estudiante que se presentaba a los exámenes para el doctorado  en este Paraninfo, estaba acompañado por la familia, profesores, compañeros etc. Había dos profesores que le hacían preguntas y si fallaba más de 5 de las 80 que le hacían sobre cualquier tema, suspendía. En ese caso, salía por una puerta donde le ponían las orejas de burro y la gente les tiraba frutas, huevos etc.

En caso de aprobar, salía por la puerta principal y tenía que invitar a todo el pueblo a unas fiestas que duraban 3 días donde se les tenía que dar comida, bebida, espectáculos etc.

Como es normal, había estudiantes que no podían sufragar todo esto, con lo que se presentaban a los exámenes durante la cuaresma ya que estaban prohibidos todos los festejos.

Se les daba becas a los estudiantes que no tenían recursos, pero si vivían en Alcalá, no se podían presentar a estas becas. Los estudiantes pobres trabajaban en la cocina o en las tareas en la cuales se les necesitaba. La palabra empollones, viene de que una de sus tareas era calentar el asiento donde iría el estudiante rico al cual ayudaba.

Los alumnos ricos, hacían fiestas y los pobres se colaban en ellas donde no pagaban nada. Como llevaban unos gorros grandes que los diferenciaban, de aquí viene la palabra gorrones.

La visita es muy recomendable, la chica que la hace es una profesional que dramatiza las explicaciones de forma teatral.

En la Plaza de Cervantes se encuentra el Corral de Comedias, el más antiguo de España conservado y magníficamente restaurado.

La calle Mayor, donde tenemos el alojamiento, es la más larga de España soportalada. Eje de una antigua judería, en ella se encuentran edificaciones construidas entre los s XV y XIX. Destaca el Museo Casa Natal de Cervantes y el Hospital de Antezana.

La casa natal es del s XVI, pertenecientes a la familia de Cervantes, donde nació el autor del Quijote en 1547. En torno a un bello patio de columnas renacentistas se distribuyen las estancias tradicionales de una casa española de la época, cocina, comedor, sala de labor, estado de las damas, sala de aparato etc. Tiene una magnífica colección de muebles de época y de ediciones cervantinas. En el museo se conserva una de las mejores colecciones de ediciones del Quijote en diferentes lenguas. Es gratuito y cierra a las 7 de la tarde.

El Hospital de Antezana fue fundado en 1483 por Luis de Antezana en lo que su palacio del s XV, se ha conservado en funcionamiento desde su fundación hasta nuestros días. Bellísimo patio popular de tradición mudéjar. Según la tradición en este hospital trabajó como cirujano sangrador Rodrigo de Cervantes, padre del escritor. En este hospital vivió y trabajó durante su época de estudiante en Alcalá, San Ignacio de Loyola.

El alojamiento lo tenemos en Casa de Huéspedes Vecino de Cervantes. Lo acaban de abrir y está todo muy nuevo y bien decorado. Nos cuesta 35 euros. El nombre es muy adecuado pues la casa de Cervantes se encuentra enfrente misma de la casa.

Descansamos un rato y después nos vamos a ver la Catedral – Magistral de los Santos Justo y Pastor, junto con la iglesia de San Pedro en Lovaina, es la única en el mundo que posee el titulo de magistral, categoría que obligó a que todos sus canónigos fueran, desde tiempos de Cisneros, maestros de la Universidad de Alcalá. Obra del gótico tardío, se edificó sobre la tumba de los santos Justo y Pastor, martirizados en este mismo lugar en el año 305.

A las 7 nos acercamos a la oficina de turismo que hay en la Plaza Cervantes y la guía nos va llevando por los lugares más representativos de la villa y nos explica cosas muy interesantes. Con la situación del Covid, hay que mirar por internet los horarios y los días ya que cambian continuamente. Hay varias posibilidades, con lo que si hay tiempo vale la pena hacer varias de las visitas.

Al finalizar nos vamos a un bar llamado Indalo que nos ha recomendado nuestro casero. Una jarra de medio litro con una tapa súper completa te cuesta 3,5 euros. Las tapas pueden ser una hamburguesa, huevos fritos con jamón, croquetas, pizza, etc. Está a tope, en cambio al lado hay otro muy bonito, llamado Boscos, que está vacío.

Hemos hecho 30 km

DÍA 4 10-7-2020  Viernes

ALCALÁ DE HENARES – GUADALAJARA – MONASTERIO DE SAN BARTOLOME – PASTRANA – CUENCA

En esta casa de huéspedes no entra desayuno, pero son muy amables y puedes hacerte café o infusión y dejan una bandeja de bollería, con lo que desayunas súper bien sin tener que moverte del alojamiento.

Hoy volvemos a Guadalajara ya que ayer estaban cerradas varias atracciones que son de lo mejor de la ciudad. No es problema ya que son 30 minutos de nada en coche.

Aparcamos y la primera visita es el Palacio de la Cotilla. Está ubicado en la plaza del mismo nombre data del s XVI, según revela su portada blasonada y el patio central trazado por Lorenzo Vázquez.

A finales del s XIX, los marqueses de Villamejor dieron a su palacio un toque oriental siguiendo las modas decorativas que imperaban entonces en Europa.

En su interior destaca el Salón Chino, decorado con papel de arroz, cuya rareza en España le otorga un valor excepcional y las salas dedicadas al dramaturgo Antonio Buero Vallejo y al escultor José de Creeft.

La guía nos acompaña al Salón Chino que es espectacular, nunca habíamos visto nada similar. Nos explica la historia que explica el papel y es muy interesante todas las explicaciones que nos hace.

Compramos por 3 € la Guadalajara Card que permite visitar 5 atracciones, el mencionado Palacio de Cotilla, la Capilla de Luis de Lucena, el Torreón del Alamín, el Torreón de Alvar Fáñez y la Iglesia de San Francisco y cripta.

En la cuesta de San Miguel se encuentra uno de los edificios más interesantes de Guadalajara: la capilla funeraria de Nuestra Señora de los Ángeles. Este oratorio, adosado en origen a la desaparecida iglesia de San Miguel, fue proyectado por Luis de Lucena, un humanista alcarreño al servicio del Vaticano y contertulio de los más importantes intelectuales y artistas de la Roma del Cinquecento, incluido el gran Miguel Ángel.

En el exterior exhibe un formidable aspecto, como si de una fortaleza se tratara, articulado por cubos de carácter defensivo, estos contrafuertes remiten a las Torres de la Sabiduría que flanqueaban el legendario Templo de Salomón en Jerusalén. En el interior destacan los frescos que pintara Rómulo Cincinato y la exposición de piezas de monumentos antiguos de la ciudad.

El siguiente monumento es el Torreón del Alamín. Se llega desde la Concatedral de Santa María, por el callejón de Salazaras, se accede a la torre y al puente del Alamín, erigido en el s XIII por la infanta doña Isabel, hija de Sancho IV y señora de Guadalajara, junto a su hermana Beatriz, de ahí el nombre del “puente de las infantas”.

Este torreón fue erigido para defensa del portillo que permitía el acceso al vado sobre el barranco del Alamín, y, una vez perdida su condición militar, transformado en hospital para pobres y transeúntes. Desde hace años es Centro de Interpretación de la ciudad medieval y sus murallas defensivas. La chica que está en el torreón es un encanto y nos explica un poco la historia del torreón y luego seguimos hablando de un montón de cosas.

Pasamos por la Puerta de Bejanque, un gran arco de ladrillo sobre pilastras de mampostería que constituyen un importante monumento arqueológico para la ciudad. Es otro resto más de las murallas que ceñían la ciudad desde finales del s XIV para defensa y salvaguarda de la población y de sus gentes.

Muy cerca se encuentra el Fuerte de San Francisco y Cripta. Una vez finalizada su etapa como fuerte militar, este histórico monasterio franciscano ha recuperado todo su esplendor gracias a la reciente rehabilitación llevada a cabo. La iglesia conventual es un magnífico ejemplo de la arquitectura gótica del reinado de los Reyes Católicos, fue trazada por Juan Guas y financiada por el Marqués de Santillana y el Gran General Mendoza, su hijo. Bajo la capilla mayor se ubica el panteón de los Infantado, erigido a finales del s XVII a imitación del Real que existe en el monasterio del Escorial, según la voluntad del decimo duque para mayor gloria de la principal estirpe mendocina.

Más tarde veremos en Pastrana en la Colegiata, algunos de los ataúdes de ese Panteón.

Nos quedaría visitar el Torreón de Alvar Fáñez, que se encuentra en la parte posterior de los jardines del Infantado, hacia el parte de la Huerta de San Antonio. Lo han convertido en Centro de Interpretación del escudo de armas de la ciudad. El nombre de este torreón recuerda la leyenda de la reconquista de Guadalajara por Alvar Fáñez de Minaya en 1085. Esta torre pentagonal, erigida a comienzos del s XIV, fue nombrada durante siglos como puerta de la Feria o del Cristo de la Feria por permitir la comunicación con el recinto donde se celebraban aquellos eventos comerciales.

Cogemos el coche y a pocos kilómetros se encuentra el Monasterio de San Bartolomé, el problema es que cierra a las 14 horas y llegamos más tarde.

Fue fundado por la Orden de los Jerónimos en 1370, cercano al pueblo de Lupiana. Es uno de los edificios platerescos más importantes del país, debido a Alonso de Covarrubias. Es un conjunto de monasterio, iglesia conventual y jardines románticos, de propiedad privada, pero que se puede visitar. Tiene dos claustros, uno gótico y otro principal, trazado por Covarrubias y construido por el maestro cantero Hernando de la Sierra en 1535. Es de dos alturas y en uno de sus lados presenta tres por un añadido.  Habrá que volver para comprobar toda esta información.

Llegamos a  Pastrana, de trazado y ambiente medieval, declarada conjunto histórico, con importantes monumentos, densa historia y estupenda miel, cerca de la zona  de los embalses de Guadalajara. Fue fundada en el s XIII por la Orden de Calatrava, a quien perteneció hasta ser vendida por la Corona a doña Ana de la Cerda, abuela de la princesa de Éboli. Esta familia le dio gran impulso económico fomentando la creación de industrias, fundamentalmente de la seda, para cuya elaboración trajeron expertos moriscos, portugueses y maestros flamencos.

Esta población está unida a la figura legendaria de Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli, de gran belleza a pesar de su ojo tuerto que aparece tapado con un parche en el retrato que le hizo Sánchez Coello.

Vamos a comer un menú por 11 euros que no está mal, pero no se puede comparar a otros que hemos comido.

A las 17:30 se puede visitar la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción que es el edificio más importante de Pastrana. Edificada en estilo gótico por la Orden de Calatrava en el s XIV, posteriormente se le añade la consabida portada gótica del norte en el s XV, a la postre el elemento exterior más llamativo, y amplían al gusto renacentista en el s XVII las naves y el crucero por Pedro González de Mendoza, hijo de los primeros duques de Pastrana.

La entrada cuesta 5 euros por persona y es una visita guiada que hace el sacerdote de la Colegiata. En lo que fue sala capitular se ha instalado el Museo Parroquial con magníficos tapices flamencos del s XV tejidos por Grenier sobre dibujos del Nuño Gonçalvez. Hay 4 de más de 11 m de largo cada uno, unos 50 metros cuadrados de tapiz cada uno. Nos comenta el cura que se tardaba unos 7 años en hacer cada uno de los tapices. Explica la historia de unas guerras de reyes portugueses contra los infieles y mucho más. Vale mucho la pena la visita ya que el sacerdote explica todo muy bien, dura más de una hora la visita, pero no se hace nada pesada.

En la plaza consistorial también se levanta el Ayuntamiento, mitad ladrillo mitad piedra, y el espigado torreón de la casa de los Canónigos.

Entre ambos se ha de pasar para llegar a la Plaza de los Cuatro Caños, antigua plaza mayor, mercado, centro de reunión social que continua rezumando animación bajo el barboteo de la artística fuente de los cuatro caños del s XVI, prolongación bucal de sendos, enigmáticos y diferentes rostros humanos esculpidos en relieve.

De la plaza de la fuente parte la Calle de la Palma, bonito ejemplo de arquitectura popular sombreado por voladizos aleros y el esplendor de la que fuera calle mayor en época medieval. Hecho constatable en las casonas que la jalonan, como la casa de la Inquisición bajo el escudo inquisitorial, la Casa del Caballero Calatravo con su portada de medio punto, la supuesta sinagoga de paredes cada vez más sobresalientes y detalles ornamentales grabados en estuco, entre los que aparece la estrella de David, y la fachada renacentista del antiguo palacio de los Burgos.

Llegamos a la casa del Deán, palacio del s XVI, construido como residencia para el presidente del cabildo colegial.

La plaza de la Hora es el epicentro social y turístico de la villa. Antaño protagonista de desfiles militares y principescos, esta rectangular plaza de armas se proyectó para contemplar en toda su extensión el Palacio Ducal, casa fuerte del s XVI de estructura renacentista y adusto clasicismo, que responde al proyecto original de Covarrubias con planta rectangular, torreones esquineros y patio interior. Destaca más por su desnuda enormidad que por su portada plateresca, flanqueada por sencillas columnas corintias y rematadas por el escudo ducal. En el interior está la oficina de turismo donde nos dan un mapa para orientarnos y que podamos visitar todo lo importante. No se puede visitar, pero una de las habitaciones es donde estuvo retenida once largos años y murió la Princesa de Éboli. Durante todo el cautiverio tan solo le estuvo permitido salir una hora al día al enrejado balcón de su aposento, para asomarse a la plaza que acabó llamándose de la Hora por tan fugaces apariciones.

Seguimos sin parar hasta Cuenca a nuestro hotel que no está en el centro, se llama Torremangana y nos cuesta dos noches 112 €.

Es un hotel de 4 estrellas y la habitación está muy bien, la han remodelado hace poco y nos sentimos muy a gusto en ella.

Como es tarde y estamos cansados no vamos a visitar nada de la ciudad. Nos sentamos en una terracita que hay al lado del hotel y nos tomamos unas cervecitas con su tapa.

DÍA 5 11-7-2020   Sábado

CUENCA

La oficina de turismo está justo al lado de la plaza Mayor de Cuenca y una chica encantadora nos da un montón de información y mapas que nos irán muy bien.

La Plaza Mayor está dominada por la fachada principal del templo catedralicio y a ella se asoma también el ayuntamiento y el convento de las Petras. Tuvo otros nombres anteriores como Plaza de Santa María, por la advocación de la catedral, plaza del mercado a partir de 1458, plaza del Rollo, porque aquí se trasladó la picota a principios del s XVI y otros más.

Los conquenses la han llamado Plaza Mayor desde 1528, que fue cuando se derribaron algunas manzanas del barrio medieval. Se hacían ferias, toros, autos de fe, juegos de cucañas, ejecuciones públicas etc.

Cerrando al sur de la plaza está el Ayuntamiento, que fue construido en el s XVIII. Sus dos pisos, coronados con escudo, se alzan sobre una triple arcada de medio punto formando un conjunto típico del barroco. Al norte de la plaza está el Convento de las Petras, que es como se conoce el monasterio de las monjas de San Pedro y San Lorenzo.

Desayunamos en la plaza Mayor, pero no acertamos, nos cuesta 5 euros y no lo vale lo que pedimos. La catedral está en la misma plaza mayor y es espectacular. La entrada cuesta 5 euros por persona, pero creemos que los vale. Hay un  QR en la entrada y con el móvil vas pasando de capilla en capilla y te va explicando exhaustivamente todo lo que ves.

La catedral se empezó a construir entre los años 1182 y 1189, posiblemente sobre la mezquita mayor de la época musulmana, y quedó terminada a principios del s XIII, la cabecera, el cuerpo de encuentro y los brazos del crucero.

Luego durante el paso de los años ha ido modificándose, ya que por ejemplo tuvo 2 torres gemelas en estilo gótico, pero perdió dos por caída de rayos.

El interior es alucinante, es muy interesante la solución arquitectónica dada para la transmisión de fuerzas de las bóvedas a los arbotantes en los elementos construidos tras los pilares. Desde aquí se observa la distribución general del interior del templo, desde la entrada hasta el crucero tiene tres naves y a partir de este  cinco, que terminaban en otros tantos ábsides que sucumbieron al hacerse la doble girola.

Las capillas empezando por la derecha nos encontramos la capilla del Pilar, la de los Apóstoles, sigue la capilla bautismal, la del Obispo, el altar de Santa Ana.

En el crucero podemos visitar el coro, la reja es del maestro forjador conquense Hernando de Arenas y es la mejor obra conocida que salió de su taller. Es muy bonito el torneado de los barrotes, el calado de los dos frisos y la bella crestería con motivos de candelabros, simbólicos delfines y escudo cardenalicio. La sillería de nogal es obra de 1753 y tiene 53 relieves tallados por Manuel Gassó que representan imágenes de santos. Los dos órganos barrocos son una restauración de lo poco que quedó de los anteriores, destruidos por un incendio en 1767.

El altar mayor tiene esculturas talladas en mármol de Carrara, pero lo más sorprendente es la monumental reja forjada en el estilo del gótico al renacimiento.

La girola o deambulatorio está proyectada según la catedral de Toledo y las capillas se construyeron a la vez para poder pagar las obras totales con su venta.

Las capillas de la girola son la  capilla de San Martin, altares de San Fabián y San Sebastián, el altar de Nuestra Señora del Alba, el altar de San José, la capilla de la Virgen del Sagrario.

Se llega a la sacristía mayor, transición del gótico al plateresco. Está profusamente decorada, en su origen tenia ventanales góticos, que fueron suprimidos para colocar la cajonería en el  s XVIII.

De la sacristía se pasa a continuación a la sala capitular, con unas maravillosas puertas talladas en madera, atribuidas a Berruguete.

Hay muchas más capillas con lo que hay que dedicar al menos 2 horas para apreciar todo lo que nos ofrece la catedral. Mención aparte se merecen las vidrieras, solo se conservan cinco de las antiguas, cuatro filtran la luz en la capilla de los Caballeros desde finales del Medievo. Y la quinta forma parte del rosetón que corona el arco de Jamete y fue realizada a mediados del s XVI por Giraldo de Holanda.

El proyecto de instalación de vidrieras contemporáneas se ejecutó a principios de los años 90 y para ello se contó con la colaboración de un grupo de artistas relacionados con la ciudad y con el Museo de Arte Abstracto.

El Arco de Jamete es la obra más interesante de la catedral. Es la portada que da paso al claustro de la Catedral y su nombre viene del autor, Esteban Jamet de Orleans. Es su obra más importante y en ella se combinan las dos influencias que tuvo de Covarrubias y de Siloé.

Se compone el conjunto de un gran arco de entrada, una especie de zaguán y la portada propia de claustro. La portada del claustro tiene dos puertas separadas por un mainel decorado con un Ecce Homo, sobre el que destaca como elemento de equilibrio el rectángulo horizontal del entablamento adornado con escudos, grutescos y guirnaldas, y sobre este, los relieves de la Adoración de los Reyes.

El claustro gótico de la catedral conquense fue remodelado en 1564, es un espacio sobrio y monumental, de inspiración herreriana, que conforma un cuadrado casi perfecto.

El museo Diocesano no lo visitamos, está justo al lado, pero hemos acabado tan llenos de belleza que necesitamos un descanso.

Ahora vamos a ver las Casas Colgadas por la calle Obispo Valero y llegamos a la plaza de la Ciudad de Ronda en la que se alzan las fachadas de las Casas Colgadas, de las que se ve la estampa pintoresca desde el puente de Hierro. Han dado a Cuenca su emblema turístico, pero son bastante modernas.

Estas casas reciben los nombres de Casa de la Sirena, la ocupada por el Mesón, y Casa del Rey, la que acoge el Museo de Arte Abstracto. Ambas viviendas fueron adquiridas por el Ayuntamiento de Cuenca, ya que estaban a punto de derruirse. La estructura es de viguería de pino que sostiene la mampostería y el yeso de la obra, y su estilo corresponde a gótico popular.

La panorámica de los rascacielos del barrio de San Martin, que se extiende desde la Plaza Mayor hasta el rio Huécar. Estos rascacielos tienen sus entradas por la calle Alfonso VIII donde alcanzan cuatro alturas y se asientan en solares estrechos y alargados. Son en estas fachadas sobre el Huécar donde las casas alcanzan alturas de diez pisos y donde la diferencia de estas hace que desde los portales las casas tengan escaleras hacia arriba y hacia abajo. Están construidas con vigas de madera que afloran en los revocos y obra de cal y canto, de huecos irregulares, cuerpos salientes, y fueron levantadas cuando Cuenca adquiere su apogeo económico y se concentra alrededor de la Plaza Mayor.

Bajamos por un pasadizo abierto en la roca para salir al puente de hierro, o de San Pablo, sobre el Huécar, que es en realidad una pasarela construida  en 1902, en el lugar del antiguo puente. El antiguo se derrumbó en dos ocasiones en 1786 y en 1895.

Desde el centro del puente hay muy buenas vistas de la ciudad y hay mucha gente haciendo selfies ya que quedan bien.

Al otro lado del puente se alza el convento de San Pablo, convertido en Parador de Turismo. Fue fundado en 1523 para los Dominicos y de la construcción inicial queda la iglesia de planta de cruz latina con una cubierta de tracería gótica. La portada es lo más interesante de la obra, de estilo barroco churrigueresco, fue levantada en el s XVIII con dos grandes columnas jónicas enmarcando la puerta, y en el cuerpo alto, entre dos jarrones, el escudo de la Inquisición.

De aquí subimos hasta el Castillo, levantado en la parte más estrecha de la plataforma rocosa entre las dos hoces. En este lugar estuvo el primitivo castillo árabe conquistado por Alfonso VIII en el s XII, que fue reconstruido más tarde, derruido en gran parte por mandato de los Reyes Católicos y volado después por las tropas francesas en 1812. De todo ello solo queda un torreón, dos cubos, un trozo de lienzo de la muralla y la puerta llamada de Bezudo, restaurada en el s XVI con arco de medio punto, que era la de entrada a la ciudad.

La parte alta del castillo ha sido rehabilitada como mirador que permite asomarse a las dos hoces y contemplar la insólita geometría de tejas y tejados que se extiende a sus pies.

Unido a la fortaleza se encuentra el edificio que fue sede de la Inquisición.

Bajamos por la calle del Trabuco, donde hay un montón de conventos e iglesias. Vamos volviendo al hotel y pasamos por una zona de Cuenca, donde los vecinos han pintado las casas de colores de gris, amarillo, naranja, siena, blanco, azul, todas con ligeros matices, gradaciones y donde se ven mejor es en la calle de los Tintes, en Alfonso VIII, en General santa Coloma, en Pilares y en la Plaza Mayor.

Hay un restaurante donde comemos algo, ya que con tanto calor, mucha hambre no tenemos, pero sed mucha.

Después de la siesta vamos a pasear por la Ronda del Júcar, donde está el Museo Casa-Palacio que ocupa el edificio donde estaba la llamada casa Gris. Es un espacio multicultural que acoge una sala de exposiciones temporales, un gastrobar y un espacio para la representación de cortos o piezas de microteatro.

Llegamos a la plaza Mangana, donde está el monumento a la Constitución realizado por el artista conquense Gustavo Torner. La Torre Mangana se alza en la amplia explanada donde estuvo el alcázar árabe y en el s XIII se ubicaba en la antigua sinagoga y la judería, que más tarde fue ocupada por los cristianos convirtiéndose la sinagoga en la parroquia de Santa María y la judería, en el barrio  del Alcázar. Ahora esta plaza, convertida en yacimiento arqueológico, donde se pueden ver los restos de la sinagoga y otros restos medievales.

En el transcurso de las excavaciones fue descubierto un tesoro formado por 247 monedas de oro y una de bronce, que se encontraba dentro de una jarra de cerámica. Más tarde lo veremos en el Museo de Cuenca.

La Torre Mangana parece ser que fue un minarete del alcázar árabe, pero ha sido muy modificada a lo largo del tiempo. Se le colocó un reloj procedente de la catedral y parece ser que antes hubo otro, al que se llamaba mangana aludiendo a la magia de su funcionamiento.

Vamos a visitar el Museo de Cuenca, gratuito, está frente al Museo Diocesano. El museo abrió las puertas en 1974. Está instalado en un edificio del s XIV del que todavía se conservan algunos restos. Cuenta con tres secciones, Arqueología, Bellas Artes y Etnología.

En la planta baja se exhiben materiales del Neolítico y piezas correspondientes a la Edad del Bronce y del Hierro.

La primera planta está dedicada a la arqueología romana. Se exhiben restos procedentes de los importantes yacimientos de Segóbriga, Valeria y Ercávica.

En la segunda planta se exponen restos visigodos, mozárabes e hispanorromanos.

Bajamos hasta el rio donde hay un paseo muy agradable. La ronda del Júcar, el camino de vigilancia que recorría el límite de la ciudad al oeste, sobre los acantilados que servían como muralla natural. En su extremo superior acumula espectadores balconadas sobre la hoz al pie de las casas de la calle del Trabuco desde lo que se contempla el otro lado del cañón del Júcar y los Ojos de Cuenca, dos calveros en la ladera opuesta que parecen mirar a la ciudad.

Volvemos a la zona de nuestro hotel y con unas cañas ya estamos cenados.

No cogemos el coche, pero andamos  15 km por la ciudad.

DÍA 6 12-7-2020   Domingo

CUENCA – VENTANO DEL DIABLO – CIUDAD ENCANTADA – TRAGACETE – NACIMIENTO DEL RIO CUERVO – PRIEGO – CUENCA

Hoy vamos a dar un paseo por los alrededores de Cuenca. La primera visita es el Ventano del Diablo, tiene unas vistas preciosas sobre el rio y nos sobrevuelan rapaces, creemos que águila real, majestuosa, enorme.

Llegamos al cabo de unos km a la Ciudad Encantada. La entrada cuesta 5 euros por persona, pero si quieres la visita guiada son 6 euros. La compramos con visita, pero Pablo, nuestro guía, es muy simpático, pero no explica nada interesante. Hay unos paneles delante de cada estructura, donde explican porque se llaman la roca de la tortuga, oso, foca etc. Además hay curiosidades como películas que han sido rodadas aquí, o nociones de flora  o fauna.

Ya habíamos estado hace 32 años, pero nos gusta volverlo a visitar. De aquí vamos al nacimiento del rio Cuervo, pero antes  pasamos por Tragacete donde está el nacimiento del rio Júcar y la cascada del molino de la Chorrera.

El acceso al nacimiento del rio Cuervo se puede hacer a través de 3 itinerarios: el Sendero del rio Cuervo, recorrido circular de una longitud total aproximada de 1.5 km, el sendero de la Turbera, que comienza unos 150 m antes del nacimiento y recorre unos 1500 m, atravesando una turbera calcárea y finalizando en el inicio de los senderos, y el Sendero del Pinar, itinerario balizado de 11 km al que se accede a través del Sendero de la Turbera.

