Grecia
VIAJE DE NAVIDAD DEL 2012
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Ateneas, Santuario de Delfos, Olympia, Corfú, Peloponeso, Epidauro, Fortalezas Venecianas, Monasterios de Meteora |
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GALERÍA DE FOTOSPDF de la Ruta por Grecia |
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Introducción
Las tierras míticas de la península Helénica fueron el objeto de nuestra visita, lugar que estaba pendiente desde hacía años, como tantos otros. Además de los lugares históricos teníamos la curiosidad de cómo la sociedad griega estaba asumiendo los recortes de la Merkel. Al menos en Navidad, los restaurantes y las tiendas estaban llenas y en la Grecia rural no se palpaba ninguna crisis, pero claro tampoco la gente rural se había beneficiado de las ventajas que teóricamente la globalización les había reportado.
Piedra, piedras y más piedras….resumen del empacho de yacimientos arqueológicos que se ven en tan pocos días, pero todo ¡¡ tan bonito !!
Fecha del viaje
Salimos de Barcelona el 22 de Diciembre y volvimos el 6 de Enero del 2013
Moneda
La moneda es el Euro…de momento.
Nivel de vida
Es un país europeo donde algunas cosas son muy baratas pero otras están más caras. Ya que era invierno los hoteles y el alquiler del coche estaba bien de precio( el coche 15 euros al día) pero la gasolina como comer en un restaurante era bastante más caro que en España
Coste por persona
Billete de avión hasta Atenas 250 euros con Vueling.
Los demás costes están reflejados en el relato
Seguridad
Es un país muy seguro. Igual en Atenas hay algún problemilla en ciertos barrios del centro donde se empieza a ver gente con problemas
Transporte
Alquilamos un coche Ford Focus de 4 puertas en AVIS aunque cómo siempre lo reservamos en Ealquiler por 15 euros al día. Fue todo perfecto
Electricidad
Los enchufes son iguales que en España.
Clima
En Verano hace un calor insoportable pero en ivierno hace bastante frío aunque tolerable. Se ha de tener en cuienta que llueve y nieva en cotas bajas
Diferencia horaria
Grecia tiene una diferencia horaria respecto a España de 1 horas.
Guía de viaje
Lonely Planet o Geoplaneta y una guía visual de Anaya Touring
ITINERARIO
DIA 1 BARCELONA – ATENAS -PLAZA SINTAGMA – BARRIO DE PLAKA
DIA 2 ATENAS -ACROPOLIS – CAMBIO DE GUARDIA (11:00 AM) – TORRE DE LOS VIENTOS – AGORA – COLINA DE FILOPAPOS – MUSEO DE LA ACROPOLIS – BARRIO DE PLAKA
DIA 3 ATENAS –MUSEO BENAKI – MUSEO DE ARTE CICLÁDICO – JARDINES NACIONALES – ARCO DE ADRIANO – TEMPLO DE ZEUS – CANAL DE CORINTO – NAUPLIA
DIA 4 NAUPLIA – EPIDAURO (CERRADO POR SER NAVIDAD) – TRIZINI – GALATAS – ERMIONI – KRANIDI – FRACHTHI CAVE (CERRADA POR REPARACIONES) – NAUPLIA
DIA 5 NAFPLIA- LERNA (CERRADO POR SER FIESTA) – LEONIDIO – MONI PANAGIAS ELONIS – PIRGOS – MONENVASSIA – GITHIO – AREOPOLIS – GEROLIMENAS
DIA 6 GEROLIMENAS – VATHIA – PENINSULA MANI – ESPARTA – MISTRA – KALAMATA – KORONI – METHONI
DIA 7 METHONI – PILOS – PALACIO DE NESTOR – CHORA – KYPARISSIA – MELIGALAS – MESSINI – VALYRA – MEGALLOPOLI – NEDA – TEMPLO DE BASSAE – ANDRITSENA – KALITHEA – OLYMPIA
DIA 8 OLYMPIA – TRIPOLIS – NAUPLIA
DIA 9 NAFPLIA – MICENAS – TIRINTI – FORTALEZA DE PALAMIDI – EPIDAURO – LOUTRAKI
DIA 10 LOUTRAKI – OSSIOS LUKAS – DELFOS – TERMOPILAS – LAMÍA
DIA 11 LAMIA – TRÍKALA – METE0RA – KALAMPAKA
DIA 12 KALAMPAKA – METSOVO – IOANNINA – IGOUMENITSA – CORFÚ (KERKIRA)
DIA 13 KERKIRA – KALAMI – KOULORA – RODA – PALEOKASTRISA – LAKONES – PELEKAS – ACHILLION – BENITSES – MORAITIKA- KERKIRA
DIA 14 KERKYRA – IGOUMENITSA – PARGA – NEKROMANTEION – PRÉVEZA – NAFPAKTOS
DIA 15 NAFPAKTOS – DIAKOFTO – KALAVRITA – MONASTERIO DE DAFNI – CABO SUNIÓN – ATENAS
DIA 16 ATENAS – MUSEO ARQUEOLÓGICO – BARCELONA
Diario de viaje
DIA 22-12-12 (Sábado)
BARCELONA – ATENAS -PLAZA SINTAGMA – BARRIO DE PLAKA
El vuelo de la compañía Vueling sale a las 12 de la mañana lo cual es una alegría porque no nos tenemos que dar ningún madrugón. Cogemos el A1, que cuesta 5,75 €. Facturamos una maleta sin problemas que nos cuesta 30 € y pasamos el control de seguridad. Sale con puntualidad, y curiosamente no son tan estrictos como con Ryanair. El último vuelo que cogimos a Asturias nos pesaron las maletas que embarcábamos y las ponían en unas cajas para comprobar que no nos pasábamos de las medidas que marca la compañía. Aquí incluso podías llevar el bolso aparte de la maleta. En 3 horas llegamos a Atenas. Hay una hora de diferencia con España peninsular, con lo cual adelantamos los relojes.
Hay dos maneras de llegar al centro de Atenas, una es el bus y otra el metro. Nosotros optamos por el bus, porque así vemos algo en el camino. Cuesta 5 € por persona y se compra en una caseta antes de subir al bus, y luego dentro se validan en una máquina naranja. Es el E95, sale cada cuarto de hora y tarda unos 45 minutos en llegar a la plaza Sintagma. El metro cuesta 8 € y según la guía tarda una media hora en llegar al mismo sitio.
Cuando llegamos a la plaza Sintagma cogemos el metro 4 paradas hasta el hotel Nafsika que hemos reservado con www.booking.es, por 25€ la doble con desayuno. Al contrario de la mayoría de países que las grandes capitales los hoteles son más caros, aquí son mucho más baratos, porque había incluso la doble por 17 € en lugares similares al nuestro.
Este hotel la ventaja que tiene es que a 100 metros tienes la parada de metro, lo cual si vas con una maleta lo agradeces. El barrio es normal si exceptuamos la curiosidad de que salen los buses a Rumania, Albania y Bulgaria.
Tomamos posesión de la habitación y el señor de recepción muy amablemente nos indica que podemos hacer esta tarde, con un plano que nos da de la ciudad.
Cogemos el metro de vuelta a la plaza Sintagma, donde podríamos estar en cualquier ciudad española, la gente con las compras de Navidad, o en los bares tomando un cafetito. No vemos ningún síntoma de la crisis tan brutal que está sufriendo el país según nuestros periódicos.
Las tiendas son las mismas como Zara, Berska y similares. Vamos bajando hacia el barrio de Plaka que es el más antiguo, con callecitas llenas de encanto, con muchos bares con los dueños saliendo a la puerta y diciéndonos amablemente que e
ntremos, “Kalispera” que significa buenas tardes, es lo que oímos continuamente. Miramos los precios y nos parecen normales, a pesar de que algún viajero había comentado que era muy caro, supongo que los de Barcelona estamos curados de espanto, pues nuestra ciudad es muy cara y cuando vamos al extranjero no nos parece casi nada caro.
Vemos la Acrópolis iluminada y nos embarga la emoción, ya que se ve en lo alto el Partenón y el resto de templos que se conservan en pie. Del resto vemos poco pues están las calles en semipenumbra no sabemos si para aumentar el misterio o por ahorrar luz eléctrica.
Entramos en una taberna a comer unos pinchitos de pollo, un plato de carne hecha al espetón tipo turco y unas cervezas por poco dinero.
Salimos a la fría Atenas, volviendo al metro y al hotel a descansar de tantas emociones.
DIA 23-12-12 (Domingo)
ATENAS -ACROPOLIS – CAMBIO DE GUARDIA (11:00 AM) – TORRE DE LOS VIENTOS – AGORA – COLINA DE FILOPAPOS – MUSEO DE LA ACROPOLIS – BARRIO DE PLAKA
Después de un completo desayuno en el bar que hay enfrente del hotel que pertenece a la empresa, cogemos el metro por 1,4 € y nos vamos a la parada de Akropoli, para visitar su homónima. En la misma estación ya hay unas cuantas muestras de lo que nos vamos a encontrar más adelante.
Hace bastante viento y la sensación de frio es importante. No pagamos pues con el carnet de estudiante es gratis. Hay muy poco turismo, y el poco que nos encontramos son chinos o indios. Algo está cambiando si esas son las nacionalidades más viajeras….
La Acrópolis que en griego significa la parte fortificada y más elevada de la ciudad, se alza sobre una colina, con sus magníficos edificios. Estas construcciones se levantaron durante el reinado de Pericles, en la edad de oro de Atenas.
En el punto más elevado de Atenas, Atenea plantó el olivo como regalo para los atenienses, ganando así a Poseidón el favor de la ciudad. Este lugar fue utilizado como lugar de culto desde el neolítico.
El Partenón impresiona y eso que está rodeado de andamios, pues sigue la reconstrucción. En cambio el templo de las Cariátides es pequeñito, te lo imaginas de otra manera cuando ves las fotos.
El Partenón es la obra maestra del arte griego, construido en el siglo IV a.c y se conservó, sin modificaciones importantes, durante 17 siglos, los cristianos lo utilizaron como iglesia, los turcos como mezquita y más tarde como depósito de polvora. Saltó por los aires en 1687 a consecuencia del ataque de la artillería de Morosini, que asediaba la ciudad. De los elementos decorativos que se libraron de la destrucción, una pequeña parte fue llevada a Francia y muchos a Londres. En 1930 fue levantada y reconstruida parcialmente la columnata del lado norte.
Está construido en su totalidad en mármol, de estilo dórico, con 8 columnas en cada frente y 17 en los laterales. Tienen una altura de 10,43 en la base y un diámetro en la base de 1,905 y de 1,481 en la superior. El friso estaba decorado con 92 metopas. Los dos frontones tenían estatuas de bulto redondo en mármol de Paros, atribuidas a Fidias. Representaban el nacimiento de Atenea y la lucha entre Atenea y Poseidón por el dominio de Ática.
Un friso de 160 metros aproximadamente recorre el exterior y representa la procesión de las Grandes Panateneas para ofrecer el peplo a la diosa.
El Erecteion, es una de las obras maestras del estilo jónico. Es un santuario dedicado al culto de los dioses y los héroes. Lo que más admira son las soluciones adoptadas por el autor, Filocles, para resolver el problema del desnivel del terreno. El resultado es un edificio asimétrico, de planta muy compleja, formado por tres cuerpos diferentes. Alrededor corre un friso de piedra oscura, sobre el que estaban instaladas unas figuras de mármol que, según se cree, recordaban el mito de Erictonio, protegido de Atenea.
En el pórtico norte hay 4 columnas jónicas al frente y dos a los lados, con una altura de 6,5 m. A la izquierda del pórtico, en la piedra, se ven 3 agujeros que, según la mitología, fueron hechos por el tridente de Poseidón, cuando el dios, en su lucha contra Atenea por el dominio del Ática, hizo surgir una fuente de agua salada.
En el pórtico Sur o pórtico de las Cariátides o de las Korai, uno de los monumentos más famosos del mundo. Es una galería de 2,6 m de altura, que en lugar de sustentar el arquitrabe por medio de columnas, utiliza 6 extraordinarias esculturas (2,3 m ) de korai, figuras sagradas femeninas revestidas con un peplo jónico, representadas de pie con una pierna ligeramente flexionada. Son copias, pues las originales están en el Museo de la Acrópolis, excepto una que sigue en Londres.
El templo de Atenea Niké, diosa de la victoria, protege y vigila la zona más vulnerable a los ataques enemigos.
El Teatro de Herodes Ático, acoge el festival de Atenas y el Teatro de Dionisos, acogía los concursos de teatro de la Grecia Clásica, en los que se representaban las obras de los mejores dramaturgos como Esquilo, Sófocles o Eurípides. El teatro tenía capacidad para 15.000 personas, en primera fila estaban los asientos reservados a los sacerdotes de Dionisos.
Después de visitar todo lo que nos dejan, vamos a la plaza Sintagma, pues al ser domingo hay cambio de guardia más lucido que los otros días. Es a las 11 de la mañana y vale la pena ver todo el protocolo que tienen. Estos soldados son los más guapos y altos de todo el ejército. En Grecia todavía existe el servicio militar obligatorio de 1 año para todos los chicos varones.
Frente al Parlamento montan guardia los famosos evzones, soldados vestidos con el atuendo tradicional de los rebeldes que ganaron la guerra de la independencia. El uniforme consta de una falda blanca corta con 400 tablas (que simbolizan los años de dominación turca), un gorro rojo y zapatos rojos con pompones. El cambio de guardia es ceremonioso y al ser domingo hay una banda de música que rodea la plaza.
El edificio del Parlamento Nacional se construyó en 1842 como palacio para Otto I, el primer rey de Grecia tras la independencia. En los 70 años siguientes, sufrió el abandono y 1923, durante un periodo de escasez de vivienda, sirvió de refugio para personas sin hogar. Con el regreso del Gobierno parlamentario en 1926, se limpió, se reformó y se reabrió como consejo unicameral del Parlamento, funciones que cumple en la actualidad.
De aquí volvemos al foro romano y a la la torre de los vientos, que fue construida en el siglo I a.c por un astrónomo sirio llamado Andrónico. Este monumento octogonal de mármol pentélico se conserva bien y es una ingeniosa construcción que servía como reloj de sol, veleta, reloj de agua y brújula. Cada lado presenta un relieve con un personaje flotando en el aire, imagen del viento correspondiente a ese punto cardinal. Bajo cada uno de los relieves aún pueden distinguirse las marcas de los relojes de sol. Los turcos dejaban que los derviches utilizaran la torre. La clepsidra del interior funcionaba con un arroyo de la Acrópolis.
La Vespasianae o letrina pública es un edificio rectangular construido en mármol. Tiene un patio central con 68 letrinas alineadas en los cuatro lados. La cercanía no representaba un problema pues las letrinas eran lugares de reunión social. Las personas adineradas se llevaban a los criados para que les calentaran el sitio antes de ponerse ellos a hacer sus necesidades.
Al lado está la Mezquita Fethiye, construida en 1456 sobre las ruinas de la iglesia paleocristiana.
Este foro se ha convertido en almacén de hallazgos pequeños y sin clasificar procedentes de toda la región Ática.
Muy cerca está el Ágora antigua, donde los atenienses se reunían, siendo el centro de la actividad administrativa, comercial, política y social. Todos los caminos llevaban allí y Sócrates pasaba mucho tiempo en ella exponiendo su filosofía y san Pablo discutía allí para ganar conversos al cristianismo. En tiempo de Pericles estaba en pleno esplendor y siguió así hasta 267 d.c cuando fue destruida por los hérulos.
Sus monumentos principales son el templo de Hefesto, la stoa de Atalo y la iglesia de los Santos Apóstoles.
La Stoa de Atalo fue construida por el rey Atalo de Pérgamo, tenía dos plantas y dos naves que albergaban comercios caros. Los atenienses ricos se reunían aquí. La stoa presenta una serie de 45 columnas dóricas en la planta baja y jónicas en la planta superior. En 1956 la escuela americana de Arqueología la reconstruyó y ahora alberga el museo del Ágora.
El templo de Hefesto, dios de la forja, estaba rodeado de fundiciones y metalistería. Es el templo dórico mejor conservado de Grecia. Presenta 34 columnas y un friso en el lado oriental que narra nueve de los doce trabajos de Heracles o Hércules.
El Odeón de Agripa se construyó en el 15 d.C. En el exterior se alzaban las estatuas de tres tritones y tres gigantes con cola de serpiente. Se conservan dos tritones y un gigante.
La Tholos es donde los 50 miembros que formaban el comité ejecutivo del primer parlamento vivían y trabajaban en este edificio circular, cuyo nombre significa colmena.
La iglesia de los santos apóstoles, se construyó en el S. X para conmemorar las enseñanzas de San Pablo en el ágora. Todavía hoy es posible ver a gente en el Areópago, la roca situada sobre el ágora, rezando. Peregrinos de todo el mundo, siguiendo los pasos de San Pablo, se reúnen en este lugar citado en la Biblia. Aquí San Pablo convirtió a los primeros atenienses al cristianismo.
De aquí vamos a la colina de Filopappo, también conocida como colina de las Musas, se identifica al sudoeste de la Acrópolis por el monumento a Filopappos de su cima. Se construyó entre 114 y 116 en honor a Julio Antioco Filopapo, destacado cónsul romano.
Hay pequeños senderos por todo el monte, ofrecen buenas vistas de las llanuras y las montañas del Ática y del golfo Sarónico.
Pasamos por un cueva que se cree fue la prisión de Sócrates, donde fue encarcelado, tras ser condenado a muerte. Sus discípulos permanecieron sentados junto a él mientras bebía la cicuta.
Al norte de este punto se levanta la rocosa colina Pnyx, lugar de encuentro de la Asamblea democrática en el S. V a.c. Entre los oradores que hablaron allí estaba Demóstenes, Pericles o Temístocles. Otros lugares que hay son la iglesia de Agios Dimitrios, el deme de Koile, la iglesia de Agia Marina, el antiguo observatorio nacional, el teatro de danza Dóra Strátou o la colina de las ninfas, llamada así por las divinidades femeninas que vivían en la naturaleza.
De aquí vamos al Museo de la Acrópolis, que lo primero que sorprende es el suelo de cristal, debido a que cuando comenzó la construcción del museo se descubrió un asentamiento paleocristiano, y el cristal permite que se observe, aunque da una sensación rara andar sobre este suelo. Los muros también son de cristal y permite divisar perfectamente la Acrópolis desde el interior del edificio.
Los frisos del Partenón esculpidos en mármol, están expuestos del mismo modo que adornaban el Partenón, dejando huecos para las esculturas que permanecen en Londres. Las autoridades griegas esperan que cuando miles de visitantes vean esas vitrinas vacías aumente la presión sobre Londres para que devuelva lo que se llevaron. Las excusas de que no las devolvían porque no podrían exponerlas de una manera segura y resguardarlas como se merecen, han perdido su valor porque este nuevo museo inagurado en 2009 es espectacular y cumple con todos los requisitos que se puede exigir a una institución para custodiar esos frisos.
Los tesoros que se pueden ver en este museo son el Koré del Peplo, que es una de las obras maestras de las estatuas votivas arcaicas. La túnica llamada Peplo, estaba pintada con colores, aun se pueden ver restos cromáticos de ojos, labios y bordado del vestido.
Otro sería el Koré de ojos almendrados. Es la más lujosa de las koroi votivas. Sus elaborados ropajes y su cuerpo completamente formado muestran un verdadero desarrollo en la escultura. El vestido estaba pintado con detallados dibujos, entre ellos una cenefa.
El Moscóforo, una escultura arcaica que muestra a un hombre con barba llevando un carnero para ofrecerlo en sacrificio a Atenea. Es del año 570 a.C.
Las cariátides, cuyos brazos se han perdido pero originalmente sujetaban vasijas para libaciones.
Vemos un video explicativo y así de camino descansamos nuestras cansadas piernas de tanto ajetreo.
A la salida nos vamos a una taberna que encontramos cerca muy típica con unos señores cantando con música típica con un ambiente cargado ya que la gente fuma tranquilamente a pesar de la prohibición. Todavía no estamos acostumbrados a las raciones griegas y menos mal que la camarera nos dice que para nosotros dos con un tamaño medio de la bandeja de carne tenemos suficiente. Es una grandiosa fuente con carne de pollo, butifarras, patatas fritas, pan de pita, ensalada griega etc. Pensamos que no podremos pero al final nos lo comemos todo, regado con dos cervezas de medio litro.
Después de un largo rato, ya que fuera hace bastante frio, nos vamos dirección la Plaza Sintagma donde vemos cientos de personas que, en un día, han llenado un cercado de bolsas con lo que parecen juguetes, ropa, electrodomésticos pequeños etc., suponemos que para gente con problemas monetarios. Es un no parar de llegar gente con bolsas enormes. Ayer cuando llegamos no había absolutamente nada.
Volvemos al hotel a descansar de tanta belleza.
DIA 24-12-12 (Lunes)
ATENAS –MUSEO BENAKI – MUSEO DE ARTE CICLÁDICO – JARDINES NACIONALES – ARCO DE ADRIANO – TEMPLO DE ZEUS – CANAL DE CORINTO – NAUPLIA
En todas las guías pone que es imprescindible visitar el Museo Benaki y después de desayunar cogemos el metro y nos bajamos en Sintagma. Desde ahí es un corto paseo por una zona muy agradable donde están la mayoría de las embajadas, incluida la española. Con el carnet de estudiante cuesta 5 €, si se está en jueves vale la pena porque es gratis.
Ya el edificio que Em
manuel Benákis compró en 1910 vale la pena. Es una magnífica mansión blanca en estilo neoclásico. Sus hijos la heredaron y más tarde la regalaron al estado en 1931, cuando se abrió como museo.
Ofrece un viaje por la historia de Grecia desde la edad de piedra (7000 a.C) hasta el siglo XX, pasando por la Grecia clásica y los imperios bizantino y otomano. Sus más de 20.000 piezas están ordenadas cronológicamente en 36 salas, que muestran la evolución de la pintura, la escultura y la artesanía griegas.
Lo más remarcable son el Tesoro de Evia, datado en el 3000 a.C., donde el desarrollo de la metalurgia supuso la transición de la edad de piedra la edad de bronce. Las tres vasijas, dos de oro y una de plata, con formas sencillas y escasa decoración son magníficos ejemplos de este periodo.
Más adelante vemos el Tesoro de Tebas, durante el último periodo de la edad de Bronce, las joyas ornamentales mostraban la riqueza personal. El conjunto de alhajas de oro micénicas, incluye un sello grabado en el que se representa un matrimonio sagrado relacionado con el culto a una diosa prehistórica.
El Tesoro de Tesalia es una fascinante muestra de joyas de oro helenas y romanas de los siglos III y II a.C. Se emplean filigranas y gránulos (cuentas de oro soldadas sobre el metal) para crear pendientes, collares, brazaletes y diademas de minuciosa factura.
El salón de mediados del siglo XVIII, donde vemos el techo de madera dorado y pintado y las paredes con paneles de madera son reconstrucción de una mansión macedonia. Estas artesanías florecieron al tiempo que los comerciantes locales prosperaban bajo el gobierno otomano. Enfrente hay otra sala de Kozani, que reproduce un salón del siglo XVIII. Muestra un techo de madera tallado, armarios empotrados de madera decorada y una zona de descanso baja, con alfombras y cojines persas y una mesa de café de hierro forjado.
Al lado hay muestras de trajes típicos de las distintas zonas de Grecia, sus islas que hay muchas y muy diversas.
Esto para nosotros es lo más significativo, a medida que vas subiendo hay obras más modernas, cuadros de personajes famosos de la independencia de Grecia
Hay un café muy agradable en la terraza de la azotea y una tienda donde venden a un precio desorbitado copias de joyas que hay en el museo, y otros souvenirs.
Después nos vamos a 100 metros que está el museo de Arte Cicládico que al ser lunes todo el mundo paga 3,5 €. Los otros días la entrada normal cuesta 7 € y la de estudiante 3,5 €. Si se tiene el carnet de periodista es gratis.
Este museo constituye un encantador emplazamiento en el que apreciar las elegantes y estilizadas figurillas cicládicas, vestigios de una cultura que floreció en las islas Cícladas a partir del 3200-2000 a.C. Estas hermosas tallas de mármol resultan fascinantes por sus líneas depuradas. La mayoría son figuras femeninas, posiblemente representaciones de diosas de la fertilidad o amuletos que acompañaban a los difuntos.
Lo más remarcable sería la Figura Modigliani, que recibió este nombre porque las líneas de esta figura aparecen en el trabajo del pintor del S XX Modigliani. La forma esbelta y sencilla, los brazos cruzados y la cara lisa son características de estilo cicládico clásico. La posición de los pies indica que este tipo de figuras probablemente eran yacentes.
El recipiente paloma, tallado en una sola pieza de mármol, éste es el más sorprendente de una serie de recipientes encontrados en tumbas. Los arqueólogos piensan que los pájaros tenían un importante simbolismo en la cultura cicládica, pues aparecen también en muchas otras tallas, pero la naturaleza de su significado sigue siendo un misterio.
La figura masculina, se trata de la única figura masculina de este tamaño encontrada hasta ahora en el típico estilo cicládico. Tiene la misma forma y posición de los brazos que las femeninas pero los genitales son claramente diferentes. Las piernas separadas indican que estaba de pie, en vez de tumbada como las mujeres.
Los cascos de bronce, el casco corintio sufrió una paulatina evolución en el siglo VII a.C. con el cambio progresivo de su forma para que encajase mejor en la cabeza. Fue el primer casco decorado a partir de una simple lámina de bronce y protegía toda la cabeza.
El Jarrón de Dionisos del siglo VI a.C. muestra en un lado Dionisos dios del vino, rodeado de sátiros desnudos bailando, en la otra Atenea y Hermes conversando.
Los fundadores del museo, la familia Goulandris, son posiblemente la mayor dinastía naviera de Grecia, con una larga rivalidad con los Onassis. Además de este museo han fundado dos más en la isla de Andros y están proyectando un nuevo Museo de Arte Moderno en Atenas.
Vamos paseando a la salida, por los Jardines Nacionales. En 1839, cuando era un parque real, el paisaje se cubrió con 15.000 árboles y flores exóticas importadas de todo el mundo. Muchas de aquellas plantas siguen floreciendo.
Llegamos al Arco de Adriano y al templo de Zeus Olímpico. Era el más grande de la Grecia peninsular. En su interior se encontraban dos colosales estatuas de oro y marfil; una del dios y otra del emperador romano Adriano. Aunque la construcción del templo comenzó en el 515 a.C., la agitación política retrasó su finalización casi 700 años. El tirano Pisistrato comenzó este templo para someter a los atenienses. Tras su caída, los demócratas se negaron a terminar lo que veían como un monumento a un odiado tirano. En el año 174 a.C., el rey Antíoco IV retomó la obra, pero volvió a detenerse tras su muerte. El templo se terminó con la llegada de Adriano al poder en 124 d.C.