Está bien indicado con unos paneles que explica todo lo anterior. El día se complica porque empieza a llover y a tronar.

A 60 km se encuentra Priego que es adónde vamos. Es una villa alcarreña en las primeras estribaciones de la serranía conquense, rodeada de colinas en las que conviven las coníferas con el boj, la viña y el olivo. Tiene una importante artesanía del mimbre y alfarería. Fue entregada la villa a  Garci Gómez de Carrillo por su casamiento con doña Urraca, prima del rey  Alfonso X.

Aunque la sede de la Inquisición estaba en Cuenca capital, en Priego debió tener algunos de sus largos tentáculos en forma de comisarios, a juzgar por las varias viviendas que reciben el nombre de Casa de la Inquisición. También aparece relacionado con el siniestro tribunal el llamado Triangulo, una construcción de tres pilastras con inicio de arcos del s XVI que está en la bajada de San Roque.

La casa de los Juzgados, en la plaza de la Batalla de Lepanto, que fue la antigua cárcel en el s XVI. Todo esto lo podemos ver si partimos de la plaza de los Condes de Priego, que es un bello conjunto de edificios en donde confluyen las calles del casco histórico más antiguo.

El ayuntamiento es una construcción del s XVI con arcos entre escarzanos y de medio punto en la fachada principal. El edificio religioso de mayor interés es la Iglesia parroquial de San Nicolás de Bari. Se comienza a construir en 1531 sobre una mucho más pequeña románica.

De la antigua fortaleza de los condes sólo se conserva el torreón de Despeñaperros, situado en la linde oeste de la villa. Existe una cueva bajo el castillo llamada Cueva del Moro sobre la que hay una bella leyenda de “la mora encantada”.

Pero el verdadero patrimonio de Priego es su entorno natural: el Estrecho de Priego, por el que discurre el cauce del rio Escabas.

Comemos un menú bastante rico, nos cuesta con café 21 euros.

La oficina de turismo está abierta y una chica nos da información de este pueblo y de la zona. Una cosa que no sabíamos es que es la villa natal de Luis Ocaña. Ganó la vuelta a España en 1970 y el Tour de Francia en 1973.

Hay muchas casas blasonadas y casonas emblemáticas de la serranía.

Hemos reservado una tercera noche en el hotel, ya que estamos muy a gusto. Nos cuesta 40 euros.

Hemos hecho 223 km

DÍA 7 13-7-2020  Lunes

CUENCA – LAS TORCAS DE LOS PALANCARES – CASTILLO DE GARCIMUÑOZ – CASTILLO DE HARO – BELMONTE – MOTA DEL CUERVO – CAMPO DE CRIPTANA – ALCAZAR DE SAN JUAN – ORGAZ – TOLEDO

Hoy vamos a visitar las Torcas de los Palancares. Está a unos 30 km al este de Cuenca y no están muy visitadas estos días.

Las torcas son depresiones de perfil más o menos circular causadas por procesos kársticos que erosionan la roca caliza y culminan con el hundimiento de las capas superficiales del terreno. En ocasiones, el fondo de las torcas puede anegarse de agua, como ocurre en las llamadas lagunas de Cañada del Hoyo, en otras están cubiertas por vegetación, y, las menos, muestran su perímetro escarpado.

Tras pasar varios cruces bien indicados se llega a una cabaña de madera donde termina la carretera asfaltada. Allí mismo se hallan la Torca del Agua y el Torquete y, muy cerca, el Torcazo y la preciosa Torca del Lobo. Desde allí hay un recorrido corto y otro largo. Nosotros hacemos bastante trecho del recorrido largo. Hay señales con indicaciones, nos pone la torca dónde estamos y la siguiente a cuantos metros está.  Las que más nos gustan es la del Lobo y la de la Novia. El recorrido largo son 6 km en total.

Llegamos a Castillo de Garcimuñoz, el pueblo adoptó el nombre del castillo, propiedad del Marqués de Villena, en el que se amparó en tiempos de luchas nobiliarias. El castillo construido en el s XV sobre un alcázar árabe, tiene portada gótica y dentro del recinto se encuentra la iglesia parroquial del s XVIII, siendo lo más destacado su portada y retablo.

Está cerrado, abren de martes a domingo. Lo han reformado  y tiene algunos añadidos muy modernos que no acaban de pegar, según nuestra modesta opinión.

El castillo fue construido por el infante don Juan Manuel y reconstruido en el s XV por don Juan Pacheco, marqués de Villena.

Presenta la gran entrada en codo, a modo de retablo isabelino con barbacana, y el escudo de Enrique IV. Dentro del recinto fortificado se construyó, a finales del s XVII, la iglesia parroquial, aprovechando una de las salas del castillo e inscribiendo su torre cuadrada en uno de los cubos. Y también el convento de San Agustín, hoy propiedad privada, del que se conservan restos de su ábside y del claustro.

Han hecho rutas literarias y este pueblo está dentro de la ruta de Jorge Manrique. Las localidades de Uclés, Santa María del Campo y este pueblo se han definido como triangulo manriqueño, que tratan de mantener viva la memoria del poeta.

De camino a Belmonte, nos desviamos 2 km porque según el mapa está el Castillo de Haro. Cuando llegamos vemos que no queda demasiado.

Es la hora de comer y vamos a Belmonte a un Asador donde nos pedimos un menú del día. Está todo bastante apetecible y nos cuesta 20 euros con carajillo incluido.

Al ser lunes el castillo de Belmonte está cerrado, una pena, ya que vale mucho la pena. Cuesta 9 euros, pero tendremos que volver ya que por las fotos que hay nos sabe muy mal que esté cerrado.

A la sombra del castillo, construido por el marqués de Villena en 1456 fue haciéndose Belmonte, y hoy gran parte de su casco urbano se ajusta a los limites que debieron darle las murallas que unen la población al castillo, formando un recinto fortificado del que se conservan dos tramos en perfecto estado, así como tres puertas.

El castillo es de estilo gótico de transición al plateresco con mucha influencia mudéjar y fue restaurado en gran parte por Eugenia de Montijo. Tiene dos recintos, el primero con nueve cubos, y tres puertas: la del Campo, de origen gótico, la de Santiago o de la Beltraneja y la de Peregrinos. En el recinto interior hay 6 torres en ángulo y la del homenaje, con una puerta de acceso gótica de arco trilobulado. La galería de tres plantas en ladrillo sobre el patio de armas es parte de la reconstrucción de Eugenia de Montijo en el s XIX. En el interior se aprecian las estancias con chimeneas y buenos artesonados mudéjares.

La Iglesia colegial de San Bartolomé es de estilo gótico renacentista, de tres naves con ábside y torre cuadrada. Tiene dos portadas: la del Sol, con arco rebajado bajo otro trilobulado gótico florido, y la de los Ladrones, gótico renacentista con arcos geminados.

Muchos de los edificios civiles y religiosos de Belmonte han sido utilizados para usos diversos, pro en ellos se pueden apreciar elementos de sus antiguas funciones.

La casa Bellomonte, que, ubicada en un antiguo corral de comedias, recrea como era una vivienda en el s XV; el pósito, del s XVI, el palacio de Buenavista, convertido en hotel; el palacio de los Baillo, que es la oficina de Empleo, el convento de los jesuitas, cuyo claustro es una plaza abierta y cuya iglesia está siendo rehabilitada para acoger el teatro municipal fray Luis de León, y el Palacio del infante don Juan Manuel, construido en el s XIV, que hoy ha sido convertido en un hotel.

El convento de los Trinitarios, de origen gótico, fue reformado en el s XVII y está siendo utilizado como centro de salud.

A lo interior hay que añadir el monasterio de las monjas Concepcionistas, casa de la Inquisición y más tarde convento, y el conjunto de molinos.

Seguimos hacia Mota del Cuervo, donde se ven los molinos en el cerro que domina la población. Son en total 7, aunque aseguran las crónicas que en el s XVI llegó a haber hasta 24. Los que quedan en pie son reconstrucciones de los originales y no parecen dispuestos, como antaño, a derribar con sus aspas los nuevos sueños y quimeras que ante ellos se presenten.

Cada uno tiene un nombre y una función específica, aunque todos otean desde lo alto por donde han de discurrir los goces de la vida y las zozobras del viento. Hoy al ser lunes están cerrados.

Uno de ellos tiene registrado el nombre de Cervantes, el llamado Iraq acoge un taller alfarero y el denominado Gigante, el Museo de la Molienda, que fue inaugurado en mayo de 1999 y conserva la maquinaria necesaria para moler. Así lo hace todos los sábados y domingos por la mañana.

Llegamos al Campo de Criptana, cuyo principal atractivo son los molinos del viento. En el camino hay una barriada de casas típicas que ascienden por cuestas empinadas. Algunas de estas viviendas están excavadas en el terreno, como la casa de los Tres Cielos. Hasta los molinos se accede por la calle Fuente del Caño. La decena de ellos que quedan en pie albergan algunos museos, como los dedicados a Sara Montiel, al vino, la artesanía y los aperos de labranza.

A pocos km te encuentras Alcázar de San Juan. Su condición de cruce de caminos ha hecho que Alcázar contenga numerosos monumentos, entre ellos, los mosaicos que se conservan en el Museo Municipal, que ilustran el pasado romano de la villa; la plaza de Santa María con su torreón del Gran Prior y la iglesia de Santa María la Mayor, de origen románico; el antiguo convento de Santa Clara y las iglesias de Santa Quiteria y San Francisco.

Antes de llegar a Toledo paramos en Orgaz, en cuyo centro se encuentra el Castillo de Orgaz. Las almenas de su castillo se elevan muy por encima de las casas del pueblo en cuyo centro se enclava. Fue construido en el s XV por Pérez de Guzmán, Conde de Orgaz, cuyas armas presiden la puerta principal.

El alojamiento lo tenemos en el Hostal Sol. Descargamos el equipaje y luego vamos al Parking gratuito Safont que está a unos 500 m al lado de la Estación de Autobuses. Hay varios parkings más gratuitos pero este es el más cercano a nuestro hotel. Nos cuesta las dos noches 64,8 euros. La habitación es sencilla pero tenemos aire acondicionado y la calle no tiene salida con lo que no hay ruido. Nos encontramos muy cerca de la Puerta del Sol y de bastantes cosas visitables.

Descansamos un rato de tanto sol y cuando baja la intensidad nos vamos a descubrir un poco de Toledo. Una cosa que nos llama mucho la atención es la poca gente que hay paseando y de turistas poquísimos. Llegamos a la Catedral, espectacular, enorme y muy decorada. Está en la plaza del Ayuntamiento, donde hay una oficina de turismo.

Pasamos por el Alcázar de Toledo, que alberga por un lado el Museo del Ejército y por otro la Biblioteca de Toledo. Hay un mirador que nos brinda unas vistas impresionantes del rio Tajo.

Anochece después de las 10 de la noche y hace un calor espectacular, con lo que nos vamos al aire acondicionado del hotel.

Hemos hecho 347 km

DÍA 8 14-7-2020 Martes

TOLEDO

Hoy lo dedicamos a Toledo, que hay cositas a visitar. Vamos a desayunar a un bar de la misma calle donde estamos y nos tomamos zumo de naranja, tostadas con tomate y café, nos cuesta 2,4 euros cada uno.

La oficina de turismo nos da planos y un libro de castillos de Castilla la Mancha muy completo, que nos va muy bien para hacer las visitas. Está justo al lado de la Puerta de la Bisagra, verdadero emblema de la ciudad y conjunto donde se superponen los siglos y las culturas que pasaron por Toledo. Construida en la zona menos beneficiada por la protección natural que proporciona el cauce cortado del Tajo, la puerta de Bisagra define un enclave puramente defensivo de Toledo. Desde fuera se ve una imagen espectacular de las murallas. Con un claro antecedente romano, las murallas de Toledo completaron su trazado visigodo con Wamba en el s VIII, y después vivieron una intensa etapa de luchas entre moros y cristianos, lo que obligó a constantes reconstrucciones. Bajo los dos torreones de la puerta de Bisagra, queda aún la estructura primitiva de esta defensa, sobre cuyo nombre hay varias teorías.

La más aceptada es la que recurre a la etimología árabe Bab-shagra o puerta del campo, en relación a la sagra o tierra rojiza característica del norte de Toledo.

Es una maravilla esta puerta, un conjunto arquitectónico diseñado por Covarrubias en 1550  y construido en honor del emperador que entraba en Toledo tras aplastar la rebelión de los Comuneros de Castilla. La puerta consta de dos cuerpos unidos por paredes almenadas, que cierran un gran patio de armas. El escudo imperial del césar Carlos, tallado en piedra berroqueña sobre el arco de medio punto que preside un conjunto que se remata con un frontón sobre el que se sitúa el Ángel Custodio de la ciudad, con la espada desenvainada.

El águila bicéfala, con el toisón de oro protegiendo los reinos del imperio, enseguida se convirtió en uno de los símbolos de la capital imperial.

El remate de los torreones y chapiteles del cuerpo interior es posterior y fue diseñado por Vergara el Mozo. En el patio, además de la estatua del emperador colocada aquí en 1958, podemos encontrar azulejos e inscripciones, como la que recuerda a don Juan de Borbón, otra que explica que es una ciudad Patrimonio de la Humanidad o el texto de Cervantes que reconoce a Toledo como “gloria de España y luz de sus ciudades”.

Al ser martes hay mercadillo, con lo que no puedo resistir la tentación y estamos un buen rato buscando entre las pilas de ropa y calzado. Me compro unas cuantas cosas que están muy bien de precio.

Después de dejar todo lo comprado en el hotel pasamos por la Puerta del Sol, que es una gran torre albarrana unida por un arco al recinto defensivo de la muralla. Es un gran ejemplo de arquitectura mudéjar del s XIV, aunque su construcción primera se remonta al s XI.

Anteriormente se conocía como la de Herrería, por dar acceso al barrio de los herreros medievales, y que debe su nombre actual a unas pinturas realizadas en el interior del arco, que representan al sol y a la luna, y que acompañan al escudo de mármol que ilustra la imposición de la casulla de San Ildefonso, como recompensa por su defensa de la figura de la Virgen.

Bajo una de las ventanas de herradura se encuentran, incrustadas las figuras de dos mujeres que pertenecieron  a un sarcófago paleocristiano de mediados del s VI, así como una cabeza de una mora que se encontraba en la vecina puerta de Bab al Mardum.

Vamos a visitar la colección de arte moderno de Roberto Polo, de entrada gratuita. A nosotros el arte moderno no nos gusta demasiado, pero el edificio en sí es muy interesante pues quedan restos de cuando era mozárabe. Este Roberto Polo es una persona muy interesante, ha tenido una vida muy rica, se ha codeado con personas muy celebres, ha estado en la cárcel por fraude fiscal y ahora vive en Toledo donde  ha cedido su colección de arte, a nuestro parecer muy discutible, pero como es gratis y hace mucho calor en la calle, pues la visitamos.

Ahora ya vamos al Alcázar de Toledo. Una parte es el Museo del Ejército y la otra parte es biblioteca municipal.

Ocupado el lugar siempre con intención defensiva, por romanos y visigodos, aquí construyó su alcazaba Abderramán III en 932. De la fortaleza musulmana apenas se conserva un arco. En las capitulaciones que firman los moros con Alfonso VI, cuando el rey cristiano toma la ciudad, el Alcázar figura explícitamente entre las posiciones que deben entregar los vencidos.

Antes de que Carlos V mandara levantar una nueva construcción monumental, como símbolo de su poderío, se hicieron unas cuantas reformas en el edificio. En 1535, unos años después de haber sofocado en Toledo la rebelión de los Comuneros, Carlos V decidió convertir la amalgama de fortificaciones, unas sobre otras, en un gran alcázar  acorde con la estética del tiempo. En 1537 Alonso de Covarrubias fue elegido como arquitecto de la nueva obra. Hasta mediados del s XVII no se concluyeron las obras.

Residencia real durante muchos años, sufrió muchos avatares, hasta la destrucción casi total durante la Guerra Civil de 1936. En el exterior, la fachada oriental es la más antigua, con recuerdos del castillo que fuera en el s XIII, con Alfonso X el Sabio, mientras que la fachada norte, que alberga la puerta principal, custodiada por Recaredo y Recesvinto, guarda toda la impronta renacentista del gran proyecto de Covarrubias.

En el interior destacan el patio, presidido por la escultura de Leoni que representa a Carlos V y la gran escalera imperial.

El museo es para dedicarle más de un día, ya que es inmenso y está puesto con mucho gusto. Hay tanta información y tantas armas de todas las épocas que nos tiramos dentro hasta que nos echan porque lo cierran. Ahora es gratuito por la pandemia.

Son las cinco de la tarde y no hemos comido nada, menos mal que justo al lado hay un restaurante que no ha cerrado todavía y nos sirven el menú del día que cuesta 13 euros, pero está muy bien. Hay tantos restaurantes, hoteles y bares cerrados que da mucha pena por esos propietarios que no sabemos cómo superaran este bache. Hay poquísimos turistas, los museos están vacios, las calles también, una pena.

Nos vamos un rato al hotel a descansar y cuando baja un poco el sol, nos vamos a la parte judía de la ciudad, donde se encuentra la casa del Greco  y muchas más cosas.

El Paseo extramuros rodea las fortificaciones de esta zona, a la izquierda hasta el Puente de San Martin, el otro gran paso histórico sobre el Tajo. Construido a principios del s XIII, después de que las inundaciones de 1203 se llevaran el puente primitivo.

Forma parte de la mitología de la ciudad el caso del arquitecto encargado de su remodelación, su mujer lo vio muy preocupado y al final le contó que tenía miedo que cuando se quitaran los andamios, el puente colapsara por un error en los cálculos. La mujer aprovechó una noche de tormenta para prender fuego al puente y fingir así un incendio provocado por un rayo.

A esta mujer los remordimientos no la dejaban vivir y fue a confesarse con el arzobispo que la perdonó y se hizo de nuevo el puente.

El puente actual tiene cinco arcos elevados y una altura de 30 m. Dos torreones delimitan su longitud. El que mira a la ciudad luce balconcillo y una imagen de la Virgen del Sagrario. El otro se abre sobre el Camino de los Montes.

Hay unos chicos en el puente que han salido para hacerse fotos, dando saltos al lado del precipicio que lleva al rio. Todo vale cuando quieres salir en Instagram.

Antes de volver al hotel, nos sentamos un rato en la plaza Zocodover, centro de la ciudad que mantiene el nombre árabe del “mercado de animales” que fue durante siglos. La capilla del Cristo de la Sangre, parecen evocar aquí, de nuevo, la leyenda del Cristo Visigodo ultrajado por los judíos. El origen de la plaza, sin embargo, es muy anterior, ya que tras la conquista de la ciudad por parte de los romanos aquí se estableció el límite  entre el palacio del gobernador y el sometido pueblo carpetano, con el arco de la Sangre como punto de conexión, utilizándose ya en aquel momento como mercado.

La plaza fue desde antiguo lugar de actos de fe, juegos populares, representaciones teatrales y corridas de toros. Estuvo el mesón de los Perdidos, donde se guardaban las bestias que habían extraviado sus amos, o el clavicote, lugar de exposición de los fallecidos en el hospital sin dejar familiares.

Existen noticias de la existencia de soportales, utilizados por los artesanos para instalar allí sus tiendas, de principios del s XVI. La vieja plaza de mercado ha dado paso a una amplia zona de recreo y expansión, ahora está lleno de niños jugando con pelotas, bicicletas y sus papás que buscan el fresquito que empieza a hacer en esta calurosa ciudad.

DÍA 9 15-7-2020 Miércoles

TOLEDO : SINAGOGA DEL TRANSITO, MUSEO DEL GRECO – GUADAMUR – SAN MARTIN DE MONTALBAN – CASTILLO DE MONTALBAN – SANTA MARÍA DE MELQUE – LA PUEBLA DE MONTALBAN – TORRIJOS – MAQUEDA – ESCALONA – BACIENCE – TOLEDO

Desayunamos y dejamos el hotel, cargamos todo en el coche y nos vamos a aparcar al lado de la Puerta del Cambrón. Esta puerta daba acceso al barrio judío de Toledo. Una inscripción en árabe, que se mantuvo hasta 1576, recordaba a aquellos que entraban en Toleitola que “No hay Dios en el mundo sino un Dios, y Mahoma su Mensajero. Todos los fieles que creen en nuestro profeta Mahoma y continuaren a besar las manos y los pies del Murabito Muley Abdá Alcabar todos los días…..”

Un gran escudo real y la imagen de la mártir Santa Leocadia, patrona de Toledo, presiden esta puerta en la que los vecinos de los Montes de Toledo, quedaban exentos del portazgo.

Asociado su nombre a las cambroneras, plantas espinosas abundantes en esta zona. Tiene un patio central, aquí custodiado por cuatro torres que rematan la construcción de sillería y ladrillo del conjunto. A la derecha de la puerta, el Torreón de los Abades recuerda la penosa defensa de la ciudad por parte del arzobispo don Bernando ante una incursión musulmana a finales del s XIII.

Lo primero que vamos a visitar es la Sinagoga del Tránsito, la cual pertenecía al palacio de Pedro I de Castilla. El nombre es Samuel Ha Levi Abulafa, almojarife, más o menos tesorero del rey de Castilla. Tras la expulsión de los judíos en 1492 fue transformada en templo cristiano administrado por la Orden de Calatrava y bajo la advocación de San Benito. El nombre de El Transito le viene porque albergaba un cuadro de Correa, que representa el Tránsito de la Virgen. El estilo del edificio es mudéjar, ya que los judíos, al igual que los cristianos utilizaron las habilidades artísticas de los árabes que se quedaron tras la reconquista y por supuesto su estética.

Toledo, como ciudad integradora de culturas, es la más rica en obras mudéjares, hasta el punto de considerarse este estilo sinónimo de toledano. Hoy la sinagoga es un salón rectangular con un magnifico artesonado en alfaje octogonal, sujeto por tirantas sobre zapatas de madera tallada, que es el primer ejemplo toledano de técnica almohade. La parte superior de los muros está decorada con yeserías geométricas e inscripciones hebraicas y las paredes estaban cubiertas con ricas sedas donadas por la comunidad sefardita de la diáspora. Las han quitado hace poco, por problemas de humedad y conservación. Hay colgada un trocito para que veas la riqueza de las telas.

En la parte superior está la tribuna destinada a las mujeres y en el suelo, frente al testero decorado con yeserías y los huecos para albergar la Torá, vemos restos del enlosado primitivo.

En dependencias interiores hay un Museo Sefardí, muy interesante ya que explica muchos aspectos de esta religión que no son muy conocidos en general. Se ven artilugios curiosos como lo que utilizan para la circuncisión de los bebes, que les hacen con días desde el nacimiento, o una pileta trilingüe de Tarragona del s V.

Es muy recomendable esta visita, es gratuita.

Muy cerca está la Casa Museo del Greco. En realidad, el pintor nunca vivió en ella pero es  la reconstrucción de una típica vivienda Toledana de la época en el barrio donde El Greco tenía alquilados unos aposentos en las casas del Marqués de Villena. La mansión fue adquirida en 1906 por el marqués de la Vega Inclán, pionero del turismo en España, quien la decoró con muebles y objetos de la época del Greco y cuadros del pintor.

En la parte de arriba, en lo que figura como estudio, hay un cuadro de El Greco que representa Las lágrimas de San Pedro. En otras estancias puede verse Cristo en la Cruz. En la parte museística destaca Vista de Toledo con el plano de la ciudad.

La casa es bonita, pero los cuadros del Greco no nos gustan nada. Como es gratuito, vale la pena visitarlo. Hay muchas más cosas para visitar, pero hoy están cerradas, con lo que vamos a hacer una ruta de castillos alrededor de Toledo.

A pocos km de Toledo se encuentra el Castillo de Guadamur, de propiedad privada. Se puede visitar de lunes a miércoles de 9 a 13:30, solo el exterior. Llegamos tarde y desde fuera se puede ver, pero hay una valla muy alta que no nos deja disfrutar de todo su esplendor.

Se alza sobre una suave colina llamada Cerro del Castillo, en el centro de la localidad y es una fortaleza del s XV con influencias italianas. Lo han habitado personajes ilustres como Juana la loca y su marido Felipe el Hermoso, el Cardenal Cisneros, la Princesa de Éboli etc.

Fue utilizado por las tropas francesas, quienes lo incendiaron. Durante la guerra Civil fue saqueado y el Marqués de Campoo lo volvió a restaurar y amueblar.

Su planta es cuadrangular, de 30 m de lado. Cuenta con dos recintos amurallados y un foso que  en su origen tuvo un puente levadizo defendido por dos cubillos y un matacán sobre la puerta. Posee también escarpa y contraescarpa, y baluartes y defensas cilíndricos adosados a sus ángulos y paños. Los del muro exterior son más altos que los de interior, y mientras aquellos presentan troneras propias ya de un sistema defensivo de artillería, estos aun tienen arpilleras, huellas del arte de la guerra en tiempos del Medievo. Cuenta con una torre del Homenaje cúbica de dos cuerpos superpuestos, que se yergue airosa sobre el conjunto con sus 31 m de altura.

Hay que ponerse en contacto con la oficina de turismo del pueblo para concertar la visita a este maravilloso castillo. Habrá que volver.

Llegamos a San Martin de Montalbán, famoso por su castillo, que se encuentra a 3 km al norte del pueblo. En la villa se puede visitar la Iglesia Parroquial de San Andrés, de una sola nave de cruz latina, de estilo herreriano del s XVI y que parece intervino el hijo del Greco. También el puente Romano sobre el Río Torcón, llamado de la canasta, de tres ojos, el central más ancho y salvando el cauce, los otros dos más estrechos apoyados directamente sobre la roca y sirviendo de apoyo a la primitiva rampa.

Por un camino de tierra, a un km, se encuentra una cadena que impide acercarse al castillo de Montalbán. Según hemos visto es una de las fortalezas más impresionantes de toda Castilla, pues se trata del amurallamiento completo de lo que iba a  ser una población de cierta importancia, que luego no terminó de instalarse donde estaba proyectado. Este castillo tiene pocas torres porque la inexpugnabilidad del terreno en el que se asienta las hacía innecesarias. Se ubica en lo alto de un cerro sobre el río Torcón, cortada la roca a pico sobre el valle, sirviendo el barranco de defensa natural.