Para agradecer a Adriano que lo terminara, los atenienses levantaron en 313 d.C. un arco situado cerca del templo cuya inscripción anuncia el derecho de Adriano sobre la ciudad.
El templo de Zeus, se conservan 16 magníficas columnas de las 104 originales. Vemos el arco de Adriano, los baños romanos, la puerta de Temístocles, que se construyó para defender Atenas de los ataques de los persas, el templo de Crono y Rea, el Tribunal del Delphinion, la muralla de Valerio, que la construyeron en el siglo III d.C. Muchos de los templos que rodeaban la muralla fueron demolidos para emplear su mármol en la construcción.
Muy cerquita está la agencia de Avis donde vamos a recoger el coche que hemos alquilado hasta el último día de vacaciones. Nos dan un Ford Focus que va muy bien. La gasolina es muy cara, le comentamos al de la agencia y nos dice que ha sido cuestión de 2 años, que los impuestos han subido tanto, que ha pasado de ser la más barata de Europa a ser la más cara. Está entre los 1,59 € el sitio más barato (solo visto en Nafplia) y los 1,80 €, la súper 95.
El diesel es un poco más barato pero no demasiado. En los periódicos estos días hablan de la gran contaminación que hay en Atenas, el triple de lo considerado peligroso para la salud, ya que han subido el precio del gasóleo de calefacción en un año el 48 % y mucha gente no se lo puede permitir. Las pensiones oscilan alrededor de los 500 € y el litro de gasóleo está a 1,58 €, mientras que en España, Irlanda o Reino Unido está a 1 € o menos. Han optado por usar la leña y emiten muchas emisiones perniciosas. Tienen que comprarla en Bulgaria porque en Grecia hay muchas zonas protegidas y no se puede cortar.
Volvemos al hotel a coger el equipaje y enfilamos hacia el canal de Corinto que va a ser nuestra primera parada. Hay una autopista que te lleva al cabo de 50 km, cuesta 3,2 € ese trayecto. Tenemos que salir por Loutraki pues desde la autopista no se ve.
Acaba de pasar un barco, parece mentira que coja por un sitio tan estrechito. El istmo que une la Grecia Continental con el Peloponeso frustró a los marineros durante miles de años, obligándoles a realizar largos y peligrosos viajes alrededor de la península. Desde Alejandro Magno, hasta los emperadores romanos Nerón y Calígula intentaron abrir un canal, pero no se consiguió hasta 1893, año en el que los ingenieros franceses dinamitaron un paso en la roca. Los barcos tardan alrededor de una hora en recorrer los 6 km de distancia.
La ubicación de Corinto, la convirtió en un rico y poderoso centro de comercio ya desde la época micénica. A la riqueza material se unía la fama de su vida salvaje y licenciosa, que incluía la poligamia y cultos orgiásticos a los que san Pablo se refirió en la carta a los Corintios.
Acrocorinto es una elevada roca a las afueras de Corinto. Era la fortificación natural más resistente de la antigua Grecia. Estaba coronada por un templo a Afrodita.
Pasamos por Micenas pero ya está cerrado pues en invierno cierran todos los sitios arqueológicos a las 3 de la tarde, con lo que llegamos a Nafplia, al hotel que tenemos reservado que es el Vassily por 35 € sin desayuno. Menos mal que tenemos las coordenadas porque si no, es complicado de encontrar. A pesar de todo, cuando volvemos a pasear al pueblo, lo primero que hacemos es comprar un mapa de carreteras detallado pues nuestro GPS tiene siempre la tentación de mandarnos por carreteritas muy bonitas, pero muy sinuosas y en mal estado.
La habitación es muy grande con cocina, microondas, y una terraza con vistas a la fortaleza de Palamidi.
La pequeña ciudad costera es una de las más hermosas de Grecia. Durante años los turcos y los venecianos lucharon por ella, dejando tras de sí dos fortalezas venecianas en lo alto de la colina y varias mezquitas turcas. Los griegos con la independencia la nombraron su primera capital.
La plaza de la Constitución es el centro histórico y monumental de la ciudad. La influencia veneciana se manifiesta en su pavimento enlosado y en el origen veneciano de la mayoría de los edificios que la rodean. En la plaza destacan dos edificios: el museo, en el flanco occidental y en el lado opuesto la mezquita. En un pequeño jardín está el León de San Marcos. La mezquita de Vouleftikó, la mayor de la ciudad que actualmente alberga una escuela de música. En ella se reunió el primer parlamento helénico en 1829.
La Patía Iatrou, aloja el edificio del Municipio, pequeño y de líneas clásicas y la Aduana Vieja, con tres arcadas y ubicada frente al mar. Enfrente está el monumento a los Filelleni, obelisco de 1903 dedicado a los extranjeros caídos en las luchas por la independencia griega.
Enfrente de la ciudad está la Isla de Bourzi con su castillo de Mar, fuerte veneciano construido en 1471 para defender el puerto. En el S XVIII fue reforzado por los turcos, que cerraron la entrada al puerto con una cadena que unía el espigón del muelle con el islote fortificado.
La Acronauplia, es una colina de 85 metros que sobresale de la ciudad; también recibe el nombre de Itsh Kaleh, y está rodeada de una triple muralla. En ella se encuentra: el castillo del Toro o del Torreón, del siglo XV, donde se ha instalado un hotel; el castillo de los Francos, en el centro, construido en el siglo XIII, y en el extremo, el castillo de los Griegos, construido en los siglos XII y XIII, durante la época bizantina, sobre los cimientos de la acrópolis clásica.
Cenamos en una pizzería italiana que hay en el barrio antiguo de Nafplia.
Hemos hecho 145 KM
DIA 25-12-12 (Martes)
NAUPLIA – EPIDAURO (CERRADO POR SER NAVIDAD) – TRIZINI – GALATAS – ERMIONI – KRANIDI – FRACHTHI CAVE (CERRADA POR REPARACIONES) – NAUPLIA
Después de desayunar en un cafetería muy bonita unas pastas con unos capuchinos salimos en dirección este hacia Epidauro, que está a 30 km. Cuando llegamos nos llevamos la sorpresa que al ser día de Navidad, está cerrado y mañana San Esteban también. Tenemos que cambiar de planes y decidimos salir hacia Trizini, que es un pueblo con ruinas de la ciudad jónica de Trezene, en donde surgió la leyenda de Fedra e Hipólito. Es más la historia que hay detrás que lo que realmente se ve, ya que está bastante destruido todo. Más adelante nos encontramos con Galatás, de donde salen los barcos hacia Porós. Nos lo planteamos, pero la hora que es, nos persuade de que no es buena idea, pues si fuera más pronto, podríamos hacer un paseo rodeando la isla, pero no nos da tiempo. En temporada salen caiques constantemente, que cuestan 0,8 € y tardan 5 minutos.
Llegamos a Ermioni, localidad turística con un pequeño puerto. Dado que es la hora de comer, decidimos hacerlo en este pueblo. Comemos ensalada griega con un plato de cordero asado y unas cervezas, todo muy bueno. En temporada salen barcos hacia Hidra, que es una joya del golfo Sarónico. Es una isla sin coches, con lo que se tiene que andar o coger un burro, que por 16 € te llevan el equipaje del puerto al hotel!!!!!.
Nuestro próximo destino es la cueva de Frachthi, en la bahía de Kilada a 7 Km al norte de Kranidi (famoso por sus granadas). Es uno de los primeros asentamientos en Europa, las excavaciones han revelado su ocupación continua desde el Paleolítico. La carretera baja hasta una playa de piedras y de allí hay andando casi un km por un sendero en algunos tramos, un poco peliagudo. Hay marcas en el sendero para que llegues sin problemas. Hay un cartel que dice que está cerrada por reformas, pero con todo y con eso nosotros nos acercamos. Realmente no se puede entrar con lo que damos la vuelta.
Llegamos a Nafplia a preparar nuestra próxima etapa, ya que es festivo el siguiente día y todo lo cercano estará cerrado como lo ha estado Epidauro.
Hemos hecho 235 km
DIA 26-12-12 (Miércoles)
NAFPLIA- LERNA (CERRADO POR SER FIESTA) – LEONIDIO – MONI PANAGIAS ELONIS – PIRGOS – MONENVASSIA – GITHIO – AREOPOLIS – GEROLIMENAS
Vamos a desayunar al pueblo a una cafetería que tienen unos capuchinos riquísimos con unos cruasanes espectaculares. La chica que nos atiende es muy simpática y nos ponen canela en el café que le da un punto muy rico.
Pasamos por Lerna, que según el mito, fue el escenario donde Hércules mató a la hidra cuyas cabezas volvían a crecer si se las cortaba. Aquí se encuentra la famosa Casa de las Tejas del 2200 a.c, que no vamos a ver, pues está cerrada ya que es San Esteban, y aquí es fiesta nacional, como en Cataluña.
La carretera que cogemos está pegada al mar, y como hace un día muy soleado, lo disfrutamos mucho. Es muy sinuosa, pero hay poco tráfico, lo cual es una suerte porque en algunos tramos pasa un coche y poco más.
Llegamos a Leonidio, 76 km al sur de Argos. Está en un enclave espectacular en la embocadura de la garganta del río Badron. Su diminuta Platia 25 Martiou es la clásica plaza encalada de pueblo griego sin estropear. Algunos viejos hablan un dialecto de la antigua Esparta.
La carretera que va hacia el sur por el macizo del Parnon desde Leonidio a Geraki a 48 km, es de las más panorámicas del Peloponeso. Durante los primeros 12 km, sube serpenteando por la Garganta del Badron, alejándose del río. Luego se eleva abruptamente hacia Kosmas, en curvas muy cerradas. Poco antes de culminar el ascenso, una carretera lleva la pequeño Moni Panagias Elonis, notable monasterio colgado de la ladera. En su interior hay uno de los íconos de la Virgen atribuidos a San Lucas. En estas montañas todavía se pueden encontrar lobos.
Otros 14 km nos llevan a Kosmas, bonito y apacible pueblo de montaña.
Llegamos a Monemvassía, que es una localidad semiabandonada, que se encuentra en un emplazamiento muy especial: en lo alto de un promontorio transformado en islote. Durante la dominación veneciana se le denominó Nápoles de Malvasía, era famosa por su vino dulce.
Su nombre significa, un solo acceso, está unida a tierra firme por un puente tendido desde la localidad de Géfira.
La localidad está protegida por una muralla fortificada con torres construida por los venecianos en el siglo XVI, que sube desde la puerta fortificada que da acceso a la isla, hasta la ciudadela, que se halla situada en la parte más alta del promontorio.
En el centro del pueblo se abre la plaza principal, como una terraza hacia el mar, en la que puede verse una cisterna, in brocal de pozo y una cureña de cañón. Al este destaca la iglesia, la antigua catedral del siglo XII y una mezquita turca construida sobre la antigua iglesia de San Pablo (Siglo X).
Entre estrechas calles y antiguos palacios renacentistas de aspecto veneciano hay más iglesias y muchos hoteles y restaurantes, en esta épo
ca vacios, pero suponemos que en verano llenos de gente.
Una empinada escalera sube, entre jardines, desde el pueblo hasta esta gran fortificación de época veneciana que domina la ciudad.
De aquí vamos a Areopolis que es la capital de la península del Máni con 759 habitantes.
La carretera de Areopolis a Gerolimenas es accidentada y como esta parte de Grecia por la noche es tan oscura, dudamos si llegaremos al hotel, pero el GPS nos lleva a la puerta sin problemas.
El hotel sale en la LP, se llama Akrotainaritis, www.akrotainaritis.gr, nos cuesta 40 € con desayuno incluido.
La habitación parece de un refugio de montaña, todo en madera, con un altillo con dos camas más. Tiene una cesta con fruta fresca y unas pastitas en la habitación. Como curiosidad es que aparte del champú y jabón hay zapatillas de cortesía, como las que regalaban en casi todos los hoteles de China.
Damos una vuelta por el pueblo, que se acaba pronto, ya que está desolado, y de noche casi no se ve. Volvemos al hotel y nos preparan algo de cena, todo muy rico.
Hemos hecho 321 km
DIA 27-12-12 (Jueves)
GEROLIMENAS – VATHIA – PENINSULA MANI – ESPARTA – MISTRA – KALAMATA – KORONI – METHONI
El desayuno que nos sirve el señor del hotel está hecho con mucho cariño, pues nos hace tostadas, huevos duros, queso, miel y mantequilla. Un zumo de naranja recién exprimido y el capuchino está también muy rico. Nos pregunta si queremos repetir y al decirle que sí, nos trae otro capuchino.
El sitio es magnífico, con unas vistas increíbles a la playa y tranquilo porque debe haber en este pueblo como muchas 20 personas.
Al sur de Gerolimenas, la carretera continua 4 km hasta Alika y se bifurca una carretera va hacia la costa oriental y otra hacia Vathia.
Vamos hacia Vathia, que según las guías, es el mejor pueblo de la península del Máni. Está a unos 10 km de Gerolimenas. Tiene unas casas torre colgada en las montañas impresionantes. La mayoría están semi derruidas, pero otras las están reconstruyendo y en alguna vive gente, pero muy poca.
Subimos por Máni, y lo máximo que vemos son pequeños pueblos, grandes precipicios y rebaños de cabras. Es una zona muy inexplorada, ya que vive muy poca gente y no es turística. En todo el Peloponeso vive sólo 1.000.000 de personas.