Esta magnífica fortaleza fue propiedad de los caballeros de la Orden del Temple, y después de la disolución de la Orden, pasó a la Corona y ésta se lo entregó a don Alonso Fernández Coronel. Ya en el s XV lo tuvo en propiedad el Condestable don Álvaro de Luna. Posteriormente perteneció al marqués de Villena don Juan Pacheco, pasando a sus sucesores los Tellez- Girón y Pacheco, condes de la Puebla de Montalbán, y luego a los duques de Frías  y Uceda. Ahora pertenece al Ducado de Osuna y permite las visitas guiadas los fines de semana, con lo que hay un teléfono de información si se quiere ver, ya que según pone en un cartel hay peligro de derrumbe. En la siguiente visita, veremos un documental donde explica la historia de Santa María de Melque, se verá el castillo a vista de pájaro y los alrededores que se pueden hacer excursiones muy interesantes, pero no en esta época del año!!!!

En la carretera general hay un desvío a la izquierda que nos lleva a la entrada del Castillo de Montalbán y otro a la derecha que nos lleva a  la iglesia. La entrada es gratuita y hay un centro de información donde tienen muchos folletos interesantes de la zona y te explican lo que se puede visitar.

La iglesia de Santa María de Melque es el resto mejor conservado de un conjunto monástico construido entre los S VII-VIII en el territorio de la ciudad de Toledo, la antigua capital del reino visigodo. El templo, único por sus características en el reducido panorama de la arquitectura de la península ibérica de la Alta Edad Media, se ubicaba en el centro de un gran patio de un edificio monumental, que sirvió para albergar las dependencias monacales.

Tras su fundación y ante los avatares producidos por la conquista islámica, se ha documentado la pervivencia de la función monástica del complejo, habitado por una comunidad mozárabe. Pocas décadas después el templo perdió su finalidad cultural cristiana para convertirse en una pequeña fortaleza junto a la que creció una pequeña alquería andalusí. La huella más visible de los cambios sufridos en los s VIII y IX es la torre que cubre la cúpula de la iglesia.

Con  la conquista de Toledo por el rey Alfonso en el año 1085, la iglesia recuperó su antigua función litúrgica sin perder por ello su añadida función militar, que conservaría como  centro de una pequeña fortaleza propiedad de la orden del Temple.

Desde el final de la Edad Media y debido al auge de las nuevas poblaciones, el lugar fue perdiendo población y el templo acabó convertido en una ermita rural, que llegó aun con culto a mediados del s XIX. Tras la desamortización el inmueble se reutilizó como dependencia agropecuaria.

Su descubrimiento se produjo a comienzos del s XX por el conde de Cedillo. Fue entonces cuando se inició su estudio  y valoración, aunque hubo que esperar a la compra del bien por la Diputación Provincial de Toledo en 1968 para que se rehabilitara y abriera al público.

La Puebla de Montalbán es el pueblo donde vamos a comer. Vamos a un asador que tiene un menú muy completo por 9 euros. Estamos solos, una pena lo que está provocando esta pandemia!!!!.

En la plaza del Ayuntamiento, porticada, hay el palacio de los condes de Osuna que es espectacular y la Torre de San Miguel.

Seguimos hasta Torrijos, que tiene tres edificios de gran importancia que son la Iglesia parroquial del Santísimo Sacramento del s XVI, el Convento de Concepcionistas Franciscanos y el Hospital de la Caridad.

El siguiente pueblo es Maqueda, situado en un pequeño cerro, el castillo, de señorial aspecto se corresponde al primitivo fuerte avanzado del recinto fortificado de la villa.

Alfonso VI lo utilizó como emplazamiento para la conquista de Toledo. Don Álvaro de Luna, el Cardenal Mendoza e Isabel I de Castilla, fueron dueños o huéspedes de este lugar, que más tarde pasó a pertenecer a los duques de Maqueda. En el interior se ha construido el Museo de la Guardia Civil, pero la crisis ha hecho que no se abra al público.

A 10 km se encuentra Escalona, su castillo al borde del río Alberche define su perfil. De traza mudéjar, Alfonso VI lo conquistó a los árabes en 1083 y sobre el 1400, el rey Juan II lo cedió a su valido Juan de Luna.

El conjunto urbano medieval de la villa tiene un notable interés. Fortificada por los árabes pasó a manos cristianas en el s XI. Destacan la Plaza Mayor, porticada, el monasterio de la Encarnación, el Ayuntamiento, el Arco de San Miguel y la Iglesia Parroquial.

La oficina de turismo está abierta y me da un montón de folletos e información sobre este pueblo.

De vuelta a Toledo vamos a Barcience, donde nos acercamos a ver el castillo, pero no nos podemos acercar ya que el camino es horroroso y hace demasiado calor para subir andando. La propiedad se remonta a una familia portuguesa, los Silva, que vinieron a apoyar a fines del s XIV los proyectos de unión luso-hispánica de Juan I.

La torre del homenaje, con un gran león rampante, emblema de los Silva, es uno de los más curiosos ejemplares de la heráldica hispana.

Nos alojamos también esta noche en el Hostal Sol.

Hemos hecho 194 km

DÍA 10 16-7-2020 Jueves

TOLEDO: CASCO HISTÓRICO  – TORRIJOS – SAN MARTIN DE VALDEIGLESIAS – SAN LORENZO DEL ESCORIAL

Vamos a desayunar al bar de nuestra calle, la tostada con tomate y el café.

A las 10 abren todos los monumentos y lo primero que vamos a visitar es la Mezquita del Cristo de la Luz ya que lo tenemos muy cerca del hostal. Nos compramos la pulsera roja, que cuesta 10 € y nos permite visitar 7 monumentos diferentes. En caso de no comprar la pulsera, cuesta 3 € cada monumento por separado. Subiendo por la calle Real del  Arrabal continua subiendo hasta la puerta de Bab al Mardum, detrás de la cual se encuentra la mezquita del Cristo de la Luz, una de las mejores de toda España  y la única completa que se conserva de las diez que tuvo la ciudad.

La leyenda se aferra poderosamente a este lugar, donde el rey Alfonso VI presidió la primera misa cristiana tras la reconquista de Toledo, el 25 de mayo de 1085. Un adoquín blanco en la cuesta del Cristo de la Luz recuerda el lugar donde el caballo del rey se arrodilló y se negó a continuar su paso, descubriéndose entonces allí mismo, junto a uno de los muros, del que salía un gran resplandor, un crucifijo con un farol  encendido, que habían permanecido escondidos más de tres siglos, tras la invasión árabe.

El rey Alfonso VIII cedió el templo a los caballeros de la orden de San Juan, quienes lo bautizaron como Ermita de la Santa Cruz. Es un edificio de finales del s X, de claro estilo califal, proyectado por el arquitecto Muza ibn Alí, y cuya construcción fue costeada por el fiel musulmán Ahmad ibn Hadidi, según reza la inscripción de la fachada, ricamente decorada con distintas combinaciones de ladrillo.

De planta cuadrada, está organizada en tres cuerpos, excepto el tramo central, en cuatro, y sostenida con columnas sin basa y con capiteles visigodos, sobre los que nacen los arcos de herradura. Decorada con pinturas románicas, su transformación en iglesia significó un cambio de orientación del edificio, añadiéndose un ábside mudéjar, en 1187.

Hacemos el check out y nos vamos con el coche a aparcar cerca de la puerta del Cambrón, ya que hay unas cuantas visitas cerca de esta puerta. La zona naranja es donde podemos aparcar, pagamos de las 10:30 a las 17:00 y solo nos cuesta 2,75 €.

La segunda visita del día es el Monasterio de San Juan de los Reyes, es un edificio monumental en plena judería. Si los Reyes Católicos, en cuya memoria se levantó este monasterio, fueron en una primera etapa el único refugio de las comunidades judías ante las persecuciones que se produjeron en Castilla y Aragón durante el s XV, ellos fueron también quienes firmaron el decreto de expulsión en 1492, el mismo año de la toma de Granada, poniendo fin a un largo periodo de convivencia entre las tres religiones.

Concebido como panteón real, voluntad que cambió tras la conquista de Granada. La austeridad del convento, en piedra berroqueña, contrasta con la grandiosidad de la iglesia, adornada con amplios ventanales, arcos y pináculos góticos, en cuyas paredes cuelgan las cadenas de los presos cristianos que los Reyes Católicos, rescataron tras la conquista de Granada. El claustro está ricamente decorado con distintas escenas, algunas de ellas humorísticas y originales. En el claustro alto hay que mirar el artesonado, con escudos e iníciales de los Reyes Católicos, y en la colección de gárgolas que se asoman al patio.

La iglesia, con planta de cruz latina, recuerda un enorme túmulo funerario, con los chapiteles como velones del catafalco, y en ella destaca la portentosa cúpula, sobre un crucero magníficamente decorado con las águilas y los escudos de los reyes y una inscripción donde se cuenta la fundación del monasterio.

Fue muy dañada por los franceses, pero ahora está totalmente restaurado. Hoy sus vistas sobre el rio Tajo permiten reflexionar con aquella ciudad de judíos, moros y cristianos que terminó cuando los Reyes Católicos inauguraron el Estado moderno, introdujeron el Tribunal de la Inquisición e hicieron de la unidad religiosa uno de los requisitos imprescindibles de la unidad política.

La sinagoga de Sta. María la Blanca está detrás de un portón que se abre sobre la calle de los Reyes Católicos y un jardín sencillo precede la entrada a la sinagoga, símbolo de las buenas relaciones del rey Alfonso VIII con los judíos en el s XIII.

Apoyada sobre un anterior edificio visigodo, o quizás sobre otra sinagoga, el aspecto exterior humilde contrasta con la grandiosidad de su interior. Cinco naves, separadas por pilares que sostienen una magnífica serie de arcos de herradura, se adaptan a un trazado asimétrico que recuerda más a una mezquita musulmana que a una sinagoga hebrea. Junto a los capiteles, ricamente labrados, destaca la decoración de yeserías de estilo almohade de los entablamentos sobre los arcos polilobulados del segundo cuerpo hoy tapiados.

Tres capillas, añadidas en el s XVI por Covarrubias y encargadas por el Cardenal Siliceo, rematan la cabecera.

Sin esperar al decreto de expulsión de los Reyes Católicos, las predicaciones de Vicente Ferrer desde el púlpito de Santiago del Arrabal propiciaron que los cristianos tomaran el templo en 1411 y expulsaran de él a los hebreos, convirtiéndolo en iglesia bajo la advocación de Santa María la Blanca.

En 1550, el cardenal Silíceo instaló aquí el Refugio de Penitencia, para mujeres arrepentidas, institución que se mantuvo hasta 1600.

La siguiente visita es la iglesia de Santo Tome, que custodia la más célebre obra de El Greco: El entierro del Conde de  Orgaz. Para ver el cuadro se entra por la Plaza del Conde, donde se encuentra la capilla que lo guarda.

Fue un párroco de esta iglesia quien encargó la obra a El Greco. Empleó más de 2 años en acabar el cuadro. Don Gonzalo Ruiz de Toledo poderoso y piadoso caballero toledano fallecido en 1323 y famoso por sus obras a favor de los necesitados, lo que propició que el día de su muerte bajaran del cielo San Agustín y San Esteban para depositar el cuerpo en la sepultura.

La propia iglesia se restauró gracias a sus donaciones. A nosotros el cuadro no nos gusta demasiado, pero según hemos leído es una obra maestra. Para gustos, los colores.

Cuando El Greco llega a Toledo ha pasado ya más de una década desde que la capitalidad se trasladara a Madrid. Las continuas idas y venidas de la corte hasta entonces no hacían presagiar aún el alcance de este cambio, por lo que Toledo seguía siendo una ciudad rica y pujante, con más de cincuenta mil vecinos, y un poder repartido entre la nobleza y el clero, sus principales clientes. Algunos de sus lugares emblemáticos, como la Catedral, el Alcázar o la plaza Zocodover, estaban en proceso de construcción o de reforma.

La iglesia del Salvador, construida sobre una antigua mezquita, conserva empotrados en su torre elementos romanos y visigodos, integración estilística que persiste en el interior, donde la iglesia cristiana se distribuye sobre arcos de herradura musulmanes, apoyados a su vez en capiteles godos. Según la leyenda, fue la reina doña Berenguela quien, tras refugiarse en la mezquita huyendo de una fuerte tormenta, hizo la promesa de transformar el templo islámico en iglesia cristiana.

Reformada en el s XIV, su aspecto actual se corresponde con una nueva reforma, en profundidad, en el XVIII.

Quizás sea ésta la iglesia a la que se refiere el Lazarillo de Tormes cuando, instalado en Toledo como pregonero al final de su vida, asegura ser feliz estando casado con la criada del arcipreste de San Salvador. Actualmente se puede visitar el pozo, la torre y los restos de la mezquita del Salvador.

La iglesia de los Jesuitas o de San Ildefonso se comenzó a construir en 1626, aunque no se terminó hasta 1718. Es una transición del barroco al neoclasicismo toledano, en su portada hay esculturas de ambos siglos. La belleza y las proporciones monumentales del interior te dejan asombrado. Las capillas laterales están dedicadas a muchos santos y hay un recorrido prefijado para visitarla por culpa del COVID. Subimos a la torre para poder ver las vistas de Toledo.

El Real Colegio de Doncellas Nobles, el esplendor y la policromía definen la portada del colegio. Fundado en 1551 por el cardenal Juan Martínez  de Silíceo, para madres de familias cristianas que pudieran demostrar su limpieza de sangre. La Corona y el Arzobispado fueron patronos, hasta entrado el s XX que tuvo la visita de Alfonso XIII en 1928. El sepulcro del cardenal Silíceo es una de las joyas del edificio. Se amplió en el s XIX, cruzando la calle a través de un sorprendente pasadizo metálico.

La Junta de Castilla y León ocupa hoy esas dependencias, al otro lado de la calle de las Doncellas.

El museo de la Santa Cruz, tiene su origen en el antiguo hospital para niños huérfanos que se levantó aquí por iniciativa del cardenal Pedro González de Mendoza. La obra se consolidaría sobre los antiguos palacios visigodos de Galiana, ocupados por las monjas benedictinas de San Pedro de las Dueñas.

Al fondo de una explanada que hace las veces de plaza, la esplendida fachada en uno de los mejores ejemplos del plateresco toledano, del gusto de los Reyes Católicos, con un gran arco sobre columnas decoradas con grotesco ángeles y cabezas de carnero. Dentro, un gran zaguán distribuye, a través de tres grandes puertas, los accesos a la biblioteca, a la iglesia y al patio.

El patio, de dos pisos, con columnas de mármol de Italia, se abre a una magnifica escalera de Covarrubias, quien también intervino en 1515. La riqueza ornamental de esta escalera la hace única en el género. De los  4 patios del proyecto primitivo, llegaron a construirse solamente dos.

La visita al museo se basa en tres secciones, bellas artes, arqueología y artes industriales. Las bellas artes ocupan el espacio de la iglesia, con obras de pintores del s XVI y XVII y esculturas, tapices y muebles, así como los estandartes de la célebre batalla de Lepanto, en la que Cervantes perdió su mano izquierda.  La sección de Arqueología está alrededor del patio. Las enormes defensas de un mamut, encontrado en 1973 en unas excavaciones en el polígono industrial toledano se destaca dentro de cerámicas, objetos y restos de la prehistoria, culturas hispano-romana, visigoda, árabe y mudéjar.

El espacio de artes industriales acoge una magnífica colección de cerámica, vidrios, orfebrería o tejidos. En la sección de cerámica hay muestras de todas las partes de España, pero destaca la colección  de Talavera de la Reina con muchos ejemplares. Una cosa que nos llama la atención es que las cerámicas con oficios, que en Cataluña son muy típicas, fueron inventadas en Cataluña.

Ya hemos visto todo lo que se puede visitar con la pulsera roja que hemos comprado, como buenos catalanes la aprovechamos al máximo. Seguimos camino y paramos a comer en Torrijos un menú por 11 euros que no está mal.

Pasamos por San Martín de Valdeiglesias, donde está el castillo de la Caracera. Es muy chulo y se puede visitar, pero solo los viernes, sábado y domingo. Vemos los exteriores, se nota que está muy rehabilitado. Justo en la entrada está la Oficina de Turismo, hoy también cerrada.

Tenemos el alojamiento en San Lorenzo del Escorial, se llama B&B Yeguada La Parrilla, nos cuesta 60 € con desayuno. Como su nombre indica tienen caballos y se dedican al rejoneo y a las clases particulares de equitación. El lugar es bonito y tiene una piscina muy agradable. No creemos que el precio esté justificado ya que la habitación es monacal, no tiene televisión y no dan ni artículos de aseo. Compensa un poco que tiene dos gatitos muy simpáticos, pero creemos que no les dan mucho de comer, pues nos persiguen para que les demos algo.

Hemos hecho 186 km.

DÍA 11 17-7-2020 Viernes

SAN LORENZO DEL ESCORIAL – MANZANARES EL REAL – NAVACERRADA – SEGOVIA

El desayuno de este alojamiento es muy completo, incluso zumo de naranja natural recién exprimido. A las 10 vamos al Monasterio, aparcando en sus cercanías que no se paga.

La entrada general son 12 euros, pero los profesores no pagamos en ningún monumento de Patrimonio Nacional, lo cual está muy bien.

Hay poquísima gente, lo cual da una imagen triste, ya muy austera de por sí. Es un edificio grandioso, con 4000 habitaciones, 2400 ventanas y todo así de exagerado.

El imponente monasterio de San Lorenzo del Escorial, mandado construir por Felipe II, se alza en las estribaciones de la sierra de Guadarrama, al noreste de Madrid. Fue levantado entre 1563 y 1584 para servir de panteón real y para conmemorar la victoria de San Quintín. La austeridad de sus líneas dio origen al estilo herreriano, que ejerció gran influencia sobre el arte español. Su riqueza artística, que incluye algunas de las más importantes obras de arte de las colecciones reales de los Austrias, está reunida en los museos, la sala capitular, la iglesia, el panteón real y la biblioteca.

Al panteón real no podemos acceder ya que no se puede respetar los 2 metros de separación en la escalera de acceso. Es una pena, ya que parece que es muy bonito ver donde descansan los monarcas españoles en su mausoleo octogonal de mármol.

La Basílica es enorme, destaca el lujoso retablo del altar mayor. La capilla alberga una soberbia escultura de mármol de la crucifixión de Cellini. Están decorándolo ya que esta tarde van a ordenar a 3 sacerdotes.

La biblioteca está en una impresionante sala que guarda los libros personales de Felipe II, unos 40.000 ejemplares, incunables de gran valor. La sala muestra en el techo preciosos frescos del s XVI realizados por Tebaldi.

En la segunda planta se encuentran las estancias reales de los Austrias. La alcoba de Felipe II comunica con el altar mayor de la basílica, desde la cama podía seguir la misa el rey. La reina también tiene esta característica.

En el museo de Pintura que se encuentra en la primera planta, alberga pintura de las escuelas flamencas, italianas y españolas. Destaca el Calvario, del artista flamenco del s XV Roger van der Weyden.

El patio de los Evangelistas es obra de Juan de Herrera, justo al lado del Jardín de los Frailes.

Las salas capitulares acogen el altar portátil de Carlos V. Los frescos alegóricos de las bóvedas representan monarcas y angeles.

Esperábamos mucho más del Escorial, es grandioso, monumental, pero muy bonito no lo es, según nuestra humilde opinión.

Yendo muy tranquilamente se ve en poco más de dos horas. Nuestro siguiente objetivo es Manzanares El Real, que se encuentra a unos 40 km.

El castillo es precioso, tiene una función defensiva, pero en el s XVI se redefinió para que fuera un palacio del Renacimiento con salas ` para las mujeres, oratorio, comedores etc.

Los profesores no pagan entrada, en caso de pagar son 5 euros.

A la entrada hay unos paneles muy interesantes donde explican la historia del castillo, como era la vida en el castillo, expone algunos objetos de la época y el itinerario está muy bien.

Se puede subir hasta la parte de arriba del castillo, donde se tienen vistas espectaculares del pueblo, de la iglesia y del rio Manzanares. Esta visita es muy recomendable ya que además no cierra al mediodía.

Para comer, paramos en el bonito y pijo pueblo de Navacerrada. Comemos en un restaurante céntrico de la plaza del Doctor Geresa. Se llama Restaurante El Rumba, barato no es, ya que pagamos por 3 platos y 2 vasos de vino con gaseosa  28 €, pero hay que reconocer que el sitio es muy agradable y los platos son bastante selectos. Al lado hay varios que seguramente tendrán mejor relación calidad precio.

Llegamos al hotel en Segovia, The Factory Residence Hall, son dos noches que nos cuesta 110 euros la doble con desayuno.

Como su nombre indica es una residencia estudiantil que en verano se reconvierte en hotel, es como un pequeño apartamento, muy nuevo todo y cómodo, lo único es que la cama de matrimonio es estrecha, ya que nos hemos acostumbrado a camas más anchas.

Después de tomar posesión nos vamos a pasear por Segovia, que nos encanta, pues es pequeña y en poco tiempo has visto casi todo.

A esta ciudad fundada sobre la alta peña que abrazan el Eresma y el Clamores, el tópico la describe como un navío de piedra en medio del mar de Castilla. La alargada silueta del Alcázar seria la proa, la catedral haría las funciones de palo mayor y puente de mando entre la arboladura de las torres, y el herido Acueducto, al que se asigna el papel de fuerte amarra.

El acueducto es lo primero que nos encontramos, una de las más impresionantes obras de ingeniería romana, probablemente fue construido a finales del s I d.C., en la época de Domiciano o Trajano, para llevar el agua desde la sierra a un posible campamento situado donde hoy se alza el Alcázar. El tramo más relevante de los 15 km de extensión que posee su trazado es el puente de 728 m de longitud y 163 arcos formados por piezas de granito berroqueño superpuestas, sin ningún tipo de ligazón, sostenidas solo mediante un sabio equilibrio de fuerzas. Tiene una altura máxima de 29 m.

Muy cerca está el Centro de Acogida del Turista donde iremos mañana, ya que hoy está cerrado. La calle Real  conduce hasta la parte alta de la ciudad, pasamos por el mirador de la Canaleja, con buenas vistas sobre la parte baja de la ciudad. Lo primero que vemos es la Casa de  los Picos, mansión renacentista que recibe ese nombre por los adornos en punta de diamante que configuran su fachada.

Poco después, al fondo de una placita que desciende a la izquierda se alza el palacio del Conde Alpuente, construcción mudéjar del s XV, precedida de una torre de gusto italiano y adornado con hermosos ventanales de tracerías caladas y los característicos esgrafiados segovianos, obtenidos mediante la aplicación de plantillas sobre el revoco aun húmedo de los muros. El interior acoge dependencias del gobierno autonómico y posee un armonioso patio. Un poco más abajo, al pie mismo de la muralla, el edificio tardo gótico de la antigua Alhóndiga del s XV que se utiliza ahora como Archivo Municipal y sala de exposiciones.

Llegamos a la Iglesia de San Martin, ejemplo del románico segoviano que eleva su cuadrada torre mudéjar coronada por un chapitel barroco. Fue construida en el s XII sobre un templo mozárabe  del s X y tres de sus lados están rodeados por galerías porticadas sobre columnas pareadas con capiteles esculpidos, elemento distintivo de las construcciones románicas en la provincia de Segovia. La portada principal se adorna con cuatro grandes estatuas de profetas a modo de cariátides, mientras que la zona de la cabecera, en el triple ábside, destaca el relieve de San Martin incrustado en el reformado cuerpo central.

La Plaza Mayor es un céntrico espacio porticado, está presidido por el sobrio edificio del Ayuntamiento, obra del s XVII. A su lado está el teatro Juan Bravo. Al inicio de la calle situada frente al consistorio se alza la Iglesia de San Miguel, que fue construida por Rodrigo Gil de Hontañon a mediados del s XVI sobre un templo románico. Posee una única nave del gótico tardío, con ornamentación plateresca, y alberga valiosas tumbas renacentistas. Ante su atrio fue coronada Isabel la Católica como reina de Castilla en 1474.

A la plaza asoma el ábside de la Catedral, uno de los últimos grandes templos góticos construidos en la Península, entre 1525 y 1577, después de que un incendio redujera a cenizas la anterior obra románica, situada frente al Alcázar, durante el conflicto comunero. Se la conoce como “la dama de las catedrales” y fue trazada originalmente por Hontañon, aunque no se consagró hasta mediados del s XVIII. Sobre la austera fachada sobresale a gran altura 90 m, la poderosa torre, mientras que la zona de la cabecera, dispuesta en planes decrecientes, se corona con airosos pináculos.

La calle del marqués del Arco, que flanquea la Catedral y reúne diversas tiendas de artesanía, conduce en dirección al Alcázar. En ella, en el número 6, se encuentra el palacio de los Marqueses del Arco, mansión renacentista provista de un notable patio plateresco.

Prosiguiendo por la calle de Daoiz, tras superar el palacio del Marqués de Lozoya, del s XIV, actual sede del Colegio de Arquitectos, y el sobrio Convento de las Descalzas, fundado por Santa Teresa, en una placita que se abre a la izquierda se levanta la Iglesia de San Andrés, románica del s XII. Muestra al exterior un interesante ábside y una torre de ladrillo coronada por un chapitel de pizarra.

En el camino de descenso hacia el Alcázar también se descubren otros lugares de tenebroso interés como el Museo de la Brujeria, colección privada de unas 300 piezas relacionadas con la magia y la brujería tradicional de la Europa mediterránea y central desde el s XVI hasta el XX.

Llegamos al Alcázar, su origen, aparte de los precedentes de épocas romanas e incluso anteriores, se remonta a los tiempos inmediatos a la repoblación de la ciudad, en los que como probable adaptación de una fortaleza araba preexistente desempeñó un destacado papel defensivo frente a las incursiones musulmanas.

Fue reedificado en el s XIII como residencia real y sucesivamente ampliado, con los perfiles góticos que aun exhibe, en tiempos de Juan II y Enrique IV. Felipe II le añadió el aire entre herreriano y de castillo centroeuropeo que muestran sus tejados cubiertos de pizarra.

No lo visitamos por dentro, ya que está cerrado a estas horas.

Vamos a la casa del Sol, antiguo matadero citado en El Buscón de Quevedo, donde se encuentran los fondos del Museo de Segovia, sus fondos acogen alrededor de unas 1500 piezas ilustrativas de diversos aspectos de la historia de la capital y la provincia. Es muy interesante el museo y gratuito.

Volvemos a la zona de nuestro hotel y encontramos la plaza de San Lorenzo donde hay una iglesia preciosa románica, y dos baretos donde tomar algo. En uno, nos tomamos unas cervecitas con tapas que ya nos dejan bien.

Hemos hecho 100 km.

DÍA 12 18-7-2020 sábado

SEGOVIA – PALACIO DE LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO – SEGOVIA

El desayuno de este hotel es muy completo, es tipo buffet, pero te lo ponen ellos por la pandemia. Hay mucho dulce y salado.