Es una región yerma, quemada por el sol en verano, cuando las temperaturas alcanzas temperaturas dignas de África. Las torres defensivas tienen diferencias de altura en consonancia con la importancia de la familia que las hizo construir. Es una parte de Grecia casi en los confines del mundo, poco poblada, donde las mujeres visten de negro y en las ceremonias fúnebres cantan sus célebres lamentos. Pocas son las playas que se alcanzan por tierra, pero por mar pueden encontrarse lugares apartados con aguas limpísimas.
Durante siglos, los maniotas hicieron lo que quisieron, fueron famosos por su orgullosa independencia, por su rechazo a cualquier forma de gobierno y por sus sanguinarias luchas internas. Los habitantes del Máni, se consideran descendientes directos de los espartanos. Prefirieron irse a las montañas que servir a un amo extranjero. Afirman ser los únicos griegos que no han sucumbido ante las invasiones extranjeras.
La roca gris, moteada con desafiantes manchas de matorral verde, caracteriza las montañas del Mani interior. Escasea la tierra apta para el cultivo, y aún esa lo único que da son aceitunas e higos raquíticos. Los acantilados de la accidentada costa caen a pico sobre el mar y los salientes rocosos abrigan playas de guijarros. Sólo rompen este yermo paisaje agreste las austeras e imponentes torres, a menudo abandonadas, que parecen vigilar la región como centinelas.
Subimos por la costa oriental que es incluso más accidentada y árida que la occidental. En muy pocos metros se sube a una considerable altura (400 metros) y se tienen unas vistas espectaculares de la costa. Desde Lagia la carretera baja serpenteando con vistas increíbles y pasando por playitas con mucho encanto.
Después de un buen rato y carreteritas muy bonitas y estrechas llegamos a Esparta. Están reconstruyendo bastantes cosas, pues quieren que se le de tanta importancia como tiene Atenas. Ya Otón y su corte pensaron que era imprescindible recuperar la gloria de esta ciudad.
Da miedo saber cómo funcionaba la antigua Esparta, ya que los niños que nacían con algún defecto o los veían debiluchos los tiraban por un barranco. A los 7 años los sometían a 13 años de entrenamiento duro para conseguir un físico excelente y a penalidades como competiciones de palizas para endurecerlos.
Todos cumplían servicio militar hasta los 60 años, vivían en los cuarteles hasta los 30 años, casados o no y comían en el comedor militar. Esta rigidez hizo que comenzase el declive de Esparta y la pérdida de poder e influencia.
Mistra, está a pocos km de Esparta. Nosotros llegamos con el coche a la fortaleza y después bajamos a la parte baja en el coche. Con el carnet de estudiante es gratis.
Este pueblo fortificado surgió en el siglo XIII, en las laderas de una colina que domina el valle de Esparta. Fue abandonado a mediados del siglo XIX.
Las ruinas se dividen en 3 secciones: la fortaleza de la cima (kastro), la ciudad alta (hora) y la ciudad baja (kato hora).
Frente a la taquilla de la entrada de arriba hay un sendero que lleva a la fortaleza, erigida por los francos y ampliada por los turcos. El sendero desciende hasta Agia Sofia, que se usaba como iglesia del palacio y conserva algunos frescos. A la izquierda de ve la Puerta de Nauplia y el palacio de los Déspotas. Sus inmensas ruinas se hallan en una amplia explanada. Están dispuestas en forma de L y tienen varios pisos de altura.
La ciudad baja, se caracteriza por el convento de la Pantanasa (señora del universo) donde vive una pequeña congregación de monjas, únicas habitantes de Mistra, junto con un montón de gatos de pelo largo guapísimos. En el convento se ve un montón de exvotos de oro y plata donde se ven ojos, piernas, orejas o lo que sea que ha sido curado gracias a la intervención de este convento. Hay otros monasterios, unos mejor cuidados que otros. El monasterio de Perivleptos es un conjunto del siglo XIV, apoyado sobre una pared de roca.
Terminada la visita vamos hacia Kalamata, que fue un floreciente centro agrícola y comercial durante la dominación turca y muy conocido actualmente por sus celebres aceitunas. Como ya se está haciendo tarde, no paramos y vamos hacia Koroni por la carretera que costea hacia el sur. Está a 52 km y conserva el mismo aspecto hoy que cuando los venecianos en 1602, se lo apropiaron y comenzaron a construir la ciudadela. Los muros que la cercan son los originales, aunque fueron reforzados por los turcos con bastiones para protegerse de las armas de fuego, y en su interior hay varias estructuras de servicios, algunas casas y un monasterio bizantino.
Ya se está poniendo el sol y salimos hacia Methoni que es donde tenemos el hotel reservado. La ventaja de tener wifi en todos los hoteles es que cada día podemos planificar lo que haremos al día siguiente y reservar el hotel de la siguiente noche y así ir tranquilos, aunque en esta época está todo vacio y no es problema.
La carretera es muy oscura, y se nos ocurre que si al coche le pasara algo, daría un poco de miedo. Al final llegamos al hotel, pero no gracias a las indicaciones de coordenadas que ponían en la pag web, que te llevan a la fortaleza y no al hotel que está a unos 300 metros dentro del pueblo.
El hotel está bien es de 3 estrellas y sale en la LP. Es el Achilles por 30 € sin desayuno, nos dan una habitación mejor pues somos los únicos clientes.
Le preguntamos y nos recomienda la taberna Nikos, que según pone la LP es bueno, barato, limpio y raciones generosas. Allá que vamos, y nos meten en la cocina para enseñarnos lo que hay. Tomamos un guisado de cordero, unas albóndigas alargadas muy ricas y una ensalada griega, todo regado con unas cervezas Alfa por 26 €.
Volvemos al hotel donde tenemos una muy buena conexión wifi a descansar del día que ha sido larguito.
Hemos hecho 264 km.
DIA 28-12-12 (Viernes)
METHONI – PILOS – PALACIO DE NESTOR – CHORA – KYPARISSIA – MELIGALAS – MESSINI – VALYRA – MEGALLOPOLI – NEDA – TEMPLO DE BASSAE – ANDRITSENA – KALITHEA – OLYMPIA
Vamos a desayunar a una taberna que hay enfrente de la fortaleza de Methoni. La entrada es gratis ya que tampoco hay gran cosa de lo que había, pero a pesar de eso impresiona las dimensiones que tenía. Dicen que es la fortaleza hermana de Koroni. Ahora la están restaurando y quedará 
muy bien.
Methoni es una modesta localidad costera de unos 1200 habitantes. La fortaleza fue construida por los venecianos en el siglo XIII, para defender el puerto de Modon, en el que hacían escala sus barcos mercantes. Las fortificaciones, varias veces restauradas, están precedidas de un foso, la entrada se encuentra en el bastión este, en la parte que da el mar se encuentra el bastión oeste, que recibe el nombre de la familia veneciana de los Bembo. En la explanada se puede ver el brocal de un pozo de la cisterna y una columna monolítica de granito, sobre la que antiguamente se encontraba el león de San Marcos. En las torres y los bastiones exteriores se pueden ver escudos de familias venecianas y el león de San Marcos. Fuera de la fortaleza, la puerta del Mar se encuentra unida por un puente a la torre de Bourdzi, con base octogonal, construida para controlar el puerto y reconstruida por los turcos.
De aquí vamos al Palacio de Nestor, que está situado a 14 km de Pilos en dirección norte, pero nuestra sorpresa y consternación es grande pues está cerrado desde hace unos días para restaurarlo, y nos comentan que tienen para 2 años más.
El palacio se construyó en 1300 -1200 a.c. Tiene la distribución de los palacios cretenses, un patio central, un gran mégaron y alrededor viviendas y comercios. Se encontraron 1000 tablillas de arcilla grabadas en escritura lineal B.
Como está cerrado nos vamos a Chora, donde está el Museo Arqueológico y los descubrimientos del Palacio de Nestor.
Entre las piezas expuestas merece la pena destacar algunas tazas de oro, vajillas, tablillas de arcilla, mosaicos y frescos similares a las de los palacios cretenses. Cuesta 3 € y gratis para los estudiantes de la UE.
Seguimos camino a Mavromati, un poblado perdido entre las ásperas montañas de Mesenia. Las murallas de la ciudad antigua de Mesene tienen más de 9 km de largo y está sembrada de torres. Junto a la puerta de la Arcadia, una de las cuatro que interrumpían el circuito, puede apreciarse bien el conjunto: el pasaje comprendía dos entradas, la externa con un arquitrabe constituido por un enorme monolito, y la interna flanqueada por dos torres dispuestas de modo que bloquearan los ataques de jabalina. Ambas estaban separadas por un insólito patio circular. Ahora pasas por en medio de estas puertas con el coche y de allí sigues unos metros y llegas al Museo, donde hay algunas piezas muy buenas. Bajando con el coche por detrás del museo llegas a la zona arqueológica donde está el santuario de Asclepio, el templo de época helenística estaba circundado por soportales de los que se conservan las bases de algunas columnas.
Nuestro próximo destino es el Templo de Bassae. Por unas carreteritas muy malas, especialmente una que va de Neda hacia Andritsena, que está sin asfaltar en algunos tramos llegamos dentro de una densa niebla al Templo de Bassae. Está a 1130 metros de altitud, en un magnifico emplazamiento bajo la ladera meridional del monte Likeon (1421 metros). Considerado como uno de los templos mejor conservados de Grecia, fue construido por los habitantes de Figalia en honor del dios Apolo Epicuro por salvarlos de una peste.
El impresionante templo pierde algo de su encanto porque está dentro de una carpa gigante para restaurarlo. Fue diseñado por el arquitecto del Partenón y combina columnas dóricas y jónicas y una sola de corintia, primer ejemplo de este orden. Como la niebla entra dentro de la carpa le da un aspecto fantasmagórico y teatral.
Nuestro siguiente destino ya es Olympia donde tenemos reservado el hotel. No está demasiado claro el camino a seguir, pero llegamos después de pasar por sitios muy complicados y muchas curvas en la oscura Grecia.
El Hotel Hércules en Olympia nos cuesta 40 € con desayuno incluido. La habitación no está mal, pero no funciona apenas el wifi en la habitación.
Damos una vuelta por el pueblo lleno de tiendas por todos lados pero desiertas porque turistas hay muy pocos, de hecho, nosotros no vemos a ninguno. Cenamos en una pizzería que hay abierta, llena de parroquianos que nos miran con curiosidad igual que nosotros a ellos.
Hemos hecho 283 km
DIA 29-12-12 (Sábado)
OLYMPIA – TRIPOLIS – NAUPLIA
El desayuno no está mal, pan con mantequilla, miel, mermelada, huevos duros, café, té y un zumo de naranja recién exprimido. El señor es muy atento y se desvive por atendernos.
A las 9 ya estamos entrando en las ruinas de Olympia, que está muy cerca pero ya vamos con el coche. Cuesta 6 € la entrada y combinada con el museo cuesta 9 €. Con carnet de estudiante es gratis. Es un privilegio estar en este sitio tan emblemático y tenerlo para nosotros solos y otras dos parejas. Son impresionantes las ruinas que quedan, solo una pega, y es que hay poca información, hay unos paneles pero son escasos y las ruinas inmensas.
Desde el año 776 a.c hasta el año 393 d.c se celebraron los juegos en Olympia cada 4 años. Solo podían participar los hombres griegos al principio, pero luego se amplió a los romanos. Las mujeres ni los esclavos, no podían competir, ni siquiera entrar a los juegos y si pillaban a alguna la mataban. Sin comentarios.
Cuando se entra en el recinto te encuentras con el gimnasio, luego con la palestra, el Theokoleon, un baño griego, las termas romanas, el taller de Fidias, el Leonidaion, se llega al palacio de Nerón, el cual un año participó en los juegos olímpicos, con un carro con 10 caballos, mientras que el resto solo tenían 4, se cayó, pero con todo los jueces le dieron campeón, cualquiera no lo hacía….
Más adelante llegas al Altis, que es el lugar más sagrado de Olympia. Fue delimitado por murallas en el siglo IV y ampliado en tiempos de Nerón, que añadió las puertas monumentales. En la parte central, más alta, se conservan en pie algunas columnas y una impresionante acumulación de enormes piedras que indican el lugar donde se halla el templo de Zeus. Tenía 6x 13 columnas y se levantaba sobre un basamento de 3 escalones. La piedra usada es caliza marina. Estaba dividida en tres naves por dos filas de 7 columnas dóricas de las que se conservan los pedestales y también tenía galerías superiores. En el fondo había un riquísimo trono con la estatua sedente de Zeus de 12 metros de altura, la obra más grande de Fidias, considerada una de las 7 maravillas del mundo. Alrededor del templo se conservan gran número de pedestales de estatuas votivas, entre las que se encuentra la triangular de la célebre Nike de Paonio, que se conserva en el museo. El Instituto de Arqueología Alemán ha reconstruido una columna que impresiona por su altura y anchura.
El lado este del Altis, está el pórtico de Eco. Las columnas del frente proceden de una reforma realizada en el siglo III. Recibe su nombre por el eco que en él se repetía siete veces.
Desde el ángulo noreste se accedía al estadio, donde se celebraban los juegos olímpicos a través de una puerta corintia y un pasadizo abovedado que se conserva en parte. Es un privilegio estar solos en el estadio y disfrutarlo.