Con la barriga llena, lo primero que hacemos es ir a la oficina de turismo a que nos informen de lo que se puede visitar. Hay visitas guiadas a unas horas determinadas que cuestan 17,5 euros, pero nosotros esta vez preferimos ir a nuestro aire.

Nos dicen que a las 11:45 en la Casa Museo de Antonio Machado hay una representación gratuita y otra a las 13:00 horas, con lo que vamos visitando cositas hasta que llega la hora de la  obrita de teatro.

La obra dura 45 minutos, nos encanta, lo hacen súper bien. De una manera teatralizada explican toda la vida de Antonio Machado, recitan poesías, cantan canciones que nosotros también acompañamos etc.

Al acabar visitamos la casa. Es pequeñita pero con la audio guía estás casi una hora ya que hay 20 puntos donde te van explicando la vida cotidiana de Antonio Machado, ya que se alojaba en esta casa que era una pensión y se mantiene igual que hace casi 100 años. Lo primero que se ve es el lavabo y la cocina, con su cocina económica, sus cacharros, trozos de periódico de aquellas fechas etc.

Vemos el comedor, la pieza más fría de la casa, ya que tiene muchas aberturas y de ahí ya se pasa a otro aposento donde hay un fonógrafo que se utilizaba para recoger canciones típicas etc. El padre de Machado se dedicaba a eso también. Por último se llega a la habitación donde dormía el escritor.

Nos vamos a la Granja de San Ildefonso, que está a unos 10 km de la ciudad.

El lujoso palacio borbónico y los bellísimos jardines con fuentes monumentales se unen, en este Real Sitio de la sierra del Guadarrama, al cuidado urbanismo de un pueblo que, si bien surgido en relación directa con los usos artesanos, ha sabido alcanzar carácter propio.

Desde mediados del s XV existía en el lugar un templo dedicado a San Ildefonso, erigido a instancias de Enrique IV y donado más tarde por los Reyes Católicos a los monjes Jerónimos del monasterio segoviano de El Parral. Los frailes edificaron una hospedería y unas instalaciones para el cuidado del ganado, lo que explica el nombre. El primer rey Borbón español Felipe V, le gustó mucho el sitio y compro las posesiones monacales e hizo levantar un lujoso palacio que se convirtió en la residencia veraniega favorita de la dinastía.

Una vez atravesadas las puertas con buenas verjas que preceden al recinto, al fondo de una apacible avenida flanqueada por frondosos castaños de Indias, surge el complejo del Palacio Real. Ante él se abre una espaciosa plaza ajardinada con extraordinarios ejemplares de secuoyas, cedros y otros grandes árboles.

El edificio, de trazado rectangular está formado por cuatro alas en cuyos extremos se abren sendos patios. En el centro de la fachada situada ante la llamada puerta de Segovia sobresalen las torres y las cúpulas de la colegiata, edificada en 1723, aunque su diseño interior fue embellecido por Sabatini y contó con la intervención de pintores como Francisco Bayeu y Mariano Maella. Junto a la sacristía se encuentra el Panteón Real, donde reposan los restos de Felipe V e Isabel de Farnesio.

La esplendida fachada principal, enfrentada a los jardines, en el lado opuesto, está recorrida por inmensos pilares y adornada por balaustradas, estatuas, bustos y blasones, con profusión de mármoles que resaltan sobre las tonalidades rosáceas de la piedra caliza de Sepúlveda y el granito gris del Guadarrama.

Por la puerta situada junto al patio de la Herradura se accede al interior del palacio. Las diferentes estancias, además de sus peculiaridades arquitectónicas, exhiben pinturas, esculturas, frescos, tapices, mobiliario, alfombras, lámparas, relojes etc.

La sala de los Mármoles, cuyo techo está decorado con la representación del Rapto de Europa y en la planta principal el Salón Chino, dispuesto al estilo oriental.

Una cosa que nos impresiona mucho es el Museo de los Tapices, instalado en un ala del edificio con una maravillosa colección de obras flamencas, francesas y españolas, de los siglos XVI y XVII, con series dedicadas a la Historia de Ciro, la Fundación de Roma, la llamada de los Honores o La Fortuna, los Trabajos de Hércules y los Triunfos de Petrarca.

Salimos a los jardines pero por culpa del Covid 19 no hay agua. Son de entrada gratuita y siguen los esquemas clásicos de la jardinería francesa, según el modelo de los de Versalles, aunque con influencia italiana por la ornamentación.

Armónicos parterres, cuadros de flores, simétricas composiciones, todo un despliegue de cuidado artificio abre el paso, por grandes avenidas arboladas, hacia bosquecillos amenos y escondidos rincones donde una naturaleza más libre surge esplendida.

Las fuentes son uno de los mejores conjuntos mundiales en su género. Unen a la belleza escultórica de las escenas mitológicas representadas, sorprendentes juegos acuáticos, cosa que no vemos.

Sin agua llama igualmente mucho la atención la Gran Cascada sobre cuyos tramos en pendiente las Tres Gracias, exhiben las suyas. La fuente de la Fama, provista de un surtidor capaz de elevar el agua hasta una altura de 40 m. O la denominada los Baños de Diana, en sí misma una verdadera galería escultórica que, ocasionalmente, se ilumina para su contemplación nocturna. La Fuente de Neptuno, con tan prodigioso movimiento de imágenes que parece requerir la presencia de un mar embravecido. Un gran estanque artificial denominado El Mar, situado donde el jardín juega a volverse bosque, es el encargado de abastecerlas.

Otra cosa que se puede visitar es la Real Fábrica de Vidrios y Cristales, que acoge el Museo y el Centro Nacional del Vidrio, donde se exhiben lámparas, moldes, envases de múltiples formas e instrumentos de la industria vidriera. La Casa de los Infantes alberga el nuevo Parador de Turismo y está a unos 10 minutos del palacio de la Granja.

Dos cosas que dejamos para otra visita a la zona son el Centro de Interpretación Boca del Asno en Valsaín. Se ha declarado a este lugar Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Espacio Natural Protegido. Aquí se encuentra el Centro Nacional de Educación Ambiental, que ofrece a los visitantes exposiciones de la sierra de Guadarrama, excursiones didácticas y varias rutas interpretativas de la zona.

En sentido opuesto, en dirección a Segovia, se llega al Real Sitio de Riofrío. Allí, en medio de una extensa finca de encinas por la que corretean en libertad abundantes gamos y algunos ciervos, se alza un palacio mandado a construir a partir de 1751 por la reina Isabel de Farnesio, que de esa forma quería asegurarse un retiro sosegado.

Volvemos a Segovia y visitamos el Museo de Segovia que se encuentra en la Casa del Sol, antiguo matadero citado en El Buscón de Quevedo.

Sus fondos acogen alrededor de unas 1500 piezas ilustrativas de diversos aspectos de la historia de la capital y la provincia. En la sección de Arqueología merece especial atención la colección de orfebrería visigoda formada por piezas procedentes de diversas necrópolis. Las salas de etnología se basan en las costumbres relacionadas con la trashumancia y el comercio de la lana.

Las encargadas del museo son muy simpáticas y nos quedamos un rato hablando con ellas.

Nos vamos a la plaza San Lorenzo, preciosa y donde hay dos bares para tomar unas cervecitas y unas raciones muy generosas y bien de precio.

Hemos hecho 32 km.

DÍA 13 19-7-2020 DOMINGO

SEGOVIA – SOTOSALBOS – PEDRAZA – CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL AGUILA IMPERIAL – CASTILLO  DE CASTILNOVO – SEPÚLVEDA – HOCES DEL RIO DURATÓN – ERMITA DE FRUTOS – SEPÚLVEDA – TUREGANO – SEGOVIA

Nuestra primera parada del día es Sotosalbos. Su iglesia parroquial, de San Miguel del s XI, es uno de lo más antiguos  y destacados ejemplos del románico rural segoviano. Lo más notable es la galería porticada, compuesta por cuatro arcos de medio punto y otros tres algo más apuntados, a uno y otro lado de la portada con arquivoltas labradas con adornos en zigzag. La cornisa y los capiteles llevan esculpidas escenas míticas y religiosas de gran delicadeza que se hallan en buen estado de conservación. En la entrada hay un sitio donde se herraban los animales de tiro en tiempos antiguos.

Llegamos a Pedraza, fue declarado Conjunto Monumental en 1951 y también es uno de los pueblos bonitos de España. Es un excelente lugar para pasear, hacer compras, en un entorno privilegiado de quietud y autenticidad. Situada a 1073 m de altitud en el piedemonte segoviano, el promontorio pétreo en el que actualmente se asienta la población está orillado por los arroyos San Miguel y Vadillo que poco más abajo confluyen y se convierten en el Cega.

La configuración geográfica de Pedraza favorece un asentamiento temprano; hay indicios de población prehistórica en los valles que arropan al río Cega y se han encontrado restos junto a la actual explanada del castillo de cerámica hecho a mano, que hacen suponer que la propia roca donde hoy se asienta Pedraza estaba ya habitada hacia el s IV a.C. por un núcleo de población celtibérica. Incluso existe una teoría que sitúa el origen  del emperador Trajano en Pedraza. En la Edad Media, Fernán González lanza una ofensiva en la Cordillera Central y arrebata a los árabes las plazas de Sepúlveda, Pedraza y Segovia. Posteriormente es de nuevo tomada por los árabes y hasta el s XI no se reconquista  y queda delimitada la frontera entre Castilla y Al-Ándalus. Es entonces cuando aparecen las llamadas Comunidades o Universidades de Tierra, a través de las cuales se realizó la colonización y repoblación de las tierras reconquistadas.

Se trataba de concejos comuneros que eran la federación de ciertos municipios enmarcados dentro de una cierta unidad geográfica, histórica y cultural que se autogobernaban, reclutaban tropas, recaudaban tributos y administraban justicia a sus ciudadanos no teniendo que responder ante el rey o señor más que en última instancia.

Con ello, Pedraza pasa a ser residencia de varios señores de la poderosa Casa de Velasco, condestables de Castilla desde mediados del S XV a mediados del s XVI. A partir de la llegada de los Velasco, la villa comienza a llenarse de casas nobles cubiertas de blasones. Además de los ganaderos más ricos acuden a avecindarse en la Villa, pues ello les da derecho a que sus ovejas merinas pasten en prados comunales. Los s XVI y XVII corresponden a la época de mayor esplendor de Pedraza, gracias a la cabaña de ovejas merinas y al honrado Concejo de la Mesta, una tupida red de cañadas para facilitar el tráfico ganadero que llegó a controlar tres millones de cabezas. Los segovianos se hicieron famosos en toda Europa y la lana castellana abastecía talleres de Brujas y Florencia.

Ahora se ha convertido en un pueblo de segunda residencia para urbanitas madrileños, lleno de hoteles y tiendas de antigüedades. Nos encontramos por casualidad con simulación de combate feudal al lado del castillo. Más tarde, en la oficina de turismo, nos dirán que hacía mucho tiempo que no se celebraban estos combates, hemos tenido mucha suerte. Se dan unos golpes importantes, van vestidos con armaduras, hachas y todo tipo de armas. Sufren mucho de calor, ya que van muy protegidos para que no se hagan daño. Una cosa que nos sorprende es que también participan mujeres.

La cárcel de la Villa es un edificio medieval del s XII y reconstruido en el s XVI propiedad de la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza que se abrió al público el 1 de abril de 1994 gracias al esfuerzo de la fundación villa de Pedraza, que desde entonces la gestiona y cuyos guías colaboradores se ocupan de mostrarla. Se puede ver cómo era una mazmorra, el cepo de pies para inmovilizar a los presos, un grillete para el cuello, la gran chimenea con escudo, los retretes de caída libre, las lóbregas mazmorras de los pisos bajos y las originales celdas de madera, el camastro de los precios y mucho más.

La Calle Real es la espina dorsal del pueblo. Conduce hasta la Plaza Mayor y desde allí lleva hasta el castillo. Los edificios más notables están en esta milla dorada. Nos llama la atención una casa con balcón de esquina, es la llamada casa de Pilatos, un caserón del s XVI, que perteneció a la familia Ladrón de Guevara. Enfrente obligando a la calle Real a hacer un quiebro, se asienta otra de las casas pedrazanas con más sabor cuyo último de sus tres pisos es un entramado de madera y ladrillo característico del Medievo, en el último tramo antes de llegar a la Plaza Mayor y en su lado impar se hallan los escudos de los Perex, de los Salcedo, de los Velasco etc.

La Plaza Mayor es la quintaesencia de la Vila. Una plaza castellana hasta la medula, que se ha ido formando poco a poco a lo largo de los años. Irregular, algo anárquica y bastante destartalada, es una plaza hecha a retazos, con derribos aprovechados. Nadie la diseñó y es hermosa, una de las plazas mayores más hermosas de España. El conjunto más llamativo son las casas porticadas frente a la iglesia. Originalmente dos casas del s XVI convertidas luego en cuatro viviendas. Los soportales se añadieron con posterioridad una vez que los señores feudales abandonaron el castillo al perder sus privilegios sobre la Villa. De hecho, los fustes y capiteles de las columnas pudieran proceder del propio castillo.

El castillo y Museo Zuloaga es una fortaleza en el s XIII y reedificada en el s XV. De ese siglo es la torre del homenaje. Dentro del castillo, en la escalera que da paso al aljibe, se conserva el escudo de los Herrera, anteriores a los Fernández de Velasco. Los duques de Frías, condestables de Castilla, volvieron a reformarlo en el s XVI de donde data la estructura que actualmente se ve. A este castillo se vinculan hechos históricos como la prisión de los hijos del rey Francisco I de Francia desde 1525 a 1529 y también alguna que otra leyenda. En 1926, cuando lo adquirió el pintor Ignacio Zuloaga, el interior del castillo estaba arruinado. Restauro una  de las torres, donde instaló un taller y pintó paisajes y retratos de las gentes de Pedraza. Los herederos del artista han habilitado una segunda torre como Museo Zuloaga donde se exponen de forma rotatoria obras del pintor y en ocasiones algunas otras obras del patrimonio familiar como un “Cristo” del Greco, un retrato de “La Condesa de Baena” de Goya y algún bodegón flamenco del s XVII.

El museo, el patio de armas y el aljibe se pueden visitar en grupos guiados de miércoles a domingo. En la oficina de turismo nos dan información de la población y de los alrededores.

Visitamos a la Casa del Águila Imperial, ubicado en la recién reconstruida Iglesia de San Miguel, donde nos proporcionan información sobre dicha especie, sobre la Red Europea de Conservación Natura 2000 y sobre la comunidad de Villa y Tierra de Pedraza. Si eres profesor entras gratis, pero en caso contrario solo cuesta 1 euro.

Una bióloga muy simpática nos hace una visita guiada donde nos explica todo lo relacionado con el águila imperial, sus hábitos, un video filmado en los alrededores con una pareja que anida y nos da la alegría de que en los años 60 quedaban muy pocas parejas en España porque la política favorecía matar a todas las águilas que te encontraras y ahora quedan 200 parejas en toda España. El problema es que cualquier problema que se dé en la especie, puede provocar la extinción del águila imperial. Ahora hay bastantes conejos y eso hace que al tener mucha comida, se reproduzcan bien, pero todo puede cambiar rápidamente.

Al salir nos informa de que podemos visitar un jardín medieval, pequeño, pero muy interesante, ya que está por zonas, orquídeas, plantas medicinales, un estanque con ranas etc.

Pasamos por el castillo de Castilnovo, cuya puerta de acceso se encuentra precedida de una verja, la cual nos encontramos cerrada. Es una hermosa construcción mudéjar, probablemente entre los s XIV y XV, y reformada en el XIX, aunque una leyenda la vincula al rey moro que se adueño de Sepúlveda en los primeros tiempos de la invasión árabe. Álvaro de Luna, los reyes católicos, el duque de Frías, el pintor y secretario de Isabel II José Galofre, entre otros personajes, fueron sus moradores, antes de convertirse, ya en nuestros días y tras permanecer a los marqueses de Quintanar, en propiedad de una sociedad que lleva su nombre y que lo ha restaurado y recuperado. Hay un mínimo de 10 personas para visitarlo, hay muy pocas horas con lo que mejor llamar por teléfono en caso de tener interés en verlo por dentro.

En Sepúlveda, está la Iglesia de Santiago donde nos encontramos la Casa del Parque Hoces del Rio Duratón. Tiene una sola nave rectangular, tiene un ábside de cuarto de esfera de estilo mozárabe, de ladrillo con doble arquería y figuras geométricas, que es único en Sepúlveda. Cuenta con una cripta subterránea, posiblemente resto de una primitiva iglesia, en donde se encuentran una serie de tumbas antropomorfas excavadas en la roca que podrían datar del s X.

Cierran a las 15 horas, con lo que solo da tiempo a que me den un mapa y me expliquen lo que hay que visitar en el Parque.

Declarado Parque Natural en 1989, el curso del rio Duratón hasta Sepúlveda  hasta el embalse de Burgomillodo, forma un impresionante cañón lleno de belleza y grandeza, a la vez que formidable refugio de especies protegidas, como el buitre leonado, de los cuales vemos decenas y decenas, con el sonido de los polluelos gritando, pidiendo comida a sus papas.

Se puede ir por Villar de Sobrepeña y Villaseca, que es lo que hacemos nosotros. Luego volveremos a Sepúlveda por Castrillo de Sepúlveda.

En su recorrido se localizan restos de distintos templos, como la llamada cueva de los Siete Altares, la ermita de San Julián, el monasterio de la Hoz y la ermita de San Frutos, patrón de la ciudad de Segovia, en donde se celebra una romería el día de la festividad del santo, el 25 de octubre.

El cañón mide 25 km de longitud, con un trazado serpenteante y con desniveles que en ocasiones alcanzan los 100 m.

Las hoces del rio presentan tramos de considerable anchura y entre los cantiles se abren numerosas formaciones cavernarias, una de las cuales, la llamada Cueva de los Siete Altares, con restos visigóticos, se encuentra próxima al puente del Talcano, en la confluencia del Duratón y el San Juan, junto a un área ribereña muy frecuentada por los excursionistas y donde existe un panel informativo con itinerarios por el parque. Al atractivo paisajístico y ecológico del lugar se añade el interés simbólico y espiritual, ya que estos parajes, sembrados de eremitorios de época visigótica, están ligados a la figura de San Frutos, el patrón de Segovia. Donde esa ubicación resulta más intensa y la vista del cañón más espectacular es, precisamente, en el antiguo priorato de San Frutos, mágico lugar al que se llega por una pista de tierra.

A este apartado rincón se retiraron, hacia finales del s VII, San Frutos y sus hermanos mártires, Valentín y Engracia, a hacer vida eremítica, y aquí fueron enterrados, según recuerda aun una capillita. Muy pronto los milagros atribuidos al justo varón atrajeron el piadoso interés del pueblo y el lugar se convirtió en santuario.

Tras hacerse cargo de él, los monjes de Silos, hacia el s XI, se construyó la iglesia románica, reformada con posterioridad y restaurada recientemente, y un monasterio benedictino, de cuyas dependencias aun quedan restos precedidos de un arco con el escudo silense.

Entre los milagros atribuidos a San Frutos, el más popular es “el de la cuchillada”, el santo hizo con su báculo una raya sobre el suelo para impedir el paso de los moros y, al intentar estos atravesarla, se abrió en la roca un tajo profundo que aún recibe ese nombre.

Se paga la voluntad, que destinan a la restauración del templo. Tenemos suerte ya que se tapa un poco el sol y nos da tregua para disfrutar del paisaje.

Volvemos a Sepúlveda a visitar este bonito pueblo, es uno de los más bonitos de España. Ha bajado el calor y se ha nublado con lo que es mucho más agradable de visitar.

En la Edad del Hierro, surge como un castro céltico de la tribu del los arévacos. En la época romana, los restos encontrados en Duratón en 1792 y 1949 la muestran con una vida amplia, relacionada con el exterior, y un estatuto jurídico de municipio. De la época visigótica es la Necrópolis excavada en Duratón, con 666 sepulturas con ajuares casi totalmente germánicos. La primera mención histórica de la villa de Sepúlveda aparece en la “Crónica de Alfonso III”, como uno de los lugares que fueron despoblados en las correrías de Alfonso I, aunque quedó una población rural en su entorno.

Su repoblación por Fernán González, en el año 940, representó un audaz avance hacia el sur, más allá del Duero. El Abad de Arlanza, Fray Gonzalo de Arredondo, nos cuenta su leyenda heroica, con la lucha cuerpo a cuerpo entre el conde de Castilla y el alcalde moro Abubad, a quien Fernán González cortó la cabeza, que hoy está esculpida en la fachada de una de las casas blasonadas de la Villa, llamada “la Casa del Moro”. Almanzor fracasó en su tentativa de ganar la villa en el año 979, pero lo consiguió el 984, hasta que volvió a ganar Sancho García en 1010.

El mismo conde de Castilla, Fernán González, para atraer pobladores que desafiaran la peligrosidad de este lugar de frontera, concedió a la villa su Fuero, que sus sucesores fueron confirmando. Su texto más antiguo que nos ha llegado, del año 1076, es el latino de Alfonso VI, su repoblador definitivo.

El castillo, marca el límite de las murallas de la Vila, es uno de los lados menores de la Plaza Mayor. Adosado a la parte inferior de sus torreones un edificio del s XVIII, con balconada corrida, soporta el “Reloj de la Plaza”. En este edificio se realizan actualmente exposiciones culturales; y desde su balconada se lanza el “chupinazo” anunciador del inicio de las Fiestas de los Toros. Es posible seguir el trazado de la muralla en algunas zonas, como en el tramo llamado Trascastillo y en la zona del Postiguillo.

Se conserva alguna de sus Siete Puertas. A la entrada de la calle que lleva al santuario de Ntra Sra de la Peña, se encuentra la llamada Puerta del Azogue que también se la conoce como del Ecce Homo. A las afueras, camino del Parque Natural de las Hoces del río Duratón, se observan los restos de la Puerta de la Fuerza, de la que parte la calzada romana que desemboca en el puente de Picazos. En el barrio de San Esteban se encuentra la Puerta del Río, junto a la hornacina de la Virgen de las Pucherillas.

Subimos a  la Iglesia de El Salvador, románica del s XI. Tiene una sola nave de ábside semicircular. La torre se encuentra separada de la nave y se comunica con ella a través de un estrecho pasadizo abovedado. La nave, cubierta con bóveda de cañón, está dividida en tres tramos por arcos fajones apeados en pilastras. Adosadas a los muros tiene arcadas ciegas sobre columnas y un hermoso pórtico, con arcos agrupados por parejas, apoyándose cada uno separadamente en anchas pilastras y, al juntarse, en columnas comunes.

Pasamos por el Museo de los Fueros, se encuentra en la Iglesia de los Santos Justo y Pastor, románica de los s XII y XIII, declarada Monumento Nacional desde 1931. Está situada intramuros, es decir dentro de la muralla que protegía Sepúlveda, tras la puerta del Azogue, palabra que quiere decir mercado, por lo que posiblemente en sus proximidades se desarrollaría el mercado semanal.

Un poco después de la casa del Moro, se localiza la Casa de las Conchas, con un balcón rodeado de escudos y conchas talladas en la fachada.

Desde los jardines de Trascastillo nos encontramos la entrada de la casa solariega de los González de Sepúlveda, cuya fachada posterior es el castillo.

La siguiente visita es Turégano famoso por su castillo, pero en realidad se trata de una iglesia fortificada. En su interior se encuentra un templo románico de tres naves, de los s XII y XIII, puesto bajo la advocación de San Miguel, el arcángel guerrero. En torno a él se fueron alzando los diferentes elementos del castillo, de forma tal que los ábsides quedaron embutidos en las torres y el cuerpo de las naves insertado en el patio de armas y oculto por las almenas.

En el laberinto de estancias interiores, donde se realizan obras de consolidación, se hallan las mazmorras donde sufrió prisión el secretario de Felipe II, Antonio Pérez.

Para acabar este magnífico día nos vamos a visitar la Iglesia de la Vera Cruz, se trata de un templo de origen templario (s XIII), de exterior poligonal, de 12 lados, saliente torre cuadrada y sencillas portadas. El interior se articula en un edículo central de dos pisos circunvalado por un deambulatorio. Ahora pertenece a la Orden de Malta y en la noche de viernes santo el paraje es escenario de la impresionante procesión del Santo Entierro, que desciende desde Zamarramala a la luz de las antorchas.

Descansamos un rato en el hotel y luego nos vamos a la Plaza de San Lorenzo, donde vamos cada noche, ya que se está muy bien, el sitio espectacular y se come muy bien.

Cenamos en Casa Paco, nos pedimos dos raciones, una de chipirones y otro de croquetas. Si no se tiene mucha hambre, mejor pedir solo una ración, ya que son enormes!!!! Con 3 cervezas nos cuesta 24 euros.

Hemos hecho 180 km

DÍA 14 20-7-2020 Lunes

SEGOVIA – SANTA MARÍA LA REAL DE NIEVA – CASTILLO DE COCA – SAMBOAL – CUELLAR – PEÑAFIEL – VALLADOLID – TORDESILLAS  

Nos vamos de este magnífico hotel, hemos estado muy a gusto, lo único que le podemos poner de pega es que la cama es un poco estrecha, estamos acostumbrados a camas más amplias.

La primera visita que hacemos es Santa María la Real de Nieva. Posee uno de los conjuntos históricos artísticos más completos en cuanto a relieves historiados en sus capiteles, franjas y arquivoltas. Situado en un antiguo convento de dominicos, su iglesia con claustro y portada del templo de principios del s XV han sido declarados Monumento Nacional. La esplendida colección de capiteles desarrolla toda una crónica de la vida medieval, con escenas rurales, caballerescas, religiosas y fantásticas.

Nos alucinan, son maravillosas, de las mejores que hemos visto nunca. Vale la pena venir a este pueblo, solo por este claustro.

De aquí ya nos vamos a Coca, lugar de nacimiento del emperador romano Teodosio el Grande, uno de los tres emperadores romanos de procedencia hispánica, y visigodos más tarde, hasta enlazar la antigua ciudad de Cauca, con la villa de Coca, cabecera de la Comunidad de Villa y Tierra a la que da nombre, ya en los primeros tiempos posteriores a la reconquista.

Coca, en su cuarto milenio, muestra un legado arqueológico y artístico de primera magnitud: verracos prehistóricos, frescos romanos, torres románicas, la mole gótico-mudéjar de su castillo y el más puro de los renacimientos en los sepulcros de la familia Fonseca de la Iglesia de Santa María la Mayor. Está dominando la Plaza Mayor, que hoy lunes hay mercadillo, pero muy pobre la verdad. Está construida en ladrillos con piedra caliza en contrafuertes, de gran simpleza de líneas en su exterior, roto únicamente por los restos conservados de la primitiva iglesia románica.

Guarda cuatro sepulcros de estilo puro italiano y realizado en buen mármol de Carrara, creados en ese país.

La Torre de San Nicolás es el único resto visible de la desaparecida iglesia románica de San Nicolás. Su sistema constructivo, forma un estilo diferenciado en el románico segoviano, filas de arquerías ciegas en el primer cuerpo, abiertas en el segundo, espina de ladrillos o mampostería en cada uno de sus cuatro lados, aterrazamiento en la parte superior conseguido mediante una bóveda de gran calidad y una destacada función al margen de lo sagrado, su posición cercana al valle del Eresma, la convertía en una poderosa atalaya defensiva desde la que se controlaban los accesos por el norte a la Villa. Subimos a la parte alta por sus bonitas vistas.

Vamos a la fuente de los Cinco Caños, al norte del cauce del rio Eresma, restaurada gracias a la familia del famoso cocinero de cochinillo de Segovia, Cándido, que ha aportado las piedras para que quede estupenda. A 50 m se encuentra la Domus-romana, se piensa que fue la residencia de un magistrado municipal de la antigua ciudad romana de Cauca. Los cerca de 200 m conservados, ofrecen frescos coloridos, con diferentes composiciones, llegando a alcanzar los dos metros de altura.

El castillo es espectacular, obra cumbre de la arquitectura militar mudéjar y gótica, es una impresionante mole de ladrillo, protegida por un potente foso que supera la veintena de metros de profundidad. Iniciadas las obras en los años finales del s XV, gracias a la familia Fonseca. Nada en él se dejó al azar, siendo profusamente decorado tanto en su exterior como en el interior. Las secuencias de pinturas con motivos geométricos, recorren todo el perímetro, haciendo diferente cada una de sus vistas. De igual manera, diferentes son todos y cada uno de los merlones que coronan su construcción. Como culmen a esto, el pozo de escucha, espolón arquitectónico que se observa desde los jardines ubicados al sur del castillo, en la base del mismo y que permitía controlar el único punto no vigilable de la fortaleza, previniendo un ataque por el sistema de galería de minas.

Tiene planta ligeramente irregular, debido a que se aprovecharon las paredes de la muralla defensiva de la villa en sus lados sur y oeste. Dentro de esta planta, el patio de armas, otrora cubierto de coloridos azulejos y rodeado de columnas marmóreas que seguían los ordenes corintio y compuesto. En sus paredes sigue la línea decorativa del patio de armas, los geométricos, realizados en rojo, azul y blanco, imitan la decoración de azulejos con la que la familia sorprendería a todos los visitantes. Lleva un tiempo cerrado por la pandemia, con lo que el interior no lo vemos, pero el exterior nos deja con la boca abierta.

La villa estuvo rodeada de murallas, igual que estaba antes de los romanos. Se conservan más de doscientos metros en posición original, entre los que destaca la puerta de la Villa o puerta de Segovia, uno de los accesos con los que en la antigüedad contó el recinto.

Fue zona de frontera en los siglos anteriores a la dominación romana, las influencias de celtiberos y vettones, los pueblos limítrofes, son sello distintivo de la arqueología caucense. Los verracos, esculturas zoomorfas realizadas en granito y características principalmente del pueblo vetton, serian utilizados como hitos del territorio y reflejan la importancia de los movimientos ganaderos en esta zona ya desde la antigüedad. Uno de los verracos tiene una inscripción funeraria de época romana, dando cuenta del que sería su último uso, el de monumento fúnebre.

A 30 km al norte se encuentra Cuellar, está asentada desde la prehistoria sobre varias colinas y rodeada de la mayor extensión de pino resinero de Europa, es el núcleo de población más importante de la provincia con 9800 habitantes. Se define como Villa del Mudéjar. Tiene una gran riqueza monumental, palacios, casas blasonadas, arquitectura popular, conventos, castillo… y fundamentalmente sus murallas y sus iglesias, con sus torres de piedra, marcan y definen el perfil de Cuellar. Repoblada a partir del s XI, fue sobre todo en el s XIII cuando llegó el esplendor económico basado en el sector ganadero de la lana. Esta riqueza permitió que en sólo un siglo se construyeran más de una decena de iglesias mudéjares, tomando el ladrillo como materia básica para portadas y ábsides, la madera para sus techumbres artesonadas y los muros de mampostería en piedra caliza para el resto de la construcción.

Vivieron en armonía las tres culturas medievales de la península judíos, moros y cristianos. Fruto de esta convivencia quedan vestigios de la Judería, la calle de morerías o la necrópolis musulmana de Santa Clara, auténticos testimonios en el amplio conjunto histórico medieval.

En el castillo hay una oficina de turismo donde nos explican todo lo visitable de Cuellar, pero el castillo solo se puede hacer con visitas guiadas y la próxima es a las 5 de la tarde. Una cosa curiosa es que hay en toda un ala del castillo un instituto de secundaria y de formación profesional.

Al lado del castillo está la Puerta de San Basilio, donde se ha recuperado un lagar de viga donde se pueden ver todos los elementos que formaban el lagar: pilas, la viga, el husillo etc.

Una cosa interesante para visitar en Cuellar está el Espacio Tenerías. Es una de las antiguas tenerías  del barrio de Santo Tome de Cuellar, la  cual supuso una fuente de riqueza para la ciudad. Utilizando las últimas tecnologías audiovisuales nos surgen en el mundo de los curtidores, tintoreros y peleteros y nos explican el proceso de transformación de la piel en cuero, las mesas, pilas, noques y demás útiles y materiales utilizados durante el proceso del curtido.

Si hay algo que define Cuellar, además de su conjunto de iglesias mudéjares, es que se trata de una gran ciudad amurallada. Desde cualquier punto, se pueden contemplar    amplios trazados de las distintas líneas defensivas. Dos recintos amurallados dominados por el castillo y reforzados por una contramuralla definen esta ciudad fortificada. Se conservan las puertas de San Basilio, San Martin y San Andrés. También están los arcos de Santiago o el de la Judería.

El edificio de mayor importancia es el castillo-palacio de los duques de Alburquerque, donde sobresalen en él sus potentes torreones, y un amplio patio de armas con una galería en la fachada sur, ambos renacentistas.

Pasamos a la provincia de Valladolid y la primera parada es Peñafiel. Tiene un maravilloso castillo de más de 200 m de longitud, muy bien conservado. Puesto de importancia decisiva en el control de la frontera del Duero, su doble muralla, los almenados torreones defensivos, la espaciosa plaza de armas y la elegante torre del homenaje, desde la que se contempla un paisaje infinito.

A las puertas del castillo se encuentra el Museo Provincial del Vino, donde se puede conocer todo lo relacionado con el vino e incluso hacer catas de vinos de la zona. Hoy está cerrado, al ser lunes.

La plaza del Coso se usaba como escenario de justas y juegos medievales y actualmente están montando una plaza de toros, con lo que próximamente debe haber un festejo taurino, lo cual no nos gusta nada. Su amplia planta cuadrada, a la que se accede por un arco, está cerrada por casas con pórticos y balconadas de madera, en una disposición muy armónica.

La Iglesia de San Pablo es un convento fundado por don Juan Manuel en 1324, sobre estancias de un antiguo alcázar, y suele considerarse la mejor consecución vallisoletana del estilo gótico-mudéjar, especialmente por la bellísima cabecera de bien compuestas arquerías de ladrillo que decoran incluso los contrafuertes.

Hace mucho calor, con lo que nos vamos a un bar a tomar algo fresquito y descansar de tanto calor.

A 50 km se encuentra Valladolid, llegamos en un momento ya que hay muy buena carretera. Aparcamos al lado de la Academia de Caballería, un edificio espectacular pero que solo se puede visitar el sábado o el domingo.  Está en la plaza Zorrilla, donde resuenan los ecos de la historia y los ruidos de las recreaciones. Esta plaza, que se abría extramuros tras sobrepasar la llamada puerta del Campo, marcaba el límite amurallado tras el que se asentaba la villa medieval.

En el borde de la plaza, junto a una moderna fuente circular de muchos surtidores convertida en reloj de agua que marca horas y minutos, se encuentra la estatua de Zorrilla.

Hay un magnifico parque que se llama Campo Grande justo al lado y donde se encuentra una oficina de turismo. Nos acercamos y una chica muy simpática nos explica todo lo que se puede hacer en la ciudad como en los alrededores. Nos da varios folletos que nos van muy bien para ir planificando los próximos días.

Llegamos a la Plaza Mayor, la más antigua de España y que fue modelo para el resto de plazas mayores. En el centro geométrico se alza la estatua del conde Ansúrez, ejecutada en 1901, que muestra la imagen en bronce sosteniendo en una mano el pendón y en la otra el pliego donde se recoge la fundación de la ciudad. En uno de los lados se encuentra el Ayuntamiento, en su fachada principal tiene dos torres laterales y un pórtico tribuna central formados por dos cuerpos. El inmueble se articula a partir de un patio interior, dispone de salones suntuosamente decorados y de una escalera monumental.

La catedral es un proyecto de Juan de Herrera y al entrar sorprende la grandiosidad de formas, la pureza de líneas y  la robustez de los volúmenes. Se puede subir a la torre con un ascensor y se puede pasear por la azotea. Además se puede ver el Museo Diocesano y Catedralicio, pero nosotros no lo visitamos.

Al lado está la plaza de la Universidad, pero antes se pasa por las ruinas de la que fuera la Colegiata de Santa María la Mayor, en gran parte destruida al erigir el templo herreriano.

Realmente, fueron dos las colegiatas que tuvo la villa de Valladolid, un primer edificio románico alzado en tiempos del conde Ansúrez, que fue sustituido en el XIII por un templo gótico de mayores dimensiones.

En el centro de la Plaza de la Universidad, se alza una imagen de Cervantes, monumento con el que la ciudad rinde homenaje al novelista que vivió en ella y la incluyó entre sus escenarios literarios y vitales. Fundida en bronce,  fue inaugurada en 1877.

La universidad de Valladolid es una de las más antiguas de Europa, estando documentado su funcionamiento desde finales del s XIII, aunque no fue sino en la centuria siguiente cuando se ampliaron cátedras y materias de estudio y alcanzó categoría de autentica Universidad. Ocupaba un edificio de finales del s XV, sustituido en el s XVIII por uno nuevo que se conserva la monumental fachada barroca. En la exuberante portada se acumulan guirnaldas, escudos y figuras alegóricas de las artes liberales y las ciencias. Remata el conjunto la Sabiduría, que tiene bajo sus pies, completamente derrotado, el cuerpo montaraz de la ignorancia. Cuatro monarcas vinculados a la historia de la Universidad coronan la balaustrada.

Nos alojamos en el hotel Real de Castilla de Tordesillas, nos cuesta 30 euros la doble con baño. La habitación está muy bien y solo a unos minutos del centro de Tordesillas, además para aparcar hay mucho sitio.

Para cenar nos sentamos en un restaurante de la Plaza Mayor, nos pedimos unas raciones, gambas al ajillo y revoltillo de morcilla con cervezas. Hay unos grandes carteles que piden que se mantenga la feria del toro. Nosotros estamos totalmente en contra ya que se martiriza a un pobre animal que no tiene culpa de nada.

Hemos hecho 213 km.

DÍA 15 21-7-2020 Martes

TORDESILLAS – VALLADOLID – TORDESILLAS

Desayunamos en el hotel, pero no vale mucho la pena, cuesta 3 euros. Nos dan café, pasta o tostadas y zumo de naranja natural.

Vamos a la oficina de turismo donde nos informan de todo lo que hay por ver en Tordesillas. Lo primero que hacemos es ir al convento de Santa Clara, que como es de Patrimonio Nacional los profes no pagamos, la entrada general son 6 €.

No se pueden hacer fotos, lo cual es una pena, ya que es precioso. Antes hacían visitas guiadas pero por el Covid19 ya no las hacen. El tope de personas es 15 a la vez.

Antiguo palacio de Alfonso XI, transformado en convento por Pedro I el Cruel, ha sido escenario de una intensa historia en la que resuenan los nombres de la intensa historia en la que suenan los nombres de la secreta esposa del segundo monarca citado, María de Padilla, y el de Juana de Castilla, confinada en estas salas hasta su muerte en 1555. El conjunto es una obra maestra del mudéjar en la que destacan la fachada del antiguo palacio, con puerta adintelada y ornamental al gusto almohade, el bellísimo patio, los baños árabes y otras salas decoradas con yeserías moriscas. La iglesia, de una sola nave y con una capilla mayor cubierta por una monumental armadura, es de estilo gótico.

En su interior, además de muestras del románico, debe verse la capilla de los Saldaña, donde se muestra una profunda restauración en la que se descubrieron bellísimos elementos del antiguo palacio.

Volvemos por los Jardines del Palacio y llegamos al palacio o casa del Tratado, donde se localiza la oficina de turismo, el parque de maquetas, con reproducciones de edificios emblemáticos de Castilla y León y el museo del Tratado de Tordesillas. En varias salas y a través de diferentes sistemas multimedia, paneles y cartografía de la época, se explica al visitante la historia de Europa y de España en el momento en que se firmó el tratado, así como las relaciones culturales con el Nuevo Mundo.

La exposición persigue dar a conocer las claves culturales, territoriales y políticos que obligaron a firmar un acuerdo entre las dos grandes potencias emergentes de la época, para dividirse las tierras conocidas y las que se podrían conocer. Se firmó el 7 de julio de 1494 y en el que fijaron los limites que cada corona debía respetar. Se trazó así una línea imaginaria, situada a 370 leguas de las islas de Cabo Verde, que dividía el Atlántico en dos teóricas mitades, quedando el hemisferio occidental dentro de los dominios castellanos y el oriental en poder de los portugueses.

Nos hemos apuntado a una visita guiada que organizan una asociación de Tordesillas, que reivindican la figura de Juana de Castilla. Cuesta 4 euros, que sirven para mantener la asociación que está compuesta por voluntarios.

Estamos casi dos horas y nos movemos muy poco pero nos van explicando con pelos y señales de porque se le puso el apodo de Loca a Juana y de lo mal que lo pasó en Tordesillas, ya que estuvo muchos años encerrada en palacio e incomunicada. Al principio la dejaban ir a la Iglesia de San Antolín que está al lado de donde estaba el palacio, pero al  final no la dejaban salir de sus habitaciones.

Comemos en el restaurante Antolín el menú por 10 euros, no está mal y después nos vamos un rato al hotel a descansar.

Al bajar un poco el calor vamos a Valladolid y la primera visita es la Casa de Zorrilla. Se hacen visitas guiadas de 4 personas!!! Clara nos hace una explicación muy interesante, vamos de habitación en habitación y nos explica anécdotas y básicamente la vida de Zorrilla.

Cerca está el Palacio de Pimentel, conforma una de las esquinas de la plaza de San Pablo. Se trata de una mansión que ejemplifica la arquitectura nobiliaria del Renacimiento vallisoletano. Iniciada en el s XV, pertenecía inicialmente  a don Bernardino Pimentel, caballero principal, regidor de la villa y yerno del marqués de Astorga, luego a los condes de Rivadavia y finalmente a los marqueses de Camarasa. Sirvió de alojamiento a Carlos I y de cuna a Felipe II, que nació en una de las estancias el 20 de mayo de 1527, tal como recuerda una placa colocada junto a la ventana esquinera. Actualmente es la sede de la Diputación Provincial de Valladolid.

Enfrente está el palacio Real, así llamado por haber sido residencia de Felipe III durante la estancia de la corte en la ciudad. Actualmente es la sede de la subinspección general del Ejército de Tierra.

El Colegio de San Gregorio fue fundado a finales del s XV como centro de teología para dominicos. Destacan la fachada, el claustro, la escalera y la capilla funeraria.

En la fachada hay una gran concentración de elementos decorativos donde se exalta el triunfo de la teología y se afirman los símbolos del poder, tanto los vinculados a los Reyes Católicos como los relacionados con el fundador.

El palacio de Villena se construyó en el s XVI por encargo de don Antonio Velasco y Rojas y fue propiedad de don Diego Hurtado de Mendoza y más tarde la princesa de Éboli. Alojó huéspedes ilustres como el emperador Carlos V cuando iba camino de Yuste en busca de soledad para curar las heridas del poder.

De los planos originales trazados por el arquitecto Francisco de Salamanca se conserva un patio con columnas jónicas y arcos de medio punto. Tiene dos pisos, que se comunican por una escalera señorial. En este edificio podemos disfrutar de un belén napolitano realizado a finales del s XVIII e integrado por casi 200 figuras que representan una gran variedad de personajes, desde pastores, campesinos y artesanos, hasta burgueses, músicos y cíngaros.

También está la Sagrada Familia, los Reyes Magos y su sequito oriental. Es precioso y vale la pena verlo con atención.

Frente al palacio y al lado del colegio de San Gregorio, hay una estatua de Eduardo Chillida que glosa el conocido verso de Jorge Guillen “lo profundo es el aire”. Se colocó con motivo del homenaje que la ciudad rindió al poeta en el año 1982. En un rectángulo de metal se abre un hueco donde surgen unos brazos semicirculares que modulan la profundidad del aire.

La catedral de Santa María de la Asunción, responde en gran parte al diseño efectuado por Juan de Herrera sobre un proyecto de 1527. Al final de la calle Cascajares se muestra la fachada principal, que articular con sobria solemnidad dos cuerpos, el primero está ocupado por el gran arco de triunfo tetrástilo; y el segundo, el reinterpretado por Churriguera, despliega escudos y estatuas y se corona con un frontón triangular.

En el interior vemos que es de grandes dimensiones, desnudo y elegante. En la capilla mayor está el retablo de Juan de Juni, ofrece un complejo universo de escenas e imágenes llenas de impetuosidad y dramatismo que se relacionan con la vida de la Virgen y su Hijo.

Desde 2015 un ascensor con vistas panorámicas permite subir a la parte octogonal de la torre, levantada en 1880 y desde el espacio donde se ubican las campanas acceder a la terraza superior, que funciona a modo de azotea para asomarse a la geografía urbana.

La Iglesia de Santa María la Antigua es uno de los edificios característicos  de la ciudad. La historia del templo se remonta al s XI, cuando era capilla del conde Ansúrez. Pero a la capilla condal se le añadieron a comienzos del XIII el pórtico y la torre, que se yergue esbelta y poderosa sobre la línea de tejados. En el s XIV se sustituyó la fábrica primitiva por un templo nuevo. La torre se considera una de las más bellas del románico tardío en Castilla, se estructura en cuatro cuerpos de planta cuadrangular. Las ventanas pueblan los tres últimos, ofreciendo arcos de medio punto y capiteles. Una cubierta de teja en forma de pirámide remata el conjunto.

Vamos al Convento de San Benito el Real, fue fundado por el rey Juan I en el último tercio del s XIV y aprovechando los restos del  Alcazarejo  y la muralla medieval. Un total de doce monjes acompañaba al prior Antón de Ceimos integrando una comunidad que se habría de convertir en uno de los focos más destacados de la reforma monástica acometida en España. A finales del s XV se renovó el Cenobio al haberse convertido en cabeza de la orden y aumentando su poder, rentas e influencia.

Surge así la iglesia monacal, cuyas obras se iniciaron en 1499 y se terminaron en 1515. Para completar la monumentalidad del templo a finales del s XVI, el grandioso pórtico de dos pisos que adelanta dos sólidos pilares octogonales. Finalmente, se construyó el edificio conventual que incluía la fachada principal, actual hospedería, y los tres patios.

El interior es una expresión del poder mediante el lenguaje de la arquitectura. La amplitud de las naves, la altura de las bóvedas, la robustez de los pilares y las dimensiones catedralicias ratifican un discurso de poder. Es un templo verdaderamente grandioso y sorprendente, pero no nos parece bonito ya que las obras de arte las sacaron como el retablo mayor y su célebre sillería renacentista que se encuentra en el Museo de Escultura.

Justo al lado está el Mercado del Val, modernista, que se inspira en modelos franceses y representa en Valladolid la llamada arquitectura del hierro y el cristal.

El Pasaje de Gutiérrez es una galería comercial abierta en 1885. Fue encargada por Eusebio Gutiérrez y realizada de acuerdo con los planos trazados por Jerónimo Ortiz de Urbina, es ejemplo de las actuaciones urbanísticas de la burguesía. La luz se filtra por los lucernarios y permite contemplar el universo de hierros vidrieras, pinturas alegóricas y esculturas que adornan el pasaje.

Nos tomamos unas cervecitas en una terraza y una chica que nos ve que no somos de allí, se dirige a nosotros para preguntarnos si queremos ayuda. Resulta que ha trabajado en la oficina de turismo, con lo que nos explica cosas a visitar. Ella es de Peñafiel, licenciada en Historia del Arte, y nos comenta que a su edad, 41 años, sigue con empleos precarios. Le animamos a que se prepare oposiciones y se dedique a la enseñanza ya que le gusta.

Hemos hecho 65 km

DÍA 16 22-7-2020 Miércoles

TORDESILLAS – MOTA DEL MARQUES – TIEDRA – VILLAVELLID – VILLARDEFRADES – URUEÑA – ERMITA DE LA ANUNCIADA – VILLAGARCIA DE CAMPOS – TORDEHUMOS – VILLABRÁGIMA – MEDINA DE RIOSECO – MONTEALEGRE – VILLALBA DE LOS ALCORES – MUCIENTES –  FUENSALDAÑA – VALLADOLID – TORDESILLAS

Hoy queremos hacer una parte de la ruta de los castillos de Valladolid. Tiene 18 en toda la provincia y lo promocionan bastante, pero nos daremos cuenta a lo largo del día que la mayoría solo abre los viernes, sábados y domingos.

El primer castillo está ubicado en la Mota del Marques, donde solo quedan los restos de la fortaleza medieval que en el s XIII pertenecía a la Orden Teutónica. Formaba parte  de la línea defensiva de los Montes Torozos, territorio disputado durante siglos por castellanos y leoneses. Actualmente está muy deteriorado, no vale la pena desviarse para verlo.

La siguiente parada es Tiedra. La primera mención al castillo data de los tiempos de Sancho II de Castilla en el s XI. Tras la separación de los reinos de Castilla y León, Tiedra formó parte del segundo. Alfonso IX de León lo entregó en compensación, junto a San Pedro de Latarce y su mujer, la infanta castellana doña Berenguela, cuando se anuló su matrimonio. En 1285 Sancho IV de Castilla entrega como recompensa a don Pedro Álvarez de Asturias la villa de Tiedra.

Va pasando por muchas manos hasta el s XIX que es de  la casa de Osuna. Su sencilla estructura consta de una torre del homenaje cuadrada construida en sillería que posee sótano más cuatro plantas, la última abovedada y una azotea almenada. Se accede al recinto por una puerta ojival tras haber salvado el foso. Nosotros solo lo podemos ver por fuera porque abren los fines de semana.

Pocos km después llegamos al castillo de Villavellid, otra de las fortalezas que jalonaban la línea fronteriza de los reinos de Castilla y León, enfrentados durante siglos en disputas territoriales. Su construcción se inició durante el s XV por parte de Don Diego de Almanza, regidor de Toro. Construido según los parámetros de la Escuela de Valladolid, caracterizada entre otros aspectos, por el respeto constructivo de las proporciones entre los elementos que lo integran,  se levantó sobre gruesos muros de cantería que ocultan armazones de mampuesto; su planta es cuadrada y presenta tres cubos cilíndricos en cada uno de sus tres ángulos, ocupando el cuarto la torre del homenaje. Es de propiedad privada  y es complicado verlo, pero después de intentarlo por varios sitios lo conseguimos.

Por casualidad pasamos por Villardefrades y nos encontramos  con la Iglesia de San Andrés, cuyas obras se iniciaron en 1764 gracias a los fondos aportados por fray Andrés González Cano, que había nacido en la villa y llegó a ser obispo de Nueva Cáceres en Filipinas. No se acabó, a pesar de que el dinero estaba. A pesar de ello se puede ver el interior y se ven cornisas, molduras y muros que se han construido hasta las bóvedas.

Llegamos a Urueña, villa medieval y amurallada, donde hay 13 librerías y solo 2 bares. Su condición de baluarte natural entre Montes Torozos y Tierra de Campos ha condicionado la historia de Urueña, disputada a lo largo de los siglos por los reinos de Castilla y León. Su recinto amurallado, que se adapta al escarpado borde del paramo, data del s XII y es uno de los mejor conservados de la provincia, protegía un castillo que se edificó sobre una fortaleza romana a mediados del s XI a instancias de Fernando I. Un siglo después, la infanta doña Sancha, hermana de Alfonso VII, ordenaría la construcción de las murallas, de perímetro ovalado. Dos puertas permitían el acceso al interior.

El castillo situado en el extremo suroriental de la villa, aparece como una torre albarrana de la muralla, a la que se une por el adarve; el llamado Peinador de la Reina, el punto más alto del conjunto monumental. El castillo es de planta cuadrada y sus esquinas están reforzadas por cubos cilíndricos, excepto la torre del Homenaje, en el sur, de planta cuadrada.

Se pueden realizar dos recorridos por el adarve de la muralla, pero al interior no se puede acceder pues es el cementerio del pueblo.

Urueña es la primera Villa del Libro de España y aun un conjunto patrimonial sobresaliente.  A sus calles se asoman antiguas casonas, algunas blasonadas y numerosas librerías especializadas. En la oficina de turismo no nos dan ningún folleto, porque dicen que está prohibido!!!! La mayoría de las librerías están cerradas, son temáticas. Vemos una que está dedicada al vino, otra a los viajes, que es la única que vemos abierta de las 13 que hay en el pequeño pueblo.  Está decorada con mucha artesanía africana, nos comenta que es de sus viajes y tiene una gata que es la jefa!!!

El centro e-LEA de Miguel Delibes muestra una exposición sobre la lectura y la escritura a lo largo de la historia. Tiene un museo de campanas, un centro etnográfico, museo de la música y otro dedicado al gramófono. Algunos están abiertos, pero muchas cosas están cerradas.

En la oficina de turismo nos ofrecen una visita guiada a la Ermita de la Anunciada, pero es una hora y nos parece mucho para ver una ermita, con lo que vamos a verla por fuera.

Es del s XII, se encuentra a 3 km de Urueña con unas magníficas de la muralla de la villa. La primera documentación que tenemos data del año 945 y habla de la existencia de una comunidad mozárabe, el Monasterio de San Pedro y San Pablo de Cubillas.