Antes de entrar en el pasadizo se alinean los tesoros, pequeñas cellas en forma de templo destinadas a recoger las ofrendas votivas de las diferentes ciudades y colonias griegas. Hay doce tesoros. Junto a ellos se hallan los pedestales de 17 bronces de Zeus que los jueces de las competiciones mandaban hacer con el dinero conseguido con las multas que se imponían a los que no respetaban las normas de los juegos. Al lado se hallan los cimientos del Metróon, templo de Meter, diosa madre. Continuando se llegan a las ruinas del ninfeo de Herodes Ático. Era una exedra de 32 metros de ancho y 16 de alto, decorada con torsos de leones y columnas de mármol. Indicaba el final del acueducto que fue mandado construir por Herodes para traer agua a Olympia, ya que era muy escasa. Junto a este, está el templo de Hera, donde se encontró el Hermes atribuido a Praxíteles. Aquí al lado, se enciende cada 4 años la llama olímpica que se lleva a la ciudad donde se celebran los juegos por voluntarios corriendo. Nuestro hotelero nos ha contado que él se encargó del primer kilómetro en los JJOO de Barcelona 92.
Más adelante están el Pelópion, el Filipeion una especie de tesoro circular, parcialmente reconstruido por los alemanes y por último el pritaneion, un edificio donde se reunían los administradores del santuario y se celebraban las recepciones solemnes. En él ardía constantemente el fuego de Hestia.
Cuando ya estamos acabando la visita vienen unos jubilados ingleses que están en un crucero y son bastantes. Menos mal que hemos venido a primera hora y lo hemos disfrutado casi a solas.
Nos vamos al museo que está a unos quinientos metros de la entrada de las ruinas, y donde se encuentran muchos de los restos que han encontrado en las excavaciones, sorprende el frontón oriental y occidental del Templo de Zeus que está muy bien conservado y explicado quien es quien. En el frontón oriental se representa la competición entre Pélope y Enómao, en el centro se halla la figura de Zeus y a la derecha Enómao, su mujer Esterope, una sirviente, los caballos de la cuadriga de Enómao, un adivino, un joven y el río Cladeo, a la izquierda se encuentra Pélope, Hipodamía, un siervo, los caballos de la cuadriga de Pélope, un cochero, un adivino y el río Alfeo.
En el frontón occidental, se representa la lucha de los Lapitas y los Centauros en las bodas de Piritoo. En el centro la figura de Apolo, y a la derecha Deidamía, esposa de Piritoo forzada por un centauro, centauros raptando a una muchacha, y una vieja y una niña tendidas entre dos Lapitas. A la izquierda un centauro rapta a una muchacha, Teseo combatiendo entre Centauros y Lapitas, y una vieja y una muchacha tumbadas. Son impresionantes.
Otra sensacional obra es el Hermes de Praxíteles, esculpida en mármol de Páros, que representan al Dios llevando en brazos a Dionisio niño, mientras que en la mano derecha lleva un racimo de uvas.
Es imprescindible su visita para hacerte una mejor idea de lo que has visto anteriormente.
Cuando ya lo hemos visitado cogemos el coche y vamos dirección a Naufplia que es donde hemos reservado el hotel ya que queremos visitar Micenas, Tirinto y Epidauro que estaban cerrados por ser el día de Navidad cuando estábamos allí al principio del viaje.
Las carreteras son muy malas con muchísimas curvas, aunque los paisajes son muy bonitos con pueblecitos encantadores, aunque la vida debe ser muy dura porque la tierra no es cultivable y de lo único que pueden vivir es de las cabras y las ovejas y poco más. Según hemos leído hay unas 14 millones de ovejas y cabras, más que personas. Son los mayores consumidores de queso del mundo con 25 quilos de queso por persona, y de aceite de oliva con 20 litros al año.
Cuando llegamos a Nafplia está lloviendo y como son más de las 3 de la tarde, todo lo visitable cerrado. Damos un paseo por el pueblo pero no apetece, y aparte ya lo conocemos con lo que nos vamos al hotel.
A la noche salimos a cenar a un bar muy modernillo donde comemos especialidades griegas a muy buen precio.
Nos alojamos en el hotel Nafplia por 44 € con desayuno
.
Hemos hecho 178 km.
DÍA 30-12-12 (Domingo)
NAFPLIA – MICENAS – TIRINTI – FORTALEZA DE PALAMIDI – EPIDAURO – LOUTRAKI
Después del desayuno, que no es para tirar cohetes, bastante sencillo la verdad, vamos a Micenas que está a unos 25 km al norte de Nafplia. Cuando llegamos nos recibe un tiempo horrible, mucho frio y viento, pero que le vamos a hacer, cogemos los gorros, guantes y bufandas y a visitarlo. Cuesta 8 € la normal, 4 € la reducida y gratis los estudiantes de la UE.
Hay paneles explicativos en inglés en todos sitios, te ayuda mucho a entender todo lo que ves. Hay una ruta numerada para que no tengas problemas en la visita.
Schliemann descubrió en 1874 el palacio de Micenas, gran parte del cual confirma la descripción de Homero, incluidas las alusiones a la abundancia de oro. La arqueología ha confirmado que hubo una guerra troyana y una poderosa civilización establecida aquí.
La fama de esta ciudad ya era grande cuando Homero cantó la guerra de Troya y Esquilo escribió sus magnificas tragedias. Fue un centro político y artístico de primer orden del que sólo quedan ruinas, pero la fascinación de la tumba de Atreo y la Acrópolis retrotrae a los visitantes a la época del poderoso rey Agamenón.
En la acrópolis residía el rey y su familia, pero el palacio ocupaba sólo una parte de la irregular colina triangular, circundada por murallas ciclópeas erigidas en la 2 mitad del siglo XIV a.C. con grandes bloques escuadrados toscamente. La mejor idea del refinamiento del cercado se obtiene delante del acceso principal de la ciudadela, la Puerta de los Leones, que se abre entre 2 contrafuertes con función defensiva. De 3 metros de ancho y 3,1 de alto, está compuesta por 4 bloques que forman un pasaje ahusado en la parte superior. En el umbral se conservan los agujeros para fijar los batientes. El arquitrabe sostiene una lastra triangular con el relieve de los leones acéfalos, que frente a una columna apoyada sobre un altar, miraban a quien entraba.
Cerca se encuentran las tumbas reales, doble circulo de losas verticales, donde se encontraron los famosos tesoros de oro.
Según la leyenda en este lugar fue asesinado Agamenón, pero en el palacio está todo destruido.
Se pasa por un acueducto subterráneo que se construyó a posteriori para tener agua en abundancia. La entrada al aljibe subterráneo da miedo porque no hay luz, con lo que no seguimos.
Las tumbas micénicas tenían forma de panal de miel, de forma redondeada y muy altas. El acceso al tesoro de Atreo se hace a través de un corredor de 36 m de largo flanqueado por murallas de bloques regulares. Al final hay una puerta, de forma ligeramente ahusada en su parte superior, coronada por dos colosales arquitrabes y un triangulo de descarga, mientras que a los lados tiene dos columnas.
La cámara circular interior de 14,6 metros de diámetro y 13,2 de altura, está cubierta por una cúpula formada por 33 filas desiguales y sobresalientes, que en su momento estuvieron adornadas en la parte superior con rosetas y espirales de bronce. La puerta de la derecha conduce a una estancia más pequeña, en donde se supone que se encontraba el tesoro.
El museo también nos gusta ya que hay muchos tesoros encontrados en las excavaciones.
Después vamos a Tirint, que está a unos 6 km al norte de Nafplia. Cuesta 3 € la normal y 2 € la reducida, los estudiantes gratis. Aquí no hay limitaciones de edad como las hay en China que el carnet en algunos sitios no lo aceptaban porque nos veían ¡¡¡¡muy viejos!!!!.
Sus murallas de piedra caliza eran tan inmensas que los griegos creían que las habían construido los cíclopes, de hecho los arqueólogos las denominan murallas ciclópeas.
En esta ciudad no vale la pena pagar la entrada ya que no hay un solo cartel explicativo y todo está muy roto, con lo que no te haces a la idea de nada. Nosotros llevamos una guía visual pero realmente no vale la pena, si has estado en Micenas.
Como pasamos por Nafplia para ir a Epidauro nos acercamos a la Fortaleza de Palamidi. La entrada son 4 € y 2 €, estudiantes gratis. Es una fortaleza muy grande y espectacular, y las vistas son fabulosas sobre todo el terreno circundante.
De allí ya vamos dirección Epidauro que está a 30 km por unas carreteritas sinuosas como las que hemos encontrado por todo el Peloponeso. La ventaja es que como es de día no impone tanto como cuando las hacemos de noche que no se ve nada de nada.
Llegamos y comprobamos que cierran a las 3 de la tarde, no a las 5 como pone la guía. El teatro es espectacular con una sonoridad increíble ya que si te pones en la última fila escuchas perfectamente lo que se dice en el escenario. Tiene una gradería de 54 filas y puede contener hasta 14.000 espectadores; la orquesta circular, de tierra apisonada según el modelo griego, conserva en el centro la base del altar de Dionisio; los actores accedían a ella por medio de entradas laterales, visibles a los lados, la escena desaparecida, estaba circundada por 18 columnas jónicas de las que sólo quedan las bases.
Las ruinas que se conservan del templo de Asclepio decepcionan un poco, aunque dan idea de la majestuosidad y de la importancia que tenía este templo en la Antigüedad.
Un muro rodea al templo, los enfermos aguardaban la aparición del dios en el ábaton y en consecuencia la curación. Solo permanecen las bases del tem
plo y de la Tholos circular. Se pueden ver en ella, seis muros circulares concéntricos: el externo sostenía una primera columnata dórica, el segundo un muro relleno, el tercero una segunda columnata corintia y los otros tres protegían el lugar del culto propiamente dicho. A través de los muros se accedía al templo haciendo un recorrido laberíntico de oscuro significado. Según algunos la forma curvilínea de la estructura se debía a las serpientes sagradas que tenían aquí su refugio.
Junto a esta estructura se colocó el baño de Asclepios, un complejo termal. Un camino adoquinado conduce a una segunda instalación termal. Como tuvo tanto éxito y venían tantos peregrinos tuvieron que hacer ampliaciones con los años.
En el museo, pequeñito, casi todo lo que hay son copias y los originales están en el Museo Arqu
eológico de Atenas. A pesar de todo vale la pena verlo pues hay una pequeña reconstrucción del friso del templo de Asclepio y del templo de Artemisa.
La entrada cuesta 6 € la normal, 3 la reducida y los estudiantes gratis.
Después de la visita vamos dirección Loutraki que es donde tenemos reservado el hotel de esta noche. Está a unos 7 km del famoso Canal de Corinto.
El hotel es el Diolkos Studios que nos cuesta 35 € con desayuno. Está frente el mar, y no está mal. La habitación nos la tienen calentita cuando llegamos, lo cual se agradece.
Loutraki es una población costera donde se han puesto varios casinos y en verano debe ser muy animada, pues tiene un paseo marítimo muy majo, pero ahora en invierno y casi lloviendo no está en sus mejores momentos. Encontramos una pizzería donde cenamos muy bien.
Hemos hecho 160 km.
DÍA 31-12-12 (Lunes)
LOUTRAKI – OSSIOS LUKAS – DELFOS – TERMOPILAS – LAMÍA
El desayuno del hotel está muy bien, muy variado. Hoy tenemos una buena tirada pues queremos visitar Delfos y antes el monasterio de Ossios Loukás, que dicen que es uno de los mejores monasterios bizantinos que hay en Grecia, siendo patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Cogemos la autopista unos 50 km por 3,2 €, y luego cambiamos a una nacional hacia Tebas. En Grecia no han hecho ni una variante para no tener que pasar por los pueblos, con lo que los pasas todos por el centro, lo cual ralentiza bastante la conducción.
Hay mucha niebla, que cuando llegamos a Tebas se difumina, menos mal. Están apostando por la energía solar, vemos muchas zonas con placas solares, y en zonas del Peloponeso hemos visto bastante energía eólica. Esta zona es mucho más plana que la hemos visitado hasta ahora y las carreteras no son sinuosas, bastantes tramos son rectas, aunque el firme está muy deteriorado con lo que tampoco puedes correr demasiado.
Desde el año 81, Grecia está en la UE, no sabemos en qué se han gastado el dinero pues en España, se habrá dilapidado mucho dinero en tonterías pero la red viaria ha mejorado en los últimos 25 años muchísimo y cualquier secundaria de nuestro país le da mil vueltas a una nacional de las de aquí.
Llegamos a Óssios Loukás, fundado en el siglo XI, sobre la tumba del santo eremita Lucas el Stiriota, que falleció en este lugar el año 953, y en poco tiempo se convirtió en un lugar de peregrinación para los fieles.
El monasterio está protegido por una muralla de forma pentagonal, en cuyo centro está ubicada la iglesia principal. Alrededor de ella se encuentran los edificios monásticos, con las celdas, el refectorio y la torre del sudeste. Por una entrada que hay al lado de la torre se accede al centro del patio. La iglesia es un edificio con planta de cruz griega inscrita en un cuadrado. Está cubierta por una gran cúpula central y precedida de nártex. Está repleta de mosaicos. A la izquierda de la iglesia principal, se halla la antigua iglesia de la Virgen, construida en el siglo X. Las vistas desde el patio son magnificas de las montañas circundantes que están coronadas de nieve.
A 38 km se encuentra Delfos o Delphi como le dicen los griegos. Hay que ir con 50 ojos porque los griegos conducen muy mal, se paran donde quieren y las señales como doble raya continua no se las explican en las autoescuelas.