En el s XII la infanta Sancha Raimundez manda construir la actual ermita en el lugar donde se encontraba la primitiva iglesia del Monasterio, y elige para el nuevo templo un estilo arquitectónico que corresponde al primer románico, con ornamentación lombarda, denominada así por proceder en origen de la Lombardía italiana, que se extendió con éxito por el Pirineo catalán y oscense.

Es el único ejemplar de factoría románico-lombardo catalán, que se conserva en la Comunidad de Castilla-León. Los muros carecen de contrafuertes por lo que son muy gruesos. La arquitectura exterior se caracteriza por las lesenas (bandas lombardas) y los arquillos ciegos característicos de este románico inicial que crean un efecto de claro-oscuro con la luz y rompen la monotonía de la piedra. Dos sencillas ventanas en ambos muros iluminan la nave central, cada una de las naves laterales que tiene una ventana.

Cimborrio octogonal sobre el transepto, sostenido por trompas en el interior y terminado en cúpula con pequeñas ventanas. El edificio tiene planta basilical. Tres naves abovedadas de medio cañón, reforzadas con arcos fajones y separados por pilares cruciformes.

Nuestra señora de la Anunciada es una talla de bulto redondo, muy probablemente de la segunda mitad del s XIII, tallada en madera policromada. La Virgen sostiene al niño en su rodilla y en la otra mano sostiene una esfera. A su vez el niño tiene una mano alzada en actitud de bendecir y en la otra también porta una esfera. La Anunciada es la patrona de Urueña cuya festividad se celebra el 25 de marzo. Una romería alrededor de la ermita, en la que la Virgen se portea en andas por los hombres del pueblo.

El siguiente destino es el Castillo de los Quijada en Villagarcía de Campos, en sus tiempos de esplendor fue una obra de gran envergadura, contaba con altos torreones y puente levadizo.

Perteneció a la corona y posteriormente a la reina, quien lo entregó a don Luis Méndez Quijada, escudero de Carlos V, y a su mujer, doña Magdalena de Ulloa. A ellos, confió el emperador la educación de su hijo bastardo, Jeromín, fruto de su relación con Bárbara Bloomberg. Y allí creció secretamente el futuro don Juan de Austria, héroe de Lepanto, que ignoraría su verdadera identidad hasta los 14 años, época en la que conoció a su hermano Felipe II, en el cercano monasterio de la Santa Espina. El castillo fue asolado por el ejército francés en 1810.

Hay un proyecto llamado QU1554, Juan de Austria, que desde el 2014 está conservando el edificio para que  se pueda visitar. Solo está abierto viernes, sábado y domingo.

Llegamos a Tordehumos, cuyo castillo fue erigido a mediados del s XII y fue baluarte de la frontera entre los reinos de Castilla y León. Testigo del tratado de Tordehumos de  1194, por el que Alfonso VIII de Castilla y Alfonso IX de León sentaron las bases de la futura unión de las coronas. Sirvió como privilegiada atalaya desde la que comunicarse con otras fortalezas  través de señales de humo de día y fuegos de noche: era “el Otero de los Humos” que dio nombre al pueblo. Siglos más tarde fue refugio del ejército francés que derrotó a las tropas españolas en la célebre batalla de Moclín acaecida en la vecina Medina de Rioseco.

Se puede subir al castillo desde el pueblo a través de una pista de escasa pendiente con escaleras. Se nota que hubo paneles explicativos, pero ahora queda muy poco. Las vistas deben ser increíbles, pero el sol nos anima a no subir hasta la atalaya. Un gato rubio a la sombra nos indica lo que hay que hacer, o sea resguardarnos del sol.

Llegamos a Villabrágima, esta villa estuvo amurallada y tuvo una judería que contribuyó a fomentar el dinamismo económico de Ríoseco. Antes de llegar a la puerta del reloj, resto todavía conservado de la antigua cerca amurallada, conviene detenerse en la sinagoga, edificio con portada de sillería donde se dibuja un gran arco y dos relieves empotrados en las enjutas y adornados con dibujos exóticos. Por la puerta del Reloj se desemboca en una Plaza Mayor aún parcialmente porticada. Conserva los soportales de casonas levantadas en el siglo XVII.

El templo de San Ginés es una iglesia del s XVI con piedra y tapial, reformada justo al lado de la carretera, cuyo interior se ha reformado como un espacio museístico muy atractivo.

Seguimos ya hasta Medina de Rioseco, donde buscamos en Tripadvisor y vamos a comer a un restaurante que tiene muy buenas críticas y son justas, ya que comemos muy bien y por poco dinero. El menú cuesta 12 euros y tienen platos muy originales y ricos. Es en casa Manolo, en el centro histórico.

A este pueblo se le llama Ciudad de los Almirantes, tiene un vasto patrimonio, varias iglesias monumentales y museos, arquitectura tradicional, calles porticadas y patrimonio industrial de gran relevancia como el Canal de Castilla  y la Fábrica de Harinas de San Antonio. Se conservan además dos de las seis puertas de su antigua muralla del s XIII.

Su sobrenombre le viene porque desde el s XV hasta el XVIII, en esta villa se asentó una familia nobiliaria emparentada con los Trastámara. Don Alfonso Enríquez, fue el primero que recibió de manos del rey Enrique III, el titulo de Almirante Mayor de Castilla. La vinculación de Rioseco con esta saga familiar que aportó 11 almirantes y detentó el señorío hasta el año 1702 es muy estrecha, pues gran parte de su riqueza monumental y artística fue promovida por los miembros de la citada dinastía, teniendo un paralelismo el esplendor y la decadencia del pueblo con la familia citada.

Los lugareños también han sido siempre muy emprendedores, gracias al comercio y al intercambio de productos, al mercado del jueves etc

El tráfico comercial, que se desarrollaba en la plaza de Santa Ana, pero que se extendía por todo el pueblo habitado, promovió el nacimiento de un conjunto de gremios. Agrupados en barrios, ocupaban las vías urbanas que desembocaban en la Rúa Mayor, calles que todavía conservan los nombres de las antiguas dedicaciones como Cantareros, Pescado, Carnicerías, Armas o de los Lienzos.

En el s XVI, de los 12000 habitantes que tenía, 1000 eran millonarios. Por eso, se le llamaba la “India Chica”.

Paseamos por el pueblo, buscando las sombras, y llegamos al Canal de Castilla que se encuentra en la Dársena del Ramal de Campos,  punto final de la línea que se bifurca en El Serrón y recorre la meseta. El canal de Castilla fue el sueño de ilustrados que pretendía conectar las planicies cerealistas con la cornisa cantábrica mediante un sistema de canales de navegación y riego.

En el transcurso de los casi 100 años que tardó su construcción fue sembrando a lo largo de los 207,5 km una valiosa colección de puentes, esclusas, presas, acueductos, dársenas, arquetas, fábricas de harina etc

A la dársena de Rioseco llegaban las barcazas que traían el carbón cargado en Alar y partían las embarcaciones que subían los sacos de harina producida en la fábrica de San Antonio.

Hay que comprobar horarios en la pág. Web, duran una hora, se recorren 7 km y tiene que ser muy interesante.

En la Rua Mayor, es un placer, ya que tiene un conjunto de balconadas y soportales que dicen que son los más bonitos de toda Castilla. Nosotros podemos decir que es preciosa esta calle, además los soportales protege del sol inmisericorde.

Otro hit de este pueblo es la Iglesia de Santa María de Mediavilla, uno de los mejores ejemplos del gótico tardío. De la excepcional riqueza artística del interior destacan el retablo mayor, la capilla de Cristo y la capilla de los Benavente.

El Arco de Ajújar es la puerta más antigua de las ocho que integraban la cerca amurallada. Junto al arco se ha habilitado el Centro de Interpretación de la Ciudad de Medina de Rioseco, el cual recrea como era la villa en el s XVI.

En el convento de San Francisco se encuentra el Museo de Arte Sacro. El recinto monástico fue fundado en el año 1491 por los Enríquez, que deseaban destinar a lugar de enterramiento el espacio ocupado por la capilla mayor. Actualmente solo queda la iglesia de 1520. Hay bastantes cosas más pero nosotros llevamos tanto visitado hoy que seguimos ruta.

Llegamos al castillo de Montealegre, se eleva en el punto más alto de un cerro dominando el territorio.

En 1219 la Orden de San Juan de Jerusalén, concede fuero a la villa. Va pasando por varias manos, pero bajo la protección de María de Molina, los Meneses levantan una solida fortaleza sobre la que ya existía que, integrada en la línea fronteriza con el reino leones, habría de convertirse en baluarte del reino de Castilla.

Su planta casi cuadrada, se articula a un gran patio, en cuyas esquinas se alzan 4 torreones, tres rectangulares y una esbelta torre del Homenaje pentagonal que se orienta hacia la llanura a lo largo de sus 20 m de altura.  Está cerrado, no lo podemos visitar.

Seguimos ruta y llegamos a Villalba de los Alcores. En el s XI, con la unificación de los reinos de Castilla y de León por Fernando I, se dona a la Orden de San Juan de Jerusalén, hasta que pasa a manos de la familia Meneses por orden de Alfonso VIII. En 1860 lo adquiere Cipriano de Rivas, secretario real, cuyos descendientes poseen actualmente la titularidad.

De la muralla, que alcanzó un perímetro de 1 km a finales del S XV, se conservan grandes lienzos, tuvo al menos 2 puertas y 36 cubos semicirculares, de los que aun podemos contemplar 7, algunos de ellos se han rehabilitado y acondicionado para su visita.

En Mucientes se conservan las ruinas de la fortaleza en la que estuvo presa Juana I; para inhabilitarla se reunieron en ella las cortes convocadas por Felipe I. Durante la guerra de las Comunidades las tropas de Padilla conquistan Mucientes y toman el castillo. Ahora queda muy poco, o sea que si no viene de paso no vale la pena venir.

El de Fuensaldaña es uno de los castillos bajomedievales de Castilla que mejor representan el poder ascendente de una familia de esa época. Su gran torre del homenaje, símbolo principal del linaje de los Vivero, y sus estancias palaciales asomadas a un patio central eran dignas de uno de los más altos nobles de la corte de los  Reyes Católicos. Fue el escenario principal de la vida y muerte de varios de sus poseedores, muy representativos de la nueva nobleza de esos momentos, tan  ligada a la administración del reino, y en donde se compusieron varios de los versos más famosos y sentidos del comienzo del s XVI español.

En el castillo de Fuensaldaña, las dependencias domesticas estaban articuladas entorno a un patio con tres crujías con doble arcada. En la planta superior se ubicaba la residencia del señor, con salones y alcobas adornadas con yeserías, artesonados y pinturas; destacaban los grandes ventanales con cortejadores y el corredor del patio. La zona militar se correspondía con la torre del homenaje, los cuatro cubos esquineros y el adarve.

Hasta hace poco era la sede de las cortes de Castilla-León, ahora es un centro de interpretación de los castillos. Se puede visitar por tu cuenta o con una visita guiada, por la mañana es a las 11 y a las 12:30 y por la tarde a las 17 y las 18:30. Cuesta 5 euros la entrada. Es un castillo impresionante, muy bien restaurado y vale mucho la pena su visita.

Volvemos a Valladolid ya que queremos visitar el Museo de Escultura porque nos lo han recomendado mucho. La entrada es gratuita hasta el 31 de agosto y realmente es una maravilla.

Hay unos retablos de Berruguete alucinantes, nunca habíamos visto un museo como este. Hay piezas espectaculares, muchas han venido de la Iglesia de San Benito. Unos sillares con grabados de la vida de Jesús, escudos de las familias nobiliarias, unos techos con artesonado mudéjares que te dejan con la boca abierta. Muy, pero que muy, recomendable.

Volviendo hacia Tordesillas paramos en Simancas. En el s XV Simancas pasa de la jurisdicción de Valladolid a la de los Enríquez, Almirantes de Castilla: serán los promotores de la construcción del castillo a partir de 1465. Edificado sobre una fortaleza preexistente, a ellos se debe el cuerpo principal, las torres y la barbacana; al este del castillo, de planta pentagonal, se conserva entre dos torreones la única puerta de esta época, hoy inaccesible. En el s XVI el alcaide Hernando de la Vega añade cavas y barreras: se aumenta la profundidad y anchura del foso y se abre otra puerta al norte con acceso directo al exterior de la villa. El castillo llegó a tener 3 puertas con sus puentes levadizos, 2 de ellas se sustituyeron durante los reinados de Carlos II y Felipe V.

Fue depósito de armas y monedas  y cárcel. En 1540, por orden de Carlos I, una de sus torres se dedica a archivo de los documentos más importantes de la Corona. Será Felipe II quien dedique el conjunto de la fortaleza a la guarda y la custodia de documentos, otorgándole un reglamento. Su estado de conservación es óptimo ya que nunca ha sido abandonado y a lo largo de los siglos se ha intervenido en él para mejorar su funcionalidad, como archivo histórico.

Hasta nuevo aviso está cerrado por culpa de la pandemia. Nos vamos a la plaza mayor de Simancas a tomar una cervecita que hace mucho calor. La plaza está formada por varias casas de ladrillo macizo, algunos muros blasonados y la fachada neoclásica del Ayuntamiento. Bajo los soportales, una lapida recuerda los nombres de los comuneros “ejecutados en esta villa por luchar a favor de las libertades castellanas”.

A pocos metros de la plaza hay un mirador que nos invita a contemplar la longitud del puente medieval sobre el rio Pisuerga, la extensión de la corriente y los chopos que pueblan el soto. Tiene 17 ojos y mantiene la estructura gótica en sus arcos apuntados.

Muy cerca está el antiguo hospital, fundado a finales del s XVI para atender las necesidades de pobres y huérfanos. Es un edificio con muros de ladrillo que alojan imágenes en las hornacinas y exhibe un arco de piedra en su portada.

Después de un día tan completo ya volvemos a Tordesillas por una magnífica autovía que nos lleva en pocos minutos al hotel.

Hemos hecho 187 km

DÍA 17 23-7-2020 Jueves

TORDESILLAS – MEDINA DEL CAMPO: CASTILLO DE LA MOTA – ALAEJOS – CASTRONUÑO –  TORO – ZAMORA

Después de desayunar potente nos dirigimos a Medina del Campo, por una magnifica autovía que nos lleva en menos de media hora. El castillo de la Mota se puede visitar por libre o con visita guiada. Por libre ves el exterior del castillo, la capilla y el patio interior. En las guiadas que cuestan 4 euros puedes subir a la Torre del Homenaje y visitar unas cuantas estancias más. El problema es que hay muy pocas visitas guiadas por culpa de la pandemia.

Tiene su origen en la repoblación del s XI: se fortifica, independizándolo, el recinto de la vieja villa de “la Mota”. En 1390 Juan I dona la villa y la Mota a su hijo, Fernando de Antequera, futuro rey de Aragón. Los enfrentamientos entre Juan II de Castilla y los Infantes de Aragón provocaron que la villa pasara de un bando a otro a lo largo del tiempo. El acuerdo de los Toros de Guisando en 1468, entrega la villa y la fortaleza a Isabel, pero el rey se la quitará para entregársela a su hija Juana.

El castillo actual, aprovecha una esquina del recinto de la villa vieja, construido en hormigón de cal y canto. Su barrera exterior, con cubos cilíndricos y dotada de galerías subterráneas, data del tiempo de los Reyes Católicos y fue la más avanzada de la época. La fortaleza tiene un amplio patio de armas y una torre del Homenaje de casi 40 m de altura. Desde el patio se accede a la capilla de Santa María.

En el centro de visitantes donde te informan, hay vestigios de un poblamiento de la Edad del Hierro.

En cuanto a Medina del Campo, declarado Conjunto Histórico Artístico, desde la Edad Media ha sido uno de los principales centros comerciales de Castilla. En su plaza mayor se encuentra el Ayuntamiento, la catedralina colegiata de San Antolín del s XVI y el Palacio Real Testamentario, escenario de la redacción del testamento  y de la muerte de Isabel la Católica en 1504.

Otros palacios son el de las Dueñas, que conserva un hermoso artesanado y un patio decorado con retratos de reyes castellanos, y el Palacio del Almirante con portadas barrocas blasonadas. De los s XVI y XVII datan el antiguo Hospital de Simón Ruiz y su iglesia, las Reales Carnicerías, que ahora está llena de tiendas de carne, la Casa de los Arcos o la Casa del Peso.

La siguiente parada es Alaejos, la cual conserva un rico y variado patrimonio en sus iglesias, calles y plazas. El pueblo era fronterizo con el reino leonés por lo que estaba fortificado. Es famoso también por sus vinos, cuya fama reflejan algunos grandes de la literatura del siglo de oro como Cervantes, Quevedo o Tirso de Molina.

El castillo, su origen se sitúa en la segunda mitad del s XII con motivo de las luchas fronterizas entre León y Castilla. Sobre esa primitiva fortaleza se levantó otra más amplia en tiempos de Juan II, realizada en mampostería y sillares finamente labrados. La reina Juana de Portugal, segunda esposa de Enrique IV, fue retenida en el castillo durante dos años, escapándose finalmente para reunirse con Pedro I de Castilla, con quien inició romance y reunirse con su hija conocida popularmente como Juana La Beltraneja. Ella disputó el trono con Isabel de Castilla, conocida como Isabel la Católica.

La iglesia de Santa María, declarada Monumento Artístico Nacional es una construcción del s XVI, de estilo renacentista y de influencia mudéjar como vemos en la cornisa exterior decorada con arquillos de ladrillo y azulejo azul y blanco. Destaca el bello ábside poligonal sujeto con contrafuertes cilíndricos cuya cubierta es de cobre. No podemos entrar en su interior porque solo se hacen visitas guiadas y la próxima es por la tarde a las 5, la hace el chico de la oficina de turismo. Por lo que leemos tiene un gran coro de madera de talla plateresca, posiblemente de Bartolomé Hernández, constituyendo una de las mejores obras de carpintería de la época.

También te encuentras con la Iglesia de San Pedro, construcción realizada en ladrillo, con una concepción espacial renacentista. Cuando nosotros la visitamos, por dentro está cerrado. Hoy es jueves y hay mercadillo justo al lado.

En nuestro camino a Toro, paramos en Castronuño donde hay una Casa del Parque. Son las casas de los parques naturales de Castilla- León y en esta hacen visitas guiadas algunos días, pero a partir de las 8 de la tarde, ya que durante las horas centrales del día hace una calor horrorosa. Es la Reserva Natural Riberas de Castronuño, comprende el tramo del río Duero que, a lo largo de 25 km, se extiende entre Tordesillas y Castronuño. Además de un ecosistema pantanoso de notable importancia para la nidificación e invernada de aves acuáticas, destaca también por el bosque de ribera formado por chopos, sauces, álamos, fresnos y majuelos.

Hay un bonito mirador al río Duero y según nos cuenta la encargada se pueden ver muchas garzas reales, avutardas, fochas, martín pescador etc. Además tienen muchos lobos, lo cual nos llena de alegría. Justo al lado hay una ermita románica muy bonita y un poblado ibero romano.

Llegamos a Toro y como es la hora de comer buscamos un menú, pero aquí parece que se han puesto de acuerdo y cuestan 15 euros. Al final nos pedimos un plato combinado que con 4 cervezas y cafés nos cuesta 27 euros, total, casi lo mismo que el menú…

La oficina de turismo cierra a las 2, con lo que me dan el mapa de Toro y me explican rápidamente lo que se puede visitar y las horas de apertura de los monumentos, ya que al mediodía cierran. Se encuentra en el alcázar de la ciudad originario del s X y al que se llega por la calle de las Comedias. Solo se conservan los muros exteriores y siete torres semicilíndricas.

A las 16:30 empieza la visita guiada al monasterio del Sancti Spiritus, con lo que allí nos dirigimos. Somos los únicos visitantes y tenemos a la guía para nosotros solos. Lo hace muy bien, en licenciada en Historia del Arte y lo explica todo con pasión. Fue fundado a principios del s  XIV. En el destacan el claustro renacentista sobre columnas dóricas y el esplendido sepulcro en alabastro de la esposa de Juan I, Beatriz de Portugal, que, junto con otros enterramientos femeninos y numerosas obras de arte, pueden admirarse en la iglesia, provista en su Capilla Mayor de una bellísima armadura mudéjar del s XIV. Es preciosa, nos ha llamado la atención que en esta zona hay mucha arquitectura mudéjar, la cual nos encanta.

Hay unas sargas, que nosotros confundimos con tapices, pero gracias a Ana (nuestra guía, que hizo la tesis sobre las sargas), nos enteramos que los tapices son tejidos, pero la sarga es pintado sobre telas de lino, se unían, se pintaba una mano de pintura o barniz para unificar, se hacia un boceto de la pintura y posteriormente se pintaba. Estas dos sargas tienen un color muy vivo, están pensando en restaurarlas, pero no necesitan mucho, ya que están esplendidas.

La visita cuesta 4,5 euros por persona, pero lo recomendamos.

Hay un bono para visitar las 5 iglesias de Toro y cuesta 5 euros. Nosotros lo compramos y las visitamos, al final tenemos un gran empacho de arte sacro, iglesias etc. Empezamos por la Iglesia de San Lorenzo el Real, excelentemente conservada después de su restauración. Edificada en el s XIII, tiene arquerías ciegas, tanto externa como internamente, y por el uso ornamental del motivo llamado “de diente de sierra”, como se ve en la cornisa del ábside. Su única nave se cubre con un artesonado del s XVII, mientras que la tribuna del trascoro presenta un bello artesonado policromo de tracería morisca.

El retablo principal conjuga la arquitectura gótica y diversas pinturas hispanoflamencas, obras maestras de Fernando Gallego.

La calle de la Mayor, con edificios preciosos, nos lleva a la Plaza Mayor, cuyo flanco meridional está presidido por el edificio neoclásico del Ayuntamiento, mientras enfrente se encuentra la iglesia del Santo Sepulcro, templo de finales del s XII para la orden del mismo nombre y que después pasó a la Orden de San Juan. En la actualidad alberga los pasos de la semana Santa. Es una obra románico-mudéjar, con zócalos de sillarejo y refuerzos de cal y canto sustentando las construcciones de ladrillo.

Toro conserva su estructura medieval en forma de abanico, con ejes radiales que parten de su principal templo. Incluso más allá del primitivo recinto amurallado, por la zona del antiguo arrabal, se prolonga hacia la Iglesia de Santa María la Mayor, la Colegiata. La visión de este templo desde el inmediato paseo del Espolón, permite admirar su elegancia y el equilibrio de volúmenes existente entre los ábsides con arquerías ciegas, las naves, el remate octogonal de la torre y, sobre todo, el esplendido cimborrio de gusto bizantino, rodeado de torrecillas semicirculares, muy semejante a la Catedral de Zamora.

El templo se construyó entre los s XII y XIII, y en él se aprecian dos estilos muy diferenciados. En los inicios, hacia 1160, se empleó una basta piedra caliza tratada según formas muy evolucionadas del románico, mientras que la finalización hacia 1210, se hizo a base de piedra rojiza trabajada, según pautas del románico.

En la fachada norte, se abre una portada románica con profusión de esculturas, pero la puerta más destacada se abre a los pies del templo, precedida por un atrio abovedado. Es el llamado pórtico de la Majestad, obra gótica del s XIII. Está bellamente decorada con gran número de esculturas y relieves polícromos que recrean la Coronación de la Virgen y el Juicio Final.

Delante de este maravilloso pórtico  hay una pantalla de televisión y vemos un documental muy interesante ya que explica extensamente toda la iconografía y es sorprendente. Uno de los arcos está lleno de músicos y según explica están puestos de tal manera que su ubicación haría que la música fuera muy armoniosa. En otro arco está Jesús en el centro y a la derecha están los que han sido buenos y van al cielo, como les quitan la ropa y les dan una túnica blanca para entrar en el Paraíso después de pasar por delante de San Pedro que tiene las llaves. En cambio los que han sido malos van al infierno y lo pasan francamente mal. Además hay códigos que te puedes descargar en el móvil la aplicación y entiendes mucho mejor todo lo que vas viendo. Hay un pequeño museo y se puede subir a la torre de las campanas donde hay un semáforo y hasta que no se pone verde no puedes o subir o bajar.

En la sacristía se encuentra el cuadro de la Virgen de la mosca de 1520, que debe su nombre a que hay una mosca posada sobre la túnica que cubre las rodillas de la Virgen  y que fue añadida con posterioridad. A los pies de la Virgen hay también una rana y un gusano.

Además de todas las iglesias hay varios monumentos civiles como el Palacio de los Condes de Requena, el Palacio del Marqués de Alcañices, el Palacio de los Marqueses de Castrillo o el Palacio de las Leyes.

En Toro por todas partes hay tiendas que venden el famoso vino de Toro. Tiene alta graduación, intenso aroma y color oscuro que lo hacen apropiado para acompañar el fuerte queso de oveja de la zona.

Tenemos la habitación en el Hostal Sol en Zamora, nos cuesta dos noches 76 euros. La habitación es correcta y tiene aire acondicionado, lo cual se agradece. Está muy bien situado en el mismo centro de Zamora, a 200 m de la zona de tapeo y de todo lo importante.

Tomamos posesión y vamos a probar estos famosos pinchos. Estamos muy deshidratados con los que nos tomamos dos tercios cada uno y dos pinchos por 10 €!!!! Es una ganga. Nos ha explicado nuestra hotelera que cada bar tiene su especialidad, unos los pinchos, otros los mejillones y las patatas bravas, otros los callos y así.

Vamos a pasear por Zamora, ya que aunque hace calor, se puede soportar, hay mucha animación. Nos está gustando mucho, ya que es pequeña y en poco tiempo la has recorrido de punta a punta. Para acabar nos tomamos unos helados muy ricos.

Hemos hecho 135 km

DÍA 18 24-7-2020 Viernes

ZAMORA

Hoy lo dedicamos todo el día a Zamora, tomándolo con calma ya que de vez en cuando ya toca. Para desayunar vamos a una plaza que está al lado del hotel y por cafés con leche y dos raciones de churros nos cobran 3 €!!!! Barato no, lo siguiente.

Lo primero de todo es ir a la oficina de turismo a que nos informen. Clara, nos explica todo súper bien. Nos recomienda todo lo interesante de la provincia con lo que decidimos ampliar un día el hotel y mañana ir a los Arribes del Duero y comarca.

Zamora concentra el mayor número de edificios románicos por metro cuadrado de una ciudad europea. La sucesión de iglesias románicas, las aceñas desafiando al Duero y la imagen de la bella Catedral coronada por el célebre cimborrio son las señas de una ciudad moderna con un corazón románico de piedra. Se levanta sobre un cerro estratégico, defendido al sur por el rio Duero. En plena Ruta de la Plata, el promontorio albergó la antigua mansión romana de Ocellum Duri y se convirtió en baluarte fronterizo de primer orden en las guerras entre los cristianos del norte y los musulmanes del Sur.