La entrada cuesta 6 € y los estudiantes gratis. Cierran a las 3 de la tarde en invierno, y dejan entrar sólo hasta las 14:15.
Delfos estuvo considerada como lugar sagrado desde tiempos muy remotos y en el culto de su santuario se sucedieron diversas divinidades. En los primeros tiempo se veneraba en él a la diosa madre Gea (la tierra) y a su hija Temis, ya la fuente del oráculo estaba custodiada por la serpiente Pitón. El culto a Gea estaba acompañado del culto a Poseidón, dios de las fuentes y los ríos que fecundaban la tierra.
La presencia de Apolo se manifestaba a través de los oráculos transmitidos por medio de una sacerdotisa, la pitonisa, elegida entre las vírgenes délficas. En sus primeros tiempos el oráculo sólo se podía consultar en una fecha determinada del año, el día 17 del mes Bisio, que corresponde a febrero-marzo.
Más tarde debido a la afluencia de peregrinos, se podía consultar en cualquier momento del año, excepto en invierno, época en la que se pensaba que Apolo abandonaba el santuario.
La Pitia se sentaba en una zona subterránea del templo, sobre un trípode y era envuelta por el humo de hojas de laurel y harina de cebada. A su lado tenía el agua de la fuente Castalia y el ónfalos, una piedra cónica que simbolizaba el centro del mundo.
Los consultantes hacían sus preguntas y la respuesta era comunicada por medio de sonidos y movimientos del cuerpo, interpretados por los profetas y comunicados a los sacerdotes, que daban el significado de la respuesta; nunca se realizaban preguntas relacionadas con el futuro, sino con la oportunidad de hacer algo para obtener o no el apoyo del dios.
No todo el mundo podía consultar el oráculo, por ejemplo las mujeres estaban excluidas. Los que iban al lugar llevaban una ofrenda, generalmente un animal. Si éste temblaba cuando los sacerdotes lo rociaban con agua, significaba que el dios estaba en disposición de dar respuestas.
En la entrada del recinto comienza la Vía Sacra, pavimentada de 4 o 5 metros de ancho, que se prolonga hasta el templo de Apolo, mediante 3 rampas; está flanqueada por diversos edificios, exvotos y basas de estatuas votivas.
A los lados de la vía Sacra se abren enfrentadas las exedras semicirculares de los exvotos de los Argivos, el exvoto de los Tarentinos y el Tesoro de Sición. Tras él se halla el tesoro de los Sifnios.
Una vez comenzado el segundo tramo se ve el fabuloso tesoro de los Atenienses, construido con el botín de Maratón. Es un templo dórico, con una superficie de 9,7 m x 6,7, realizado con mármol de Páros, y reconstruido con todos sus elementos originales. Las 32 metopas originales se encuentran en el museo. Más arriba se encuentra el santuario de Gea, realizado con rocas naturales, también recibía el nombre de Roca de la Sibila, donde esta se sentaba para comunicar los oráculos.
Detrás del pórtico de los atenienses se extiende el períbolo del templo de Apolo de 117 m de largo, construido con piedras poligonales.
El templo de Apolo, es el sexto y último edificio de los construidos en este mismo lugar. Fue realizado en el siglo IV a.c. Se sustenta sobre un gran basamento de 60 m de longitud y 4,5 de altura. Se conservan 6 columnas de las 42 que había. En el pronaos estaban gravadas las famosas sentencias de los Siete Sabios: “Conócete a ti mismo” “Nada en demasía” etc.
Siguiendo el sendero se llega al teatro, excavado en la ladera y restaurado. Conserva la orquesta pavimentada y las 35 filas de gradas con una capacidad de 5000 localidades.
Todavía más arriba, por un empinado sendero del bosque, se llega a la llanura donde se encuentra el estadio. Un poderoso muro sustenta el graderío sur, que conserva 6 filas de gradas, mientras que las 12 del graderío norte que están excavadas en la roca, se conservan perfectamente; tenía una capacidad de 7000 personas. La pista mide 178,35 x 25, 60 m, y todavía se conservan in situ las líneas de partida.
Bajamos, disfrutando del día soleado que tenemos hacia el museo. Cuesta 3 € y los estudiantes gratis. Cierran a las 3 de la tarde y la última entrada es a las 14:40.
Sorprende la esfinge alada del 560 a.c, los dos gigantescos kouroi de comienzos del siglo VI a.c, más adelante el toro de tamaño natural compuesto por placas de plata y láminas de bronce, que había sido sepultado como exvoto bajo el adoquinado de la Vía sagrada.
Más adelante vemos el auriga de Delfos, obra en bronce de autor desconocido, dedicado por el griego Polizalos, que venció en la carrera de carros de los Juegos Píticos del 478 o 474 a.c. Ya no es tan rígida la posición frontal, y es un poco oblicuo, más suave y natural.
Al acabar la visita, vamos en dirección a Lamia, donde tenemos el hotel reservado para esta noche.
Antes de llegar nos desviamos unos km para ver las Termopilas. Este famoso desfiladero está situado entre las colinas y el mar. Hoy día se dedica al cultivo del olivo y el algodón. Está indicado el monumento a Leónidas realizado en 1955. En el desfiladero tuvo lugar, en julio del año 480 a.c la famosísima batalla entre griegos y persas. El espartano Leónidas defendía la posición con 7300 hombres. Al saber que los persas, con un ejército de 30.000 hombres, iban a atacarlo por la espalda, licenció a los soldados griegos quedándose sólo con 300 espartanos, 700 tesalios y 300 rebeldes tebanos. Todos los defensores murieron, incluido Leónidas, pero causaron enormes pérdidas en el ejército enemigo.
El Delta Hotel nos cuesta 40 € por la doble con desayuno. La habitación es la mejor de todo el viaje por ahora. Todo muy cuidado y muy profesional.
Salimos a pasear por la ciudad que está muy animada pues es fin de año y todos los bares están a tope de gente, sobre todo jóvenes, que están fuera porque fuman mucho, casi el 50% de los griegos fuman y se nota, ya que la prohibición de fumar que han implantado desde el 2009 en lugares públicos, no la cumple casi nadie. Hay total impunidad.
Esta noche la celebran cenando con la familia y comiendo una especie de roscón de reyes con una moneda dentro que antes era de oro, pero ahora no, evidentemente y el que le toque el trozo con esa moneda tendrá mucha suerte al año siguiente.
DÍA 1-1-13 (Martes)
LAMIA – TRÍKALA – METE0RA – KALAMPAKA
El desayuno para nosotros solos es excepcional, hay de todo y mucha cantidad. Aparte el comedor es señorial. Buena entrada de año.
Salimos hacia Meteora, donde están los monasterios más famosos de toda Grecia, junto con el Monte Athos, aunque mucho más accesibles, ya que estos últimos son casi imposibles de visitar. En primer lugar las mujeres no los pueden visitar, con lo que empezamos mal, pero es que los hombres tampoco lo tienen fácil, ya que han de solicitarlo por escrito con una fotocopia del pasaporte y una carta de presentación de la embajada española en Grecia. Sólo se permite la entrada a 100 hombres al día que sean ortodoxos y 10 que no lo sean. Estos últimos deben ser estudiantes, suponemos que de teología. A veces los permisos tard
an 6 meses en llegar, sobre todo si es en Navidad, Semana Santa o Julio y Agosto.
Se debe acompañar en la vida monástica a los monjes, las comidas, los rezos (incluso el que hacen a las 3:30 de la madrugada. El permiso es solo para 4 días, y en ellos no se paga nada, te alojas con ellos y la comida frugal, eso sí, te la dan.
La carretera por la que vamos es bastante buena y muy poco utilizada, por lo menos hoy que es año nuevo. A lo lejos se ven unas montañas nevadas pero esta zona es bastante plana, con instalaciones de energía solar en abundancia.
Llegamos a Trikala, donde hay la mezquita Koursoun Tzami que fue diseñada por el mismo arquitecto que hizo la Mezquita Azul en Estambul. Ahora acoge exposiciones temporales.
Esta ciudad es el supuesto lugar de nacimiento de Asclepio, dios de la medicina. El río Litheos la divide en dos, hay un puente estrecho que une las dos plazas que dan al río.
De allí vamos a la Fortaleza de Trikala de la época bizantina, que como todo, está cerrada por ser 1 de Enero y fiesta nacional. Cerca están las ruinas del templo de Asclepio. También es interesante el antiguo barrio turco de Varoussi, al este de la fortaleza, que es una zona de callejuelas estrechas y casas antiguas con balcones.
A solo 25 km se encuentra ya Meteora. Está situada al norte de Kalambaka, cuyo relieve está formado por rocas gigantescas de color gris, que se elevan como pilares junto al valle del río Piniós. En las cimas de estas inaccesibles rocas se encuentran, desde el siglo XIV, varios monasterios. Su nombre significa literalmente “en el aire”. En el s XI comenzaron a establecerse en este lugar algunos ascetas, pero hasta el siglo XVI, tras las guerras entre el imperio serbio y Bizancio, no llegó la época de florecimiento de los monasterios ubicados sobre los precipicios formados por estas rocas verticales. Para que resultaran más inaccesibles, había que subir hasta ellos por escaleras de cuerda o por medio de rudimentarios montacargas de polea, que hoy día sólo se utilizan para subir provisiones.
En su mayor esplendor había 24 monasterios, que estaban decorados con gran riqueza, ya que contenían frescos e iconos de importantes artistas vinculados al grupo monástico del monte Athos.
El primero que visitamos es el Agios Stéfanos, pero cuando llegamos nos dicen que está cerrado. El siguiente es el Agia Triada o Santísima Trinidad. Se construyó en 1438, sobre un risco aislado. Se disfruta de una maravillosa vista panorámica. No hay nadie en la entrada con lo que pasamos sin problemas.
El siguiente es el Mégalo Metéoro, fue fundado en 1380. Una escalera conduce a la torre de los Vrizones, donde se halla el antiguo montacargas. Cuesta 3 € la entrada.
Se puede visitar el osario, con un montón de cráneos, la antigua carpintería, la bodega donde hacían el vino, la antigua cocina, la iglesia con frescos del siglo XV, similares a los del mo
nte Athos, una sala donde hay un museo con trajes típicos de los combatientes por la independencia, o ropas de mujer de la zona. En otra estancia hay cuadros de personajes griegos importantes en la historia de este país, con un resumen de la vida que tuvieron y porque son importantes. La biblioteca tiene unos libros muy antiguos, no se puede hacer fotografías y cuando el monje me lo explica, y yo le digo que no le entiendo, nos dice sois de España, y dice Barcelona, nosotros le confirmamos que somos de allí y nos dice Messi, Messi. No están tan alejados de la actualidad aunque estén en estos monasterios aislados.
Las mujeres se tienen que poner un pañuelo tipo pareo ya que no se puede entrar con pantalones, en cambio con falda puede ser de cualquier medida.
El monasterio de Varlaám se puede ver la capilla de los tres jerarcas en la iglesia, la enfermería, con una gran cúpula sustentada sobre columnas, la bodega, la torre de los Vrizones de 1536, donde todavía se puede ver el antiguo montacargas con un saco de cuerda, que en otro tiempo fue el único modo de subir al monasterio.
Ya se ha hecho tarde ya que los monasterios cierran como tarde a las 3 de la tarde en invierno, con lo que vamos hacia el hotel que tenemos reservado en Kalambaka.
Es el hotel Meteora que nos cuesta 30 € con desayuno. Somos los únicos clientes como en los últimos días.
Paseamos un poco por el pueblo, que no tiene nada de interés, pues fue destruido en la II GM por los alemanes y todo es nuevo. Al ser 1 de Enero, está todo cerrado excepto los bares y cafeterías que están llenos de lugareños tomándose un cafetito calentito que apetece porque hace bastante frio.
Hemos hecho 163 km.
2-1-2013 (Miércoles)
KALAMPAKA – METSOVO – IOANNINA – IGOUMENITSA – CORFÚ (KERKIRA)
El Desayuno es muy bueno y abundante, con yogur griego, fruta, zumo, unas ensaladas típicas y todo lo habitual de mermeladas, mantequillas, miel etc. Podemos pagar con tarjeta, que aquí en Grecia no les gusta nada. La gasolina en ningún caso la hemos podido pagar con tarjeta, lo cual nos extraña, a menos que haya mucho fraude para no pagar impuestos.
Estamos a 3 grados pero el día es magnífico con mucho sol, lo cual se agradece. La carretera que va hacia Metsovo sube hasta los 1156 metros. Hemos entrado en la región del Epiro con los montes del Pindo como protagonistas. Cogemos la autopista a 15 km de Metsovo que nos cuesta 2,4 €. No hay opción, pero casi mejor pues está todo muy nevado y aquí en la autopista han pasado las quitanieves pero la carreterita que llega directa al pueblo suponemos que estará incomunicada. Pasamos un túnel de 4,9 km, 3,2 km de largo, otro de 2,1 km, y otros no tan largos.
Decidimos seguir a Ioánnina que está a 47 km.
Pasamos cerca del parque nacional Vikos-Aoös, donde se encuentra el desfiladero de Vikos de 12 km de longitud y 900 metros de profundidad. Otra vez será.
Llegamos a Ioánnina, de unos 100.000 habitantes, es la localidad más importante de esta región. Tuvo una época floreciente durante el dominio turco entre 1788 y 1820, cuando se convirtió en capital de un gran Estado casi independiente, constituido por el legendario gobernador albanés Alí Pacha de Tepelena. Conserva, en la ciudad antigua, su aspecto oriental.