Fue en la Edad Media cuando la provincia de Zamora se erigió en protagonista de la historia de España. Desde la lucha entre musulmanes y cristianos, cuando la actual capital se convierte en baluarte decisivo de la frontera del Duero, hasta la batalla de Toro en 1476, tras la que los reyes Isabel y Fernando ponen las bases de lo que será la futura nación española.

De su importancia nos ha quedado un buen rosario de iglesias románicas, de las muchas que existieron en la ciudad. Los tres recintos amurallados que la ciudad poseía en el s XIII hicieron que se la conociera como “la bien cercada”. De ellos se conservan el castillo, diferentes cubos y puertas, así como largos tramos de muralla, algunos de los cuales, convertidos en mirador, nos ofrece bellas panorámicas sobre el Duero  y los barrios bajos zamoranos.

Vamos a la Catedral, el más bello templo románico de la ciudad y el más exótico al mezclar la sencillez y armonía del románico con los briosos aires bizantinos, con que se remata la cúpula a base de escamas pétreas. El cimborrio sobre el que se asienta la cúpula es la parte arquitectónica más original. De las puertas, la Sur, llamada del Obispo, es la única que se conserva de las tres originales con que contaba el templo. Posee una gran torre cuadrada y el claustro fue reconstruido en el s XVII. Desde él se puede acceder al Museo catedralicio. En el interior, destaca el retablo mayor y la sillería del coro. La entrada cuesta 5 euros la general y los jubilados 3 euros. Hay unos tapices preciosos, hablan de la historia de Aníbal y otros son de mitología griega.

Visitamos el castillo cuya entrada en gratuita. Queda muy poco en el interior, pero las vistas son interesantes. Su perímetro es trapezoidal y está rodeado de un foso. Desde lo alto de la muralla  que circunda el actual jardín se puede observar su situación estratégica.

El Postigo de la Traición es la puerta por donde entró Bellido Dolfos, perseguido por el Cid, tras matar al rey don Sancho que asediaba la ciudad.

La Puerta Optima situada junto al Palacio Episcopal y la Catedral, es la única que se conserva de las que daban al rio.

La iglesia de San Isidoro tiene una sola nave y está muy cerca del castillo. La de San Ildefonso, de finales del s XII, aunque reformada el XV, por lo que las bóvedas son de crucería gótica.

La Magdalena, muy cerca de la anterior, destaca su portada sur. Es del s XII, con una sola pero esbelta nave.

Santa María la Nueva, fue quemada en el famoso motín de la trucha donde murió abrasada toda la nobleza zamorana a consecuencia de la rebelión popular por la disputa de un pescado. Se rehízo con posterioridad al suceso.

San Cipriano del s XI, aunque reedificada un siglo después.

San Juan de Puerta Nueva, en la Plaza Mayor. En la fachada sur se encuentra el más bello rosetón de la ciudad.

San Vicente, con la torre románica más esbelta de la ciudad, aunque está rematada por un capitel del s XVIII. Y otras muchas en el centro de la ciudad como Santiago el Burgo, San Esteban, San Antolín, Santa María de la Horta o Santo Tomé.

Otros edificios civiles de indudable interés son, por ejemplo el puente de piedra del s XII y con 16 arcos apuntados. El Palacio de los Condes de Alba y Aliste, actual Parador Nacional, edificio renacentista y con notable patio interior.

El hospital de la Encarnación, sede de la Diputación Provincial de 1629, fachada sencilla y elegante patio de 20 arcos. El Ayuntamiento Viejo, fachada del s XVI y actual sede de la Policía Municipal.

El palacio del Cordón, donde se encuentra el Museo Provincial o el Palacio de los Momos, actual sede de la administración de justicia y con fachada gótica del s XVI.

Después de tanta cultura tenemos que ir a comer algo, con lo que vamos al que se ha especializado en mejillones y en patatas bravas. Nos pedimos una ración de cada y 3 cervezas. Nos cuesta 13,6 €. Nos vamos a hacer la siesta al hotel para descansar de tanto sol y calor.

Por la tarde vamos a visitar las aceñas o molinos, museos que se pueden visitar junto al rio, pero que ahora están cerrados. Pasamos por el puente de piedra, construido en el s XII, con dieciséis arcos apuntados. Desde el otro lado se ve una bonita perspectiva de toda Zamora, con su castillo, sus iglesias, catedral etc. También hay una pequeña playa donde los zamoranos van a refrescarse, tiene mesas y sillas y un bar por si quieres tomar algo. Un sendero te lleva alrededor del rio y te va mostrando cosas interesantes que vas pasando o los pájaros que te puedes encontrar etc.

Para cenar nos vamos a comer unos pinchos de carne, panceta y chorizo con varias cervezas y nos cuesta 10 euros.

Para acabar unos heladitos en nuestra tienda favorita y a dormir.

DÍA 19 25-7-2020 Sábado

ZAMORA – MIRANDA DE DOURO – FARIZA – FERMOSELLE – PERERUELA – ZAMORA

Nuestro bar hoy está cerrado, con lo que vamos a desayunar al lado lo mismo que ayer pero aquí nos cuesta 3,3 €.

Como nos hemos dormido vamos del tirón hasta Miranda de Douro desde donde zarpa el barco que va por los Arribes del Douro. El barco sale a las 12 de la hora española, pero a las 11 h abre la taquilla para los que no tenemos billetes comprados en la web.

A las 11 en punto abren y somos los primeros para comprar los billetes. Antes había un aforo  de 120 personas y  ahora lo han reducido a 80 personas, pero no llega ni a la mitad los que hacemos este trayecto. Han montado otro viaje para las 13 horas y cuando volvamos veremos que se han apuntado mucha más gente que en el nuestro.

Tienen nutrias y patos buceadores para ayudar a niños con autismo, síndrome de down etc. En la piscina que tienen hacen terapias, pero hoy no hay nadie. Tienen una cámara en la cueva donde están las nutrias, pero ahora están durmiendo a pierna suelta.

El crucero dura 1 hora, está muy bien hecho, ya que hay una bióloga que nos va explicando cosas de todo lo que vamos viendo y también hay audios con más explicaciones. A la ida vas dentro del barco y a la vuelta se puede salir afuera y es muy agradable ver todo el paisaje directamente. Cogen un poco de agua y con un microscopio que vemos en una pantalla grande nos va explicando los bichos que hay. En el camino vemos un milano y dos águilas culebreras. Hay nidos de  cigüeña negra, que los hacen encima de arboles y aguantan mucho peso.

Cuesta 18 € pero vale la pena hacerlo. Hay otros paseos que duran dos horas pero ahora no los hacen. Al final tenemos unos grifos de unos toneles, donde nos ponemos vino de Oporto y puedes probar varios tipos. Es como moscatel, muy rico.

Nos recomienda la guía  ir a Miranda de Douro al acabar y nosotros vamos a echar un vistazo.

Está bastante aletargado, tiene varias iglesias y algunas casas ricas que ya que estás aquí, hay que verlas.

Llegamos a Fariza, como es la hora de comer paramos en un mesón donde nos tomamos 4 tapas, 2 cervezas grandes, 2 helados por 14 euros.  El dueño nació en Alemania, pero de padres inmigrantes, se ha enamorado de la zona y hace 2 años que ha montado el mesón.

A 2 km del pueblo está la Ermita del Castillo donde hay un mirador a los Arribes estupendo. Hay un camino con paneles que te van explicando muchas cosas, vale la pena acercarse.

Estamos en la comarca de Sayago, un museo etnográfico a la intemperie de los mejor conservados de la península Ibérica. Su arquitectura se mantiene intacta en un escenario donde la silueta de cortinas, los cigüeñales, sus pozos de agua, los pontones que saltan los arroyos, las chiviteras, los chozos y los caseríos apiñados dan fe de una cultura integrada en un paisaje de granito, encina, brezo y escobales. Todos ellos atravesados por viejas calzadas romanas que conservan mudos, pero no ciegos, los ojos de sus puentes de piedra. Dicen que Viriato, el valiente pastor lusitano que se enfrentó a todo un imperio, habitó estos parajes, incluso algunos dicen que nació en Torrefrades. La comarca de  Sayago está enclavada entre los cauces del Tormes y el Duero, con una arquitectura popular de excepcional interés y un Parque Natural, el de los Arribes, que ofrece uno de los paisajes más deslumbrantes de la península.

Seguimos hasta Fermoselle, aquí se encuentra la Casa del Parque Natural de Arribes del Duero. Han aprovechado el Convento de San Francisco para ubicarla.

Allí donde el Tormes desaparece para fundirse con el Duero, donde las elevaciones naturales ofrecen un sublime mirador sobre los Arribes, se encuentra Fermoselle. Una villa que fue el último reducto del Obispo Acuña en la guerra de las Comunidades. Además del encanto propio de la villa, el término municipal tiene parajes realmente espectaculares. La desembocadura del rio Tormes, el paraje conocido como Ambasaguas o el puente de la Cicutina, en el Tormes, donde se ha habilitado una zona de baño cercana a unos molinos.

A las 16:30 hay una visita guiada, la cual hacemos. Dura más de una hora y la encargada le pone muchas ganas, explica un poco de todo de la zona, orografía, costumbres, tipos de construcción, fauna, etc. Al final salimos al jardín donde hay una muestra de los árboles típicos de la zona, plantas y mucho más. Como colofón hay un documental que te explica todo perfectamente con imágenes preciosas. La entrada es 1 € la normal y 0,5 los jubilados.

Se puede visitar una bodega a pocos metros de la Casa del Parque, pero es a las 16 horas y ya no nos da tiempo.

Volvemos a Zamora por otra carretera que pasa por Pereruela, famosa por la alfarería. En la misma carretera está el Museo del Barro el cual es gratuito y muy instructivo de toda esta artesanía.  Nos comenta la encargada que gracias a Internet, de dos alfareros que había, ahora hay 10 que pueden subsistir. Nos enseñan un documental sobre el proceso de fabricación de toda esta alfarería, desde la recogida de tierra, como se remojan las tierras durante un día, como se realizan las cazuelas, hornos de pan etc, y finalmente el horneado, lo único en lo que participan los hombres, todo lo demás lo hacen las mujeres solamente.

Todos los años hacen un concurso de alfarería y las tres piezas premiadas se quedan en el Museo. Hay piezas preciosas, las cuales no han cambiado en los últimos siglos. El museo está ubicado en el antiguo cuartel de la Guardia Civil y se mantienen las cuadras donde se guardaban los caballos que utilizaban años atrás.

Al salir del museo en camino hacia Zamora pasamos por diferentes tiendas donde vemos muestras de piezas, las cuales algunas están decoradas con trencadis o adornos varios. Nos comenta que en las casas tienen habitualmente un horno de pan, que ahora se pone en el jardín y aparte de práctico es decorativo.

Vamos un rato al hotel y luego salimos a picotear algo y pasear por esta bonita ciudad.

Nos volvemos a alojar en Zamora en el mismo hostal que hoy nos cuesta 40 euros.

Hemos hecho 167 km.

DÍA 20 26-7-2020 Domingo

ZAMORA – EL CAMPILLO: IGLESIA SAN PEDRO DE LA NAVE – ALCAÑICES – RABANALES – SAN VITERO – FLECHAS – VILLARDECIERVOS – PLAYA DE VILLARDECIERVOS – SAGALLOS – SANTA CRUZ DE LOS CUERRAGOS  – ROBLEDO – PUEBLA DE SANABRIA

Hoy vamos hacia Sanabria, pero primero hacemos un desvío de 10 km que nos lleva a la Iglesia San Pedro de la Nave. Hay que atravesar todo el caserío para encontrar en la parte alta del pueblo la iglesia. Se puede visitar todos los días en verano, excepto el lunes, pero según nos dice la encargada, si alguna persona viene en lunes y la llama, les abre si está en el pueblo. Fue trasladada de su ubicación original en 1930 ya que iban a inundarlo por la construcción de una presa.

Probablemente el monumento visigodo más importante de España por el número de elementos constructivos y decorativos que posee, y que debe el buen estado de conservación porque estaba alejada de las rutas habituales.

Datada en el s VII, estaba en estado de semiabandono en una pequeña hondonada. El pueblo al que pertenecía está ahora sumergido bajo el cercano embalse de Ricobayo.

El año 2014 fue objeto de una restauración y gracias a Iberdrola y otros organismos han hecho un centro de interpretación muy completo y moderno, donde se pueden comprar libros en caso de tener interés. La iglesia que al parecer formaba parte de un monasterio visigodo, tiene planta de cruz griega, con tres naves, de mayor altura la central, y dos pórticos cerrados en los extremos del crucero, sobre cuyo centro se alza una linterna.

Muestra una apariencia exterior caracterizada por la armoniosa disposición de volúmenes en tres niveles diferentes, sensación que se intensifica al penetrar en el interior, donde la combinación de arcos de herradura y de medio punto, las bóvedas de cañón, los ventanales geminados y las marmóreas columnas funden tradiciones constructivas hispanas, latinas y orientales para crear un espacio de singular belleza.

Por lo que respecta a la decoración, entre un cumulo de detalles sorprendentes, crismones, racimos y otros motivos vegetales, aves que picotean frutos, mascaras e incluso un reloj solar, destacan los esplendidos capiteles historiados de las columnas del crucero, sobre todo los que representan a Daniel en el foso de los leones y el Sacrificio de Isaac.

Es un claro antecedente del románico, donde se aprecian interesantes innovaciones, entre otras, la búsqueda de la verticalidad y la evolución en el arco de herradura.

La entrada es gratuita con lo que no hay que perdérselo de ninguna de las maneras.

Seguimos hasta Alcañices, centro comercial de la comarca de Aliste. Es muy apreciada por su calidad la carne de ternera de la zona, el bacalao al ajo arriero y los dulces como los borrachos.

Esta localidad en 1210 fue cedida a los templarios y en tiempos medievales tuvo una recia muralla. Solo restan de ella algunos cubos de piedra y mampostería, uno de los cuales es la Torre del Reloj. En sus empinadas y a veces porticadas calles pueden verse algunas casas bonitas, aunque el monumento civil más importante es el palacio de los marqueses de Alcañices, de sencilla fachada blasonada y que ahora es una residencia de ancianos.

La iglesia parroquial de la Asunción mantiene una portada románica y diversos elementos góticos. Desayunamos aquí, ya que en Zamora a las 9 de la mañana estaba todo cerrado.

Cogemos una carretera comarcal que nos lleva a Rabanales y  a San Vitero. Estos pueblos son famosos por los restaurantes de ternera, pero ahora no es la hora de comer. Por carreteritas muy estrechas llegamos a Flechas. Es un pueblo muy pequeño que pasa el rio Cabrón por medio del mini pueblo. Tiene una iglesia muy rustica hecha de piedras que son muy abundantes por aquí. El cambio que observamos es que los tejados ahora son de pizarra, ya que existe mucha en sus proximidades. Ya estamos en la sierra de la Culebra, pero como era de esperar no vemos ningún lobo.

La Sierra de la Culebra, que debe su nombre a la forma serpenteante que adquieren sus perfiles, presenta un gran despoblamiento, lo que en cierta manera evita la presión humana sobre el entorno y la fauna.

Este espacio natural presenta una orografía de transición entre la altiplanicie de las tierras de Aliste y la comarca montañosa de la Alta Sanabria. Pero lo que lo convierte en un espacio singular es, sin duda, el equilibrio ecológico conseguido. Ello permite que en sus límites se conserve una de las pocas poblaciones estables  y numerosas del lobo ibérico. Precisamente en la sierra se encuentran corrales, cerramientos de piedra, para el ganado donde por su pared inclinada y profundidad interior el lobo puede entrar, pero no salir.

En todo caso la especie de caza más numerosa, controlada, es el ciervo de los que se han llegado a cazar ejemplares de más de 200 kilos y con cuernas de entre las más grandes de toda España.

En todo caso, y además de las dos especies citadas, también podemos encontrar en la Reserva ejemplares de corzo, aunque con una población menor que las de ciervos. Otras especies abundantes son el jabalí, el zorro, la jineta, la garduña, el  tejón o el gato montés.   También las aves rapaces, tanto diurnas como nocturnas, algunas de ellas en peligro de extinción, como el águila real, el halcón, el alimoche o el águila culebrera.

Finalmente hay que destacar la presencia de una creciente población de aves acuáticas, debido a la cercanía de los embalses de Cernadilla y Valparaíso en el límite norte de la reserva.

Llegamos a Villardeciervos y lo primero donde vamos es a la oficina de turismo. Allí nos atiende un chico encantador que nos explica todo lo que hay que hacer en las cercanías, nos da un mapa donde lo explica todo, nos aconseja donde comer etc. En este viaje nos están sorprendiendo para bien lo profesionales que son todas estas personas que están en las oficinas de turismo que viven con pasión su trabajo y que lo saben vender muy bien.

Lo primero que tenemos que hacer es pasear por el pueblo, luego ir a comer, ir a la playa, ir a Santa Cruz de los Cuérragos y ya desde allí ir a Robledo y Puebla de Sanabria. Nos encanta que nos hagan el planning, así es más fácil.

Villardeciervos hunde sus raíces en el s IX a. de C. con el antiguo castro celta y la calzada romana (Vía XVII de Antonino Pio) del s I a. de C. El primer documento en el que aparece el nombre de Villar de Ciervos data de 1155. Está declarado Conjunto Histórico Artístico desde mayo de 1987. Sus construcciones tradicionales conforman un bello ejemplo de la arquitectura rural carballesa, enriquecida por grandes casas de piedra de sillería y algunas residencias de carácter señorial. Enclavado a los pies de la Sierra de la Culebra, junto al embalse de Valparaíso, es punto estratégico para la observación de fauna, donde destacan, principalmente  el ciervo, jabalí, corzo y el lobo ibérico, que aquí mantiene una de las poblaciones de mayor densidad de toda Europa. En la oficina de turismo nos han dicho que hay unos 200 lobos en la sierra y en total en Zamora puede que haya unos 300 ejemplares.

En el pueblo se puede destacar la Casa Cervata, de dos plantas, en piedra de sillería, balconada abierta, ventanales en madera y herraje noble con poyo, es una de las más antiguas del lugar. La casa de los siete balcones, del s XIX, austera, práctica y estética, que embellece el paseo por este entorno de cultura rural, el ayuntamiento que la campana en su espadaña congregaba a los vecinos en los eventos importantes.

La Iglesia de nuestra Señora de la Asunción, esbelta y armónica, de cruz latina, la primera edificación es construida por los monjes del Monasterio de Moreruela en Zamora.

La fuente de Triviño es una de las siete fuentes del lugar, en piedra, que a lo largo de siglos fue lugar de encuentro y relación. La casa Priscila, de balconadas amplias para el secado de los frutos de la tierra. La forma de la fachada nos invita a adentrarnos en la belleza de su casco histórico. Otra cosa curiosa que vemos es la chimenea Candonga o Cervata. El cono metálico gira sobre su eje de madera. La veleta, que orienta la chimenea, permite la salida del humo por el lado contrario al viento.

Para comer vamos al Hostal Restaurante Remesal, tienen menú del día por 13,5 euros que al sumarle los cafés se nos pone en 29,90€. Comemos copiosamente, de primeros arroz zamorano  y revuelto de ajetes con boletus, de segundo cordero asado y postres. Ahora tocaría siesta, pero nosotros seguimos camino.

Nos vamos a la playa de los Molinos que está a 2 km de la villa, dispone de bar-restaurante, aseos, mesas y sombra, en un bello paraje de robledal. Nos quedaríamos ya que se ve muy agradable, no conocíamos el concepto de playa que tienen por estos parajes, pero se lo montan muy bien, ya en Zamora nos sorprendió gratamente.

Llegamos a Santa Cruz de los Cuérragos, casi una hora después ya que la carretera es sinuosa  y estrecha, eso sí, somos los únicos que circulamos a estas horas, lo cual es muy sensato, ya que estamos a 33 grados!!!

Es un pueblo precioso, tiene casas rurales e incluso un restaurante. La construcción de las casas es a base de piedras, que es lo que tenían a mano y por eso lo han utilizado desde tiempos inmemoriales.

Estamos en medio de la Sierra y buscamos vida salvaje, pero con esta calor lo único que vemos son unas ardillas preciosas.

Ahora vamos hacia Robledo, donde Félix Rodríguez de la Fuente hizo un centro para cuidar de los lobos y que no se les matase. En este centro están los descendientes de los lobos que tenia Félix. Este verano solo se puede hacer visitas guiadas al centro, a las 10, 12, 15 y 17 horas. Hemos mirado y solo hay plazas los próximos días a las 15 horas que nos parece una muy mala hora.

Llegamos pero el centro de visitantes está cerrado con lo que no solucionamos nada. El sitio es precioso, pero no vemos a ningún animal.

Puebla de Sanabria tiene gran influencia gallega, con gran proyección turística por su proximidad al Parque Natural del Lago de Sanabria. Desde su asentamiento al pie del Tera, su conjunto urbano, buenas casas de salientes aleros, galerías de madera o balcones, muros que recuperan el esplendor de la piedra y techos de pizarra. Tiene un castillo construido a mediados del s XV por el cuarto conde de Benavente, cuyos blasones aparecen en la puerta principal. Posee una solida estructura defensiva, aunque en el flanco oriental se abren ventanas y un gran balcón que le da un carácter palaciego.

El hotel que tenemos reservado se llama Tierra de Lobos. Nos cuesta 130 € con desayuno dos noches. La habitación está muy bien, las camas son cómodas y al estar en las afueras de Puebla no hay ningún ruido por la noche, con lo que se duerme muy bien.

Hay mucha infraestructura en Puebla, pero casi todo está cerrado, es muy triste, ya que mucha gente está perdiendo mucho dinero por la falta de turismo.

Nos encanta Puebla, tiene una playa, pero ésta con césped, no con arena como hemos visto en otras playas. Apetece ya que hay una ola de calor inaudita por estos pagos.

Pasando el puente hay 245 escalones que te dejan en la parte alta del pueblo, donde se encuentra la ermita barroca de San Cayetano, la iglesia de Nuestra Señora del Azogue, templo muy reformado a lo largo del tiempo  y con torre-campanario de tres cuerpos. De su construcción original románica (finales del s XII) solo mantiene los muros meridional y occidental, junto con las portadas que en ellos se abren, ambas con labradas arquivoltas y la occidental con columnas que llevan adosadas figuras humanas, toscas pero bonitas.

En la Plaza Mayor está la Casa Consistorial, edificio del s XV, elegante y sobrio, provisto de doble galería entre torreones laterales. En la misma plaza y a lo largo de la calle principal, que en pronunciada pendiente conduce a la parte baja, pueden verse varias casonas solariegas.

En el castillo está la oficina de turismo, donde no nos dan ningún folleto, pero nos atienden muy amablemente y nos explican todo lo que se puede hacer por las cercanías según los días que tengamos. Está abierta todos los días y nos invitan a volver si tenemos dudas.

El castillo se puede visitar  y cuesta 3 euros, estando abierto hasta las 10 de la noche. Hay varios museos pero solo abren viernes, sábado y domingo, con lo que habrá que visitarlos en otra ocasión.

Vamos a un bar a comer algo y a tomar algo fresquito. Aquí se nota una bajada de temperaturas por la noche que se agradece.

Hemos hecho 230 km

DÍA 21 27-7-2020 Lunes

PUEBLA DE SANABRIA – CASA DEL PARQUE  DEL LAGO DE SANABRIA –  MONASTERIO DE SAN MARTIN DE CASTAÑEDA – LAGUNA DE LOS PECES – PUEBLA DE SANABRIA – RIHONOR DE CASTILLA  – PUEBLA DE SANABRIA

El desayuno es espectacular, te hacen tostadas al momento, zumo de naranja natural, tomate, latitas de jamón  o foie gras, croissant y donut, madalenas, galletas, más mermelada, mantequilla, nutella etc… Tenemos calorías para todo el día.

A 5 km de la Puebla se encuentra el Puente de Sanabria, encrucijada de caminos hacia los cuatro puntos cardinales, un pequeño núcleo que se anima el lunes ya que hay mercado comarcal.

Lo primero que hacemos es ir a la Casa del Parque del Lago de Sanabria, donde una monitora nos explica todo lo que podemos hacer en las cercanías. Pagando 1 euro por persona entras en las exposiciones que vale mucho la pena, ya que te explican muchas cosas que para nosotros son desconocidas, como la típica casa sanabresa, las costumbres, formas de vida, fauna de la zona, etc. Una cosa que nos impacta es que el 9 de enero de 1959 se rompió una presa recién construida de la zona y murieron 140 personas!!!!

Un documental de 25 minutos te adentra en lo más importante que has de saber para comprender mejor donde te encuentras.

Hace 100.000 años un impresionante glaciar sirvió de origen al actual Lago de Sanabria. Hoy, el parque con sus 318 Ha de superficie y su profundidad de 51 m, lo convierten en el mayor lago glaciar de la península Ibérica. A la vista de las estribaciones de las sierras Segundera y Cabrera, cuyas alturas llegan a superar los 2000 m, hay bosques de robles, castaños, turberas, diversas formaciones de matorral y, al lado de los abundantes cursos de agua, una variada vegetación ribereña de alisos, fresnos, sauces, serbales etc.

En cuanto a la fauna, no hay que descartar la presencia del lobo, corzos, armiños, martas, nutrias y también jabalíes, ciervos o zorros. Más de 100 tipos de aves y en los ríos, truchas.

En el parque hay una red suficiente de comunicaciones internas que permite acceder a rincones de gran belleza.

El lago se encuentra a 1000 m de altura, en la cabecera del rio Tera. Tiene 310 Ha con profundidades que en algunos puntos superan los 50 m y una longitud máxima que sobrepasa los 3 km. En la altiplanicie se cuentan, al mismo tiempo, más de 20 lagunas, cuya formación se remonta, según los geólogos a hace 10.000 años. La poderosa acción de los hielos cuaternarios fue excavando grandes cubetas, poco a poco cerradas por el acumulo de una morrena frontal, que, al producirse el lento deshielo, hizo de barrera natural y retuvo las aguas.

En el lago hay varias playas, la más grande y con más servicios es la Playa de Custa Llago. De aquí sale el barco “Helios Cousteau”, un catamarán eólico solar que hace un recorrido por el lago. En el parking tienes que coger un ticket, el mínimo es media hora y cuesta 0,5 €, 1 hora, 1 € hasta los 6 € que cuesta el día entero. Aquí hay bar, aseos etc.

Hay otras playas más pequeñas y no se paga, aunque tampoco hay servicios.

En Ribadelago Nuevo, pueblo desde 1959, tras la rotura de la presa de Vega de Tera, situada aguas arriba, que asoló el antiguo enclave.

Llegamos a Ribadelago Viejo, aún mantiene, entre las altas casas que se libraron de la catástrofe y junto a nuevas construcciones, las huellas de la tragedia y el piadoso recuerdo de los ahogados, 144 personas. Al norte quedan las instalaciones de la central hidroeléctrica de Moncabril.

En el camino hacia el Monasterio de San Martin de Castañeda, paramos en el mirador que hay en un hotel que se llama Villa Lucerna, es de libre acceso, pero te toman la temperatura y te tienes que poner gel. Han hecho el mirador como una casita de árbol, muy chula y las vistas son espectaculares. El hotel es de  4 estrellas, pero no es nada caro porque lo comprobamos y cuesta 105 euros con desayuno la habitación doble. Tiene una zona de chill out muy agradable en medio de un bosque y un circuito con canopy, rappels etc para los más aventureros.

Poco se sabe del Monasterio, aunque ya había una comunidad religiosa en el s X, a la que pocos años después se incorporaron monjes mozárabes procedentes de Al Ándalus que reconstruyeron el edificio y lo pusieron bajo la regla benedictina.

De los antiguos edificios han sobrevivido algunas dependencias monásticas y, sobre todo, la iglesia, convertida en la parroquia del pueblo. Es un magnifico templo románico, de tres naves y crucero en planta de cruz latina, con una hermosa cabecera formada por tres ábsides de desigual altura, y con añadidos del s XVI. La entrada es gratuita.

Junto a la iglesia está el Centro de Interpretación del Parque Natural, donde a través de un audiovisual y varios paneles explicativos se acerca al visitante a los distintos ecosistemas del parque. Como ya lo hemos visto en el otro centro, no entramos.

Seguimos la ruta hasta al final que nos deja en el Lago de los Peces. Es un sitio encantador, muy tranquilo y podemos dejar los coches en un parking y por un camino apto para sillas de ruedas rodear el lago en gran parte. Desde aquí sale un GR que te lleva a otro lago, pero hace mucho sol y no lo hacemos.

Volvemos a descansar un rato al hotel ya que el sol aprieta y estamos cansados.

Cuando baja un poco el sol nos vamos a la frontera de Portugal al pueblo de Rihonor de Castilla. Es un pueblo típico sanabrés, que no lo separa nada de la parte portuguesa que se llama Onor de Rio. Los habitantes se consideran de un solo pueblo y se llaman los de arriba y los de abajo. Las casas son todas de piedra con sus chimeneas típicas y en la parte española el censo son 32 habitantes, mientras que en toda la comarca de Bragança son 8000.

Tienen una forma de vida comunitaria y se ayudan en todas las tareas, para llevar a los pastos a las tierras comunales, para dejar los senderos limpios, para buscar la leña para la forja o para el horno de pan etc.

Antiguamente cuando alguien hacia algo mal, el castigo se media con una vara y se tenía que pagar según la gravedad de la falta en litros de vino!!!!

Vamos paseando, disfrutando de la tranquilidad de este pueblo y vemos una señora  mayor que está lavando en el lavadero del pueblo….

Vemos casas que son segundas residencias por lo bien arregladas que están, imitan un poco la arquitectura típica, pero ya se nota que son nuevas.

La parte portuguesa tiene un camping, pero solo hay una autocaravana.

Volvemos a Puebla a tomar algo y luego a descansar.

Hemos hecho 107 km

DÍA 22 28-7-2020 Martes

PUEBLA DE SANABRIA – VERIN – MONTERREI – ALLARIZ – OURENSE – ALLARIZ

Hoy vamos a Galicia, la primera parada es Verin, hay una autovía estupenda pero vamos unos 30 km por la antigua nacional que nos lleva por pueblitos muy bonitos. En Verin la oficina de turismo está cerrada, con lo que vamos a una Iglesia que está en las afueras Ntra. Sra. de los Remedios, pero no vale mucho la pena, es bastante moderna.

Nos acercamos a Monterrei que si que está abierta la oficina de turismo. Una chica encantadora nos da información de todo lo que hay en las cercanías y mapas de la Ribeira Sacra y de Ourense. Hay unas visitas guiadas cada día a las 11:30, pero llegamos tarde. Visitamos por nuestra cuenta el castillo, tiene una iglesia gótica muy bonita y un palacio que ahora es un parador nacional. A pocos centenares de metros hay otro parador nacional que es el parador de Verin. El de Monterrei está abierto todo el año, pero el de Verin solo en verano.

El castillo es monumento nacional .Se asienta en lo que fue acrópolis de un castro dominando todo el valle de Monterrei. Tiene un triple recinto amurallado y cuenta con la Torre del Homenaje que se puede visitar, la Torre de las Damas y un templo gótico del s XIII.

Vamos a la Iglesia de Mixós, pero hay que pedir la llave a un chico para verla por dentro y nos parece bien, porque es la hora de comer.

Podríamos hacer muchas cosas por los alrededores, pero tenemos mucho calor y decidimos ir a Allariz directamente y tomar posesión del hotel.

Se llama Hotel O Portelo Rural, nos cuesta la doble  57 €. Está en una calle peatonal donde están todos los baretos y seguro que hay mucho ambiente cuando no haga tanto calor.

La habitación es muy bonita, la casa es muy antigua, pero bien acondicionada con una terracita particular, aunque hay un jardín que por la noche se estará muy agusto.

Descansamos un rato y como estamos a 20 minutos de Ourense nos acercamos a visitarla.

Ourense tiene unas cuantas cosas a visitar, vamos a aparcar al lado del Convento de San Francisco. El claustro que es lo que se visita, abre  por la tarde de las 18:30 hasta las 21:30, con lo que nos vamos a otros lugares.

Llegamos a la Catedral, pero cierran a las 18:00, con lo cual no podemos visitarla en profundidad, la entrada son 6 €.

En la Plaza Mayor hay mucho ambiente, ya que hay varias terracitas y como hay sombra se está muy bien. El ayuntamiento se encuentra en esta plaza y también el palacio episcopal que tiene un escudo alucinante. Paseamos sin rumbo hasta llegar al Centro cultural Marcos Valcárcel, donde hay una exposición de esculturas muy interesante. En el segundo piso hay un museo de una colección de trenes en miniatura muy completa.

Llegamos a la Oficina de Turismo donde nos informan de todo lo visitable en Ourense y alrededores. Son muy amables en las oficinas de información y nos dan (en casi todas) folletos que nos van muy bien para planificar nuestras visitas.

As Burgas que son unas fuentes termales que el agua sale a 67 grados. Los romanos ya las encontraron e hicieron unas termas donde disfrutaban de esas aguas tan calentitas. Visito el centro de interpretación, muy interesante y gratuito. Debido al Covid están cerradas las piscinas que han acondicionado para el disfrute del público en general. La piscina tiene 200 metros cuadrados y dispone de tumbonas y sauna.

Nos tomamos una cervecita  fresquita en la Plaza Mayor. Por dos cervezas más cacahuetes nos cobran 4,6€, que diferencia con Barcelona.

Ourense es una ciudad muy paseable, con callecitas medievales, que a la sombra se está muy bien.

Nos vamos a visitar el Claustro de San Francisco, el encargado nos hace una visita guiada y nos explica muchísimas cosas del estilo, la época de construcción etc. Los capiteles son excepcionales, hemos visto en algún claustro en este viaje similares, pero no le quitan merito a estos. Incluso hay elefantes!!!

En la oficina de turismo nos han recomendado que vayamos a La Ruta de las Termas, está a 6 km de San Francisco con lo que vamos en coche. Por la pandemia, las termas públicas que  son todas menos la Estación Termal de Outariz, están cerradas, aunque han quitado las vallas de protección y hay mucha gente bañándose.

Llegamos hasta las termas de O Muiño, hay unas cuantas más pero ya estamos cansados. La siguiente es la A Chavasqueira, con temperaturas de 41 grados, es de inspiración japonesa. Es un circuito lúdico termal japonés inspirado por la cultura Onsen, cuenta con un Rotenburo con tres piscinas termales exteriores, Ofuro, baño interior de piedra a 39 grados, Templarium que es una sauna zen de piedra y pizarra a 70% de humedad y Sudarium o sauna japonesa de piedra y madera con 85% de humedad.

Volvemos a Allariz y nos vamos a comer unas hamburguesas con cervecitas al lado del hotel, nos cuesta 12,5 €.

Hace una temperatura tan agradable que nos vamos a pasear por el pueblo, a estas horas muy tranquilo, pero nos encontramos a dos gatos adorables que nos saludan desde su balcón.

Hemos hecho 209 km

DÍA 23 29-7-2020 Miércoles

ALLARIZ – MOSTEIRO DE SAN PEDRO DE ROCAS – MOSTEIRO DE SANTO ESTEVO – PARADA DE SIL – MOSTEIRO DE SANTA CRISTINA – MIRADOR OS BALCONS DE MADRID – PASARELA DO RIO MAO – CASTRO CALDELAS – MONFORTE DE LEMOS

Vamos a desayunar a un bareto donde nos comemos unas tostadas con tomate, madalenas, 2 cafés con leche por 6 €.

Vamos a visitar de día Allariz y nos encanta, hace fresquito, nos tenemos que poner una rebequita, lo cual agradecemos.

Para ser un pueblo pequeño tiene muchos museos como el del Juguete, en un edificio del s XVII, que era una casa señorial. En 1994 se abre como consecuencia de la donación de un vecino, quien da su colección de casi 800 juguetes desde principios del s XX hasta los años 60.

El museo de la curtición en un impresionante edificación del s XVIII, de planta cuadrada y un patio central. Situada en el margen derecho del rio Arnoia, es un claro ejemplo de un pasado floreciente en la curtición de pieles. Se puede conocer el proceso en todas sus fases.

El museo de la Moda, en una casa del s XII, la casa de los Castro Oxea y gira alrededor del mundo de la moda. Se compone de un sinfín de estancias que recrean la vida en la localidad a lo largo de los siglos pasados, en un espacio interactivo donde el visitante puede probar vestimentas y desfilar como modelos.

El museo do Burato está en una edificación del s XIX, exponente de los numerosos molinos hidráulicos que se puede encontrar a lo largo del rio Arnoia. Se trata de un molino hidráulico de turbina, mecanismo posterior al tradicional rodicio, con dos muelas francesas y que incorpora un motor eléctrico que permite continuar los trabajos de molienda en la época de estiaje.

Otros serian la Casa-Museo Fundación Vicente Risco, el museo Iconográfico Aser Seara, el museo de Arte Sacra de Santa Clara etc

Otra cosa que caracteriza a Allariz es que tienen el Festival Internacional de Xardins, es una competición que se hace en mayo. En más de 37.000 metros cuadrados de agua, sonidos, colores y vegetación, nos hacen participes con la contemplación y nuestra imaginación. Inaugurado en el año 2010, este festival es pionero en la península junto con el portugués de Ponte da Lima. Es un espacio verde que mantiene durante todo el año una estructura fija y renueva cada primavera a través de un concurso, doce jardines asignados a la creatividad y a la innovación de paisajistas de todo el mundo. Este año, como es normal no se ha hecho y está todo manga por hombro.

Allariz ha sido declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, por ser un referente en cuanto a conservación, potenciación y revalorización de los recursos de la naturaleza. El Corredor Temático del rio Arnoia tiene como objetivo principal la mejora de los márgenes del rio, para hacer de este un espacio de ocio y dinamización económica.

Dejamos el hotel y nos vamos a hacer un recorrido por la Ribeira Sacra.  Tenemos un folleto que recomienda un recorrido circular, sencillo y fácil  de realizar, por un antiguo camino real que servía como vía de comunicación entre Ourense. Los caminos conservan sus muros laterales y en muchos tramos veremos las marcas de los carros sobre el empedrado. Bosques de carballos y masas de coníferas, fincas con sus muros de piedra y curiosas formaciones rocosas, se suceden durante todo el recorrido. Además del propio camino real, en esta ruta encontraremos uno de los elementos arquitectónicos más importantes de la Ribeira Sacra, el Monasterio de San Pedro de Rocas, con sus tumbas antropomórficas.

Llegamos a Esgos, pueblo que hay antes de llegar a San Pedro de Rocas. Se cree que su origen es anterior al s VI, enmarcado dentro de un movimiento eremítico que se dio por esas fechas en muchos lugares de Europa y norte de África. De su origen, son las tres cuevas excavadas en la roca que en época posterior (s XII – XIII), son ampliadas adquiriendo así el edificio la forma de iglesia con tres naves. Destaca un mapamundi mural situado en la pared de una de las naves, inspirado en los libros de beatos y que se puede datar en esas fechas, tradicionales de la zona. En el s XV se le añadió a la iglesia una nave trasversal y por eso muchas de las sepulturas, que en la edad Media estaban en el exterior de la iglesia, pasaron a estar bajo esta nave. Destaca la espadaña tallada sobre una enorme roca, probablemente de la misma época que la nave trasversal.

El monasterio medieval que con seguridad existió, desapareció en uno de los múltiples incendios que asolaron este recinto y en el s XVII se construyó la actual casa prioral para vivienda de los monjes. Hoy este recinto se ha convertido en un centro de interpretación de la Ribeira Sacra donde se puede hacer un recorrido por el paisaje, historia, oficios y la vida monacal. Este centro es gratuito y la entrada a la iglesia también. Nos encanta el sitio, todo muy bien puesto y muy bien explicado. El video que se puede ver  dura unos 10 minutos, pero explica toda la historia del monasterio y nos encanta.

De aquí vamos al Mosteiro de Santo Estevo por una carretera muy estrecha pero muy bonita. Es un monasterio enorme, que ahora se ha convertido en parador de turismo. Se puede pasear por todo el monasterio, menos en la zona de habitaciones, tiene dos claustros, de dos plantas impresionantes. En el segundo piso de uno de ellos, hay una exposición sobre Barreiros que nació por la zona y explica con unos paneles muy interesantes toda su vida y sus logros. Lo más importante que hizo fue convertir un motor de gasolina a motor de diesel. Era una persona autodidacta que empezó de mecánico con el bus de su padre y luego siguió con sus cuatro hermanos hasta conseguir un imperio con la empresa norteamericana Chrysler, que sacó los coches Simca, Talbot etc.

Pasamos por varios miradores sobre el rio Sil, que es un afluente del Miño. En Parada de Sil vamos a comer al restaurante O Curtiñeiro muy recomendado por Trip Advisor, donde nos comemos un menú de 12 euros estupendo.

Muy cerca se encuentra el Monasterio Santa Cristina de Ribas de Sil, que cierran al mediodía, lo cual hay que tener en cuenta si planeas ir. Entre bosques de castaños centenarios, en el Cañón del Sil, se asienta este monasterio de origen románico. Tiene sus raíces en el asentamiento de eremitas que se refugiaban en las orillas del rio Sil, para llevar una vida de meditación y oración. Los primeros testimonios escritos aparecen a finales del S X, en las donaciones que se hacen a sus abades y monjes. Desde la primera mitad del s XII perteneció a la orden benedictina que construyó el primitivo monasterio y la iglesia. Los monjes realizaron un ingente labor de estimulación de la producción agrícola, especialmente el cultivo de la vid y de los castaños. A partir de este siglo se ceden las tierras a los campesinos a cambio del pago de rentas y el monasterio recibe la concesión de importantes privilegios reales y de la protección papal.

Fue uno de los más importantes monasterios de la Ribeira Sacra durante la Edad Media, como lo demuestran los vestigios de las vías de comunicación medievales que se conservan en la zona, restos de calzadas y el puente de Forcas.

Desaparece como abadía al convertirse en Priorato del Monasterio de San Estevo a principios del s XVI, que permitirá la reconstrucción del claustro y la decoración de los ábsides de la iglesia con frescos. Con la desamortización pasa a manos particulares y se convierte en granja de labor.

Para entrar hay que pagar 1 euro por persona. Haciendo ángulo recto con la fachada está la portada de entrada al monasterio. Tiene una sola arquivolta decorada con grandes hojas de col y con doble moldura geométrica (zigzag).

Hay figuras sedentes con un libro abierto y en el intradós (superficie interior del arco) los cuatro símbolos de los evangelistas: el águila, el ángel, el toro  y el león.

Del monasterio solo se conservan dos alas, en las que se abren las galerías del claustro, que corresponde a las remodelaciones renacentistas del s XVI. Desde éste se accede a las dependencias monásticas. La primera planta está rodeada por ventanas con asientos o parladoiros. En sus paredes podemos ver lápidas sepulcrales de los abades.

De aquí vamos al Miradoiro Os Balcons de Madrid, impresionante las vistas que se tienen, pero el sol es matador.

Otra cosa que nos han recomendado son las pasarelas do rio Mao. Vas paseando por el bosque y cada pocos metros hay un panel donde explican cosas de arboles, plantas, costumbres etc. Toda la ruta son 16 km, pero nosotros hacemos un trocito ya que estamos agotados del calor. Mucha gente viene a pasar el día y se baña en el rio, lo cual  es muy interesante, pero nosotros no los llevamos encima. Antes de coger el coche otra vez, nos vamos al merendero y en segundos nos bebemos la caña que nos pone el encargado.

Llegamos a Castro Caldelas, tiene un bonito castillo que se puede visitar pero cierra a las 8 de la tarde, justo la hora que llegamos. Este castillo fue destruido por los campesinos, cansados de los abusos de los señores, también atacaron al de Ponferrada como nos enteraremos al día siguiente. Este pueblo es bonito, pero estamos muy cansados para pasear más. La carretera a Monforte de Lemos es muy estrecha y hay que tener mucho cuidado.

El hotel lo tenemos en Monforte de Lemos, se llama Ribiera Sacra y la doble con desayuno nos cuesta 60 euros. Está muy céntrico y hay para aparcar justo en la puerta gratuitamente.

Descansamos un poco y nos vamos a descubrir esta bonita ciudad. Monforte fue en la época medieval un ejemplo de ciudad-fortaleza feudal, alrededor de un monasterio con un castillo situado sobre el Monte de San Vicente, todo ello circundado por un recinto amurallado salpicado de torres defensivas. El contorno de las murallas data del s XII y XIII, aún se conservan amplios tramos, tres torres  y dos puertas de acceso.

Hay mucha animación a estas horas, notamos que hace mucho calor respecto a otros sitios como Allariz que a la noche refrescaba. Paseamos por estas calles medievales y nos sentamos a tomar una cervecita en una terraza como la mayoría de lugareños.

El hotel se llama Ribeira Sacra, nos cuesta 60 euros con desayuno. La habitación está muy bien y cumplen a rajatabla las medidas de seguridad. El único problema, es que hay un limitador de volumen en la televisión y no la oímos!!!!

Hemos hecho 144 km

DÍA 24 30-7-2020 Jueves

MONFORTE DE LEMOS – LAS MEDULAS – PONFERRADA

El desayuno en el hotel está bien, dan plátano, bizcocho de chocolate, zumo y luego te puedes hacer tostadas con tomate, mermelada, miel, mantequilla, también hay yogures.

Vamos a visitar algo más de Monforte de Lemos, ya que hace una temperatura agradable. Subimos en coche hasta el Parador de Turismo que está en el Mosteiro Beneditino de San Vicente do Pino. Sus orígenes se remontan al s X, pero la edificación actual es del s XVI Están restaurando las pinturas del presbiterio y no se puede visitar.

La torre del Homenaje fue construida en los s XIII y XIV, era el edificio más importante del castillo pues se celebraba la Ceremonia del Homenaje, rito que unía al señor con sus vasallos. Es una atalaya de 30 m de altura, 13 m de anchura y 3 m de grosor.

Justo al lado también nos encontramos con el Palacio Condal. Era la residencia señorial de los Condes de Lemos, construido en el s XVI. Los condes fueron una de las familias nobles más importantes de España. Uno de los condes más importantes fue don Pedro Fernández de Castro, que llegó a ser virrey de Nápoles a quien se recuerda como mecenas de Cervantes, Lope de Vega, Quevedo y Góngora.

Si vamos bajando, llegamos al burgo medieval y judería. Como curiosidad, la comunidad judía en Monforte nunca estuvo confinada y vivía mezclada con el resto de población. Las referencias más claras son las calles Zapaterias, Falagueira o Pescaderias.

Estamos en la comarca del Bierzo, cuyo nombre proviene de los romanos, Bergidum Flavium, y ya desde aquella época se sabe que es tierra rica en minerales, como lo prueba el hecho de ser zona de inmemoriales minas, como las Medulas, donde encontraron oro los romanos, después el wolframio, las antracitas, el hierro y la pizarra.

El Bierzo es una tierra  de vinos, que tiene denominación de origen, con su uva autóctona de mencia, variedad gemela del Cavernet Sauvignon. Cosas como el aguardiente, los pimientos, las guindas, los higos, las brevas o el famoso botillo, que es un embutido en tripa ancha con trozos de oreja, morro y rabo, huesos sin mondar, bien adobados y con pimentón. Se cura pero no más de dos meses, después se cuece y se acompaña de patata y verdura.

Nuestro siguiente destino son Las Medulas, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que hacía tiempo que queríamos visitar. Hay visitas guiadas a las 11, 11:30, 17 y 19 horas. No llegamos a tiempo a la visita guiada con lo que vamos al área arqueológica que cuesta 2 euros por persona. No vale mucho la pena, lo único es el video que no está mal.

Plinio lo denominó Ruina montium al procedimiento de antigua ingeniería por el que se formó el lugar. Lo que se ve es el desecho, por excavación, por amontonamiento, de una explotación minera intensiva que los romanos llevaron a cabo aquí hacia más de 18 siglos. Se removieron millones de metros cúbicos de tierra, se utilizaron millares de esclavos y se calcula que las minas rendían al imperio unas 20.000 libras de oro al año.

No menos impresionante es la ingente obra de ingeniería que se hubo de realizar para transportar hasta aquí el agua necesaria, para conseguir esta erosión, el derrumbe de las galerías y el lavado de la tierra. Esta agua se trajo desde la sierra del Teleno y La Cabrera, a través de canales, cuyos restos aun son visibles en algunos puntos.

Un poco más adelante se encuentra el Centro de Recepción de Visitantes, donde una chica muy amable, nos explica lo que podemos hacer y nos aconseja hacer el recorrido corto ya que con el sol que pega, no vamos a disfrutar de la ruta larga a menos que la hagamos por la tarde a última hora.

El sendero nos lleva a Las Valiñas y la Cuevona, corazón del yacimiento. Volvemos por otro camino más largo, pero no aporta nada, además hay menos sombras.

Cogemos el coche para llegar a Orellan ya que hay un mirador espectacular, es la típica foto que vemos en todos sitios. Se puede visitar una de las galerías subterráneas, pero cierran a las 2 de la tarde y no vuelven a abrir hasta las 17 horas.

Cerca del pueblo de Las Medulas está la Laguna Grande hasta el pueblo de La Balouta y, desde allí, siguiendo el arroyo del mismo nombre al embalse de Peñarrubia a 7 km.

Otra opción es ir a Carucedo y visitar su lago, donde se pueden observar diferentes especies de aves.

Nosotros optamos por ir a Ponferrada, donde tenemos el hotel reservado. Es el Hostal Nirvana que la habitación nos cuesta 40 euros. Antes de tomar posesión vamos a un restaurante que recomiendan en el Trip Advisor encarecidamente. El restaurante Mencía ofrece una opción muy original, ya que te trae 4 platos diferentes para compartir con postre, bebida y café por 10 euros. Nos traen cecina con queso, lasaña de carne, ensalada mexicana y carne con patatas. No podemos acabarlo, pero el camarero nos viene y nos pregunta si queremos repetir algo que nos lo trae!!!! Es una pasada, es el restaurante que hay que ir en Ponferrada.

Al salir cae una tormenta que refresca el ambiente, lo cual está muy bien. Como los lugares a visitar cierran al mediodía nos vamos al hotel a descansar un rato. Nos hacemos una siesta fantástica y después ya nos vamos a visitar el castillo templario de Ponferrada.

La ciudad parece excavada en un hoyo en la depresión del rio Sil. El orgulloso castillo que vigila la antigua Pons Ferrata (puente de hierro) fue construido por la orden militar de los Templarios en 1185, con la misión de velar por los peregrinos. Muy cerca de aquí se encuentra el santuario de Nuestra Señora de la Encina del s XVI.

La zona vieja de calles estrechas y cuestas empedradas conserva un aire medieval. Hay cosas blasonadas, como la casa de los Escudos hoy Museo de la Radio de Luis del Olmo, o el convento de las Concepciones, el arco y la Torre del Reloj con su capitel que es lo que queda de la antigua muralla. La cárcel hoy alberga el Museo del Bierzo y el Ayuntamiento de los s XVI y XVII.

Se puede visitar la Fabrica de la Luz Museo de la Energia (ENE), un museo de carácter estatal, que estará formado por varias grandes áreas situadas en diversas instalaciones industriales de la comarca. Ene Térmica ocupa las instalaciones de una antigua central térmica, y todos los comentarios que hemos leído lo ponen muy bien, pero nosotros lo dejaremos para otra ocasión.

El castillo de los Templarios es un convento fortaleza de alargada estructura poligonal y 8000 metros cuadrados de superficie, construido en sus partes fundamentales por la Orden del Temple a lo largo del s XIII. Posteriormente fue ocupado por familias señoriales y, al parecer, se conservó en buen estado hasta el s XIX. Pese a su deterioro, aun mantiene extensos lienzos, almenas y troneras de sus tres niveles defensivos, así como una espectacular entrada entre hermosos torreones que conduce a la derruida plaza de armas y a los restos de distintas dependencias. La entrada hasta el 16 de Agosto es gratuita, te miden la temperatura al entrar y te tienes que poner gel.

En la biblioteca hay una exposición de facsímiles maravillosos, desde el libro del beato de Liébana y muchos más. Hay uno que nos llama la atención porque está escrito es castellano, explica las diferentes enfermedades que provocan los chinches o los piojos. Pertenecía a Jeromín o Don Juan de Austria.

Salimos del castillo y nos vamos a callejear hasta que nos cansamos y en una terracita nos tomamos una cervecita fresquita, que aquí nos traen con tapa.

Hemos hecho 141 km.

DÍA 25 31-7-2020 Viernes

PONFERRADA – MOLLERUSSA

Estamos un poco cansados del viaje, ya que el calor no nos permite disfrutar de todo lo que vemos, ya que las horas centrales son matadoras y decidimos volver a casa. Descansaremos unos días y posteriormente ya decidiremos qué hacemos.

Nos vamos a desayunar un chocolate con churros para despedir este viaje tan entretenido e instructivo.

El primer peaje son 5,15 €, seguimos por autovías y a las 4 y media de la tarde ya estamos en Mollerussa.

Hemos hecho 761 km.

En total 4728 km en 25 días de viaje por España.