En la ciudadela todavía puede sentirse la influencia turca, si bien fueron los bizantinos quienes comprendieron la importancia estratégica de la península que da hacia el lago, y construyeron un asentamiento. Las poderosas murallas son del siglo XIII, cuando la ciudad era la capital del territorio del déspota de Ípiros, mientras que conservan la marca oriental las estrechas vías que llevan tanto al reducto fortificado que guarda los restos del mausoleo de Alí, la mezquita Fetihie Dzamí del siglo XV y el antiguo palacio real, como el esbelto minarete de la Aslán Dzamí, mezquita construida en el 1619 donde el Moussió Laikis Téhnis está dedicado al arte popular. Debajo del edificio están la biblioteca turca y la sinagoga, para testimoniar la larga permanencia en el lugar de una comunidad hebrea.
Desde la ciudadela se tienen unas magníficas vistas sobre el lago, que ocupa una superficie de 15 km cuadrados y una profundidad máxima de 12 m. Los vientos suelen levantar en este lugar fuertes tormentas. En el centro del lago se encuentra la isla, a la que se puede acceder en barcas motoras que tardan unos 10 minutos en realizar el trayecto. En la isla está ubicado un atractivo pueblecito, en el que diversos restaurantes ofrecen las especialidades del lago como ranas, anguilas, truchas y gambas. En la isla hay 5 monasterios ortodoxos de gran interés histórico-artístico.
A 12 km al sur están las excavaciones de Dodona, que fue sede del oráculo de Zeus, del II milenio a.C. que después desapareció por la competencia de Delfos. Su teatro es uno de los mayores y mejor conservados de Grecia. Construido en el siglo III a.C. se pueden ver sus poderosos muros de sostén, de más de 20 metros de altura, la cávea, casi intacta, y parte de la escena.
Salimos de Ioánnina por la autopista en dirección a Igoumenitsa, donde con suerte cogeremos un ferry a Corfú. Pagamos un peaje de 2,4 €.
Llegamos a Igoumenitsa y rápidamente llegamos al puerto donde hay un ferry a punto de salir. Tienen salidas a las 2:30, 8:30, 13:30, 15:00, 19:00 y 21:00. Compramos el billete que son 100 € ida y vuelta dos personas y un coche.
La vuelta es a las 5:45, 9: 30, 11:30, 16:00, 18:00 y 23:30. El mar está muy tranquilo y tardamos 2 horas en llegar. Llegamos a Kerkira, 
que es como los griegos llaman a Corfú.
Hoy no hemos reservado el hotel pero hemos mirado algunos para ir sobre seguro. El elegido es el Konstantinoupolis, que está muy bien situado enfrente del mar. Nos cuesta 36 € la doble y 2 € por persona el desayuno. Es un hotel de 1862, muy señorial y bonito, mantiene el encanto de lo antiguo y la chica que nos atiende es muy simpática.
Vamos a pasear por la ciudad, aunque hay unos nubarrones que no presagian nada bueno.
En la Splanade comieza una llovizna que al principio no molesta, pero al poco rato cae una tromba de agua, que los paraguas no sirven de nada, con lo que nos refugiamos debajo de los soportales, que por fortuna hay muchos.
Pasa el rato, pero como no tiene visos de parar, nos vamos al hotel a ver si en algún momento no llueve tanto.
Cuando deja de llover, es noche cerrada y no se puede visitar nada, con lo que vamos a buscar un lugar donde cenar, tarea no fácil, ya que casi todo está cerrado. Al final cenamos en una taberna, pero no cubre las expectativas que teníamos con lo cual no repetiremos, pues es un fast food, pero a precio de restaurante caro.
Hemos hecho 196 km más el ferry.
DÍA 3-1-13 (Jueves)
KERKIRA – KALAMI – KOULORA – RODA – PALEOKASTRISA – LAKONES – PELEKAS – ACHILLION – BENITSES – MORAITIKA- KERKIRA
El desayuno es muy completo, se nota que a esta isla ha venido mucha gente hace años, porque está todo muy arreglado, incluso hay tortilla y salchichas, cosa que no hemos visto en ningún otro hotel.
Hoy vamos a visitar la isla de Kerkira, que es bastante pequeña. Es una de las Islas Jónicas y nos hace un día estupendo, soleado y templado. Tiene una superficie de 2593 km cuadrados. Su forma es alargada, con 63 km de longitud, y se ensancha al norte en una meseta montañosa, cuya cumbre más elevada es el monte Pandokrátor de 914 metros. El resto de la isla está formado por colinas que se alternan con fértiles llanuras aluviales. Su cultivo principal es el olivo, seguido del maíz, las uvas y los cítricos. Solo hay 2 km de separación con la costa albanesa en su parte más cercana.
Cuatro veces al año, el domingo de Palma, el sábado santo, el 11 de agosto, en recuerdo de la liberación de los turcos y el primer domingo de noviembre para celebrar el fin de la peste de 1629, una solemne procesión religiosa acompaña las reliquias de San Spiridión, patrono de la isla, por las calles de la capital. También se realizan danzas folklóricas el 21 de mayo, aniversario de la anexión de las islas jónicas a Grecia.
Ha pasado mucha gente por aquí, los romanos, los normandos, suabios y angevinos en la Edad Media, conquistada y ocupada por los venecianos en 1386 hasta 1797. Conquistada por los franceses, luego los ruso- turcos, de nuevo por los franceses hasta 1814. Con la caída de Napoleón fue un protectorado británico hasta 1864, que se incorporó a Grecia.
Estamos viendo que en Corfú, así como el resto de Grecia, son muy tradicionales, la gente muy religiosa, incluso los jóvenes, las señoras mayores y no tan mayores de luto, de negro riguroso con pañuelo en la cabeza, imágenes que en España hace muchos años que no se ven, a menos que vayas a aldeas muy perdidas, pero que aquí son muy habitual
es. Nos extraña, que durante nuestros viajes a lo largo y ancho del mundo, nunca, pero nunca, nos hemos encontrado un griego.
Empezamos por la costa oriental hacia el norte, donde pasamos por Kalami, lugar mítico para los amantes de los libros de Lawrence y Gerard Durrell, pues es donde en la “Casa Blanca”, vivieron muchos años, primero con los padres y luego Laurence en soledad. Algunos libros encantadores como “Mi familia y otros animales” de Gerard está basado en las experiencias del escritor cuando era pequeño y vivía en este pueblo. Si no se ha leído es muy recomendable, y para los que lo hemos leído es el momento a la vuelta para volverlo a leer.
Kouloura, bonito pueblo pesquero con muy buenas vistas de la vecina Albania. Tan cerca y tan lejos, dan ganas de ir a echar un vistazo.
Desde Roda bajamos a Paleokastritsa, se extiende a lo largo de 3 km de la carretera. A los pies de esta localidad se abren seis pequeñas bahías arenosas entre rocas de color rojizo. En el cabo se halla el monasterio de Panagia Theotókos del siglo XIII, pero reconstruido en el XVIII. Está lleno de gatos y perros, pero los gatos casi todos en mal estado, nos deja un mal sabor de boca este monasterio. En los alrededores, sobre un promontorio rocoso situado al norte, se ven las ruinas del castillo de Angelocastro, del siglo XIII.
Subimos 5 km tierra adentro al pueblo de Lakones. Es un pueblo que según la guía hay un señor que está haciendo un archivo fotográfico con fotos de Corfú antiguas para que la gente joven no pierda la memoria.
Llegamos a Pelekas, pequeño pueblo de montaña, famoso por que tiene un mirador amado por el emperador Guillermo II y por ello llamado el trono del Kaiser. Allá que subimos y realmente entendemos por qué, se ve 360 grados de isla, los dos mares y la península de Grecia y Albania.
Llegamos a Ahillion Palace, que es un palacio de verano donde venía la Emperatriz Sissi, que era sobrina del rey Otton de Grecia. Ahora alberga un casino. Cuesta 7 € la entrada general y 5 € con carnet de estudiante. El bien cuidado jardín está cuidado por unas pulidas estatuas de héroes mitológicos. El edificio de estilo neoclásico conserva en alguna de las estancias recuerdos de la emperatriz y de Guillermo II. El jardín en terrazas, decorado con palmeras y estatuas, entre las que destaca el Aquiles herido, y la gran estatua de bronce de Aquiles victorioso.
Seguimos la costa en dirección sur, pasando por Benitses, sin nada que destacar, seguimos bajando pero como no aporta nada decidimos dar media vuelta hacia Kerkyra.
Aparcamos el coche y vamos a visitar la ciudad que por culpa de la lluvia no pudimos ver. Llegamos a la Splanada que es la plaza más bella y la mayor de la ciudad. Ya en época veneciana era plaza de armas y fue transformada en jardín por los ingleses. El prado de hierba situado al norte, habilitado para jugar al cricket, es un testimonio de la presencia anglosajona de la isla. Está limitada en su flanco occidental por el Liston, conjunto de edificios porticados construidos en 1807 por el francés Mathieu de Lesseps, en el que están los cafés más frecuentados de la ciudad. Los jardines están decorados con estatuas.
El Paleo Froúrio, esta fortaleza está construida sobre un promontorio rocoso que se adentra en el mar y que se halla separada de la ciudad por un canal artificial denominado Contrafoso. Fue construida por los venecianos en el siglo XVI y está dividida en dos partes: el castillo de Tierra y el castillo de Mar. Su entrada está protegida por dos bastiones. En su interior, en la parte sur, está la iglesia de la guarnición, Agios Geórgios, imitando un templo clásico. A pesar de ser ya tarde está abierta la fortaleza, pero la iglesia está cerrada. La entrada es gratuita, y hay un bonito café por si se quiere tomar alguna cosa al atardecer viendo la puesta de sol.
Al salir pasamos por el Paleá Anáktora, el palacio real, de estilo neoclásico. La fachada tiene un largo pórtico dórico con dos arcadas a los lados y un friso sobre la cornisa decorado con alegorías de las siete islas jónicas. Actualmente es la sede del Museo de Arte Asiático.
Hay un montón de iglesias, pero nosotros estamos saturados de ellas, con lo que ya ni entramos. Hoy hay bastante animación, contrastando con las tiendas cerradas del día anterior. No entendíamos nada, pensando que sería fiesta en Corfú, y luego nos hemos enterado que en la isla, tienen unos horarios diferentes. Los lunes, miércoles y sábado solo abren por la mañana de 8:30 hasta las 14:30, los martes, jueves y viernes de 8:30 a 14:00 y de 17:30 a 21:00.
Nos acercamos a la ciudad nueva, pero no aporta nada. La bonita es la antigua, con lo que volvemos a ella.
Buscamos una taberna típica para cenar, y encontramos La Pérgola, pero tampoco acertamos, caro y no demasiado bueno lo que pedimos nosotros, aunque vemos pasar platos muy apetecibles. Seguramente no hemos acertado con lo pedido.
Hemos hecho 169 km.
4-1-13 (Viernes)
KERKYRA – IGOUMENITSA – PARGA – NEKROMANTEION – PRÉVEZA – NAFPAKTOS
Hoy nos levantamos pronto, ya que queremos coger el ferry a las 9:30 de la mañana. En el desayuno hoy somos bastante gente, algunos repiten, y otros nuevos. No nos extraña ya que el hotel es muy agradable, y es excelente para estancias largas, pues te sientes como en casa, por lo atentos que son en recepción, siempre con una sonrisa en la cara.
El check out es rápido y en 3 minutos, ya estamos en la oficina del puerto donde me dan los billetes al enseñarles el papelito de reserva que me dieron hace 2 días. Pensábamos que sería más complicado, pero ponen el nombre de los barcos en la reserva que te dan y en la oficina del puerto, con lo que es fácil. En el papel pone que se ha de ir el día de antes para que te den el billete oficial, pero en esta época no es necesario, aunque al final se llena por completo, pues vienen muchos camiones enormes.
La travesía es muy tranquila, pues el mar está muy sosegado. Tardamos dos horas.
Vamos dirección a Parga, que está a 50 km al sur. Es un pueblo de pescadores, situado en un entrante rodeado de plantaciones de cítricos y dominado por una fortaleza veneciana del siglo XVI decorada con el león de San Marcos. Está bastante hecha polvo, y ya pone un cartel en la puerta que entras bajo tu responsabilidad. En la 
zona central hay un renovado café instalado en la antigua armería francesa.
Parga es todo un placer estético, con sus exquisitas aguas azul marino enmarcadas por colinas de olivares de color verde, sus pequeños islotes y sus encaladas casitas apiñadas en tortuosas callejuelas floridas, sobre un muelle lleno de cafés y bares que deben rebosar vida en verano, pero que ahora están vacios.
A 20 km hacia el sur nos encontramos con el Nekromanteion, que era el lugar donde se iba para consultar a las almas de los difuntos. Los antiguos griegos acudían al santuario consagrado a Ada y Perséfone, fundado en honor del señor del Hades en la confluencia de los ríos Kokitós y Aherondas, junto a la laguna Estigia, a través del cual el barquero Caronte transportaba las almas de los muertos. Este santuario no alcanzó el renombre de los de Delfos o Delos, pero fue mencionado muchas veces por los poetas.
Está formado por una serie de cámaras y corredores subterráneos del siglo III a.C. donde se efectuaban sacrificios al más allá, en un laberinto simbólico como el que las almas debían atravesar en su deambular por el reino de la muerte. Era un oráculo, donde los peregrinos hacían ofrendas de leche, miel y sangre de animales que sacrificaban con la esperanza de comunicar con los espíritus de los muertos. La sobrecogedora cripta subterránea es probablemente el lugar donde se introducía a los peregrinos suspendidos de un cable, espantados ante la idea de penetrar en el reino de Hades. Fueron descubiertos en 1958.
Llegamos a Préveza, donde pasamos por un túnel de pago. Nos cuesta 3 €. En la orilla opuesta se encuentra Action, famosa porque el año 31 a.C. tuvo lugar en estas aguas la batalla en la que Augusto derrotó a Marco Antonio y Cleopatra, obteniendo así el dominio del imperio romano. Pasamos por humedales donde vemos incluso pelícanos, ya que es una zona donde emigran las aves en invierno. De Preveza a Nafpaktos hay unos 155 km de buena carretera, en algunos tramos bordeando la costa con bonitas vistas.
Llegamos a Nafpaktos, que fue el escenario de la famosa batalla de Lepanto, entre la Liga santa y la turca, el 7 de octubre de 1571. Los paladines de la cristiandad, con galeras pontificias, españolas, genovesas, maltesas y venecianas comandadas por Juan de Austria, derrotaron al enemigo. Sin embargo no pudieron bloquear su expansión por el Mediterráneo. Hay una estatua en tamaño natural de Miguel de Cervantes en bronce en el puerto.
La ciudadela es veneciana y sus murallas, todavía intactas, la conectan con el puerto, protegido por dos fortificaciones almenadas.
Es una ciudad de 13.000 habitantes, llena de tiendas elegantes, cafeterías chics, acompañadas de tiendas de toda la vida. Se extiende a partir de un atractivo puerto circular amurallado, y un castillo veneciano protegido por una serie de murallas de piedra a diversos niveles, construidas sucesivamente por sus conquistadores (dóricos, romanos, bizantinos, venecianos y turcos).
Llegamos al hotel Akti, que hemos reservado en Booking, cuesta 45 € más 5 € por persona del desayuno. Es el más caro de todo el viaje, pero, es ESPECTACULAR. La entrada ya indica que entramos en un hotel diferente de los demás. Tiene un encanto difícil de explicar, ya que hay cosas muy diferentes como decoración, pero el conjunto queda muy armonioso. Hay una sala de estar con sillones, sofás, grandes alfombras antiguas, y lo mejor un perro labrador, estirado en la entrada, dando la bienvenida a los clientes.
Nosotros hemos reservado una habitación normal, pero nos dan una suite. Debe medir unos 40 metros cuadrados, decorado exquisitamente, con cuadros, muebles de madera oscura muy elegantes, una cama enorme, de 2 x 2 metros, donde no te encuentras si no quieres con la pareja, unos sofás, estilo salón otomano del siglo XVIII, una televisión pantalla plana, y un lavabo de unos 15 metros cuadrados, donde tenemos hasta albornoces y zapatillas de cortesía.
En fin, una maravillosa sorpresa que da un colofón sibarita a 
este viaje por tierras griegas.
Hemos hecho 278 km.
DÍA 5-1-13 (Sábado)
NAFPAKTOS – DIAKOFTO – KALAVRITA – MONASTERIO DE DAFNI – CABO SUNIÓN – ATENAS
No hemos puesto el despertador, y nos despertamos tarde, ya que la cama es tan cómoda, y la habitación es tan silenciosa que nos cuesta levantarnos. Además tenemos una terraza con un sofá y un sillón, muy chic.
El comedor del hotel es glamuroso como no podía ser de otra manera. Hay antigüedades, mesas de maderas talladas, diferentes, pero que conforma un conjunto muy armonioso, mezclando lo moderno con lo antiguo. La persona que nos atiende, es superamable, y no para de traernos cosas a la mesa, es imposible acabarse este desayuno, con fruta fresca, yogures, pastas, embutidos, mermeladas varias etc. etc. Tenemos una vista a la mar magnífica, con estos grandes ventanales por donde entra el sol. Nos viene de vez en cuando a ver si queremos algo más, si queremos que nos hagan una cajita con algo de comer para el camino, en fin un lujo, al cual no nos cuesta nada acostumbrarnos.
Nos da mucha pena irnos, pero claro en algún momento tenemos que salir, pues esta noche tenemos hotel en Atenas y tenemos más de 200 km y alguna visita que hacer. Recordar, Hotel Akti en Nafpaktos, www.akti.gr , un sitio genial para pasar varios días.
Pasamos por el moderno puente de 3 km que nos lleva a Pío cerca de Patras. Son 13,2 € el peaje, y milagro, admiten tarjeta de crédito. Inmediatamente entramos en la “autopista”, una carretera de dos carriles, uno por sentido, en obras y en mal estado. Por eso nos cobran nada más entrar 3,1 €. Muchos coches y camiones circulan por los arcenes, muy peligroso la verdad.
Aparte de todo esto el firme es irregular y peligroso, un solo carril, y los coches acosando para que nos apartemos al arcén para que ellos puedan adelantarnos, ya que quieren correr más de lo permitido. Evidentemente no lo hacemos.
Consideran el arcén como un carril, lo cual es peligroso, esperemos que no nos pase nada con el coche pues nos arrollarían. Nos echan broncas por no ponernos en el arcén, y nos adelantan en raya continua y por la derecha.
Diakofto, 55 km al este de Patrás, es un apacible pueblo enclavado entre las montañas y el mar. Hay un ferrocarril de cremallera que se dirige desde la garganta del río Vouraikos hasta Kalavrita. Como la guía pone que no funcionaba, no paramos. El trayecto atraviesa el espectacular desfiladero de Vouraikos, asciende unos 700 metros a 22,5 km, utilizando un sistema de piñón y cremallera para la tracción en las secciones más empinadas, con el que además se abraza de forma efectiva a las muescas realizadas en una viga de metal. Fue construido por una empresa italiana y es una proeza para la ingeniería de la época. La vía va hacia delante y hacia atrás por el desfiladero y finalmente desaparece en un largo túnel. La línea continúa siguiendo el curso del río bajo las hojas de los plataneros hasta su final en Kalavrita. Es una pena que no lo hagamos.
Cerca de Kalavrita, a 16,5 km al sur, está la Cueva de los Lagos. Aparece en la mitología griega y se menciona en los escritos del viajero de la Antigüedad Pausanias, pero no se conocieron hasta 1964, cuando en una cueva inferior más pequeña unos lugareños observaron que caía agua del techo después de una fuerte lluvia y decidieron investigar. Encontraron una gran gruta llena de murciélagos, al principio de una gran cueva que serpenteaba a lo largo de 2 km, excavada por un río subterráneo. Hay 13 cuencas de piedra formadas por minerales, depositados a lo largo de milenios.
A 12 km de Atenas está el Monasterio de Dafní (laurel), que es uno de los ejemplos de arte bizantino más notables de Grecia, gracias a los mosaicos con fondo de oro que enriquecen las paredes de su iglesia. Está declarado patrimonio de la Humanidad. Fue fundado en el siglo V-VI, y levantado en el lugar en que se hallaba un templo de Apolo, destruido en el año 395. Debe su nombre a las numerosas plantas de laurel, recuerdo del mito de Dafne, convertida en laurel ante la persecución de Apolo. El monasterio fue dirigido por la orden cisterciense hasta la invasión turca en 1458. Está bordeado por una muralla cuadrada con almenas, torres y camino de ronda. Dentro de la iglesia refulgen los preciosos mosaicos sobre fondo de oro que representan la vida de Cristo y de la Virgen. Sufrió un terremoto en 1999 y desde entonces lo están reformando. Está abierto los martes y los viernes de 9 a 2, y la entrada es gratuita. Nosotros por desgracia, al ser sábado no podemos entrar.
Llegamos a Atenas, y pasamos la ciudad, con bastante tráfico por cierto, para ir al Cabo Sunión, donde nos encontramos el temp
lo de Poseidón. A esta costa le llaman costa de Apolo, siendo una sucesión de playas de arena, pequeños golfos, puertos naturales y artificiales, con una infraestructura en continuo crecimiento. En el km 67 desde Atenas se encuentra el Cabo Sunión. A partir del siglo VI a.C. los atenienses construyeron en el cabo Sunión un célebre santuario fortificado, dedicado a Poseidón, dios del mar. Alrededor de la Acrópolis, aún se ven restos del trazado de la muralla junto a los restos de una fortaleza y los cimientos del templo de Atenea. La explanada que rodea el templo está protegida por un períbolo, cuya entrada estaba constituida por un propileo, con un pórtico, dividido en dos naves por seis columnas, de las que se conservan las basas. Al fondo de la explanada se levantan 16 columnas dóricas arquitrabadas y dos pilastras de la cella, que constituyen los únicos restos que se conservan.
Las columnas alcanzan una altura de 6,1 m. y su fuste está acanalado solamente por 16 aristas, para resistir mejor la corrosión del mar. Desde este lugar se disfruta de una magnífica vista
, especialmente al atardecer, a la izquierda se observa la cercana isla de Makrónisos, y un poco más lejos la isla de Cea, el golfo de Egina y la costa de la Argólida.
La entrada cuesta 4 € la general y gratis con carnet de estudiante. El primer domingo de cada mes es gratis, o sea mañana.
Volvemos a Atenas y vamos al hotel Apollo, que está muy cerca del que reservamos al llegar a Atenas, hace 2 semanas. Cuesta 28 € con desayuno. El hotel está mejor, pero no les funciona el wifi, eso sí, hay un ordenador en la entrada para los clientes.
Devolvemos el coche, ya que mañana, más que ayudarnos, sería un estorbo. Todo ha ido muy bien, no hemos tenido ningún problema, ni mecánico, ni con los demás conductores y es muy difícil, porque los griegos, tendrán muchas virtudes, pero conducir bien no es una de ellas. Hacen muchas barbaridades, suponemos que por falta de policía, ya que hemos visto muy pocos.
Hemos hecho en total 3.055 km.
Volvemos a pasear por el centro de Atenas, cerca de la plaza Sintagma, hay mucha menos animación que cuando llegamos.
DÍA 6-1-13 (Domingo)
ATENAS – MUSEO ARQUEOLÓGICO – BARCELONA
El desayuno es abundante tipo buffet, como la mayoría con queso, jamón, yogur griego, confituras varias, pastas y pan. Hacemos el check-out y nos guardan las maletas hasta qu
e volvamos para coger el avión.
El plan de esta mañana es ir al Museo Arqueológico Nacional, que dicen que es uno de los mejores del mundo. Habitualmente vale 8 €, pero el primer domingo de mes de noviembre a marzo es gratis para todo el mundo. Por lo que hemos visto sucede en todos los museos y sitios arqueológicos, porque ayer en Cabo Sunión, en el templo de Poseidón, también pasaba.
Lo más destacable del arte cicládico está en el museo que ya visitamos con anterioridad, pero en este museo hay una figura tridimensional de un arpista en movimiento. Otra cosa son los Frescos de Thira (Santorini), que gracias a una erupción volcánica en el s XVI a.C. se han conservado perfectamente bajo las cenizas.
La cultura micénica, enlace entre la edad de bronce y la Grecia clásica, dejó abundantes restos de pequeñas piezas de terracota, marfil y oro. Aquí se expone gran parte de sus tesoros de oro, espadas y máscaras.
La escultura helenística, las rígidas y solidas piezas del periodo arcaico dejan paso a unas esculturas llenas de vigoroso movimiento y sensualidad. Esto se nota especialmente en el grupo formado por Afrodita, Pan y Eros, del año 100 a.C. y en otras.
La colección de bronce, muchas de las mejores obras arcaicas y clásicas eran de bronce pero pocas se han conservado; la mayoría se fundió para construir armas durante las invasiones. En esta colección la más rica que existe, se encuentra esta escultura de un caballo galopando del año 140 a.C.
Dentro de la escultura clásica, hay esculturas originales procedentes de templos de todo el país. Las estelas funerarias en mármol de la época clásica llegaron a ser tan opulentas que fueron prohibidas en el 317 a.C. Las escenas muestran normalmente al difunto a la derecha y los dolientes a la izquierda.
Koroi arcaicas, siglo VII a.C. 480 d.C., estas estatuas de muchachas jóvenes talladas para templos y tumbas fueron los primeros trabajos escultóricos del arte griego. Las más tempranas eran rígidas pero con los siglos los artistas fueron más naturales.
La colección de vasijas, con intrincados dibujos muestran el desarrollo de la cerámica de Grecia desde los ejemplos neolíticos hasta el siglo IV a.C. Proceden principalmente de cementerios y santuarios religiosos.
Hay una exposición temporal, sobre tesoros que se han sacado del fondo del mar, instrumentos de navegación y un video que explica la complicación que hay para extraer figuras del fondo del mar, ya que la corrosión del agua salada hace que el mármol se desintegre.
Hay un patio central muy agradable al lado de la cafetería con esculturas de la exposición temporal de los naufragios.
Volvemos al hotel a buscar las maletas, cogemos el metro hacia la plaza Sintagma y el X95, que sale cada cuarto de hora. Hay una taquilla para comprar los billetes antes de subir al autobús. Tiene bastantes paradas en el trayecto, con lo que sabiendo el trayecto no se tiene que ir a buscarlo a la plaza Sintagma, pero en nuestro caso era lo más cercano al hotel.
Facturamos, pasamos el control de seguridad, donde nos hacen sacar el ordenador de la funda y la cámara de fotos también fuera de la mochila y de la funda.
El avión sale on time y en 3 horas llegamos a nuestra querida Barcelona.
Antonio y Trini por el Mundo 
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